Archive for Febrero, 2023

Javier Díez Carmona: “Los perdedores de la crisis deciden en la novela convertir en víctimas a los que les llevaron a esta situación”

Martes, Febrero 28th, 2023

Los dos últimas títulos de Javier Díez Carmona (Bilbao, 1969), Justicia y Solas, son las dos primeras novelas de una trilogía en la que en su primer libro rinde un emocionado homenaje a Bilbao, pero ese Bilbao que no conocen los turistas, y en el segundo a sus campestres alrededores. En esta ciudad que nunca duerme se mueve como pez en el agua aunque eso sí aterido de frío, su protagonista, Osmany Arechabala, un cubano que visita la ciudad para investigar quién asesinó a su hijo y de paso conocer a su nuera y a su nieto porque Arechabala descubre en esa tierra tan extraña a la suya –el Bilbao que retrata Díez Carmona es oscuro y lluvioso– que ha sido abuelo.

El pasado del protagonista se va perfilando a lo largo de los capítulos de Justicia, por lo que el lector conocerá que Osmany Arechabala no es un cubano cualquiera sino un ex Avispa Negra, que así es como se conoce en Cuba a los miembros de sus fuerzas especiales. Osmany, por lo tanto, es un guerrero, sí, pero también un guerrero que se siente viejo y cansado.

Javier Díez Carmona es licenciado en Económicas, pero su pasión es la escritura. Premiado en más de cien certámenes literarios (fundamentalmente relato, pero también de poesía y teatro), ha participado en diversas antologías aunque inició su carrera literaria con dos novelas juveniles y otras dos para el público adulto. Ahora, con Justicia, Solas y el tercer libro que vendrá y en el que se encuentra trabajando ahora, adquiere una voz con sed de denuncia, y que mejor género para cantar las cuarenta a los que tienen las sartén por el mango que una novela, como es la negra y criminal, acostumbrada a reflexionar sobre lo mal repartido que esta el mundo y a señalar con el dedo a los que desde arriba, los poderosos, manejan este extraordinario teatro de títeres que llamamos sociedad.

- Primero Justicia y ahora Solas… ¿Cuándo se incorpora al género negro y criminal?

“Empecé escribiendo relatos cortos de temática muy variada y que no tenían nada que ver con el género negro. Mi primera novela se publicó en 2012, Correr a ciegas, e iba sobre un colaborador de ETA que huye de Euskadi y acaba en Nicaragua, pero fue con mi segunda novela, E-King, en 2013 cuando me metí de cabeza en el género. La novela se ambienta en el Raval, Barcelona, y transmite las sensaciones que tuve cuando recorrí ese submundo, submundo que desde entonces ha estado presente en lo que he ido escribiendo”.

- Justicia y ahora Solas son las dos primeras novelas de una trilogía que protagoniza un investigador muy peculiar: Osmany Arechabala. El otro gran protagonista de Justicia es Bilbao.

“Quería hacer un homenaje a Bilbao aunque con esta novela no me darán un premio de turismo pero quería describir la ciudad desde el punto de vista de un extranjero que llega sin un céntimo. Por comodidad, quise que este personaje hablara castellano y como entre los países que conozco de América Latina Cuba es de los que más sé, convertí a Osmany Arechabala en un cubano. Cuba tiene una historia muy rica y eso me ayudó a crear una biografía del personaje al que sitúo en hechos históricos transcendentales para su país como fue la toma de Santa Clara, donde conoce al Che Guevara hasta la guerra de Angola”.

- Y al fondo, Bilbao.

“La novela nació de mis ganas de rendir un homenaje a esta ciudad y en concreto a esa parte de la ciudad por la que no pasean los turistas y en la que hay más africanos que gente nacida en Bilbao y en la que la policía se encuentra en las esquinas con un actitud muy diferente que la que presenta al otro lado de la Ría. Aquí se concentra gente que vive de manera diferente, hay más ruido en los que se pronuncian diferentes lenguas y a mi me parece que tiene más vida que la que hay en el Bilbao convencional. Justicia es un homenaje a una ciudad en continua mutación que probablemente sea hoy diferente a la de 2014 porque continuamente recibe flujos de gente que viene a ganarse la vida y hace que cambie la ciudad cada vez más, que la haga reconocible e irreconocible al mismo tiempo. He jugado también con la climatología, la oscuridad, esos clichés que tenemos en del País Vasco y que influyen en nuestra forma de ser y de actuar así que Bilbao es el gran protagonista de la novela”.

- Sin embargo Bilbao no aparece en Solas, la segunda entrega de la trilogía.

“Pero por el mismo motivo ha sido el paisaje el que me ha hecho escribir Solas. Se trata de un paisaje que está a 30 o 35 km de Bilbao y es un paisaje de caseríos dispersos, montañas abruptas, nieblas casi perpetuas. Es un paisaje para ambientar no sé si una novela negra o una novela de suspense pero que es ideal y eso fue lo que me inspiró para escribir el libro. Osmany vuelve porque me cae muy bien y lo he trasladado hasta aquí porque utiliza el tren súper lento que une ambas comarcas”.

- ¿Y en la tercera parte que ahora mismo está escribiendo Osmany regresa a Bilbao?

“La acción regresa a Bilbao porque Osmany no se ha ido de la ciudad. En Solas va a esta zona rural que se llama Las Encantaciones pero en la tercera regresa a Bilbao. Lo que he hecho en esta novela es buscar y encontrar una conexión con las dos anteriores por lo que termino cerrando por completo la trilogía en el Bilbao más oscuro, el de la calle de San Francisco y el de Las Cortes a ritmo de thriller”.

- En justicia no se corta al criticar con dureza a determinadas instituciones por corruptas.

“Hay una visión social de lo que ha generado la actividad económica de los grandes capitostes de la economía. Hemos vivido una crisis que fue más aguda que la del corona virus, la del 2008, cuando se hundió todo el sistema financiero internacional y tuvo al final un efecto para cuatro o cinco bancos en el mundo y para todos los trabajadores con el argumento de que había que acabar con la deuda externa que estaba lastrando sus cuentas de resultados. El caso español es paradigmático ya que acabó con todas las pretensiones sociales que se habían construido y comenzaron los despidos sin indemnizaciones con una reforma laboral que los empresarios entregaron al gobierno del PP para que la firmara. Se popularizaron los desahucios y se agravó la situación con la irrupción del corona virus. Hay personas que dice que hemos superado esa crisis pero las consecuencias siguen ahí porque hay gente que con cincuenta años se fue al paro y viven con subvenciones de 450 o 600 euros al mes. Se trata de gente desahuciada que no tiene vivienda. Y quería hablar de todo esto en la novela, denunciarlo desde el punto de vista literario”.

- Paco Ignacio Taibo II dice que la novela negra es la novela social y también realista de nuestro tiempo.

“En mi caso siempre intento entrar en temas sociales sin hacer apología, sin posicionarme pero sí trazando una descripción muy clara de lo que está sucediendo. Y creí que describir lo que le ha sucedido a una persona que ha perdido su empleo, su vivienda y que ha sido abandonado por su familia porque ya no puede llevar el sueldo a casa era una denuncia en sí mismo, luego se crea la trama criminal en la que los perdedores de la crisis deciden convertir en víctimas a quienes les han llevado a esta situación”.

- Usted no escribe en vasco.

“No soy euskaldun de nacimiento, aprendí el euskera de mayorcito porque no se estudiaba cuando iba al colegio. Mi euskera sirve para hablarlo pero no soy capaz de escribirlo”.

- ¿Cómo va el mundo editorial en el País Vasco?

“El problema que veo cuando se publica en una editorial vasca es que apenas tienes repercusión fuera de Euskadi. Hay dos grandes editoriales, Erin, una editorial muy conocida pero con poca repercusión fuera, y Elkar, que es un monstruo pero está dedicada a la producción en euskera. Ahora publico en Penguin y Grijalbo pero con esto de las nuevas tecnologías no conozco a nadie de la editorial. Todo ha sido por teléfono, internet y zoom… Conocí de hecho a mi editora un año después de se publicara Justicia. Las nuevas tecnologías nos ayudan un poquito más a los escritores”.

- ¿Tiene ya planificado lo que va a escribir cuando finalice la trilogía que protagoniza Osmany Arechabala?

“No me veo escribiendo una historia que se limite a contar los problemas personales del protagonista. Me gusta escribir y denunciar lo que veo a mi alrededor”.

- ¿Cómo entiende el escritor pero también el bilbaíno que lleva dentro la ciudad en la que nació?

“He escrito una novela negra y tengo que jugar con los ambientes así que en mi caso estoy acostumbrado a que llueva siempre en Bilbao. Bilbao es, por otra parte, una ciudad muy acogedora y bastante segura. Mi novela por fortuna es solo ficción”.

FIRMA FOTO: Andrew Gallego

Saludos, parece que fue ayer, desde este lado del ordenador

La estación enjaulada, una novela de José Luis Correa

Lunes, Febrero 27th, 2023

José Luis Correa ya forma parte de la historia de la literatura negra y criminal española por un personaje, Ricardo Blanco, que además de investigador es un canario de la siete islas aunque nacido y residente en la capital grancanaria. Su identidad, y la manera en cómo la reproduce en las hasta ahora trece novelas que lleva dedicada a esta suerte de Philip Marlowe, han logrado mantener en el mercado a un personaje que no deja de resultar no sé yo si exótico en otras tierras, pero sí novedoso teniendo en cuenta que el personaje nació hace ya más de veinte años. Lo que son años.

Ricardo Blanco regresa con La estación enjaulada, y Blanco, como el mismo Correa y sus lectores, somos más viejos. Lo de viejo se escribe porque es una palabra que repite el mismo Blanco a lo largo y ancho del libro, y es que el personaje que por una vez no está rodeado de sus habituales secundarios salvo Gervasio Álvarez, se siente y así lo hace saber, viejo. Una vejez que no alcanza a creerse.

La estación enjaulada es una novela además que rompe con la dinámica de las anteriores. No se desarrolla en la capital grancanaria, que hasta ahora era como el segundo gran personaje de la serie, sino en un pueblo pesquero que parece sacado del viejo oeste y en el que un día flota en las aguas próximas a sus costas el cadáver de una joven irlandesa.

Una antigua novia, una galería de secundarios interesante y una trama que despierta la curiosidad por saber cómo termina, son solo algunos de los ingredientes de una novela que si palpita es porque está escrita en primera persona por el mismo Ricardo Blanco, un tipo que ha sabido evolucionar a lo largo de todos estos años, más de veinte, por lo que lo veo sí, más viejo y cansado, pero que no pierde las ganas por hacer justicia y de estar siempre al lado de los más necesitados. Combate en esta ocasión contra el líder de una secta destructiva y su gente así como contra un granuja y sus acólitos.

El pueblo, marinero pero casi abandonado de la mano de dios, y que Blanco se enfrente contra dos enemigos igual de sanguinarios tiene algo de la mítica Cosecha roja, una clave que no deja de planear por mi cabeza mientras leo el libro. Y no, La estación enjaulada no es Cosecha roja pero tiene algo, lo respira, del libro de Dashiell Hammett. La acción se desarrolla además cuando comenzó a llegar a España las primeras noticias de un virus que se expandía por todo el planeta, y refleja muy bien la ignorancia que por aquel entonces manteníamos con aquel bicho que después nos amargó tanto la vida.

A medida que se lee la novela puede pasar, como me pasa a mi con la mayoría de los libros anteriores de la serie, que lo que más me atrapa del universo Blanco son los escenarios. Mucho más que la historia que cuenta. Y es que uno, lo admite, disfruta mucho con las reflexiones de su protagonista y de cómo se enfrenta a rivales que parecen que están muy por encima de él.

Y todo esto contado con una pachorra deliciosamente reconocible para los que vivimos a este lado del Atlántico, esa mirada, me atrevería a decir que filosófica, con la que vive su personaje. Es como si estuviera cantando “tranquilidad que nadie va a perder el tren”. Otro elemento que me hace atractivo el personaje, al margen de salpicar todo su relato con palabras de aquí, de ese español que hablamos en Canarias, es cómo disfruta Ricardo Blanco de los pequeños placeres que algunos todavía pueden disfrutar como es una buena comida y el placer de fumar un cigarro, un buen cigarro puro, esto último hoy tan políticamente incorrecto pero es que Blanco es un sibarita que no resulta cursi, además es un romántico que por fin parece que ha encontrado a la mujer de su vida, Beatriz, farmacéutica de oficio a la que se cita pero que no aparece en esta novela, y como se dijo con anterioridad Gervasio Álvarez, que sí que aparece y que se trata del policía jubilado al que conocemos de otras entregas de la saga solo que ahora está más viejo (otra vez la vejez) y enfermo. Gervasio Álvarez se ha convertido de todas formas en una especie de padre o, mejor, hermano mayor del protagonista.

Como las anteriores novelas protagonizadas por Ricardo Blanco, La estación enjaulada no decepciona. Blanco sigue siendo el personaje de toda la vida aunque, eso sí, más viejo y por eso mismo más sabio que el que conocimos en el pasado. El cambio de escenario le da también algo especial, me atrevería a decir que crepuscular a una novela que a mi juicio explica que este personaje haya durado tanto en el tiempo. De hecho, y al paso que va, ocupa ya un espacio en la galería de personajes con serie que se escriben en España. Y razones no faltan para que uno entienda su éxito y que agradezca a su autor, José Luis Correa, los cambios que le ha ido imprimiendo a su Ricardo Blanco, antes un Philip Marlowe que habla español sin pronunciar las ces ni las zetas y ahora un viejo, más que un anciano, que quiere vivir en paz solo que novela tras novela el mundo se empeña en tocarle los… Bueno, ustedes ya me entienden.

Saludos, kiss, kiss, bang, bang, desde este lado del ordenador

El Espacio Cultural CajaCanarias acoge la presentación del programa conmemorativo por el 50ª aniversario de la Exposición Internacional de Escultura en la Calle

Domingo, Febrero 26th, 2023

El Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife acogerá mañana, lunes, 27 de febrero, a partir de las 19:00 horas y con entrada libre hasta completar aforo, el acto de presentación del programa de actividades a realizar durante el presente ejercicio con motivo de la celebración del 50 Aniversario de la Exposición Internacional de Escultura en la Calle. En el mismo intervendrán representantes del Gobierno de Canarias, del Cabildo de Tenerife, del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, de la Universidad de La Laguna, de la Fundación CajaCanarias y del Colegio Oficial de Arquitectos de Tenerife, La Gomera y El Hierro, entidades organizadoras del citado programa cultural. Posteriormente, se desarrollará una semblanza histórica de este acontecimiento, elemento clave del paisaje cultural de la capital tinerfeña, a cargo del arquitecto Carlos A. Schwartz, quien ha formado parte tanto de la Exposición Internacional de 1973 como de la Comisión de Escultura en La Calle desde sus inicios.

Las dos ediciones de la Exposición Internacional de Escultura en la Calle, celebradas en Santa Cruz de Tenerife durante los años 1973 y 1994, introdujeron en la ciudad esculturas de reconocidos artistas que transformaron sus espacios públicos. El gran impacto paisajístico de estas piezas escultóricas situadas en parques y avenidas de la ciudad ha contribuido al acercamiento del ciudadano a las experiencias artísticas, ha generado debate y ha situado a la capital tinerfeña a la vanguardia de la escultura moderna internacional, convirtiendo a Santa Cruz de Tenerife en un fantástico museo al aire libre.

La primera edición de la Exposición Internacional de Escultura en la Calle tuvo lugar entre el invierno de 1973 y la primavera de 1974 y fue organizada por la Comisión de Cultura de la Demarcación de Tenerife, La Gomera y El Hierro del Colegio de Arquitectos de Canarias con el patrocinio del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y la Caja General de Ahorros de Canarias, actual Fundación CajaCanarias. Todas las obras seleccionadas se encontraban en la vanguardia del arte moderno y fueron situadas en los principales espacios públicos de la ciudad. Actualmente, 39 esculturas permanecen ubicadas en el callejero capitalino, formando parte de su rico patrimonio.

Tal y como recordaba Vicente Saavedra en el texto titulado Historia de un acontecimiento, un encuentro casual con el arquitecto Carlos Schwartz en el Sur de Tenerife permitió que intercambiásemos opiniones, lo que propició que germinase la idea de organizar una exposición de esculturas al aire libre a lo largo de las ramblas de Santa Cruz, teniendo como punto de partida la emblemática Lady del escultor Martín Chirino. El primer paso fue convocar a la Comisión de Cultura de nuestro Colegio, que aceptó e hizo suya la propuesta, por lo que Eduardo Westerdahl nos puso en contacto con su íntimo amigo el escultor Pablo Serrano, cuya colaboración fue inmediata e incondicional. Fue suya la idea de convertir la pretendida exposición nacional en una muestra de carácter internacional, así como el que intentásemos vincular a los escultores con el proyecto mismo, invitándolos a venir a Tenerife para realizar las obras directamente en nuestras calles y plazas.

Saludos, domingo de piñata carnaval, desde este lado del ordenador

La revista El Bucio rinde homenaje al proyecto digital BienMeSabe.org

Viernes, Febrero 24th, 2023

Reproducimos a continuación una nota que nos envía el equipo de la revista El Bucio porque desde este lado del ordenador queremos sumarnos también a este homenaje.
 
“La tercera edición de la revista El Bucio ya se encuentra en librerías de Canarias. Está compuesta íntegramente por textos seleccionados por la revista digital BienMeSabe.org. La Fundación Canaria Tamaimos ha querido premiar de esta forma a la asociación cultural, galardonada con el VI Premio Tamaimos a la defensa de la cultura e identidad canaria. El número contiene una muestra de los textos sobre cultura, identidad y etnografía canaria que, desde 2004, publica la revista digital.
 
Con un total de 29 artículos, el número 3 de El Bucio consta de 107 páginas. Tiene escritos sobre diversas temáticas tradicionales de la revista, con un enfoque divulgativo y con el rigor de firmas reconocidas. Coordinada por José Miguel Perera, docente, escritor y doctor en Filología Hispánica, es una revista coral y variada con firmas como Yeray Rodríguez, María Victoria Hernández Pérez, Cirilo Leal, Manuel Lorenzo Perera, Agustín Millares Cantero, Ramón Díaz Hernández o Javier Velasco. Las temáticas, igualmente, son tan diversas como la extensa trayectoria de BienMeSabe.org, y abordan las romerías, el carnaval de los indianos, las costureras, las vestimentas tradicionales, la fiesta de los finados, los Ranchos de Ánimas, las mujeres de los desaparecidos en la Guerra Civil, la figura de María Mérida o la de Nanino Díaz Cutillas, entre otras. Como indican sus responsables en el editorial, todo este contenido solo es “una muestra mínima” de casi 20 años de producción en la red. Como proyecto nacido en internet, incluye material transmedia (vídeos y audios) a través de códigos QR en distintas secciones.
 
Desde BienMeSabe afirman que son conscientes de que su página “ha sido y es fuente básica de información”, incluso en el ámbito educativo. “Lo dicen las estadísticas de visitas, directas y desde buscadores; lo dicen las bibliografías de trabajos y de libros en los que se citan nuestros artículos, nuestros ensayos, nuestros libros digitales, nuestros vídeos…”, justifican.
 
Sobre el Premio Tamaimos, el proyecto cultural nacido en el año 2004 apostilla que “supone un aliciente para seguir con nuestra actividad desinteresada por la realidad cultural canaria; tanto su vertiente más tradicional, tantas veces olvidada (por eso ha sido clave en nuestra publicación), como en su vertiente más culta, pues desde muy pronto supimos que el conocimiento no es exclusivo de nadie, y si queremos realmente profundizar en las realidades insulares tendremos que adentrarnos en cada una de sus múltiples caras”.
 
La asociación cultural Revista BienMeSabe.org ha sido reconocida con el Premio Tamaimos por su denodada labor en la divulgación de todas las aristas de la cultura, identidad, etnografía e historia, en su sentido más amplio, de las Islas. La revista prevé varios actos de presentación, en torno a su contenido, en los próximos meses, además de un acto de homenaje a BienMeSabe.org, con la entrega del VI Premio Tamaimos”.

Saludos, felicidades a los compañeros de BienMeSabe.org, desde este lado del ordenador
 

Memorias de un cinéfilo, recuerdos de un cinéfago

Jueves, Febrero 23rd, 2023

Quentin Tarantino además de ser guionista y cineasta es una enciclopedia de cine con patas. Eso dicen los que lo conocen, que el buen hombre solo sabe hablar de una cosa, y esa cosa es cine. CINE con mayúsculas porque en su generoso corazón de espectador conviven sin demasiados traumas las películas consideradas de arte mayor, complejas e incluso animosamente experimentales, con las del cine popular, aunque este tipo de cine, el popular, el que llega a toda clase de públicos y cuya única vocación es la de entretener, siga siendo mirado de reojo por un tipo de público y de crítica al que le gusta mirar las cosas desde una histórica altura que, son ya largos años de quemarme los ojos antes la pantalla (grande o chica), ni es histórica ni es significativamente una altura.

El caso es que se publica recién estrenado 2023 en español gracias a Reservoir Books el libro Meditaciones de cine, que firma el director de Pulp Fiction, una noticia que debería de ser recibida con entusiasmo por la legión de aficionados que siguen las películas de Tarantino como los que gustan de leer libros de cine entretenidos, que solo tienen un objetivo y ese fin es el de divulgar con un lenguaje al alcance de todos eso que algunos insistimos en seguir llamando cine aunque el cine que se hace hoy apenas sea un reflejo del que se rodó ayer. Y se escribe ayer los años 60, 70 e inicios de los 80, que son el grueso de los largometrajes sobre los que escribe el cineasta en Meditaciones de cine, un libro por otro lado muy recomendable para los que crecieron, como el autor de Malditos bastardos, en aquella década que, vista hoy desde la distancia, fue realmente prodigiosa para el cine norteamericano.

Los filmes que reúne Quentin Tarantino en este libro son todos películas “populares” que entrecomillamos por si acaso. El cineasta inicia su recorrido evocando sus primeras sesiones en cines de verdad, donde consumía toda clase de películas alimenticias en el que quizá sea uno de los capítulos más atractivos de la obra ya que más que especular sobre el que llaman séptimo arte, recuerda momentos de una adolescencia en las que acudía a ver películas acompañado de su madre y de algún novio que tuviera ella en aquel momento. Tras este breve pero intenso recorrido autobiográfico, que está teñido de nostalgia, Tarantino analiza grandes largometrajes de los 70 como Bullit (Peter Yates, 1978); Harry el sucio (Don Siegel, 1971); Deliverance (John Boorman, 1972); La huida (Sam Peckinpah, 1972); La organización criminal (John Flyn, 1973); Hermanas (Brian de Palma, 1973); Daisy Miller, una señorita rebelde (Peter Bogdanovich,1974); Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976); El ex-preso de Corea (John Flynn, 1977); La cocina del infierno (Sylvester Stallone, 1978); La fuga de Alcatraz (Don Siegel, 1979); Hardocore: un mundo oculto (Paul Schrader, 1979) y La casa de los horrores (Tobe Hooper, 1981).

Entre medias, argumenta sobre otras películas y otros cineastas en capítulos que llevan por título Samurái de reserva y El Nuevo Hollywood en los setenta, entre otros y, al mismo tiempo, aprovecha para elogiar al actor y cineasta Sylvester Stallone, sobre todo por Rocky y Rocky II y genera la polémica al menos en quien ahora les escribe al considerar que Lee Marvin no es el mejor Parker de la historia del cine (ver A quemarropa, John Boorman, 1967) mientras despedaza, y en eso sí que estamos de acuerdo, un filme que como Hardcore: un mundo oculto prometía más de lo que ofrece.

Como todo libro escrito por un cinéfilo que es una enciclopedia andante el lector que se siente más o menos como otro cinéfilo pero sin pretensiones de ser una enciclopedia andante lo pasará muy bien con estas Meditaciones de cine que no agotan sino que animan a que uno quiera más y más de estos comentarios (unos exultantes y otros, los menos, catastróficos) sobre alguno de los filmes que, a juicio de Tarantino, fueron fundamentales en su vida. También para entender los cambios de una década que, como la que atravesamos en la actualidad, recibió sacudidas por todas partes.

Con la lectura de Meditaciones de cine uno descubre el asombroso respeto que el autor del libro tiene por los críticos, una especie hoy en extinción, y al mismo tiempo la sobresaliente cinefilia de un hombre al que desde pequeño acostumbraron a ver películas de todo tipo. De ello da cuenta en esta obra que, se insiste, parece que está escrita más que para los seguidores del cine de su director para los cinéfilos que vinieron a ver la mayoría de los largometrajes que repasa al mismo tiempo que lo hacía el futuro y laureado director de cine que es hoy día. Por eso y otras circunstancias que no vienen ahora al caso, recomiendo adentrarse en las páginas de un libro que además de conmover y suscitar polémicas con el lector iniciado, reivindica una serie de filmes que no reivindicaría esa crítica seria y presuntamente rigurosa que casi siempre mira hacia el otro lado en el que no miran aquellos espectadores que solo demandan entretenimiento, ese cine popular que durante años conquistó los cine de barrio cuando aún existían cines de barrio, lo que hacía del espectáculo de ver una película una gran aventura. Así lo cuenta Quentin Tarantino y así lo recuerda ahora quien escribe estas líneas apresuradas y llenas de agradecimiento a un hombre que me interesa más como espectador de cine que como, ya ven qué cosa, cineasta.

Saludos, aparece en pantalla The End, desde este lado del ordenador

Vais a decir que estoy loco, una novela de Andreu Martín

Miércoles, Febrero 22nd, 2023

Uno de los maestros de la literatura policíaca en España es Andreu Martín, un escritor que junto a Juan Madrid es de los más veteranos del género y, como tal, uno de los autores que contribuyó a cimentar una novela negra y criminal que en su caso se desarrolla mayoritariamente en Barcelona en distintos momentos de su historia. Sobre este propósito, muy interesante y recomendable la serie que escribe sobre la ciudad Condal durante los años del plomo, los años del gansterismo, de los tiroteos en las calles entre anarquistas y pistoleros a sueldo de la patronal.

Andreu Martín pertenece además a esa estirpe de narradores que han dedicado su vida al oficio de escribir. Ha cultivado, en este aspecto, desde la escritura de guiones para cómics, entre otros la serie protagonizada por Sir Tim O’Theo, dibujada por Raf a muchas de las adaptaciones de grandes clásicos de la novela de aventuras para la colección Joyas Literarias, eso sin contar sus aportaciones a la novela juvenil y otras aunque ha sido en sus vertiente como autor de novelas policíacas donde quizá sea más conocido, y en la que cuenta con una generosa bibliografía que leída se califica con una nota muy alta.

La editorial Alrevés publicó en 2021 Vais a decir que estoy loco, una novela realmente sobresaliente en la que Andreu Martín propone una nueva exploración al género negro y criminal, narrando la historia a través de su protagonista, Francesc Ascás, un joven extravagante y de los que oye voces al que acusan de haber asesinado a su vecina y única amiga, Blanca Benito. A partir de ahí, y dentro de la mente de un hombre enfermo… O no, lo acompañaremos en la investigación que emprende para demostrar que él no pudo ser el asesino… O sí, porque aquí estriba uno de los mayores atractivos de esta novela, y es pensar que igual Francesc Ascás fue el autor de…O no. Porque todo en esta novela tiene otras lecturas y lo que parece que es no resulta ser lo que suponíamos que podía haber sido.

La novela se lee como una especie de balón de oxígeno dentro del género, ya que además de dar voz a una persona trastornada… O no, quizá sea el más cuerdo de todos, desfila por sus páginas situaciones que a veces resulta excéntricas por decirlo con buenas palabras así como una galería de personajes que vistos a través del tamiz de Francesc adoptan una personalidad que los acerca más a la caricatura que a otra cosa. Y es esa peculiaridad lo que los hace tan creíbles. Creíbles porque lo son para el protagonista y creíbles porque es a través de ellos cómo los conocemos.

En este sentido, Vais a decir que estoy loco es una novela que atrapa el interés desde el minuto uno, interés que no decae en ningún momento porque la voz del protagonista tiene algo de inhóspito y eso genera un recelo que se mantiene a lo largo de toda la novela.
Una novela, por otro lado, que se puede entender negra y criminal pero también libre de toda atadura de géneros aunque Andreu Martín reivindique, y con razón, que es un escritor de género. Y son ellos, precisamente los escritores de género, los que hacen posible otro tipo de novelas. En este caso, el relato de un hombre que “ahora me duermo, ahora me despierto, ahora me duermo”. De un tipo que tiene ideas muy raras aunque una cosa es lo que se piensa y otra lo que se hace.

Las miradas y que cada capítulo este planteado como matrioskas que revelan poco a poco algo más del protagonistas y de la gente que lo rodea, hacen que Vais a decir que estoy loco sea uno de esos libros que seducen y convencen porque uno se ve arrastrado inevitablemente en un juego de confusiones que no son trampas.

Andreu Martín es, en este sentido, un escritor que no engaña, en todo caso despista ya que al despistar da pistas de lo que hay en la revuelta cabeza de Francesc Ascás, dibujante de cómics que está enganchado a un programa de televisión que presenta una pitonisa que echa las cartas del Tarot, una maga televisiva que le da órdenes y algún que otro consejo… O no. Porque todo en esta novela puede ser otra cosa. Y esa otra cosa igual no es la que uno esperaba.

La segunda parte de Vais a decir que estoy loco es la más negra y criminal de una novela criminal en la que no hay demasiados muertos aunque sí el seguimiento de un hombre al que todos acusan que se le ha ido la cabeza, y la investigación que desarrolla para demostrar que él no ha matado a nadie. Que otra cosa es pensarlo.

Con esta novela el escritor catalán renueva las claves de lo negro y criminal que se escribe en la actualidad en España. Se trata de un trabajo muy bien hilado que firma un veterano del género, todo un pata negra del policíaco vamos a llamarlo nacional.

Saludos,hoy es lo de la sardina, desde este lado del ordenador