Archive for Agosto, 2011

Harvey Pekar regresa de la tumba

Jueves, Agosto 4th, 2011

A Harvey Pekar tendrían que levantarle un monumento. Y a Robert Crumb, que fue su descubridor.

El protagonista de la serie de cómic American Splendor regresa a España con The Beats –en una feliz recuperación de 451 Editores – para contarnos qué fue de aquella generación a la que le gustaba el jazz, la fiesta y los excesos y cuya tricefalia formaron: Jack Kerouac, Allen Ginsberg y William S. Burroughs.

El tebeo de Pekar, The Beats, está dibujado por Ed Pistor.

Sus ilustraciones son atractivas por distantes e ¿irónicamente? ingenuas. A mi me parecen que van directas al grano.

The Beats de Pekar nos cuenta la biografía de sus tres mosqueteros, pero también la de algunos que contribuyeron a generar aquella moda. El volumen incluye además otras historietas que no están firmadas por Pekar ni dibujadas por Piskor, así que podían haber prescindido de ellas. Dan una visión demasiado totonrrona por pretensiosa de hacia donde va el underground norteamericano actual. 

Así que sin contar con esta aportación, The Beats es una excelente historieta que sabe despertar el lagarto que llevamos dentro para volver a enfrentarte  a Burroughs. El mejor del grupo por solo una novela: Yonki.

En la página 82 de The Beats se lee: “Cuando Carr se fue para asistir a Columbia, Kammerer y Burroughs le siguieron. Su trabajo como exterminador los llevó  algunos de los lugares sórdidos sobre los que había leído en un libro que le afectó mucho, You can’t win, de Jack Black. Estaba listo para pasar a otra cosas.”

Saludos, inquietos, desde este lado del ordenador.

Verdades marxistas (Diálogos de cine)

Miércoles, Agosto 3rd, 2011

Del filme Una noche en la ópera (Sam Wood, 1935)

GROUCHO MARX: Haga el favor de poner atención en la primera cláusula porque es muy importante. Dice que… la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte. ¿Qué tal, está muy bien, eh?

CHICO MARX: No, eso no está bien.

GROUCHO MARX: ¿Por qué no está bien?

CHICO MARX: No lo sé, quisiera volver a oírlo.

GROUCHO MARX: Dice que… la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte.

CHICO MARX: Esta vez parece que suena mejor.

GROUCHO MARX: A todo se acostumbra uno. Si usted quiere lo leo otra vez.

CHICO MARX: Tan sólo la primera parte.

GROUCHO MARX: ¿Sobre la parte contratante de la primera parte?

CHICO MARX: No, sólo la parte de la parte contratante de la primera parte.

GROUCHO MARX: Dice que… la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte, y la parte contratante de la primera parte será considerada en este contrato… Oiga, ¿por qué hemos de pelearnos por una tontería como ésta? La cortamos.

CHICO MARX: Sí, es demasiado largo. ¿Qué es lo que nos queda ahora?

GROUCHO MARX: Más de medio metro todavía. Dice ahora… la parte contratante de la segunda parte será considerada como la parte contratante de la segunda parte.

CHICO MARX: Eso si que no me gusta nada.

GROUCHO MARX: ¿Qué le encuentra?

CHICO MARX: Nunca segundas partes fueron buenas.

Saludos, y dos huevos duros, desde este lado del ordenador.

En torno al cierre de ‘El baile y las cadenas’

Martes, Agosto 2nd, 2011

Nos aseguran que el cierre de El baile y las cadenas, que hasta hace unos pocos días administraba Javier González de Durana, no ha sido provocado por una conjura judeo masónica, ni siniestras maquinaciones políticas ya que, nos informan, se le sugirió en su día al propio de Durana que podía continuar con el blog por libre (es decir, que fuese suyo, sin estar atado ya a las responsabilidades directivas de Tenerife Espacio de las Artes, TEA).

El caso, nos cuentan, es que de Durana declinó esta oferta al explicar que estudia poner en marcha otro blog cuando asuma su responsabilidad al frente del Museo Balenciaga.

Es preciso recordar que El baile y las cadenas nació como un blog del director artístico de TEA pero no como un blog personal de Javier González de Durana, así que ante el actual vacío de poder en TEA, todo indica, o todo quiere hacer indicar, que ésta fue, y no otra, la razón que ha motivado su cierre.

Otra cuestión es que esta decisión pase a la historia por su notable ausencia de diplomacia, también de como no saber medir los tiempos, más si tenemos en cuenta que el ya ex director artístico de TEA dejó su cargó a finales de julio.

Es decir, hace apenas escasos días.

En El escobillón nos planteamos en un post anterior qué iba a pasar con El baile y las cadenas una vez que de Durana anunciase su marcha. En ese comenatrio llegamos incluso a especular que o lo cerraba o lo dejaba en otras manos, claro que nunca imaginamos lo que iba a significar y suscitar su pronta desaparición.

Personalmente, quien les escribe va a notar muy en falta esta bitácora cuyo futuro depende ahora de quien asuma la dirección artística de TEA –o de como quede configurada la dirección artística de TEA en otoño de este año, que esa es otra historia–, ya que el nuevo responsable, sea él o ella (o sean ellos o ellas, que esa es otra historia) decida o decidan qué hacer con el blog.

Si continúa esta feliz experiencia es un suponer que la bitácora cambiará de nombre aunque sospecho que tras la ventolera desatada estos días con El baile y las cadenas no haya demasiado entusiasmo ni voluntad para repetir esta experiencia.

Saludos, a los Sucedió una noche, desde este lado del ordenador.

Más cínico, imposible… (diálogos de cine)

Lunes, Agosto 1st, 2011

Burt Lancaster a Gary Cooper en Veracruz (Robert Aldrich, 1954)

“¡Ben Trainer, amigo mío! Me recuerdas mucho a mi padre adoptivo. Se cargó a mi verdadero padre después de jugar con él una partida de póquer. Y le dio tanta lástima de mí que me adoptó. ¡Era un buen tipo mi padre adoptivo! Solía aconsejarme: muchacho, no te fíes ni de quien tengas que fiarte. Tenía razón el viejo: me lo cargué por la espalda en cuanto aprendí a usar el revólver. Ahora que me doy cuenta, eres el primero al que cuento mi vida. ¡Ben Trainer, amigo mío! Creo que te aprecio. ¿No te dije nunca que me recuerdas a mi padre adoptivo?”

Saludos, bang, bang, bang, desde este lado del ordenador.