Archive for Febrero, 2023

Son y serán nicaragüenses

Martes, Febrero 21st, 2023

Casi medio millar de escritores, periodistas, políticos y otros profesionales de la vida social y cultural de distintos partes han expresado su preocupación por los “abusos” y “violaciones de los derechos humanos” del gobierno del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y se solidarizaron con los nicaragüenses a los que se les ha despojado de su nacionalidad.

Premios Nobel de Literatura como el peruano Mario Vargas Llosa (2010) y el turco Orhan Pamuk (2006), los mexicanos Elena Poniatowska, Juan Villoro, Guillermo Arriaga y Jorge Volpi; el francés Emmanuel Carrère; los españoles Enrique Vila-Matas y Manuel Vilas; el británico de origen indio Salman Rushdie; el cantautor panameño Rubén Blades y el periodista estadounidense John Lee Anderson, entre otros, suscriben con su firma una carta en la que manifiestan su sentir ante estos hechos con el lema “Son y serán nicaragüenses”.

Los firmantes de la misiva, entre ellos también el estadounidense Jonathan Franzen, el colombiano Héctor Abad Faciolince y el chileno Jorge Edwards, denuncian que “estos hechos violan el derecho humano fundamental a tener una nacionalidad y la prohibición a que se prive arbitrariamente de ella a cualquier ser humano”.

Destacan además que en los últimos años “al menos dieciocho universidades han sido canceladas arbitrariamente como una forma de control ante la rebelión estudiantil de 2018 que dejó 328 muertos, cerca de 2 mil heridos y cientos de detenidos”.

De igual manera señalan que el gobierno de Ortega “ha cancelado el estatus legal de más de 3 mil organizaciones no gubernamentales, incluyendo aquellas que defienden los derechos humanos y de las mujeres”, resaltando que “veintiséis medios de comunicación han sido cerrados y más de doscientos periodistas han debido exiliarse”.

Recuerdan que “por si fuera poco, desde 2018 se prohíbe la entrada a organismos internacionales de derechos humanos, incluyendo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos”.

Los signatarios del documento exhortan a la comunidad internacional “a que se pronuncie y asuma un papel activo en todas las acciones que puedan llevar al cese de los abusos y las violaciones a los derechos humanos cometidos por el régimen Ortega-Murillo”.
Igualmente piden al gobierno nicaragüense que “detenga la represión contra su pueblo”.

Con el retiro en los últimos días de la nacionalidad a un grupo de 94 ciudadanos y el destierro de 222 presos políticos, la cifra de apátridas nicaragüenses se sitúa en 316.

En ese sentido, los firmantes de la carta recuerdan que “el 9 de febrero de 2023 el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo (esposa de Ortega y vicepresidenta del país), después de modificar la Constitución de Nicaragua, despojó de su nacionalidad a 222 presos políticos, incluyendo jóvenes universitarios, militantes políticos, líderes campesinos, sacerdotes y periodistas.

Finalmente, recuerdan que “el 15 de febrero se despojó a otros 92 nicaragüenses de su nacionalidad, entre los cuales se encuentran el escritor y premio Cervantes de literatura Sergio Ramírez y la reconocida poeta Gioconda Belli”.

Pinchar aquí para conocer todos los firmantes de la misiva.

Saludos, basta ya, desde este lado del ordenador

Tenerife Noir celebra su VIII edición del 9 al 26 de marzo

Viernes, Febrero 17th, 2023

El Festival Atlántico de Género Negro Tenerife Noir celebra su octava edición del 9 al 26 de marzo próximos. En esta ocasión, el programa cultural sobre el género negro destacará el papel del Estado como personaje negro criminal.

Todavía conmocionado por la pérdida repentina del escritor grancanario Alexis Ravelo, Tenerife Noir rendirá homenaje a su obra y a su vida en distintas actividades este 2023, entre otras, en la séptima edición del Seminario Internacional Tenerife Noir de Investigación en el Género Negro.

Mediante una fotocomposición de tonos lúgubres, el cartel de este año sintetiza en el gesto mecánico de un observador la vigilancia que ejercen sobre la vida de la ciudadanía quienes recogen datos de cada uno de sus pasos desde una trastienda tenebrosa, un gran hermano tan intuido como amenazante. La gráfica del festival vuelve a estar un año más a cargo de Moio Estudio, responsable de imágenes que ya son icónicas en la historia de Tenerife Noir.

La octava edición del Festival Atlántico de Género Negro vuelve a ser totalmente presencial –aunque con retransmisión de sus actividades en directo a través de Internet– y desarrolla su actividad investigadora en La Laguna, en el seminario que coordinan Tenerife Noir y la Universidad de La Laguna (ULL), que, bajo la dirección del profesor de Literatura de este centro Javier Rivero Grandoso, se celebrará entre el 15 y el 17 de marzo de 2023.

Las actividades culturales y sociales tendrán lugar en distintos espacios de la capital tinerfeña. Santa Cruz de Tenerife se convierte desde hace ocho años en el plató de cortometrajes noir que se realizan en la sección experimental y cinematográfica, Tenerife Noir Express. La Rambla de Santa Cruz y otros puntos de la ciudad volverán a vestirse con sus tótems expositivos, en esta edición sobre el Cine Negro Español, a través de ilustraciones de escenas a cargo de Juanan Armas.

La Casa Siliuto o de la Juventud sirve de escenario para el desarrollo de la sección de videojuegos y juegos de rol –que dirige la compositora Sara López–, mientras que el Espacio-R (Antigua Recova), el Ámbito Cultural de El Corte Inglés y la Librería de Mujeres serán los escenarios de las presentaciones literarias, mesas redondas, entrevistas y exposiciones. Finalmente, el Paraninfo de la ULL y el Teatro Guimerá son los espacios para las presentaciones teatrales –a lo que se suma el Espacio R– y la Sala de Audiovisuales del Tenerife Espacio de las Artes (TEA) acoge el ciclo habitual de cinefórum noir.

Saludos, que la vida es un carnaval…, desde este lado del ordenador

Raquel, Raquel, Raquel

Jueves, Febrero 16th, 2023

Se no están yendo a puñados, escucho que dice uno a otro en la calle, en medio de una de esas aceras estrechas que se despliegan por la ciudad en la que nací y en la vivo. La última en despedirse es Raquel Welch, a quien descubrió en un concurso de belleza celebrado en un rancho a las afueras de Hollywood Tom Hernández, nacido en Puerto de la Cruz y que trabajó haciendo pequeños papeles en películas y series de televisión cuando la televisión todavía era en blanco y negro. La foto de Tom Hernández junto a una jovencísima Jo Raquel Tejada (Chicago, 5 de septiembre de 1940-Los Ángeles, 15 de febrero de 2023) aparece en algunas imágenes que suben a las redes sociales los aficionados, quienes se apresuran en recordar que el papel que la lanzó a la fama y el estrellato y que le costó que arrastrara durante toda su carrera como actriz el apodo de El Cuerpo, calificativo que me da urticaria, fue el de troglodita de muy buen ver en Hace un millón de años (Don Chaffey, 1966), largometraje que se rodó en estas islas Canarias que se hunden irremisiblemente en las procelosas aguas del océano Atlántico.

Olvidan sin embargo lo que destacan de la actriz el hecho de que fuera descubierta por un portuense y que su película más famosa se rodara en esta tierra que la Welch cuenta con una filmografía bastante estimable y en la que abundan wertern a rebufo del espagueti, cintas de ciencia ficción y alguna negra y criminal bastante dignas.

Olvidan también quiénes la elogian ahora que se ha muerto que la Welch hizo historia en el cine al protagonizar con Jim Brown en la excelente Cien rifles la primera escena de amor interracial y que no es otra en la que el cuerpo escultural de Raquel se fusiona con el cuerpo escultural de Jim, dos monstruos de belleza singular cuya visión resulta de un magnetismo enfermizo.

La Welch trabajó junto a Frank Sinatra en un atractivo filme policíaco, La mujer de cemento, segunda entrega tras Hampa dorada del detective Tony Rome, papel que encarnó Frank Sinatra y de una cinta de ciencia ficción que hizo historia: Viaje alucinante, que dirige ese cineasta para mi ya un clásico que fue Richard Fleischer, y en la que un equipo médico reducido a tamaño microscópico entra en el cuerpo de un hombre malherido para que desde dentro le salven la vida…

Raquel Welch aparece también en una de las más deliciosas adaptaciones al cine que se han rodado de la inmortal novela de Alejandro Dumas Los tres mosqueteros en, precisamente, Los cuatro mosqueteros, y que dirigió Richard Lester en los años setenta siguiendo al pie de la letra un fantástico guión escrito por George MacDonald Frasier, el creador de Harry Flashman.

La Welch aparece también en Myra Breckinridge, que pudo haber sido la película rompedora que quiso ser pero que sin embargo no fue…

Con todo esto queremos recordar la carrera de una actriz que sin tener demasiados registros hizo carrera por una belleza peculiar. De hecho, creo que hubo actrices de su misma época más hermosas que ella pero que fue ella la que al final se quedó con el sambenito de símbolo sexual, de ganarse ese calificativo de El Cuerpo que a mi me parece bastante grosero porque la vende solo como un trozo de carne.

Pero en fin, que son malos tiempos para la lírica. Fallece en lo que llevamos de año personajes nacidos o muy vinculados a las islas como Alexis Ravelo, Manolo Vieira, el pintor Manuel Sánchez y el empresario cinematográfico Francisco Melo Sansó, entre otros que ahora mismo se me olvidan. Una tragedia, a la que se suma la de una mujer muy bella que fue descubierto hace ya un millón de años por un tinerfeño que hizo las Américas y que llegó a trabajar como actor de reparto en un puñadito de películas donde cuesta algo, la verdad, reconocerlo.

Así que va por Raquel y por todos ellos. Ellas y ellos que deben de estar ya –y a esta hora– en el cielo…

Que los dioses las/os bendigan.

Saludos, frío, desde este lado del ordenador

Donde soplan los alisios, diez cuentos escritos por Pedro M. García

Martes, Febrero 14th, 2023

Los premios literarios que concede la Fundación CajaCanarias son unos, por no decir prácticamente los únicos, que resisten el paso del tiempo en estas islas abandonada de la mano de los dioses. El que dedica a la novela, el Benito Pérez Armas, se ha convertido así en toda una distinción, distinción que enriquece el currículo de los premiados. Este premio, que lleva en activo desde los años 50 aunque después haya pasado por épocas en las que aparecía y desaparecía como dicen que hace el río Guadiana, ha terminado en todo caso en permearse en la sociedad, siendo muchos las escritoras y los escritores que optan a él. Conozco casos de hecho de autoras y autores que se sienten francamente dolidos por no haberlo recibido aún, lo que incita, afirmaríamos que resulta natural, sospechas varias aunque hasta donde sabemos la transparencia está garantizado en un concurso literario que además de entregar al ganador en sus distintas modalidades una determinada cantidad de dinero también publica la obra ganadora.

Por otro lado, si se conoce la historia tanto de su premio de novela como el de relatos y el de poesía uno se puede ir dando cuenta de por dónde soplan edición tras edición los gustos del jurado, jurado que como pasa en casi todos los jurados, los miembros están sujetos a sus prejuicios particulares.

Donde soplan los alisios, de Pedro M. García, fue la colección de cuentos que en la edición del año pasado, ese 2022 que parece que todavía fue ayer, se hizo con el Premio de Relato Corto Isaac de Vega. Antes de todo, indicar que se trata de un libro interesante aunque no redondo pese a que hurga en las entrañas de la nostalgia desde una perspectiva a la que no le falta cierta sorna, ironía o un sentido del humor que está, afortunadamente, controlado.

Diez son las historias que forman Donde soplan los alisios, todas piezas más o menos regulares que ahondan en las raíces de un mundo que parece que se disolvió. Pesa, en este sentido y mucho, un pasado que se idealiza frente a una realidad donde casi todo está en proceso de transformación. El primer cuento que inicia el libro, titulado precisamente Raíces, ya nos advierte del contenido más o menos sostenido que llevará esta compilación de relatos:

“A través de los cristales de la guagua observo cómo trabajan la montaña, cómo, con máquinas cuyos nombre ignoro, taladran la roca y abren surcos en la tierra mientras el cielo se cubre de nubes”.

La voz que nos habla en primera persona es la de una mujer cuya edad sin determinar –debe ser la de la adolescencia– recrea en el presente un momento de su existencia que se convierte en pasado cuando se lee.

Tras Raíces, Donde soplan los alisios continúa con Crónicas de un revés anticipado, un relato que protagonizan personajes que llevan nombres como Berta y Ayoze, y que nos conduce de la mano a la infancia de sus protagonistas. En todo momento parece que sobrevuela algo amenazador la páginas del cuento pero no termina de manifestarse esa sensación de temor leve a medida que se avanza en su lectura. Como cuento me parece uno de los mejores que reúne el libro, también es de los más cortos, un territorio en el que sospecho que se mueve mejor Pedro M. García, que cuando estira sus historias más allá de las cuatro o seis páginas.

Donde soplan los alisios presenta a continuación los relatos Bolardos, que protagoniza un hombre casado; uno de los más largos y esforzadamente experimentales del libro; Emma, igual de extenso y destacable sobre todo por su sencilla reivindicación de la infancia y del cariño que los suyos le expresan a su protagonista, un pequeño que responde al nombre de Periquín; La guía, que refleja una de las pesadillas constantes de las viejas y nuevas generaciones: buscarse la vida mientras trabajan en oficios que no desean pero que prestan para sobrevivir; San Simplón el justo que como indica ya en su título se toma a broma y por eso muy en serio las primeras relaciones de amistad que, se pierde un poco, debido al número de sus páginas, siendo otro de los cuentos más largos de un libro que ya en su recta final recuerda con una insistencia que no se hace reiterativa que todas las historias que se cuentan, que todas las historias que se narran, están ambientadas en un archipiélago que los que vivimos en estas islas conocemos meridianamente bien.

En esta lista entran La higuera y los cuervos, que no es una fábula aunque así lo haga pensar su título; Cerveza y media, otro regreso a la infancia aunque en esta ocasión bajo la mirada de un padre que no sale de su sorpresa, quizá la de haberse levantado una mañana y descubrir que es un adulto y Orgullo herido y Atis Tirma, que son dos cuentos en los que parece que se va a desbordar la fantasía con la que están escritos, un perro coprotagoniza Orgullo herido y tiene incluso frase en el relato aunque sea en forma de ladrido y un relato que confunde realidad con leyenda e inspirado en la conquista de Gran Canaria sirve para que Pedro M. García más que actualizarlo se sirva en Atis Tirma para narrar una historia de playa y surf con un protagonista que se llama Doramas.

En conclusión, me sorprende la variedad de estilos en las que se cuentan estas diez historias y la variedad de personajes y perfiles narrativos en los que se mueve su autor, el escritor Pedro M. García, un narrador al que a partir de ahora se debe seguir con la atención que se merece.

Saludos, lo hablamos, desde este lado del ordenador

La Fundación CajaCanarias presenta los volúmenes de sus premios literarios 2022

Viernes, Febrero 10th, 2023

La Fundación CajaCanarias celebra esta tarde de viernes, 10 de febrero, el acto de presentación de las obras ganadoras de los Premios de Novela Benito Pérez Armas, de Poesía Pedro García Cabrera y de Relato Corto Isaac de Vega 2022.

La sesión, que dará comienzo a partir de las 19:00 horas, tendrá lugar en el Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife, con entrada libre hasta completar aforo y firma de ejemplares por parte de los respectivos autores galardonados. El acto será presentado por el escritor y periodista Eduardo García Rojas y la información se encuentra disponible en www.cajacanarias.com. 


 
La 38º edición del Premio de Novela Benito Pérez Armas CajaCanarias ha recaído en el manuscrito titulado Don Jeremías cuenta hasta cien, obra del escritor tinerfeño Antonio Martín Sosa. Dotado con 6.000 euros y la publicación del volumen, a la más reciente edición del Premio se presentaron un total de 53 piezas literarias a concurso aumentando, de este modo, un 20% la participación respecto a la edición anterior.
 
El título de la novela galardonada con el Premio Benito Pérez Armas CajaCanarias 2022 hace referencia al juego infantil conocido, entre otros nombres, por la escondidilla: Quien no se ha escondido, tiempo ha tenido. Y tiempo es, en palabras del autor, lo que se tiene en Las Cándidas, lugar que une los múltiples personajes que pululan por esta novela polifónica, como no puede, quizá, ser de otra manera. Las Cándidas es metamorfosis continua para la búsqueda y el encuentro con el otro, que es la búsqueda y el encuentro con uno mismo. Fiestas. Locura. Voces y voces.


 
La Ironía Naturae de Nieves Delgado, por su parte, se convirtió en nuevo Premio de Poesía Pedro García Cabrera CajaCanarias tras la celebración que contó, en esta ocasión, con 79 ejemplares a concurso, un 10% más que la edición del año pasado. En palabras de la autora, Ironia Naturae es, en parte, el resultado de las curiosas analogías que he creído descubrir entre las características, e incluso comportamientos, de algunos individuos del reino vegetal y las de los siempre enrevesados seres humanos. En ocasiones, la planta me llevo a la persona; en otras sucedió justo lo contrario.
 
Por otro lado, a Nieves Delgado le atrajo, de una manera instintiva a lo largo del proceso creativo, la sonoridad de las palabras propias del vocabulario botánico, en gran parte ininteligibles para ella, pero seductoras siempre para mi oído. Mi gran reto ha sido, usando las palabras de un amigo poeta, procurar traducir estas impresiones al código de la poesía, afirma la autora de un poemario redondo, a juicio del jurado del Premio Pedro García Cabrera CajaCanarias 2022, que decidió otorgarle el galardón por unanimidad.


 
Finalmente, medio centenar de obras optaron el pasado año a obtener el Premio de Relato Corto Isaac de Vega, galardón que finalmente obtuvo el autor Pedro M. García por su conjunto de textos titulado Donde soplan los alisios. Las historias que pueblan Donde soplan los alisios giran en torno a la nostalgia, la inocencia de la niñez, el humor y la pérdida. Forman, en palabras del autor, una especie de ropa vieja en la que ingredientes de distinta forma, sabor y textura se unen para dejar ese saborcillo tan típico de nuestra tierra, o que al menos yo asocio a nuestra tierra, en el paladar de quien los degusta. En ellas hay calor y algo de hielo, piedra labrada, laurisilva, olas, incluso duendes y perros. Sus protagonistas, tan dispares como lo pueden ser, por ejemplo, una antropóloga, un panadero, una guía turística, un excoronel o un surfista retirado, hablan y se mueven por escenarios autóctonos que incluyen lugares reconocibles como el barrio de Vegueta o la iglesia de Arucas, y otros menos concretos, pero igualmente isleños como una playa, un barranco o una cuesta interminable.

Saludos, allí estaremos, desde este lado del ordenador

No, no es justo

Jueves, Febrero 9th, 2023

Me voy de Las Palmas de Gran Canaria con una lluvia torrencial cayendo sobre la pista del aeropuerto y aterrizo en Tenerife con un whatsapp que me envía un amigo. La noticia es muy triste, anuncia el fallecimiento de Manolo Vieira, el hombre que más me hizo reír con acento de aquí, de esta tierra desestructurada.

Camino perplejo rumbo a la terminal de Tenerife Norte, no hay niebla y no llueve.

Mientras bajo a Santa Cruz no salgo de mi estupor. En lo que llevamos de año, apenas un mes y pico, se me han ido dos de los tipos más grandes que he conocido. Los dos de la isla vecina, la que está enfrente de la mía. Y coño, creo que no es justo.

A uno, a Alexis Ravelo, tuve el privilegio de tropezármelo hace ya unos buenos años. Fue en la presentación de la antología G21, y enseguida nos encontramos porque nos gustaba mucho la novela negra y criminal. Alexis, encima, escribía este tipo de literatura, tuvo un personaje fijo que se llamaba Eladio Monroy, a lo largo de seis novelas, me identifiqué con aquel investigador calvo y salvaje, con ese tipo que resolvía casos al margen de la ley.

Con Eladio Monroy me pasa algo curioso y es que cuando leía las novelas protagonizadas por el ex jefe de máquina de la marina mercante, siempre me lo imaginé como Alexis Ravelo. Creo de hecho que Alexis se dibujó así mismo como Eladio. El caso es que ambos me siguen pareciendo la misma persona. Y no solo por el físico, esa cabeza rasurada dice mucho, sino también por cómo pensaban los dos, prácticamente lo mismo.

No llegué a conocer a Manolo Vieira así que no podré decirle ahora a la cara, frente a frente, las gracias que le debo por la cantidad de tan buenos momentos que me hizo pasar. Recuerdo un especial de Nochevieja en el que me ahogaban las carcajadas. Después otros espectáculos, visto en televisión o navegandor por YouTube, así que el mejor homenaje que se me ocurre hacerle es el de volver a ver algunos de estos espectáculos y esperar a que me entre la risa. Porque es con risa como quiero despedir a este gigante del humor. Un humor que no ha generado la escuela que se merece, aunque todos los nuevos cómicos que han brotado últimamente a este lado del Atlántico le rinden el respeto que le deben.

Escucharlo fuera de las islas, en otro territorio donde todo lo de aquí les suena como a chino, Manolo Vieira significaba que me partiera de la risa y que los que no eran de aquí no se cansaran de preguntarme qué significa esa palabra, a este tío no se le entiende… aunque si seguían mirando la pantalla no era raro ver como le aparecía de pronto una sonrisa en los labios que terminaba, era inevitable, en una sonora carcajada.

Así que no es justo. Se me han ido en lo que llevamos de año (y es solo el principio) dos grandes. Uno fue más que un amigo y el otro un tipo que me hizo feliz cuando lo veía en la televisión. A estos dos les debo muchas risas pero también la pena que llevo dentro porque se nos han ido demasiado pronto… y eso no, no es nada justo.