José Carlos Acha, ¿nuevo consejero de Cultura del Cabildo de Tenerife?

Miércoles, Junio 7th, 2023

El popular José Carlos Acha Domínguez podría estar muy cerca de ser el nuevo consejero de Cultural del Cabildo de Tenerife en sustitución de Enrique Arriaga, de Ciudadanos, que fue también vicepresidente y consejero de Carreteras, Movilidad e Innovación en la legislatura anterior.

Por otro lado, es probable que Coalición Canaria y no el Partido Popular se encargue de la responsabilidad de Cultura en el Gobierno de Canarias aunque todavía está en el aire quien desempeñará estas funciones. En el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, donde Acha Domínguez fue también concejal bajo los gobiernos municipales de Miguel Zerolo y José Manuel Bermúdez, será el popular Santiago Díaz Mejías el responsable del área que dirigió los últimos años Gladys de León.

Comienzan a circular otros nombres para ocupar cargos intermedios en el Cabildo Insular, como el de Director Insular de Cultura. Uno de los que más suena es el del nacionalista José Luis Rivero aunque parece que Rivero no quiere moverse de momento del Auditorio de Tenerife. Circula también de boca a oído otros nombres como el de Alejandro Tosco, ahora presidente del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz de Tenerife, institución que lleva cerrada a cal y canto desde hace cuatro años. Queda en el aire qué hacer con Leopoldo Santos Elorrieta, funcionario y hasta ayer la mano derecha de Alejandro Krawietz, anterior director insular de Cultura del Cabildo de Tenerife.

Miembro de Coalición Canaria y más tarde del Partido Popular, José Carlos Acha Domínguez ha sido concejal de Cultura en dos ocasiones del Ayuntamiento de la capital tinerfeña. Primero con Miguel Zerolo hasta que en marzo de 2001 asumió la responsabilidad de dirigir Fiestas y después con el también nacionalista José Manuel Bermúdez.

José Carlos Acha (Santa Cruz de Tenerife, 1963) comenzó sus estudios universitarios en la Universidad de La Laguna, estudios que continuó en la Universidad Complutense de Madrid, en la que obtuvo la licenciatura en Geografía e Historia. Cuenta también con estudios de Derecho y ha sido profesor de Enseñanzas Medias. Fue miembro de la Ejecutiva Local y del Consejo Político de ATI y desde hace quince milita en el Partido Popular.

Saludos, seguiremos dando la nota, desde este lado del ordenador

Xavier Molina: “No nos han invitado a dar nuestra opinión sobre la rehabilitación del templo masónico de Santa Cruz”

Miércoles, Mayo 24th, 2023

Una de las máximas de la masonería es libertad, igualdad y fraternidad aunque a veces las familias masónicas lo olviden porque sus interesantes resultan demasiado profanos. La rehabilitación del antiguo templo masónico de la calle de San Lucas en la capital tinerfeña era una oportunidad para que estas organizaciones visualizaran una unidad que, desgraciadamente, no ha sido posible. Para Xavier Molina Figueres (Gerona, 1972), Serenísimo Gran Maestre de la Logia Simbólica de España, porque la Corporación que preside José Manuel Bermúdez ha contado solo con un interlocutor masónico: la Gran Logia de España, descartando que participen en las conversaciones miembros de otras obediencias, muy extrañados por este desplante.

- ¿Por qué piensa que se ha apartado a la Gran Logia Simbólica de España en las conversaciones sobre la rehabilitación del antiguo templo masónico de la calle de San Lucas en la capital tinerfeña?

“Nunca se nos apartó porque nunca hemos estado. De hecho, no nos han dejado estar involucrados en la rehabilitación del templo. Nosotros hemos pretendido siempre que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife nos tuviera cómo un interlocutor más porque entendemos que el templo es una herencia de la masonería que hoy representan básicamente tres grandes organizaciones masónicas que trabajan en Tenerife y que son la Gran Logia de Canarias, la Gran Logia de España y la Gran Logia Simbólica de España. El Ayuntamiento, sin embargo, ha decidido contar con un solo interlocutor, la Gran Logia de España. Los motivos que han llevado a esta decisión los desconocemos pero me gustaría recordar que nosotros somos la única obediencia mixta, que incluye tanto a hombres como a mujeres en Tenerife así que nos preguntamos ¿por qué esta discriminación a las otras obediencias masónicas? Y la única respuesta es que no tiene sentido ni base alguna”.

- ¿Han trasladado este malestar al Ayuntamiento?

“Hemos traslado este malestar al Ayuntamiento y el Ayuntamiento no ha respondido. La única repuesta es que ya se hará un plan de usos para la gestión del templo lo que nos inquieta, sobre todo por la posibilidad de que no podamos participar en ese plan, en la planificación del uso que tendrá el templo que ahora se está rehabilitando con dinero público”.

- Pero tenía entendido que el Ayuntamiento había hablado con los representantes de las organizaciones masónicas que existen en Tenerife.

“El Ayuntamiento solo habló de la rehabilitación del templo con hermanos de la Gran Logia de España, que sí han tenido acceso a lo que el Ayuntamiento pretende hacer con el templo una vez esté rehabilitado y abierto al público pero las otras organizaciones masónicas no tenemos información sobre ese plan de usos que se tiene en mente. Nosotros esperamos que sea abierto a la sociedad civil y que represente especialmente a la memoria histórica de la masonería en Tenerife”.

- ¿Tienen ustedes constancia de que ya existe algún plan de usos?

“No tenemos constancia de ningún plan redactado por el Ayuntamiento. El caso es que no nos han invitado a dar nuestra opinión y por eso no sabemos nada porque no nos han invitado a nada y es de eso, precisamente, de lo que nos quejamos. De ese oscurantismo por parte del Ayuntamiento en cuanto a la rehabilitación y a su gestión. Nos quejamos también de la falta de participación ciudadana y que una entidad pública como es el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife tenga que trabajar de esta forma”.

- Critica las formas de hacer que, según entienden, está llevando a cabo el Ayuntamiento de la capital tinerfeña pero ¿y la Gran Logia de España?

“Nuestra crítica es a los dos. El Supremo Consejo Masónico para España es el que tenía que haber invitado a participar de forma abierta a todos. En este aspecto, la Gran Logia de España orienta mal al Ayuntamiento en el sentido de que ha hecho creer que hay una sola masonería válida y aceptada internacionalmente y otra que no lo es cuando la Gran Logia Simbólica de España está reconocida por el Gran Oriente de Francia, que es una potencia masónica con más de 50.00 miembros y tan antigua, probablemente, que la Gran Logia de Inglaterra. La masonería se dividió hace mucho tiempo en dos corrientes, la liberal y adogmática, que deja abierta la creencia en un ser supremo y otra que se trata de una masonería de tradición anglosajona que exige a sus miembros la creencia en una verdad revelada. Esto no los hace mejor o peor que otros, sencillamente son organizaciones que plantean otras formas de trabajar la masonería”.

- Entonces ¿qué es lo que está pasando?

“Creo que la Gran Logia de España intenta excluir a la mitad del mundo masónico porque no tiene en cuenta que el templo no es propiedad de una sola organización masónica sino de la sociedad tinerfeña. Es un edificio propiedad de la sociedad de Tenerife que cuenta con una historia masónica muy importante. Prácticamente es el único edificio masónico en España con estas características y su rehabilitación para la masonería española significa una oportunidad histórica muy grande. Felicitamos, en este aspecto, al Ayuntamiento por la iniciativa de la rehabilitación y felicitamos al alcalde y a la Corporación y al Gobierno de España por ceder este dinero para las obras, así que estamos encantados con la rehabilitación pero no entendemos que tras conseguir lo más difícil, que era el dinero para la rehabilitación no se haya hecho lo más fácil, que era dar participación a las otras organizaciones masónicas con el fin de que se sintieran integradas al proyecto”.

- Habla de dos grandes masonerías, ¿es lo que algunos conocen como masonería regular e irregular?

“No me gusta esa denominación porque no me considero irregular para nada. Hace 200 años hubo una escisión porque la masonería francesa quiso integrar a gente agnóstica y yo creo en esa masonería integradora. Más tarde, mucho más tarde, esta masonería integra también en régimen de igualdad a la mujer. Personalmente, y es la que presido, la Gran Logia Simbólica de España es la masonería válida para mi pero entiendo que haya gente que lo vea de otra forma. Todos somos hermanos, entre los masones nos llamamos hermanos como fraternidad que somos, y en determinados temas podemos trabajar juntos, más ahora, en plena rehabilitación de la memoria histórica de la masonería, por lo que no debería de haber diferencias”.

- Visto desde fuera resulta muy triste observar esta división entre masones.

“Por eso debemos trabajar juntos y más en un proyecto que ha avanzado mucho gracias a la Ley de Memoria Histórica, que ha contribuido a la rehabilitación de la masonería en España. Y eso es tarea de todos, seamos reconocidos por Francia como por Inglaterra o por nadie. Es una tarea común porque la masonería en España estuvo muy vilipendiada y ha costado casi un cambio generacional para que la gente tenga otra opinión de la masonería y esa es una tarea informativa que queremos y debemos trasladar a la sociedad española. Una tarea que tenemos que hacer en conjunto porque las trabajamos fuera de logia y una cosa es que en logia tengamos nuestras diferencias, que al final son más cuestiones de matices, y otra la de dar una visión de unidad porque la gente no entiende la división que puede haber en la masonería y mucho menos que haya trifulca entre masones. Me entristece la exclusión que nos han hecho más cuando lo que tenemos que hacer es dar una visión de unidad para que se vea a la masonería plenamente normalizada e integrada en la sociedad”.

– ¿Han pedido algún tipo de información al Ayuntamiento de Santa Cruz para resolver este asunto?

“Hemos pedido información al Ayuntamiento y hace tiempo mantuvimos una entrevista con el alcalde pero creo que no fuimos escuchados”.

- Y a partir de ahora ¿cuáles van a ser sus movimientos?

“Después de las elecciones solicitar a la nueva Corporación otra reunión para tratar este asunto y entendernos con la alcaldía con el fin de dar una visión lo más amplia posible de la rehabilitación para extenderla a la sociedad tinerfeña”.

- ¿Cómo son las relaciones con el otro interlocutor del que se ha prescindido en las negociaciones, la Gran Logia de Canarias?

“Mantenemos un trato fluido con respecto al templo masónico de la calle de San Lucas y creemos como ellos que éste debe de estar orientado hacia la memoria histórica en su conjunto, una iniciativa que ha liderado la Gran Logia de Canarias y con la que nosotros estamos completamente de acuerdo”.

- ¿Cuenta la Gran Logia Simbólica de España con un plan de usos para el templo cuando ya esté completamente rehabilitado?

“Creemos que el templo debe estar abierto a visitas en los horarios que se establezcan y abierto también a la práctica de actos masónicos así como a charlas y conferencias, con un trato específico sobre la memoria histórica. Defendemos que los masones puedan trabajar de manera accidental en el templo para dignificar y recuperar ese sentido histórico que tiene. Esta voluntad implica que cualquier organización masónica que trabaje en la isla pueda acceder al templo una o dos veces al año”.

- ¿Conoce por dentro el templo?

“Conocemos el templo por dentro, ahora no se puede entrar por las obras, obras de rehabilitación que nos parecen magníficas. Reitero mis felicitaciones al Ayuntamiento aunque lamento que no hayamos podido estar presentes en las reuniones que se han mantenido hasta ahora. Creo que hablo también en nombre de la Gran Logia de Canarias”

LA PRIMERA MASONA DE CANARIAS

a Gran Logia Simbólica de España reivindica la memoria de la masonería femenina en Tenerife y para ello rinde tributo a la primera masona de la que se tiene constancia que hubo en la isla, la arpista Clotilde Cerdá, más conocida por su nombre artístico, Esmeralda Cervantes, e hija (posiblemente putativa) del ingeniero Ildefonso Cerdá, responsable del ensanche de Barcelona a mediados del siglo XIX, y de la pintora Clotilde Bosch. Los restos de Clotilde Cerdá descansan en el cementerio de Santa Lastenia, en la capital tinerfeña, y la idea es rendirle un homenaje.”Se ha olvidado la aportación de la mujer a la masonería. En el pasado hubo una masonería masculina y otra femenina, no estaban integradas pero ahora sí. Y esto debe de animarnos para reivindicar el trabajo que hicieron aquellas mujeres masonas”.

Saludos, aprendices, compañeros y maestros, desde este lado del ordenador

El ’señó alcarde’ habla sobre el Museo Rodin

Lunes, Diciembre 5th, 2022

Afortunadamente, y tiempo al tiempo, lo que ya se conoce como el escandalito va camino de convertirse en escandalazo Rodin aunque algo me dice que el tsunami de dimes y diretes lo veremos el año próximo y no éste que se acaba lánguidamente, augurando un futuro repleto de nubes oscuras que no, por una vez, espero que no nos eviten ver ante lo que nos jugamos.

El caso Rodin se está hinchando como un globo, poco a poco, mientras el artisteo y la periferia que lo rodea se le va quitando el miedito quizá porque algunas de estas voces están al borde de la jubilación y han dejado lo que les queda de futuro atado y bien atadio y que el 2023 es año de elecciones… que vaya uno a saber.

El caso es que sobre el escándalo del Museo Rodin ya se están publicando –aunque todavía sea a cuenta gotas– textos que firman Ramiro Carrillo y el arquitecto Federico García Barba. También se pronuncia un hombre poco dado a salir en los medios como Carlos Díaz Bertrana, quien en una entrevista con el periodista Andrés Chaves dice hoy mismo en Diario de Avisos mientras da cuenta de un steak tartar en el restaurante Los Limoneros: “El Museo Rodin es un disparate que puede acabar en malversación”.

Y esto es solo de momento, a ver si se van apuntado nuevos representantes de “nuestra cultura” y se frena que los dioses lo vean, uno de los proyectos no solo más idiotas sino incluso infames que hayamos visto en los últimos tiempos en estas islas abandonadas a su suerte… Tan feliz en su ignorancia hasta el día de ayer mientras se hunde irremisiblemente en las turbulentas aguas del océano Atlántico.

En una entrevista que publicó Diario de Avisos este domingo, 4 de diciembre, con el alcalde de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, a la pregunta que la periodista Natalia Torres de si “¿entiende las críticas al Museo Rodin?”, éste responda sin que se le caiga la cara de vergüenza:

“Los mismos que critican el Museo Rodin son los que aplauden el Museo Picasso en Málaga, o el Guggenheim. Estamos planteando un proyecto que se basa en la cultura universal, y Rodin es un símbolo de la cultura universal, y por otro lado se basa en dar otro museo más a la ciudad, y además complementarlo con un centro de interpretación de nuestras dos exposiciones de esculturas en la calle, así como darle contenido al Viera y Clavijo”.

O sea que es una forma muy habitual del señó alcarde con “r” de ratón, de echar balones fuera.

Más adelante y ante la pregunta de:

“- La crítica va también por el hecho de que en un año preelectoral se comprometan 16 millones de euros…”

Responde el señó alcarde:

“Son 16 millones que se van a amortizar en 50 o 100 años por delante. Si miramos para atrás y se ve el coste de algunas cosas que tenemos ahora con respecto al beneficio que le ha producido a la ciudad, frente al coste que tuvieron en su momento, muy alto, lo que vemos es un beneficio ilimitado a lo largo del tiempo. Es algo que viene para quedarse, esas obras se quedarán en el patrimonio municipal”.

Ojo al dato, afirma José Manuel Bermúdez que esos 16 millones de nada se amortizarán en “50 o 100 años por delante” y uno se queda descolocado… ¿Cómo? ¿50 o 100 años por delante?

En fin… Que será verdad eso que el señó alcarde nos toma por tontos. No te digo nada cuando a partir de enero del próximo año notemos el incremento en la factura del agua. No nos queda nada a los chicharreros claro que Museo Rodin al precio que sea y cómo sea… que dentro de 50 o 100 años verá la ciudad, qué digo la ciudad, la isla, el archipiélago, España, Europa entera los beneficios de unas museo que contendrá 87 copias de copias y copias del escultor francés.

Ya sin tener relación con el Museo Rodin pero sí con la Cultura de esta ciudad, el señó alcarde se manifiesta partidario de que el Organismo Autónomo de Cultura deba incorporarse al Ayuntamiento “como en su día hizo el de Deportes”. Algo que ya sospechábamos en este su blog El Escobillon cuando explicamos las razones del nombramiento en julio de este año de Francisco Clavijo Rodríguez como director general de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.

Y dicho esto pues que uno se queda como mosquiado, con esa terrible sensación de que me (nos) están tomando el pelo incluso a los que ya lo tenemos en franca retirada sobre la cabeza así que espero, porque la esperanza es lo que me mantiene en pie, que el escandalito que dejará de serlo en favor del escándalo del Museo Rodin, genere nuevos artículos, debates y sirva de ariete a una oposición que, actualmente, parece más cautiva y desarmada que nunca para frenar un proyecto millonario que por mucho que se empeñe el señó alcarde no tiene nada que ver con el Museo Picasso de Málaga ni el Guggenheim de Bilbao.

Más quisiera él, pero no.

No y no, ante un Museo Rodin que además de la fortuna que costará nace bichado y su olor a huevos podridos (muy parecido al que exhala la Refinería cuando suelta los gases) comienza a expandirse por la capital de una isla, Tenerife, que muere, cantó el trovador, en despiadada “soledad”.

Saludos, se dijo, desde este lado del ordenador

Archipiélago, una novela de Inger-Maria Malhke

Miércoles, Noviembre 30th, 2022

La literatura que se escribe en estas tierras fragmentadas no cuenta con demasiadas novelas río que nos narre la vida de varias familias y de paso de la isla que habita a través de sus diferentes generaciones. Es verdad que en los últimos años han ido apareciendo libros bajo esta premisa pero todavía sigue siendo un terreno vedado para la mayoría de los escritores y escritoras de las islas, reacios a escribir historias que requieran además de un enorme esfuerzo de documentación, talento para que los lectores no decaigan su atención en obras que, por norma general, resultan muy generosas en páginas pero poco entusiastas por enganchar el entusiasmo del lector.

Lo ha intentado con resultados más que notables una escritora alemana, Inger-Maria Mahlke con Archipiélago (Vegueta, 2022), novela que recibió el Premio Alemán del Libro 2018, que se trata de un ambicioso y complicado fresco en torno a varias familias tinerfeñas que convergen unas con otras con el paso de los años.

El estilo que ha escogido la escritora para narrar esta especie de crónica de la nada hecha pedazos es el cronológico, solo que al revés. Es decir, la novela comienza en 2015 y finaliza en 1919, un amplio arco temporal (2007, 2000, 1993, 1981, 1975, 1970,1963, 1957-58, 1950, 1944, 1936, 1935, 1929) en el que aparecen y desaparecen las distintas familias que protagonizan este ambicioso retrato político y social tinerfeño, ya que los protagonistas, abuelos, padres e hijos, e hijos, padres y abuelos, proceden de clases sociales diferenciadas.

Ante la enormidad de esta aventura, de esta odisea que es la vida, Inger-Maria Mahlke, consciente de la cantidad de personajes que maneja deja un árbol genealógico al inicio del libro con la idea de que el lector no naufrague en un texto caudaloso, bien escrito y traducido por José Aníbal Campos, traductor cubano que conoce bien las entrañas del monstruo tinerfeño porque habitó en ellas no hace demasiado tiempo, y parte de esa sustancia se refleja en una obra monumental y muy bien documentada pese a que se cuele algún desliz.

Por el libro desfilan el conflicto sahariano, con el que está tan unido sentimentalmente gran parte de la población de las islas; la corrupción urbanística, el frustrado golpe de Estado de febrero de 1981, el control del agua, la Guerra Civil y la represión, franquista, entre otros vientos de la Historia y forma cada año como capítulos de un relato común pero desvertebrado como las islas de un archipiélago.

La intención de la autora no es, sin embargo, perderse en el contexto en el que se ven envuelto los protagonistas pero tampoco cuida demasiado una trama que se dispersa y que no termina de cerrar con la determinación que uno esperaba. Con todo, Archipiélago se merece todos los respetos y algún que otro parabién porque el esfuerzo realizado es titánico y por encima de muchas cosas más, me atrevería a decir que pionero en las letras que se escriben en y sobre este archipiélago abandonado de la mano de los dioses.

A través de las diferentes familias que aparecen en la novela, Inger-Maria Mahlke trata muchos de los temas que han forjado a la capital tinerfeña como ciudad. También retrata con cierta profundidad las relaciones que se producen entre sus vecinos y los visitantes que, episódicamente, recalan en esta isla. Pasa de puntillas por algunos temas de calado en la formación de lo que podríamos denominar entidad tinerfeña pero por otro muestra sin pudor las virtudes y miserias que caracterizan a sus gentes. Lo mejor que hace la autora, en este sentido, es que no juzga a sus personajes, los retrata como lo que son, seres humanos atados a un pasado del que no terminan de liberarse.

Pese a su número páginas, supera las quinientas, y a la estructura con la que se sostiene la obra, es muy recomendable leerla por sus ambiciones, su necesidad de sintetizar la historia en la que se producen los distintos pecados familiares que lastran las vidas de sus protagonistas. Y eso que cuando no iba aún por la mitad pensé que resultaría poco posible que me sumergiera en una novela que hace relato con la ciudad en la que vivo y, al mismo, tiempo, de la isla en la que habito. Se aprecia, además, que la escritora conoce lo que escribe y que pasó largas temporadas en este territorio con seguro de sol pese a que a veces se le cuele alguna reflexión fuera de tono, equivocada porque su mirada no deja de resultar ajena.

En otras ocasiones, por el contrario, sí que sabe convencer a quien conoce la geografía física pero también humana y sentimental de los habitantes que vivimos en estas islas que forman ese Archipiélago al que pienso que se refiere la escritora: un fresco en el que pesa sobre todos los protagonistas la sombra de una discordia que no han sabido (o no han querido) resolver. Ya se sabe que pueblo chico, infierno grande, aunque la gravedad que arrastran algunos de estos clanes que radiografía a lo largo y ancho de la aventura justifique la mayor parte de las veces sus comportamientos por equivocados que resulten.

Archipiélago forma parte así de una literatura digamos que canaria que se firma con otro acento. Una curiosidad tremendamente atractiva (nos permite conocer cómo nos ven unos ojos que no son de aquí aunque sean medio de aquí) sobre un territorio fragmentado no solo en el mapa físico sino también sentimental de una población en la que todo el mundo, ay, cree que conoce la historia de su vecino. Es decir, sus grandezas y miserias pero sobre todo sus flaquezas. Esas mismas flaquezas de las que parecen que no pueden librarse para mirar al futuro cara a cara tras haber superado los pesos que lo ataban y atan a un pasado que no termina por olvidar ni por supuesto asumir.

Saludos, sin fumar espero a la novela que yo más quiero…, desde este lado del ordenador

Una mala noticia: cierra El Libro en Blanco

Miércoles, Noviembre 16th, 2022

Cuando cierra una librería algo se muere en el alma de una ciudad. Y en una ciudad demasiado acostumbrada a que desaparezca lo poco que le queda de interesante es una noticia muy triste, pero que muy triste, anunciarles el cierre de El LIbro en Blanco, una librería café que llevaba abierta en la capital tinerfeña desde agosto de 2015, inauguración de la que nos hicimos eco en este su blog El Escobillón.

Nos cuentan, tras intentar ponernos en contacto con los responsables de la librería con nulo resultado, que Miguel Alday y Carol Campos, que están o ¿estaban? al frente de El Libro en Blanco estudian la posibilidad de abrir otro establecimiento en algún punto de esta ciudad o de otra de la isla. Doy fe, sin embargo, y basta con caminar por la calle de Juan Pablo II, antes del 18 de julio, que algo falta desde hace algunos días en esa vía. De hecho, desde hace ya unos días cuelga en su fachada un cartel de “se alquila”.

El Libro en Blanco aportó la novedad de mezclar el concepto de librería con el de cafetería. Ocupaba toda una casa, con espacios divididos. En la entrada se situaba la librería convencional y la zona de bar (que servía sobre todo infusiones y bocadillos, algunos de ellos deliciosos) mientras que la parte alta se ocupaba de la sección de libros usados, colocados por materias. En este mismo espacio se localizaba un pequeño patio con algunas mesas distribuidas en la que los lectores pacientes podían disfrutar de aire libre, de un libro y de una bebida refrescante si así procedía.

La librería, un experimento, un híbrido entre libro y gastronomía, abrió sus instalaciones también a la presentación de novedades, clubes de lecturas y charlas varias. Creo de hecho que alguna tertulia más o menos fija encontró en El Libro en Blanco un lugar ideal en el que sus miembros podían reunirse.

No fue El Libro en Blanco la primera experiencia de librería café que se establecía en la isla. Hace ya un buen puñado de años se abrió en la misma capital tinerfeña, concretamente en la Rambla de Pulido, una librería bajo este mismo concepto, la librería de Frank, y en La Orotava la denominada Cafebrería Tifinagh. Es probable que haya alguna otra pero se nos escapa mientras escribimos estas líneas, apresuradas como siempre.

Huelga decir, y por eso mismo lo decimos, que lamentamos el cierre de El Libro en Blanco y que notaremos en falta el asesoramiento que como libreros ejercían Miguel Aldai y Carol Campos, que se encontraban al frente de un espacio que tras el confinamiento le costó mucho levantar cabeza, aunque así lo hicieron, levantar cabeza, pese a que las circunstancia resultaran tan adversas.

El caso es que El Libro en Blanco ha cerrado. Aunque ese cerrado solo sea momentáneo hasta que descubramos que ha abierto en otro sitio, en otro lugar, en otro mundo si quieren aunque de momento y como ya se dijo al principio, tenga esa melancólica sensación de que cuando cierra una librería algo muere en el alma de una ciudad.

Saludos, mil gracias por los servicios prestados, desde este lado del ordenador

Fernando Delgado: “Vivimos en unos tiempos trastornadillos”

Lunes, Septiembre 26th, 2022

Autor de una de las mejores novelas escritas sobre Santa Cruz de Tenerife, Ciertas personas, junto a La ciudad tiene otra cara, de Luis Gálvez Monreal, Guad, de Alfonso García-Ramos y Los puercos de Circe, de Luis Alemany, Fernando Delgado (Santa Cruz de Tenerife, 1947) publica la primera entrega de sus memorias de infancia y juventud con el título de De la radio a las letras (Nectarina, 2022), un libro en el que repasa un tiempo pasado teñido por la nostalgia.

Estos recuerdos, dispersos como son todos los recuerdos que recuperamos, toman el pulso a una ciudad a través de una serie de personas que contribuyeron a cimentar en su momento lo que se conoce como esplendor intelectual chicharrero. Un esplendor que tuvo pero no retuvo la capital tinerfeña.

El escritor y periodista tenía previsto presentar este libro hoy, lunes, 26 de septiembre, en el Círculo de la Amistad XII de enero, en Santa Cruz de Tenerife, pero las condiciones climatológicas han obligado a aplazar un acto en el que también estarían Alberto Omar, el periodista y escritor Juan Cruz y el portavoz y consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, Julio Pérez.

Fernando Delgado es autor de una importante producción literaria en la que se encuentran título como Tachero y Exterminio en Lastenia a novelas que lo han consolidado como escritor y entre las que se encuentran La mirada del otro, por la que recibió el premio Planeta 1995; Sus ojos en mí, que obtuvo el premio Azorín en 2015 y ahora Todos muertos, una sátira demoledora contra el mundo que vivimos. Ese mundo que para el escritor y periodista anda ahora mismo “trastornadillo”.

- Escribe De la radio a las letras…

“En realidad se trata de un ejercicio de memoria que surgió cuando me encontraba en una clínica. Me ha gustado mucho este ejercicio de la memoria porque lo fue también de la lectura y de no quedarme solo en la descripción de hechos ni de la sospecha, esa misma sospecha que solo contribuye al ruido mediático que nos impide pensar. Por ejemplo, recuerdo ahora cómo Juan Benet, que detestaba, despreciaba la obra de Benito Pérez Galdós, unos días en los que estábamos juntos paseando por las calles de Las Palmas de Gran Canaria, se detuvo, entró en una tienda de anticuarios y adquirió con remilgos una estatua del escritor que prometió regalarme pero murió y no sé qué fue de la escultura”.

- ¿Y usted coincide con Juan Benet en su desprecio a la obra de Galdós?

“No, no… Galdós fue y sigue siendo un gran escritor al que hay que leer. Un maestro verdadero de nuestras islas y de nuestro país. Fue un personaje extraordinario”.

- Estas memorias que ahora publica son de infancia y juventud. ¿Las habrá de madurez?

“Por supuesto”.

- En estas memorias reivindica el patio, ese mismo patio que me hizo recordar la canción infantil.
..
“Para los que son de mi quinta y que nacieron en Santa Cruz de Tenerife el patio fue siempre una posesión común, sobre todo para los que vivieron en casas terreras, como era la mía. También los portales de aquellas modestas arquitecturas que volví a reconocer, y me emocionaron grandemente, en algunas ciudades y pueblos de nuestra América”.

- ¿Y cuáles son sus primeros recuerdos?

“Entre mis primeros recuerdos está el frescor del suelo del patio, siempre el patio, de mi casa. Y yo gateando. Cruzaba entonces del territorio de una manta que ponían en el suelo para preservarme del frío y de la eventual suciedad, y me expandía por todo el patio. En aquel patio preponderaban las helechas, las begonias, las varas de San José, que florecían por marzo; los anturios o las clavelinas que mi abuela cuidaba con sus riegos tempraneros y que estaban exultante todo el año con sus colores diferentes. El patio me servía también para aprovechar los accidentes naturales del suelo, las grietas que el tiempo había formado y que yo representaba como calles imaginarias por donde solía pasear los cochecitos que podía comprar en la plaza de Weyler por dos pesetas y entre los que recuerdo con especial cariño las guaguas, las guaguas de dos pisos que nunca tuvimos en Tenerife. Las líneas urbanas que había entonces en Santa Cruz eran escasas y yo repetía en aquellas grietas los itinerarios y pregonaba los destinos como lo pregonaban los cobradores”.

– En el libro evoca el momento en que entra en la radio, donde entra por su voz.

“Hasta los catorce años mi bachillerato fue elemental, después pase al superior y más tarde marché a la Escuela de Magisterio. Estudié también en el Colegio Tinerfeño Balear y en la Universidad de La Laguna. Más tarde, me trasladé a Madrid. En los años de adolescencia tuve un maestro, el esposo de mi madrina, Rafael Granados, un hombre extraordinario, que fue quien me propuso acercarme a la radio, Radio Juventud de Canarias, donde coincidí con Ignacio García de Talavera. Tendría como unos dieciséis años”.

-¿Qué tipo de programas realizaba?

“Era locutor y después creo que tuve algunos programas pero ya no me acuerdo de cuáles pero sí que aprendí mucho con todos”.

- ¿Y cuándo da el salto a Radio Nacional de España?

“Fue tras superar unas oposiciones cuando ingresé en RNE. Y encantado de la vida”.

- Cuenta en sus memorias que vivía muy cerca de la calle de Miraflores.

“Pasé por aquella calle, que era la calle de las putas, pero yo iba con mucho miedo porque de pequeño fui un chico muy religioso”.

– ¿Y qué sensaciones tiene de la capital tinerfeña cuando camina de nuevo por las calles de su infancia?

“La veo trastornada pero igual de trastornada que otras ciudades y pueblos de España. Estamos trastornadillo”.

- ¿Trastornadillos?

“Trastornadillos porque la vida la tenemos ahora bastante apagada, desde las clases, desde las tradiciones, desde las escrituras pero también desde la política esto está esto un poco trastornado”.

- Trastornadillo.

“Sí, mejor trastornadillo”.

- En De la radio a las letras incluye al final una serie de retratos de personas que influyeron notablemente en usted como Vicente Aleixandre, Fernando Fernán Gómez, Terenci Moix, Domingo Pérez Minik…

“Domingo Pérez Minik fue mi padre de un modo muy generoso. Éramos muy jovencitos Juan Cruz y yo, y estábamos muy vinculados a él y él con nosotros. Paseábamos juntos hasta el Puerto y más tarde, cuando iba a Madrid, nos vimos mucho también. Fue un hombre extraordinario”.

- Leo que se define como un periodista capaz de escribir novelas. ¿Hay periodistas que son incapaces de escribirlas?

“Los hay que son capaces y otros que no. Estos últimos solo se consideran periodistas pero luego están los otros, ese grupo en el que estoy metido, que son capaces de hacer las dos cosas”.

– Antes hablábamos que vivimos unos tiempos trastornadillos, ¿parte de ese trastorno lo refleja en su última novela, Todos muertos?

“En este libro lo que el lector encontrará es un territorio entre la inteligencia y la jodienda”.

- ¿Y hasta que punto su estilo literario ha quedado condicionado por su actividad como periodista?

“El estilo literario lo he vivido desde el periodismo y casi, casi, estuvo ahí desde el inicio de mi narrativa, que parte de mis vivencias. En estos momentos preparo una serie de textos con los que puedo retrotraerme y pronto se publicará un libro de poema…”

– Soy sin ser (desde lo vivido a lo pintado).

- Sí, ese es el título, que publica Pre-Textos.

- ¿Tiene Fernando Delgado un proceso de creación?

“Lo tuve pero ya no lo tengo, lo he perdido. A mi edad, 75 años, creo que de la noche que me queda de aquí al día esto va a estar muy jodido pero bueno a lo mejor desaparezco… ¿sabes?”

Saludos, un libro, recuerdos, desde este lado del ordenador