Los españoles que formaron parte de La Nueve continúan siendo unos desconocidos en Francia, el país que contribuyeron a liberar durante la II Guerra Mundial, y en España aunque se dan los primeros pasos para que estos hombres ocupen el lugar que se merecen en la Historia gracias a trabajos como el de la periodista Evelyn Mesquida, quien visitó Tenerife para presentar una versión actualizada de La Nueve. Los españoles que liberaron París, un libro en el que destaca, entre otros protagonistas, Miguel Campos, natural de Güímar, Tenerife, y un personaje de novela al que recuerdan con elogiosas palabras quienes lo conocieron, entre otros el jefe de esa unidad, el legendario capitán Raymond Dronne en su libro de memorias.
De “Campos, el canario”, que así los reconocían sus hermanos de armas, y que obtuvo varias medallas por su arrojo y valentía en combate, apenas se sabe más, salvo su lugar de nacimiento, Güímar, y su historial como soldado y alférez en la Nueve. Miguel Campos desapareció meses antes de que finalizara la II Guerra Mundial y se trabaja ahora por esclarecer la sombras que rodean la vida de un hombre tan singular.
La Nueve. Los españoles que liberaron París incluye además del relato histórico y documentación fotográfica, entrevistas con algunos de los supervivientes de La Nueve, testimonios en los que todos coinciden en describir a Miguel Campos, el canario, “como un valiente, alguien muy especial”.
- ¿Qué conocemos de Miguel Campos?
“Tenemos muchos vacíos sobre Campos. Vacíos que vamos a intentar llenar a través de un grupo de investigadores canarios con el fin de conocer cómo fueron sus primeros años en Güímar. Yo lo descubro cuando estaba trabajando en el libro y entrevistando a los supervivientes españoles de La Nueve, que fue la primera unidad que entró y liberó París, y lo ubico primero en 1943, y está comprobado, en África y con el ejército del general Leclerc, quien está a punto de organizar la Segunda División Blindada. Miguel Campos es uno de los muchos españoles que anima a sus compatriotas que sirven en el ejército de Pétain a que se unan al de la Francia Libre. Y ahí ya aparece Miguel Campos como un personaje extraordinario por lo que cuentan de él gente como el capitán Dronne, quien en sus memorias lo llama “Campos, el canario”.
- ¿Y cómo lo recordaban los compañeros supervivientes de La Nueve que usted entrevistó para este libro?
“Coinciden en decir que fue alguien muy especial y que como alférez hizo su guerra. Era el primero en todos los combates”.
- ¿En qué operaciones intervino?
“Miguel Campos obtuvo una de sus medallas –y cabe señalar que los españoles fueron los más condecorados del ejército de Liberación, muy por encima de los franceses– tras dirigir un ataque a un castillo defendido por las SS y capturar a 129 prisioneros y liberar a nueves soldados norteamericanos así como hacerse con material bélico mucho antes de tomar París. El capitán Dronne cuenta que libró otros combates ya que fue un soldado que iba donde otros no querían ir”.
- ¿Qué pasó con Miguel Campos?
“Intento explicarlo en el libro porque es muy complicado. La Nueve se detiene cerca de París porque así se lo ordena el general Patton a Leclerc, pero éste le dice a sus hombres que avancen para ser los primeros en entrar en París, y en ese avance dejan a los norteamericanos a 40 kilómetros de distancia mientras combaten contra los alemanes sin retroceder un paso. Por fin, el 24 de agosto llegan a París y entre ellos se encuentra Miguel Campos, que entra tras la tanqueta Guadalajara. Se sabe que en París celebró la victoria con los españoles de la Resistencia y que volvió a ver al hombre que, al parecer, le salvó la vida en España, pero es unas de las historias que vamos a investigar. Sí conocemos que habían decido regresar a España cuando finalizara la guerra, y que comienzan a recoger material bélico y que Miguel Campos es uno de los que primeros que toma la iniciativa ya que durante ocho meses recogió y escondió material bélico con destino a España al volante de una tanqueta”.
- ¿Hubo más canarios en la Nueve?
“Sí, hay más canarios. Se están elaborando listas y hay bastantes canarios en todo el ejército de combate francés, en ambos, el de liberación y el de Pétain. Campos animó a muchos a que se pasaran al del general Charles de Gaulle. Todos ellos combatieron con el ejército francés en los frentes de Libia, Túnez, Egipto”.
- El gobierno francés ha olvidado tras la guerra el papel de los españoles de La Nueve. Algunos voces dicen también que se han obviado a los marroquíes, senegaleses, belgas y otros extranjeros que combatieron también por Francia…
“Esa opinión es ladina porque esas mismas voces excusan así el todavía ignorado papel de los españoles en Francia durante la II Guerra Mundial. Las otras nacionalidades que formaban parte del ejército francés y que eran más de 30, todas juntas no supera en número de hombres a los españoles. La Guerra Civil finalizó el 1 de abril y más de medio millón de españoles, entre los que marchaban unos 300.000 combatientes, cruza la frontera, esto sin contar los que lograron llegar a África. Estos hombres eran militares y soldados con experiencia bélica, experiencia que Francia aprovechará más tarde. El capitán Dronne dijo que no había visto soldados tan preparados y motivados como los españoles de La Nueve”.
- ¿Qué opinión tenía el general Leclerc de estos españoles?
“Philippe François Marie, conde de Hauteclocque, fue un militar aristócrata que siendo capitán apoyó a la causa de los nacionales durante la Guerra Civil española aunque tras la ocupación alemana de Francia, es el primer oficial que se pone a las órdenes de Gaulle que lo envía a África para que las colonias se pongan del lado de la Francia Libre, y allí conoce a los españoles republicanos con los que va a cruzar una gran parte de África y allí los llama verdaderos combatientes de libertad. El 26 de agosto y durante el desfile de la Victoria, de Gaulle es protegido por cuatro tanquetas que vigilan soldados españoles. Es una orden de Leclerc con doble sentido, uno proteger al general y otro que los españoles también reciban el aplauso de los franceses”.
- ¿Recibieron los supervivientes de La Nueve la nacionalidad francesa tras la guerra?
“Los que entrevisté no se nacionalizaron hasta que contrajeron matrimonio con mujeres francesas. Casi ninguno quiso aceptar la nacionalidad y eso que podían recibirla. Muchos pensaban que tras la II Guerra Mundial iban a regresar a España”.
- ¿Consta que algunos de los supervivientes escribieran sus memorias de la guerra?
“Si no escribo el testimonio directo de los que viven hubiera desaparecido. Sé que Amando Granell comenzó a escribir unas memorias pero falleció en España durante los años setenta en circunstancias muy extrañas”.
- En el libro incluye el testimonio de ocho supervivientes de la Nueve, ¿cuál fue el que más le emocionó?
“Todos, aunque quizá con el que más cercana me siento es con Arrure,un valenciano bruto como él solo pero que despertaba una gran ternura”.
- ¿Cómo llega usted a la historia de La Nueve?
“Yo fui uno de tantos españoles que vino al mundo en una familia de vencidos. Estudié en un colegio franquista y canté el Cara al Sol. A La Nueve la descubrí mientras trabajaba en París, donde me mostraron una fotografía de un grupo de soldados que estaba hecha en Inglaterra y me explicaron que aquel grupo de hombres que llevaba el uniforme norteamericano se trataba de una compañía francesa formada por españoles. Ignoraba la historia y me puse a buscar supervivientes para que me contaran sus experiencias y poco a poco, porque estaban desperdigados por la geografía de Francia, fui dando con ellos”.
- ¿Sabe si los veteranos de La Nueve se reencontraron tras la guerra?
“Se reencuentran en noviembre de 1947 en el entierro del general Leclerc, esta fue la primera y última vez.”
- Tras La Nueve trabaja ahora en un libro sobre lo españoles que combatieron en la Resistencia francesa.
“Con la Resistencia pasa lo mismo que con La Nueve, apenas existen los españoles en la bibliografía francesa. Hace dos años recorrí 21 pueblos de Francia para buscar esa memoria y en cada uno de ellos encontré información que he ido recopilando para demostrar que los españoles de la Resistencia no solo actuaron en el sur sino también en regiones como Bretaña. Y que muchos de los habitantes de esos pueblos aún los recuerdan por su generosidad”.
OBJETIVO: LIBERAR PARÍS
Evelyn Mesquida dice que el 24 de agosto es una fecha que no existe en el calendario que celebra la Liberación de París. Algo extraño porque ese día, y no el siguiente, fue cuando se entró en París, aunque los soldados no fueran franceses y sí españoles. “Fueron los primeros”, comenta la periodista, y el Ayuntamiento de París así lo reconoce desde 2014 en un sencillo acto que se celebra en el jardín de La Nueve. Parece, a juicio de Evelyn Mesquida, que todavía les duele a los franceses reconocer que fueron los españoles los primeros que entraron en París el 24 de agosto de 1944, una ciudad que aún defendían unos 20.000 soldados alemanes fuertemente armados, y que fue un español, el valenciano Amando Granell, el primero que pisó la capital francesa. “Existe una imagen que lo confirma”, dice la autora de La Nueve. Los españoles que liberaron París.
PARA SABER MÁS
La Nueve y los españoles que combatieron en el ejército francés y en la Resistencia cuenta con una bibliografía en español que, afortunadamente, se agranda con el paso de los años. Uno de los primeros libros publicados en español sobre este asunto es el de Antonio Vilanova, español que emigró a Méjico tras finalizar la Guerra Civil, y país en el que escribe Los olvidados. Los exiliados españoles en la Segunda Guerra Mundial. Eduardo Pons Prades es el autor de Republicanos españoles en la II Guerra Mundial trabajo que ha inspirado novelas y la notable novela gráfica Los surcos del azar, de Paco Roca. De amena lectura resultan también las memorias de Serapio Iniesta y que reúne en los volúmenes Flon-Flon. Los republicanos españoles en la Legión Extranjera francesa, París aquel verano: Los republicanos españoles en la liberación de Francia y Pie Negro, que se desarrolla en Argelia.
Saludos, libertad, igualdad y fraternidad, desde este lado del ordenador.