Damos las notas…

Miércoles, Julio 11th, 2012

* La obra del escritor Víctor Álamo de la Rosa es actualmente objeto de tres tesis, dos en universidades italianas y una en una universidad brasileña. Hace un año Ediciones Aguere/Idea publicaba El Hierro literario, exploración de la obra de Víctor Álamo de la Rosa, un libro que traducía y resumía parte de la tesis leída por el investigador italiano Martin Beux en la Facultad de Literatura Extranjera de la Universidad de Génova. La tesis de Martin Beux se centraba en el universo literario de la Isla Menor, trasunto literario de la isla canaria de El Hierro, visible en las cinco novelas y en los relatos publicados por el escritor canario. A esta tesis presentada en la Universidad de Génova se unirá la que prepara Isotta Luca, investigadora de la Universidad de Venecia, que ha elegido para su tesis el libro Mareas y marmullos, el volumen que en España ha editado Tropo Editores y que reúne todos los relatos del autor de El año de la seca. Isotta Luca presentará a finales de este año, en la Facultad de Filología de la Universidad de Venecia, su trabajo de traducción del libro de Víctor Álamo de la Rosa, trabajo que esta vez se ha enfocado desde el estudio propiamente lingüístico del particular estilo del escritor canario y su singularidad idiomática. Finalmente, la tercera tesis en curso sobre la obra del escritor es la que está llevando a cabo la investigadora brasileña Sarah Munck Vieira en la Universidad Federal de Juiz de Fora, del estado brasileño de Minas Gerais. El trabajo de la estudiosa brasileña abordará toda la obra de Víctor Álamo de la Rosa, narrativa y poesía, y, aunque la tesis se presentará a finales de 2013 en Brasil, ya puede leerse un adelanto en la revista brasileña Darandina  donde Sarah Munck analiza la novela El año de la seca, publicada por vez primera en 1997 en Río de Janeiro. Este estudio sobre El año de la seca se presentó en el VI Simposio en Literatura, Crítica y Cultura del programa de posgraduado de la Facultad de Letras de la Universidad Federal Juiz de Fora, celebrado del 28 al 31 de mayo de este año.

* El último número de la revista Letras Libres edita una entrevista con el escritor Peter Stamm firmada por el traductor José Aníbal Campos y Eduardo García Rojas. Se trata de la misma entrevista que se publicó en el número correspondiente al 18 de abril de este año de El Perseguidor, suplemento de carácter cultural que aparece en la edición de los miércoles del periódico tinerfeño Diario de Avisos. Felicitamos además a José Aníbal Campos porque es uno de los cuatro finalistas al premio de Traducción Esther Benítez que otorga la Asociación de Traductores de España por su impecable e implacable trabajo con Edipo en Stalingrado, de Gregor von Rezzori, un texto dificilísimo de traducir y una novela, esta su versión en castellano, recomendable para quienes todavía confían en el poder seductor de las palabras.

Saludos, al final bebí el agua del pozo, desde este lado del ordenador.

Denominación de origen: libros canarios 2011

Jueves, Diciembre 29th, 2011

INTRO

Solo faltan tres días para celebrar el ritual de las uvas y recibir un anunciado y catastrófico 2012 con una sonrisa. Aunque la sonrisa resulte torcida y probablemente inducida por las sustancias espirituosas que uno lleve dentro del cuerpo.

Hago un repaso literario a este 2011 que agoniza recordando primero a los escritores ausentes que nos dejaron un poco más huérfanos. Recuerdo emocionado a mi amigo Ezequiel Pérez Plasencia, a Orlando Cova y a los veteranos María Rosa Alonso y Manuel González Sosa. Incluyo entre los que se me fueron a Enrique Cichosz, guionista y dibujante de cómics. Y un creador con mucho talento.

Y decido confeccionar una lista con solo diez títulos que escojo (¿es coja usted, es coja, efectivamente)  de la obra escrita en narrativa que ha sido publicada por canarios o residentes en Canarias por editoriales canarias o de fuera de Canarias este año que vive ahora sus últimos días en la UCI.

Dejo muchas novelas y antologías de lado, algunas de ellas títulos que lograron entusiasmarme como Copi Luwak, de Antonio Cabrera Cruz; El chef ha muerto, de Yanet Acosta; La nación de los olvidados (antología de escritores universalmente desconocidos), del misterioso y sospecho que hermafrodita Omar Salle; El círculo platónico, de Mariano Gambín; Murmullo de hojarasca de José Luis Correa; Construcción, ¿trabajo o esclavitud?, de J. M. Quizembo y de la inclasificable La leyenda de Fukaeri, de Antonio Lorenzo Gómez Charlín.

Y otras tantas que igual necesitan de una relectura para que me entusiasmen.

O no.

Dudé, aunque al final descarté, incluir en esta lista la afortunada recuperación que Ediciones Escalera hizo este año de Él y Ella, novelas de la aguerrida y turbadora Mercedes Pinto. Espero que los dioses me perdonen.

Sí me he dejado llevar, por el contrario, por mis gustos (y disgustos) genéricos aunque no comento la última de Víctor Conde, Hija de lobos, aunque sé que caerá si continuo en este plano existencial porque Conde no decepciona.

Con ello quiero justificar las razones de estas diez recomendaciones, cuatro de las cuales son títulos negro criminales escritos y ambientados en esta rara, rara, rara y cada día más pobre, pobre, pobre Canarias.

Y género, el de lo negro criminal, en el que los canariones siguen ganando por enojosa goleada a los chicharreros.

¿POR QUÉ ESTOS TÍTULOS?

LA CASA DE LAS FLORES ROTAS (Editorial Gato Rojo).-  Porque Juan Andrés Herrera Perdomo consigue con su primera novela inaugurar lo que me gusta denominar como gótico canario. Porque su autor sabe describir muy bien ambientes y dotar a sus personajes de contradicciones tan humanas que hacen creíble un relato que incide una y otra vez con sana y machacona insistencia que todo pueblo chico es, efectivamente, un infierno grande.

 

EL CASO DEL CLIENTE DE NOUAKCHOTT (Oristán y Gociano Editores).- Porque, para quien les escribe, es uno de los títulos mayúsculos de la literatura canaria en los últimos veinte años. Porque fue pionero en explorar en esta tierra los límites del género negro criminal con un sentido del humor que no ha envejecido y legó un personaje, Jeque, que solo podía nacer en una capital de provincias llamada Santa Cruz de Tenerife. Capital, Santa Cruz de Tenerife con un aroma pestífero –aunque esporádico afortunadamente–  que sale de las  inquietantes chimeneas de la refinería. Su autor es Jaime Mir. Nuestro J. D. Salinger a este lado del Atlántico.

 

EL FONDO DE LOS CHARCOS (Editorial Baile del Sol).- Porque pese a la sospechosa tendencia que tiene su autor, Javier Hernández Velázquez, de engordar sus novelas con páginas prescindibles, tuvo el coraje de retratar tres momentos del siglo XX fundamentales para la capital tinerfeña. Lo mejor de esta novela –más de misterio que negro criminal– es su audaz recreación de los años treinta y el retrato –entre emocionado y distante–  que describe de la brillante generación que hizo posible el sueño de Gaceta de arte. También, la reivindicación que el escritor hace de la figura de Domingo López Torres, el único de aquella revista que desapareció por culpa del ignominioso pronunciamiento militar.

 

GENERACIÓN 21: NUEVOS NOVELISTAS CANARIOS (Ediciones Aguere/Ediciones Idea, página web en construcción).- Porque este volumen que cosecha relatos de doce escritores nacidos en la década de los sesenta en Canarias ha sido algo así como un punto y aparte. Un, ojo, estamos aquíííí. Porque Ánghel Morales, el padre de la criatura, logró un imposible: reunir en un mismo libro a narradores de casi todas las islas que cultivaban estilos y en algunos casos géneros radicalmente distintos. Porque Generación 21 es una formidable carta de presentación para decirle al mundo que en las islas de la presunta discordia y el recelo también hay gente que está por encima de esas cosas y que solo piensa en escribir. Incluye relatos de Víctor Álamo de la Rosa, David Galloway, José Luis Correa, Alexis Ravelo, Santiago Gil, Álvaro Marcos Arvelo, Javier Hernández, Cristo Hernández, Anelio Rodríguez Concepción, Nicolás Melini, Pablo Martín Carbajal y Víctor Conde. Imprescindible.

 

EL GUANCHE EN VENECIA (Artemisa Ediciones).- Porque Juan Manuel García Ramos se atreve con una historia que todavía despierta extraños miedos en estas islas que no han aprendido a reconocerse en su pasado. Es una lástima, no obstante, que el escritor no escorara su relato hacia los territorios de la capa y espada, al estilo del maestro Dumas y sí, desafortunadamente, por una historia en la que solo hay un bueno y demasiados malos. Sin grises. Con todo, cuenta con una deliciosa primera parte.

 

HARRAGA (Editorial Zech).- Porque se trata de la feliz reedición de la primera novela de Antonio Lozano, que este mismo año publicó también La sombra del minotauro (Almuzara), libro en el que recupera a su detective privado José García Gago. Porque a Harraga apenas se le nota el arañazo del tiempo y porque se trata de una obra pequeña pero muy ambiciosa y excelentemente alambicada en la que su autor da voz a los que no tienen voz.

 

MAREAS Y MARMULLOS (Tropo Editores).- Porque Víctor Álamo de la Rosa es de los escritores de su generación que cuenta con una obra más que respetable y ejemplar descansando en sus espaldas y porque en estos relatos (algunos publicados y otros inéditos) continúa exprimiendo el jugo de su peculiar universo literario de Isla Menor. El volumen cuenta con relatos excelentes, en los que Álamo sabe moverse como pez en el agua entre un realismo mágico con acento que para nada resulta irritantemente canario.   

 

SI LE DIGO LE ENGAÑO (Hora antes Editorial).- Porque supone el regreso de un escritor, Carlos Álvarez, que se prodiga poco literariamente hablando pero que cuando lo hace tiene la capacidad de hacer increíble lo creíble y creíble lo increíble. Si le digo le engaño es una historia corta que apenas supera el centenar de páginas, pero su lectura resulta hipnótica y absorbente, de esas que demoras en el tiempo porque no quieres llegar a su inevitable punto y final. Se trata también de una novela en la que el lector no termina de saber si lo que lee es una novela negro criminal o una fábula sobre ganadores y perdedores. El final es desarmante. Viene a decir algo así como “a paseo los hipócritas convencionalismos.”

 

LOS TIPOS DUROS NO LEEN POESÍA (Anroart Ediciones).- Porque visto desde la distancia he descubierto que Alexis Ravelo es un extraño cruce entre Jim Thompson y Dashiell Hammett si estos dos grandes escritores hubieran nacido a la orilla de la playa de Las Canteras. También porque la última novela de su detective, Eladio Monroy, con todos su peros, suda soledad y en ocasiones una épica sobre y de perdedores que descoloca y conmueve. Porque Ravelo ha sabido consolidar a su personaje, de darle entidad, de convertirlo en un pájaro urbano sin nido posible. Espero así que algún día el escritor decida pagarle un billete de avión o barco (¡lo mismo da!) a Eladio Monroy para que nos saque las castañas del fuego a los que vivimos en la isla que tiene justo delante de las narices. 

 

LA TRAMA DEL ARQUITECTO (Tropo Editores).- Porque Juan José Delgado es un escritor que se prodiga poco. Y cuando es poco es poco. Se toma demasiado en serio aunque en su obra flota un desconcertante sentido del humor. Porque La trama del arquitecto es una novela aparentemente densa y exquisitamente anudada que escupe mensajes a medida que se pasas las páginas del libro. Porque Juan José Delgado sabe crear un universo propio –Nubada– que también es el nuestro. Por eso violenta y hasta mosquea.

Saludos, el orden de los factores no altera el producto, desde este lado del ordenador.

En busca de la Tierra Media literaria canaria

Domingo, Septiembre 18th, 2011

No me he molestado en investigar si este fenómeno se repite con la misma intensidad en otras literaturas de las Expañas, pero sí que resulta llamativo los casos –numerosos– que he detectado entre los escritores nacidos o criados en este archipiélago de humillados y ofendidos que es Canarias.

A mi me gusta denominar al monstruo Yoknapatawpha County, o ese particular territorio mítico faulkneriano que más tarde inspiraría otros tantos universos imaginarios nacidos de la cabeza de talentosos y no tan talentosos escritores de ésta y otras partes del planeta.

Con este post quiero vindicar –siempre a mi siniestra y sinatriana manera– que en Canarias el empleo literario de esta tierra de espejos es sorprendentemente fecundo. Y merece, a mi juicio, un estudio profundo y sereno con el que sacar las conclusiones que presumamos pertinentes.

También, por razones que espero no sean obvias, preguntar ¿por qué lo hacen?

¿Por qué esa tendencia a renunciar contar historias que transcurran en el paisaje vital donde se mueve el autor?

¿Por qué esa negación a relatar la realidad en la que se mueve, por muy provinciana y mediocre que resulte?

Debo ser de los lectores que se pone nervioso cuando se sumerge en un cuento o en una novela cuya trama –si la tiene– se desarrolla en uno de esos territorios míticos.

No termino por ver sus atractivos, salvo si se trata del paisaje de la Tierra Media.

Un mundo poblado de hombres, elfos, enanos y hobbits que hacen unión porque han llegado a la sabia conclusión que solo su fuerza será capaz de birlarle el anillo al tío que lo reclama.

El Señor Oscuro.

O Sauron, para los que lo conocemos de sobra.

Sin hacer mucho esfuerzo, la verdad, cito entre la lista de escritores canarios que se han servido y se sirven de estos espacios imaginados sin la pretensión épica tolkeniana: Juan José Armas Marcelo (Salbago); Sabas Martín (Nacaria); Víctor Álamo de la Rosa (Isla Menor); Álvaro Marcos Arvelo (Puerto Santo); Luis León Barreto (Tamarán) y Juan José Delgado (Nubada).

Consciente soy, de todas formas, que me dejo algunos más en el tintero. Que me disculpen los ausentes, pero entiendan que el objeto de este post solo es el de destacar un hecho que al menos a quien ahora les escribe le parece que trasciende la frontera de la objetiva curiosidad.

Conversaba de esto mismo el viernes pasado con un escritor canario que edita fuera y que escribe sobre su ciudad sin recurrir al monstruo Yoknapatawpha County.

Vino a decirme que la bestia se trata de una herramienta literaria para huir y no reconocer su entorno.

Le respondí que en algunos casos puede ser así aunque en otros –como abogado diabólico– sí que genera un interesante proceso de sintetizar este archipiélago en el que vivimos en un solo espacio.

Ya saben, un territorio mítico o espejo en el que todas las sandeces y miserias pero también todas las alegrías y grandezas de estas islas se reúnen en una sola isla.

Un solo territorio.

Pero sin mapas.

Y eso es el infierno.

Y pienso: no existo.

Saludos, sin mapas ni territorios, desde este lado del ordenador.

Novela y memoria sobre la Guerra (in)Civil en Canarias

Sábado, Agosto 6th, 2011

Canarias cuenta con una interesante producción literaria sobre la Guerra Civil donde se mezcla ficción y memoria a partes iguales. Este post solo pretende orientar sobre algunos títulos que considero, a mi juicio, recomendables para hacerse una idea de lo que podríamos llamar nuestra peculiar literatura sobre aquel conflicto, siendo conscientes que nos dejamos muchas obras en el tintero.

Se trata pues de un artículo que no nace con vocación investigadora ni de análisis, sino como guía de una serie de volúmenes que merecen ser recuperados por todos aquellos que estén interesados en conocer cómo desde los territorios de la imaginación y también del testimonio se nos ha contado con mejor o peor fortuna el drama de la Guerra Civil.

Para quien les escribe si hay tres títulos claves sobre este oscuro periodo de nuestra historia son El barranco, La prisión de Fyffes y Luchar por algo digno, de Nivaria Tejera, José Antonio Rial y Pedro Víctor Debrigode, respectivamente. No puedo olvidar tampoco la intimista La isla y los demonios, de Carmen Laforet y Sima Jinámar del periodista y escritor José Luis Morales, entre otros.

El barranco de Nivaria Tejera es un emotivo y desolador relato a medio camino entre la ficción y la memoria. La acción se desarrolla en La Laguna a principios del alzamiento y está contado a través de los ojos de una niña que asiste a la detención de su padre por ser afín a la II República, lo que supone una fractura para su infancia así como para la familia.

El barranco es para el especialista Claude Couffon la primera novela en español sobre la Guerra Civil, una reflexión muy discutible ya que se publicó antes en francés (Lettres Nouvelles, 1958) que en castellano.

El exilio interior es una de las grandes constantes en la producción literaria de su autora. Mujer que tras abandonar las islas con su familia recaló en Cuba, donde en su juventud abrazó los principios de la revolución cubana liderada por Fidel Castro hasta que ésta se escoró –ya sin máscaras– hacia el comunismo.

En una entrevista que mantuvo con el autor de este artículo (1) Nivaria Tejera reveló que una de las causas que la motivaron a escribir El barranco fue “la necesidad de despejar ese mundo interior que está tan intrincado en mi personalidad. Sentía, además, la poesía que podía extraer de todo aquello. Mi intelecto ya estaba establecido y me pareció que era un elemento de trabajo intenso para que comenzara a escribir.”

Y añadía: “Afortunadamente nunca perdemos la infancia. Lo que sí me costó fue llevarla a una posible lectura, a una escritura, a un estilo porque ya entonces quería crear un estilo agarrándome a esa terrible memoria infantil.”

La prisión de Fyffes de José Antonio Rial narra el encarcelamiento del autor en la improvisada cárcel que antaño había sido empaquetadora de plátanos.

Novela testimonio y de ambiente carcelario, Rial describe que mientras estuvo preso en Fyffes fue como “vivir en una cloaca.” Los presos republicanos estaban hacinados y sobre todos ellos pendía la sombra de la muerte.

José Antonio Rial (San Fernando, Cádiz, 1911-Caracas, Venezuela, 2009) se exilió a Venezuela donde continuó escribiendo y colaborando en distintos medios de comunicación de ese país. Algunos de sus libros son Venezuela Imán, Reverón, Jezabel, Segundo naufragio, Tiempo de espera y Las nereidas del faro.

Admirado por numerosos lectores aficionados a la novela de capa y espada de a peseta, Pedro Víctor Debrigode emplea también la ficción y la memoria en su antológica Luchar por algo digno. Obra que consta de dos partes, el primer volumen se desarrolla prácticamente en Tenerife donde el estallido de la Guerra Civil coge al protagonista mientras cumple servicio militar.

Las descripciones más estremecedoras del libro son las que se desarrollan en los barcos prisión anclados en el puerto de Santa Cruz de Tenerife y donde el protagonista cumple con la ordenanzas militares mientras contempla como día sí, día no, muchos de los cautivos salen en pequeñas embarcaciones a alta mar para no regresar jamás.

Escrita sin florituras estilísticas, Luchar por algo digno (la segunda parte se titula El espía inocente) se trata a mi juicio de la mejor novela escrita hasta la fecha sobre la Guerra Civil y Canarias. Quizá porque se trata de la historia de un hombre que sin ideologías solo quiso vivir y que lo dejaran en paz.

Otro de los títulos más conocidos sobre aquella contienda fraticida escrito en y desde Canarias es Sima Jinámar, de José Luis Morales.

Según explicó el autor en una entrevista publicada en el diario El País, la novela la comenzó a escribirla en la cárcel por dos razones: “la primera, que allí tenía tiempo. Y luego, que en aquella ocasión la novela actuaba como salida y reflexión en un momento de crisis ideológica que yo sufría, era 1969, con toda la universidad española. Intentaba, por un lado, hablar de esa realidad que para mí era tan cercana, la de las islas, y por otro, dar a todo esto universalidad, romper el localismo. Porque, al final, los problemas no son exactamente locales, ¿no? Entonces ensayé con el lenguaje canario, rural y con sus ritmos. Te llamará la atención que hay mucha redundancia, que para mí es dialéctica. Y para romper el realismo elemental aparecían algunos personajes atemporales, míticos, que rompen el tiempo y universalizan la ficción.”

La novela, reeditada el año pasado por Turpin Editores, recopila una serie de  atrocidades de las que se habla aún en susurros en Gran Canaria.

Según Domingo Martín en su interesante blog Noticias de Agüimes, Sima Jinámar es el relato de un hombre al que “el sistema va engullendo. Y, aunque una de las habilidades de Morales es la de inventar topónimos (Anuwania, las Siete Mil Islas o Banicado son algunos nombres), a esta Sima le respetó el nombre original para que no quedara duda. Los setenta metros de profundidad de este tubo volcánico sirvieron de tumba para disidentes durante la dictadura julita, en la que transcurre la trama de la novela. Con tanto cadáver gritando historias, ‘intentaron dinamitarla después de la guerra, pero entonces la abrieron más’, recuerda José Luis Morales. ‘Es imposible dinamitar algo que es como una catedral de grande’”.

La Guerra Civil también ha producido excelentes novelas como La infinita guerra, de Luis León Barreto, y ha servido de inspiración para moldear el carácter de algunos de los protagonistas de sus historias en distintos escritores de la que ya se conoce como Generación 21 como son Víctor Álamo de la Rosa (El año se la seca, Campiro que y Terramores); Al sueño polar de golondrinas, de Álvaro Marcos Arvelo y Los días de Mercurio. La iniquinidad II, de Alexis Ravelo.

Álamo de la Rosa se basó en un conocido político herreño, Manuel Hernández Quintero, para su Manuel el huido de Terramores.

El año de la seca se ambienta en el periodo de postguerra en el territorio mítico de Isla Menor (El Hierro) mientra que en Campiro que da noticias de todas aquellas personas que al estallar la guerra buscaron refugio en cuevas y tubos volcánicos para no convertirse en víctimas de la represión militar.

Álvaro Marcos Arvelo parte de la fuga que emprendió el poeta gomero Pedro García Cabrera junto a otros presos políticos desde el campo de prisioneros de Villa Cisneros a Dakar, Senegal, en 1937, en una potente novela escrita en dos tiempos que coincide en los actuales con la llegada de un barco chatarra a Puerto Santo, universo imaginario del escritor y cuyo reflejo podría ser Tenerife y en cuyas oscuras bodegas viajan 152 inmigrantes subsaharianos.

En el otro extremo de la balanza se sitúa Alexis Ravelo, quien se despoja de la influencia de su popular detective privado Eladio Monroy para narrar en clave muy negra una historia de venganza en la mejor tradición del género en Los días de Mercurio. La iniquinidad II, donde su protagonista, un hombre del bando de los derrotados descubre un secreto bien guardado por parte de uno del bando vencedor. 

Parece que el también escritor Javier Hernández Velázquez retoma el pasado cainita que supuso el conflicto en su esperadísima novela El fondo de los charcos que en otoño de este año editará Baile del Sol.  

Otras obras a destacar son Mientras maduran las naranjas, de Cecilia Domínguez Luis, novela que recupera la memoria de la Guerra Civil en las islas a través de los recuerdos de Sara, una adolescente que vive el golpe de estado de Franco cuando tiene solo diez años; La fiesta de los infiernos, de Juan José Delgado, que ofrece una visión sobre aquellos años escrita desde el esperpento y, de manera tangencial, El árbol del bien y del mal de Juan José Armas Marcelo, novela que junto a Las naves quemadas le sirvió para fundar su imaginario universo de Salbago.

Luis León Barreto recurrirá también a la isla-símbolo, en su caso llamada Tamarán, para La infinita guerra, en la que profundiza en las imbricadas raíces que tejió el poder para justificar la represión a la que sometieron a la población de las Islas nada más declararse la Guerra Civil.

El periodista y escritor grancanario Alfonso O’Shanahan es autor de la interesante Solsticio de verano, una sorprendente novela de espías ambientada en la segunda mitad de los años treinta en Canarias que ha sabido envejecer muy bien con el paso del tiempo. 

En cuanto a recuerdos, destacaría Añoranzas prisioneras, del anarquista Antonio Rodríguez Bethencourt, libro en el que narra las aventuras de su compañero de presidio Antonio Tejera Afonso Antoñé; Memorias de un hijo del siglo, del socialista Juan Rodríguez Doreste; Once cárceles y un destierro, de Diógenes Díaz Cabrera; …Empieza a amanecer, de Constantino Aznar de Acevedo y La luz infinita, de Amílcar Morera Bravo, título en el que este escritor y médico natural de La Palma incluye varios relatos sobre su experiencia como sanitario del ejército nacional en diferentes frentes de la península.

También de un palmero es Con los parias de la tierra, memorias de quien fuera fundador de las Juventudes Comunistas de La Palma y destacado dirigente político durante la II República, Florisel Mendoza.

Y…

(1) El Perseguidor, número 23. Entrevista con Nivaria Tejera, “Ya no me siento exiliada en ninguna parte“.

Saludos, cantando ¡A las barricadas!, desde este lado del ordenador.

Mientras tanto, acechante…

Domingo, Julio 31st, 2011

EL DESTINO DE LA S/N SE CONOCERÁ EN SEPTIEMBRE

El director de la Semana Negra, Paco Ignacio Taibo II, considera innegociable para que continúe celebrándose este encuentro con la república de las letras en Gijón: “mantener la misma ubicación de esta XXIV edición y que se respeten los financiamientos y apoyos (Ema, Emulsa, Emtusa, Policia..).” Taibo II informa en una nota informativa que da de plazo al equipo municipal para obtener una respuesta hasta el 15 de septiembre.

La XXIV Semana Negra de Gijón cerró este domingo, 31 de julio, las puertas con la mayor afluencia de público de su historia, con un incremento del 14,5 por ciento en la venta de libros “a diferencia de lo ocurrido en la Feria del libro de Madrid.”

A estos datos se suma un adelanto del informe de impacto económico que la Semana Negra ha encargado a una empresa independiente de consultoria, Inurrieta Consultoria Integral, que indica que frente a una inversión por parte del Ayuntamiento de unos 263.000 euros, la Semana Negra devuelve a la ciudad asturiana algo más de 10.674.000 euros, lo que supone que por cada euro público gastado en esta fiesta cultural se devuelve a la ciudad 14,7 euros.

 Otro dato destacable es el impacto de la ciudad en los medios de comunicación, que supone aproximadamente 2 millones 85 mil euros.

El coste público por habitante supone además 95 céntimos de euro y el beneficio por habitante es de 41,3 euros.

A su vez, el director de la Semana Negra, Paco Ignacio Taibo II, aseguró que “la cultura es el oxígeno de una sociedad en crisis y que la Semana Negra no es cara sino barátisima. Por nosotros la Semana Negra seguirá en Gijón, pero para ello han de darse unos requerimientos mínimos.”

UN AUDIO

Si pinchan este enlace podrán escuchar el audio de la presentación de la reedición  de El año de la seca, del escritor canario Víctor Álamo de la Rosa, y que tuvo lugar recientemente en Madrid.

POETAS PALMEROS EN  EL RAPTO DE EUROPA

Bajo el título de Poetas de una sola isla, el número 18 de la revista El Rapto de Europa y correspondiente a junio, recoge una selección de ocho poetas de la isla de La Palma, representados por un poema cada uno: Antonio Abdo, Elsa López, Leocadio Ortega, Antonio Arroyo Silva, Antonio Jiménez Paz, Inmaculada Hernández, Anelio Rodríguez Concepción, Ricardo Hernández Bravo y Maiki Martín Francisco; en selección de Nicolás Melini. El resto del número está compuesto por textos de Ednodio Quintero, Rafael Juárez, José Vicente Quirante, Sonia Budassi, Nicolás Melini, Carlos Franz, Alberto Rodrigo, Doménico Chiappe y Javier La Beira, en un monográfico sobre literatura y fútbol. Y Juan José Tamayo, Mama Diédhiou, Jesús A. Núñez Villaverde tratando temas como la mujer en el islam, ser negro en Libia o las recientes movilizaciones en Túnez y Egipto. Completa el número una bitácora literaria de Juan Carlos Méndez Guédez.

ÓSCAR DOMÍNGUEZ EN TRES DIMENSIONES

De reciente aparición es el libro Óscar Domínguez en tres dimensiones, de Pilar Carreño Corbella, profesora titular de Historia del Arte en la Universidad de La Laguna, concebido su diseño como un  libro-objeto, en homenaje al artista, en una muy cuidada edición.  El estudio se centra en  la producción de  objetos y esculturas del artista canario, a través del hilo conductor de su agitada existencia vital,  pero también contempla el contexto en el que transita y las múltiples referencias a  su obra pictórica.

Saludos, ha muerto Eliseo Alberto, desde este lado del ordenador.

¿Narrativa canaria? Muy bien, gracias…

Martes, Junio 28th, 2011

No deja de sorprender que, pese a la dichosa crisis, uno descubra en la estanterías de las librerías títulos escritos por gente de aquí no ya editados por editoriales también de aquí sino de fuera.

Recientemente se han presentado, entre otros, Erich el zurdo, de Domingo Luis Hernández, El guanche en Venecia (me comentan que ya se ha agotado la primera edición y que está en prensa la segunda), del profesor Juan Manuel García Ramos; Los tipos duros no leen poesía, de Alexis Ravelo y La casa de las flores rotas, de Juan Andrés Herrera, primera novela de su autor que a este que les escribe no le ha dejado para nada indiferente.

Tras el paréntesis vacacional, se anuncia la publicación en septiembre de los últimos trabajos literarios de José Luis Correa (Murmullo de hojarasca) y Cristo Hernández (Biografía reciclada de Manolito Camborio) dentro de la colección Generación 21, y en Baile del Sol la novela El fondo de los charcos de Pedro Javier Hernández Velázquez, títulos de los que ya nos hicimos eco en un post anterior.

Me informan que en octubre y en la colección Generación 21 se publicará  una novela de JRamallo que, a tenor de lo que me han soplado los que han tenido la suerte de leerla, promete.

Nuestro escritor especializado en fantasía y ciencia ficción Víctor Conde volverá a publica una vez más con Minotauro-Planeta. Se trata de Hija de lobos, relato sobre licántropos y Víctor Álamo de la Rosa tras reeditar El año de la seca con Tropo Editores, repite con la misma editorial pero ahora con un libro de relatos: Mareas y murmullos.

En Tropo Editores también se dará a conocer La trama del arquitecto, de Juan José Delgado mientras que Antonio Lozano –que presenta el próximo viernes 8 de julio en la lagunera librería Mistério la nueva edición que la pequeña pero valiente editorial Zech ha hecho de Harraga, novela que se publicó por primera vez en 2002– espera que Almuzara ponga a la venta precisamente en julio La sombra del minotauro, una historia que transcurre en Gran Canaria y en la que relata el sórdido mundo de las mafias que trafican con mujeres.

Para iniciados en la obra de autor, informar que La sombra del minotauro es la segunda (y eperadísima por los aficionados) entrega de la serie sobre el detective José García Gago que inició su autor con Preludio para una muerte.

Y sí, lo sé… No he mencionado a ninguna mujer.

Saludos, no están obviamente todos los que están, desde este lado del ordenador.