Archive for Septiembre, 2017

Víctor Ramírez: “Lo mío con la literatura fue puro azar”

Martes, Septiembre 19th, 2017

La editorial Mercurio ha publicado recientemente dos libros de Víctor Ramírez (Las Palmas de Gran Canaria, 1944). Con el título de Contracorriente. Reflexiones a vuela pluma [1], el escritor recoge una serie de artículos y reflexiones que publicó en 2003 en la revista AKN, y reedita la novela La machanguita, que publicó hace siete años.

Junto a estos dos libros, el escritor anuncia en esta entrevista que pronto aparecerá la novela Guirres sin alas, de la que circula una pequeña edición, entre otras obras.

Víctor Ramírez comenta en esta entrevista que llegó a la literatura por azar aunque desde ese momento, a finales de los años setenta, no ha dejado de producir una literatura muy personal entre la que destacan novelas como Nos dejaron al muerto, que cuenta con una estimable adaptación cinematográfica que con el título de La caja fue dirigida por Juan Carlos Falcón; Arena rubia y Largo oscuro origen. Sus cuentos han sido recopilados en volúmenes como El arranque y La piedra del camino, entre otros, y es autor de obras de teatro, artículos periodísticos y canciones.



-Usted no para de escribir.

“Me pregunto cuando miró hacia atrás de donde sacaba el tiempo y la energía porque nadie me ayudó. También de donde sacaba los contenidos de los libros aunque lo que más me sorprende es la tenacidad que tenía para seguir adelante, para continuar escribiendo. Yo digo que he vivido de la literatura y de la música, tengo 150 canciones mejicanas escritas, pero que no he estado sometido a la música y a la literatura porque las amo y he sido correspondido por ellas, que es lo más importante.”

- Pero son tanto sus libros entre novelas, artículos, teatro, cuentos… ¿Qué pretende transmitir con todos ellos?

“Los libros se emancipan para pertenecer al lector y en mi caso, propiamente como escritor, lo que se quería era señalar y no denunciar porque ¿denunciar ante quién?, ¿ante un pueblo al que llamo condenado desde la cuna a la ignorancia, a la alienación, a aprender solo lo que nos hace daño, lo que no nos beneficia ni nos ilusiona? Hoy se va a las aulas para ser un ignorante.”

- ¿Pero por qué dice eso?

“Porque no se enseña nada de Canarias y lo poco que existe está deformado totalmente.”

-Algo habrán cambiado las cosas, ¿no cree?

“No, en absoluto. En todo caso han cambiado pero para peor. ¿Sabe lo triste que que es ver como mis nietos van al colegio a perjudicarse? Y lo digo yo, que fui un maestro que impartió todas las asignaturas y a todas las edades, por eso digo que lo de ahora es peor… Ese miedo que tenemos, ese miedo a morir, a que vienen los moros es pura alienación. ¿Quién manda ahora? ¿Los alemanes? Siempre es igual, no hay capacidad para la responsabilidad.”

- Miedo tenemos todos, seamos o no canarios.

“Ese mal está extendido pero yo tengo que hablar de esa humanidad a la que pertenezco, que es Canarias.”

- ¿Y España?

“Yo soy canario y no odio a España porque ¡cómo voy a odiar a un pueblo que tiene una Historia tan machacada! Yo lo que hago es pronunciarme con decoro y compasión.”

- ¿Recuerda cuándo sintió la llamada de la literatura?

“Lo mío con la literatura fue puro azar, no la busqué sino que la encontré y supe aprovechar la ocasión. Cada cual arrastra su sombra eran unos folios que escribí recién casado y con mi hijo sentado entre las rodillas frente a la máquina de escribir que no llegué a romper. Un día, era a principio de los setenta, me encontré en Agaete con Juan Jesús Armas Marcelo y me dijo que iba a montar una editorial y le comenté que tenía unas cosas escritas y pasado el tiempo fui a visitarlo a su casa con unas cuantas páginas con la idea de no volver a escribir porque todo esto coincidió con que había aprobado las oposiciones. La historia es que en otro encuentro con Armas Marcelo está discutiendo con Eugenio Padorno, con quien tenía la editorial, porque Eugenio no terminaba de creerse las alabanzas que le dedicaba a Cada cual arrastra su sombra y El arranque. No se le metía en la cabeza que una persona a la que le gustaba el fútbol pudiera escribir medianamente bien.”

- ¿Y?

“Pues que Armas Marcelo me dijo que lo preparara para publicarlo y lo hice, uní dos historia, las amplié y se lo entregué y una vez publicado el libro los comentarios fueron muy buenos desde el principio pero la sorpresa más grande fue conocer que Isaac de Vega, no sé cómo le llegó un ejemplar, escribió un artículo en el que decía que Cada cual arrastra su sombra era una novela de bomba retardada.”

- Antes decía que no quería escribir más.

“Eso fue a principio de los años setenta. No quería escribir pero me ofrecieron que colaborase en la antología Aislada órbita, y escribí muy deprisa un cuento pero no deseaba escribir más. Me pasó lo mismo con la segunda tanda de cuentos, que los escribí obligado.”

- Parece que no querían que dejase de escribir.

“Después de dejar un trabajo de los dos que tenía tuve la mala suerte que fue buena al final de no trabajar por las mañanas, por lo que me entretenía escribiendo aunque no estaba muy a gusto hasta que se me apareció la imagen de un muerto y escribí Nos dejaron el muerto, que en principio iba a ser una historia corta. El caso es que continué escribiendo cuentos hasta que El Diario de Las Palmas me ofreció llevar unas páginas literarias en las que publicaba novelas y artículos. ¡Qué hubiera sido de mi vida sin El Diario de Las Palmas!

- ¿Le gusta hablar de sus libros?

“No, no me gusta porque es que ni me acuerdo de ellos muchas veces.”

¿Y de cómo se manifiesta a través de ellos?

“Yo me manifiesto públicamente a través de la literatura de cuatro maneras. La primera es didáctica, ya que cuento con libros de Lengua y Literatura de tercero y cuarto de la ESO en los que procuro y consigo un lenguaje que hace atractiva la lectura porque memorizar, se memorizan textos pero ningún libro que conozco ayuda a amar la lectura. Y aún hablando de la teoría en estos libros de texto utilizo la estrategia del Catecismo, una pregunta concreta y una respuesta concreta por lo que en vez de introducir un contenido de cincuenta renglones, propongo preguntas y respuestas para que se vayan recordando y se relacionen. Cuidaba el lenguaje didáctico para hacerlo asequible y atractivo con el fin de que el alumno aprendiese lo que tenía que aprender en cada asignatura. Luego está el lenguaje imaginativo, donde me dejó llevar por lo que se me ocurre, lo que sea aunque parezca mentira y también está el lenguaje reflexivo, que es el que utilizo en los artículos y el lenguaje musical. Con esto intento adecuar el texto que construyo a lo didáctico, imaginario, reflexivo y comprometido, y al musical.”

¿Y en cuál se siente más cómodo?

“En todos aunque en el reflexivo a veces me tengo que autocensurar.”

- ¿Por qué?

“Porque una simple palabra puede fastidiar el artículo. Una vez escribí uno sobre una persona muy rica y con un poder tremendo a quien llamé anoréxico, anoréxico a nivel moral y me llamaron del periódico en el que entonces colaboraba para que sustituyera esa palabra por otra, y les dije que pusieran aléxico, que es peor.”

- ¿Echa de menos no escribir en los periódicos?

“No, ya estoy viejo. Hoy, como siento yo la realidad, no hubiese escrito el 80 por ciento de lo que he escrito porque el desánimo que tengo es tremendo. En aquel tiempo parecía que se podía respirar un poquito de posibilidades y dignidad pero ya no, en ninguna parte.”

- ¿Se ha sentido acosado entonces?

“No, no, al contrario, he tenido mucha suerte aunque despidieron al director de un periódico por uno de mis artículos y de ahí salió El paraíso podrido.”

- ¿Hay alguna novela canaria que le haya marcado?

“Ninguna. En mi discurso de ingreso a la Academia Canaria dije que en Canarias a lo máximo que ha llegado el escritor honesto es a servirse de la verdad y a dejar un testimonio veraz de situaciones y personajes señalando los síntomas pero nunca al agente patógeno, que se llama poder español. Y ese ultra colonialismo no ha dejado ninguna seña distintiva digna en la que poder ampararnos. Ni un idioma ni una especie de religión, algo distinto, pero no hay nada. Un cónsul británico escribió a mediados del siglo XIX su visión de Canarias destacando, entre otras cosas, la miseria absoluta de unas islas en la que abundaba gente que no quería trabajar sino mendigar. Que quería mendigar o vivir de la caridad, también huir del
archipiélago. El cónsul no se explicaba esta situación salvo que ese pueblo, el canario, había perdido la esperanza.”

- ¿Y escritores?

“ He recurrido a testigos fidedignos como Alonso Quesada, quien llegó a escribir que se sentía persona cuando se mezclaba en el puerto con los pasajeros que bajaban de los barcos. Yo he aprendido también de la honradez de los testimonios de autores como Isaac de Vega y Rafael Arozarena por lo que cuando me encontré que podía utilizar públicamente la palabra, la puse al servicio de lo que creo.”

Saludos, you see tomorrow, desde este lado del ordenador.

Don Julio Camba escribe unas palabras sobre Santa Cruz de Tenerife

Lunes, Septiembre 18th, 2017

Julio Camba (Villanueva de Arosa, Pontevedra, 1884 – Madrid, 1962) es uno de los mejores articulistas españoles aunque por eso de la desmemoria hoy es un perfecto desconocido lo que exige una urgente recuperación.

Afortunadamente, aún se pueden encontrar muchos de sus libros, la mayoría editados por la ya mítica colección Austral de Espasa Calpe y en la que Julio Camba volcó su talento en una serie de artículos cortos que destacan por su ingenio, capacidad de observación y sentido del humor.

Entre otras obras, Julio Camba es autor de los interesantes y divertidos libros de viaje Londres y Alemania, impresiones de un español, que publicó en 1916; La rana viajera (1920); el excelente libro gastronómico La casa de Lúculo o el arte de comer (1920) y reflexiones sobre economía, aunque esceritas para todos los públicos, en Aventuras de una peseta (1923) y Millones al horno (1958), entre otros.

El escritor y periodista dio un interesante aviso de su estancia en Santa Cruz de Tenerife en uno de sus artículos, un breve texto en el que ofrece sus impresiones sobre lo que observaba desde la cubierta del barco.

“Era Santa Cruz de Tenerife. Serían a la sazón las nueve de la mañana y hasta media tardé no llegamos a puerto. Sin embargo, aquello nos llenó de alegría y nos proporcionó un agradable entretenimiento. Arrimados a la toldilla
del buque, íbamos observando cómo se concretaba poco a poco la vaguedad de la primera visión, cómo la nube se iba convirtiendo en tierra, cómo el color azul iba tomándose amarillento y salpicándose de motas blancas. El pico de Tenerife, coronado de nieve, se perdía en el cielo. En cuanto al puerto de Santa Cruz, me pareció uno de esos prodigios que hacen los confiteros en las tartas familiares y onomásticas.”

Julio Camba explica que permanecieron en el puerto pero sin salir del barco “unas cuantas horas” y describe “la infinidad de pequeñas barquillas” que rodean a la nave con vendedores que ofrecían a los tripulantes “paquetes de tabaco,
cerillas, refrescos, higos, plátanos y naranjas.”

Próximo el amanecer, el escritor se despide de la ciudad y de la isla con cierta tristeza y describe como poco a poco “los colores fueron desvaneciéndose en una misma nota vaga y azul, y, por último, la noche los recogió en su oscuro seno, como recoge a las nubes del crepúsculo.”

Julio Camba reflejó durante la Guerra Civil en sus crónicas sus simpatías por el bando franquista, artículos que se publican en el ABC de Sevilla. A lo largo de su vida colaboró en diarios como Arriba y La Vanguardia.

En 1949 fijó su residencia en el Hotel Palace de Madrid hasta su muerte, que se produjo el 28 de febrero de 1962.

Saludos, ovación, desde este lado del ordenador.

Jesús Díaz Armas obtiene el Premio de Poesía Pedro García Cabrera

Jueves, Septiembre 14th, 2017

Umbral de la primera ola, del escritor y filólogo Jesús Díaz Armas, ha obtenido el Premio de Poesía Pedro García Cabrera 2017, que convoca la Fundación CajaCanarias y que está dotado con 3.000 euros más la publicación de la obra.

Jesús Díaz Armas es traductor de poesía, suya es la versión de Vida fiel a la vida, de Mario Luzi, publicada en español por Galaxia Gutenberg en 2009, así como de otros autores italianos como Aldo Palazzesch y Antonio Prete. Jesús Díaz Armas es miembro del Taller de Traducción Literaria de la Universidad de La Laguna y Umbral de la primera ola es su primer poemario.

El jurado del premio Pedro García Cabrera 2017 estuvo formado por la catedrática de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Las Palmas, Alicia Llarena; el poeta y escritor Rafael José-Díaz y el director de la Fundación César Manrique, Fernando Gómez Aguilera.

Saludos, tarde, desde este lado del ordenador.

Orquídeas muy poco negras

Miércoles, Septiembre 13th, 2017

Orquídeas negras es una novela de Juan Bolea que publicó Espasa Calpe en 2010 y que este año ha reeditado Reino de Cordelia y que cayó en mis manos recientemente con el atractivo, me dijeron, de que transcurre en la isla de El Hierro.

La novela, efectivamente, transcurre en la isla de El Hierro, escenario en el que se desarrolla una rocambolesca historia en clave de suspense con una mujer fatal, fatal, que a medida que se lee y se digiere más que interés procura una amarga indignación.

Indignación porque es un relato malo, muy en la línea de Fuego en el cuerpo pero sin el encanto del filme de Lawrence Kasdan e indignación porque parece que está escrita para pibes a los que con obras como ésta no se les acerca, precisamente, a la lectura.

La historia es la de un vulcanólogo que llega a la isla de El Hierro por motivos de trabajo. Allí conoce a un veterano director de cine retirado, a su bellísima mujer y al grupo de extravagantes personajes que lo rodea, lo que incluye un loro.

Con esos personajes y en esa geografía moldeada por las lavas de los volcanes herreños, se describe una tórrida relación más que amorosa sexual, y un crimen cuya solución no sorprenderá a nadie que se haya iniciado en este tipo de literatura. Sobre todo si ha leído a los clásicos, y cuando se escribe clásico se refiere a James M. Cain, que sí sabía urdir tramas muy sexuales en la línea que Alexis Ravelo califica con buen tino de sangre y semen.

Sexo hay en Orquídeas negras, pero poco más en esta imprescindible lectura que cuenta no obstante con el atractivo de desarrollarse en una isla de El Hierro a la que se pinta con una exótica belleza.

Desafortunadamente, la novela se queda solo con el paisaje de la isla, geografía que no integra en el desarrollo de un delirante relato en el que se prescinde del retrato de personajes y mucho menos de radiografiar el carácter de los habitantes de la isla, quienes por distantes parecen más mutantes lovecraftianos.

No hay entusiasmo por parte de Juan Bolea en explorar otras situaciones que no sean las que confluyen en ese previsible asesinato que se cuenta muy al final y a los absurdos finales con los que termina una novela que, previamente, no ha sabido capturar al lector en su tela de araña.

Después de Orquídeas negras es poco probable que vuelva acercarme a una nueva novela de Juan Bolea. Un escritor que cuenta ya con una obra respetable de la que empiezo a dudar tras leer estas pobres y secas Orquídeas negras.

Saludos, el mar, desde este lado del ordenador.

Fernando Aramburu: “Patria tiene en español una acepción con sabor a cuartelero y nazi”

Martes, Septiembre 12th, 2017

Fernando Aramburu Irigoyen (San Sebastián, 1959) presentó Patria en la Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife, una novela que se ha convertido en un auténtico fenómeno de ventas en un país al que las encuestas han acostumbrado a decir que no lee, pero que sin embargo algo debe de leer si se tiene en cuenta que ya lleva vendidas más de quince ediciones.

Algo tiene Patria que ha unificado por una vez la opinión de críticos y lectores, y ese algo puede ser el sobresaliente retrato humano que propone el escritor para contar una historia muy pegada a la realidad: cómo afectó el terrorismo la convivencia de los mismos vascos y al resto de la sociedad española.

Novela sin orden cronológico pero perfectamente seguible y protagonizada por nueve personajes, cada uno de ellos con voz propia, Patria comienza el día en que ETA anuncia el abandono de las armas en un cementerio donde uno de los cuatro personajes femeninos, Bittori, le cuenta a la tumba de su marido asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron. Otras novelas de Fernando Aramburu, impulsor de la publicación de las Obras completas de Félix Francisco Casanova (Santa Cruz de La Palma, 1956 – Santa Cruz de Tenerife, 1976) este año en Demipage son Vida de un piojo llamado Matías, El trompetista del Utopía, Ávidas pretensiones y Viaje con Clara por Alemania.

- Patria es el único de sus libros que no tiene un título compuesto.

“Es verdad que no había publicado antes un título con una sola palabra pero titular esta novela como Patria fue una decisión arbitraria como tantas otras en tu vida, aunque cuando las conviertes en práctica se hacen normas.”

- ¿Y por qué Patria?

“Porque fue lo primero que escribí, Patria, si bien el significado tiene connotaciones que no siempre son positivas en la lengua española, que la define con cierto sabor cuartelero o, como yo la he vivido, con cierto regusto nazi, bastante nazi he dicho. Esta fue una de las razones por las que el editor de la novela en alemán y yo acordamos que se publique en esta lengua con la palabra en español ya que traducido literariamente sonaba mal. Patria, de todos modos, tiene otras acepciones, algunas de ellas amables porque tiene relación con el espacio del que venimos, que es donde nacimos, sentimos y donde probablemente también nos enseñaron a leer, a leer el primer verso quizás. Esta vinculación con un espacio es perfectamente natural en el ser humano se quiera o no y esa acepción de Patria me parece amable; luego hay otras, cuando sacraliza ese espacio y lo convierte en una utopía, en un objetivo a cumplir a toda costa e imponiendo un filtro por el que solo pasan determinados ciudadanos con, pongamos de ejemplo, ojos oscuros y que son los genuinos porque tienen también el color de piel obligatorio. Creo que éstas y otras acepciones están incluidas en mi novela, como esa Patria vasca en la que a unos personajes les ocurren cosas. Algunas agradables y otras desagradables.”

- Pero sintió la necesidad de escribir escribir esta novela.

“Tuve una necesidad imperiosa de expresarme y compartir con los posibles lectores historias y sensaciones. Algunas de ellas con un componente muy doloroso porque he vivido cerca de ese mundo de víctimas y agresores. De personas que vivieron asustadas y de otras que fueron solidarias.”

- En la novela, tienen mucho peso los personajes femeninos, todos ellos muy por encima de los masculinos.

“En Patria hay nueve personajes y como quien coloca las piezas del tablero de ajedrez, cuatro son mujeres. Cuatro mujeres con mucho carácter porque conozco esa cultura de la mujer que gobierna la casa y decide aunque tenga un problema relativo porque es la que se dedica al hogar. Estos personajes no son fruto de la fantasía sino que están sacados de mi experiencia personal, de mi experiencia directa cuando vivía en el País Vasco.”

- Además de la madre, otro elemento que cuestiona en la novela es el papel que ha desarrollado la Iglesia en la sociedad vasca.

“La novela no va en contra de la Iglesia sino contra un sacerdote en concreto que es capaz de defender la violencia pero no todos los curas vascos son así.”

- Cuentan que cuando inicia una novela y llega a la página 50 es el momento en el que decide si seguir o no con ella. ¿Cuándo le pasó con Patria?

“Para entender porque hago estas cosas hay que entender el tipo de persona y escritor que soy. Soy una persona muy meticulosa en el trabajo y manejo una serie de normas, una de ellas es que si llegó a la página 50 es que la voy a terminar y ese es el momento en el que ya no puedo echarme atrás ni plantearme qué voy a hacer si me aburro con ella. Ahora mismo no recuerdo exactamente en que momento me pasó con Patria porque no escribo con un orden cronológico pero sí que pienso siempre en el lector. Procedo de una familia de gente humilde y trabajadora en la que me inculcaron la idea de terminar lo que se empieza. Así que cuando escribo y para evitar la tentación de navegar por Internet, me aplico un tratamiento de foca de circo que consiste en darme pequeños respiros durante el trabajo y hacer en ese momento lo que me viene en gana, por lo que al final del día siempre produzco algo, aunque sea poco.”

- Después del título, ¿qué vino antes, la estructura o los personajes?

“Los personajes son lo primero que trabajo porque con ellos tengo la mitad del camino hecho. Luego viene la estructura porque es muy importante. En el caso de Patria tenía tantos personajes que no me pareció aceptable seguir una tradición cronológica, así que me pregunté cómo podría contarla y decidí utilizar la técnica que otorga a cada personaje que sea el soporte de la novela y que sus acciones no tuvieran que ser consecutivas en el tiempo. Y me fue muy útil porque el objetivo era escribir un historia general a través de sus protagonistas. Tenía en la pared mientras la escribía los nombres de los personajes y los capítulos que protagonizarían cada uno de ellos y la escribí así y así fu avanzando. Me permitió poder condensar una novela en la que los narradores intervienen en el momento en que tienen un pensamiento o cosas que decir. Y respeté la voz de cada uno de ellos con sus defectos, ateniéndome a su personalidad y respetando su propio lenguaje lo que hace que el texto sea consciente de que se sirve de ellos para sustentar la narración que trata de ser literaria y creativa.”

- ¿Por cuál de estos nueve personajes siente debilidad?

“No creo, al menos es mi caso, que el escritor se meta en la piel de nadie. El escritor maneja palabras y no personajes reales aunque mi aspiración es lograr que el lector lo olvide y se monte su propia película en la cabeza a través de los símbolos que les doy y que forman parte del territorio de la ficción. Mientras escribía Patria me dejé arrastrar en varias ocasiones por lo que contaba, historias muy tristes que me pedían que descansara, tomara un café para más tarde volver al trabajo. Y sí, tengo una relación bastante personal con Arantxa porque me dio muchas alegrías a pesar de que tiene un destino muy cruel en el libro pero no deja de ser por ello un personaje positivo, que aprender a pesar de sus limitaciones a expresarse y luchar para que los demás se comuniquen. Sí, tengo una relación muy especial con Arantxa.”

- ¿Y cómo lleva el éxito con esta novela?

“No se puede evitar aunque el éxito no estaba presente durante mi trabajo, mientras estaba en mi escribiéndola. El escritor lo que hace cuando termina el libro es enviarlo al editor que será quien la convierta en un libro, un producto, aunque aún en este proceso puedo tomar la penúltima decisión, que es escoger la cubierta del libro y recomendar al editor, como fue el caso de Patria, que sustituyera la letra que tenía al principio, minúscula, por otra con un tamaño más grande y me hizo caso. Llegado a este punto, el escritor ya no puede hacer nada más y el libro deja de ser tuyo para ser de los lectores. Yo trabajo con palabras por lo que lo máximo a lo que puedo llegar es a recibir el agradecimiento de la gente, la opiniones de los que han dedicado parte de su tiempo a leer el libro porque les ha aportado algo. Y eso es lo máximo que puedo llegar como escritor.”

- ¿Continuará explorando el País Vasco en sus próximas novelas?

“No voy a escribir Patria 2 porque lo primero que se me ocurrió en esta novela fue el final, y Patria se encamina a ese final que fue cincelado para que no la cerrase completamente. Continuaré escribiendo de gentes vascas porque hay muchas historias, seguro, pero no publicaré inmediatamente porque se me juzgará por este libro. El éxito también tiene estas cosas, por lo que ahora estoy absorbido con Patria, lo que demorará que publique una próxima novela ya que todo el mundo se apresuraría a analizarla con respecto a Patria. Continuó escribiendo, pero otro tipo de textos y para prensa.”

- Me gustaría que hablara más de ese final que dice que cinceló para no cerrar por completo la novela.

“Es un final amable, en el que se reconoce el mal causado. Creo que estoy protegido de la vanidad, actualmente resido en Alemania, y aprecio el diálogo y el ser capaces de admitir que nos equivocamos. En este sentido, me alegra que la novela se haya convertido en materia de conversación, es secundario que haya o no gustado, porque hay que hablar para que las generaciones venideras comprendan lo que pasó en el País Vasco.”

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Félix Francisco Casanova

Fernando Aramburu siente especial querencia por Félix Francisco Casanova, poeta y escritor tinerfeño que murió demasiado pronto para revelar lo que sus primeras semillas literarias auguraban como prometedora carrera. No había terminado aún la década de los sesenta cuando conoció la obra de Félix Francisco y la revelación fue instantánea porque encontró “un alma gemela” más allá del sur.

“Él era como nosotros queríamos ser: irreverentes, anticonvencionales, surrealistas, propensos a un tipo de humor que admitía con naturalidad las gotas negras”, escribe en el prólogo de las Obras completas del poeta y escritos canario y que ha publicado en 2017 Demipage, y texto en el que explica su deslumbramiento ante una obra que califica de “valiosa por si sola” al no atenerse a tendencias poéticas ni formas métricas regulares.

Para Fernando Aramburu, lo que hizo Félix Francisco Casanova es único. “La ausencia de lastre convencional en sus textos, a un tiempo desenfados y dramáticos, perturbadores y lúdicos, ha impedido que el paso del tiempo los haya deslustrado.”

Saludos, semanas van y van, desde este lado del ordenador.

‘La niebla y la doncella’, una película de Andrés M. Koppel

Lunes, Septiembre 11th, 2017

Título original: La niebla y la doncella / Año: 2017 / Duración: 104 minutos / País: España / Director: Andrés M. Koppel / Guion: Andrés M. Koppel (Novela: Lorenzo Silva) / Fotografía: Álvaro Gutiérrez / Productora: Atresmedia Cine / Hernández y Fernández PC / Tornasol Films / Reparto: Quim Gutiérrez, Verónica Echegui, Aura Garrido, Roberto Álamo, Marian Álvarez, Paola Bontempi, Sanny van Heteren, Isak Férriz, Cristóbal Pinto, Santi López, Quique Medina, Beneharo Hernández, Jorge Kent, Elena Di Felice Benito, Fernando Navas, Adrián Galván

Con La niebla y la doncella se estrena como director de largometrajes Andrés M. Koppel. En su filmografía destaca como autor del corto La raya, una deliciosa comedia que transcurre en la isla del Hierro y bastantes guiones como colaborador en películas como Intacto (Juan Carlos Fresnadillo, 2001); Noche de Reyes (Miguel Bardem, 2001) y en Zona hostil (Adolfo Martìnez Pérez, 2017), entre otras.

Andrés M. Koppel, que fue también director de la Filmoteca Canaria, adapta en su estreno como realizador La niebla y la doncella, de Lorenzo Silva, tercera novela que el escritor dedica a la serie que protagonizan la pareja de guardias civiles Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, historias de suspense que cuentan con muchos seguidores y en las que sus protagonistas recorren la geografía española aunque en la última entrega, la octava de la serie, En tierra de escorpiones, traslada al ahora subteniente Bevilacqua a una base militar en Afganistán, para que resuelven casos teñidos de muerte y corrupción en clave de novela policíaca.

La adaptación cinematográfica de la novela, y que escribe el mismo Andrés Koppel, es bastante libre con respecto al original literario pero no defraudará a los seguidores de la serie . Cuenta, además, con el añadido de que se desarrolla en los fascinantes paisajes de La Gomera, muy bien fotografiados Álvaro Gutiérrez y que están muy presentes en la película. Forman, de hecho, una unidad con los personajes y el relato de misterio que propone la trama.

El cineasta sabe crear atmósfera y como en la novela, la niebla espesa y fantasmal que domina los montes del Cedro sirven de metáfora para narrar el espíritu de una isla y de los personajes que la habitan. Se masca, además, la tensión entre sus protagonistas, aunque no termine de resultar convincente Quim Gutiérrez como sargento Bevilacqua pero sí las actrices, en especial una estupenda Verónica Echegui y una más que correcta Aura Garrido como la cabo Chamorro.

La niebla y la doncella apuesta por el relato detectivesco, la resolución del crimen, pero también ofrece atractivas miradas sobre la isla y sus habitantes y una crítica velada a cómo se está destruyendo su paisaje natural con monstruosas instalaciones hoteleras.

Como sucede también con otras películas españolas, se hace a veces incomprensible lo que dicen los actores aunque no sé si se trata de un problema de vocalización de los intérpretes o del sonido de la sala donde se vio la película pero cuesta bastante entender lo que hablan en una cinta en la que la palabra es fundamental para que el espectador participe también en la resolución del caso.

Pese a este inconveniente, La niebla y la doncella es una película que captura la atención del espectador, a quien hace partícipe de las investigaciones hasta concluir en un final al que sí le falta de más brío y emoción.

La Gomera, y algo Tenerife que también aparece como escenario en la película, muestra las dos caras de un archipiélago con cierta mirada crítica, ya que revela que más allá de los espectaculares y paradisíacos paisajes se esconden otras realidades que en la mejor tradición de David Lynch resultan muy oscura y perversas.

La interpretación de la isla como un espacio en el que nada es lo que parece.

Esta contradictoria condición, que Andrés Koppel resalta en la película pero sin chirridos extremistas, quizá sea uno de los mayores atractivos de esta película que a medida que avanza sabe transmitir la sensación de desasosiego, traición y engaño que se apodera de Bevilacqua, un agente sagaz, licenciado en Psicología, que descubre finalmente que en Canarias nada es lo que parece, que detrás de su vistosos y exóticos paisajes se esconde una realidad turbia y extremadamente peligrosa.

Saludos, se ha dicho, desde este lado del ordenador.