Archive for Mayo, 2020

La Muestra de Cine de Lanzarote se reinventa

Jueves, Mayo 21st, 2020

La Muestra de Cine de Lanzarote destaca en una nota informativa que la situación generada por el coronavirus “es también una oportunidad única para reflexionar sobre el futuro de la isla”.

Para el director de la Muestra Javier Fuentes Feo “en tiempos de crisis es vital que las voces más radicales no monopolicen el debate, y para ello es necesario conocer la mayor cantidad posible de puntos de vista. Por eso hemos decidido poner el lenguaje audiovisual al servicio de la comunidad insular. El propósito de este proyecto es crear un horizonte común basado en las reflexiones e ideas de quienes quieran participar”.

La idea es que los habitantes de la isla piensen uno o dos días en la pregunta: “A partir de ahora, ¿cómo debería ser Lanzarote?”, y luego graben un vídeo en el que expresen sus reflexiones más relevantes. Los vídeos deben tener una duración máxima de un minuto y se pueden enviar por WhatsApp al teléfono +34 632 34 35 50, o al correo electrónico: coordinacion@muestradecinedelanzarote.com.

Este proyecto pretender ser una cantera de ideas para pensar y reconstruir el futuro de la isla y convertirse además en una herramienta de consulta sociológica acerca de las preferencias de los isleños. Por último, se constuirá un archivo histórico audiovisual que dará cuenta de cómo fue Lanzarote durante el año de la Covid-19.

Con diez años de existencia, la Muestra de Cine de Lanzarote es un proyecto cultural en el que la relación entre lo local y lo global ha marcado todas sus ediciones. A partir del análisis de temas emblemáticos de la isla, como El Volcán o La Sal, ha logrado conectar a través del cine las formas de vida isleñas con otras comunidades del planeta. En cada edición se organizan conferencias, encuentros, recorridos por lugares de Lanzarote y proyecciones de películas de los cinco continentes.

Saludos, que la idea vaya bien, desde este lado del ordenador

Novedades literarias con acento canario

Martes, Mayo 19th, 2020

Pese a la que está cayendo y pese al estrabismo de la viceconsejería de Cultura, algunos enchufes de los que hablaremos en los próximos días y esa sensación, para nada nueva, de que se acabó lo que se deba, escritores y editoriales continúan publicando impasibles al desaliento en tiempos de la Covid-19. Lo que merece más que un aplauso una ovacióin. Si hace unos días nos hacíamos eco del libro de relatos Las zonas comunes (Fran Miniediciones, 2020), de Nicolás Dorta, hoy le vamos a hablar de otros libros escritos por gente de aquí (Canarias, archipiélago abandonado de la mano de los dioses) porque pese a la amenaza invisible, el confinamiento, y eso que llaman la nueva normalidad (y no, no es el título del último episodio de El ministerio del tiempo), los escritores nacidos o residentes en las islas continúan escribiendo y publicando cuando consiguen que alguna editorial confíe en ellos.

Víctor Álamo de la Rosa regresa con La ternura del caníbal (Editorial Siete Islas, 2020), una curiosa historia que se desarrolla en un mundo distópico en el que casi parece que el escritor se adelantó a la realidad que estamos viviendo con el nuevo y amenazador vecino que se ha instalado entre nosotros: la Covid-19. En esta misma editorial, Ismael Lozano Latorre publica Vagos y maleantes, historia que se inspira en unos de los episodios más vergonzosos y olvidados de la historia de España como fue la colonia penitenciaria de Tefía, campo de concentración ubicado en la isla de Fuerteventura en 1954 “para proteger a la sociedad de actos homosexuales”.

La producción literaria de Santiago Gil no la detiene ni el puñetero virus. Si hace unos meses presentaba su libro de poemas Té Matcha, libro en el que rinde homenaje a una de las personas más luminosas que he conocido en mi vida, Angélica Castellano Suárez, publica ahora en la editorial digital ATTK Editores El imposible amor, una nouvelle en la que cuentan los miedos, los anhelos y las incertidumbres que se vivieron en España durante las primeras semanas de la cuarentena de la Covid-19.

Bajo el sugestivo título de Historia desconocida de mis antepasados (Edtorial Verbum), Gerardo Pérez Sánchez insiste en una de las constantes de su producción literaria: el amor. La novela, la sexta que publica el autor, se centra en la relación que de manera intermitente mantienen Isabel y Khafra a finales de los años veinte y a mitad de los setenta del pasado siglo. Ella es natural de Güímar, nacida en el seno de una humilde familia de pescadores, mientras que él es hijo de un profesor de Universidad viudo y reside en la ciudad de Viena.

Por último, Damián Marrero Real publica Crónicas del aire (Ediciones Mesturadas), el relato del proceso de enfermedad pulmonar que llevó al autor a un trasplante en el hospital 12 de octubre de Madrid.

Saludos, pónganse la mascarilla si salen de casa, desde este lado del ordenador

Y sin embargo se mueve

Viernes, Mayo 15th, 2020

* El Festival de Animación Annency ha registrado un récord de participación con 631 proyectos presentados para participar en los Pitches de su mercado MIFA. El certamen se celebra del 15 al 30 de junio y contará con la exhibición del único proyecto español seleccionado: Refugiadas climáticas del cineasta canario David Baute.

Refugiadas climáticas es un largometraje de animación tradicional 2D, cuya propuesta visual se basa en escenarios y personajes reales, que dialogan con la base documental que proporcionan los testimonios de sus tres protagonistas, tres mujeres que relatan la tragedia de haberlo perdido todo por efectos del cambio climático y emigran para emprender una nueva vida.

La productora española de documentales Tinglado Film presenta su primer largometraje animado junto a proyectos como Saba de Maybe Movies (productora de la nominada al Premio Oscar Ernest & Celestine), Eugene de Anais Caura (La secuela de la ganadora del Premio del Jurado Annecy 2017 The man woman case), o Coda de Juan Pablo Zaramella (ganador del Premio del Público y el FIPRESCI en el mismo certamen con Luminaris y The Tiniest Man in the World). El equipo de cada proyecto presentará sus propuestas a los participantes acreditados por la industria el 16 de junio. MIFA también les proporcionará una plataforma para reuniones extendidas y oportunidades de trabajo en red.

Tras obtener el Premio al Mejor Director de la Sección Orizzonti (Theo y el Premio FIPRESCI de las Secciones Paralelas en la 76 edición de la Mostra de Venecia, la producción canaria de El Viaje Films Blanco en blanco de Théo Court, ha obtenido el Gran Premio de la Sección Oficial de Ficción de la 32 edición del Festival Cinélatino Rencontres de Toulouse. Su Jurado Internacional ha otorgado este galardón al film por su protagonista en estado de gracia -Alfredo Castro-, su retrato de un período histórico terrible y su apoteósica escena final.

El film protagonizado por Alfredo Castro ha conseguido también el Premio FIPRESCI en la 41 edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana y el Premio Especial del Jurado en la 26 edición del Festival Internacional de Minsk (Bielorrusia).

El Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife (Fimucité) presenta el Canal FIMUCITÉ, un nuevo espacio habilitado en su web oficial que recopila los mejores vídeos de su historia, con el objetivo de facilitar el acceso a los seguidores del festival y a los amantes de las bandas sonoras. Esta nueva propuesta de entretenimiento nace en el marco de la crisis sanitaria del Covid-19 y las medidas de confinamiento, cuando aún los auditorios, teatros y cines permanecen cerrados y la cultura debe consumirse online y desde los hogares, pero con vistas de futuro y, así, la plataforma desarrollada continuará nutriéndose de nuevos vídeos y grabaciones.

Saludos, que los dioses nos cojan confesados, desde este lado del ordenador

Un total de 773 proyectos se presentan a las convocatorias de Cultura del Gobierno de Canarias

Miércoles, Mayo 13th, 2020

Un total de 773 proyectos se han presentado a las convocatorias previstas por el área de Cultura del Gobierno de Canarias y que forman parte del marco de las primeras medidas que se impulsan con el fin de paliar los efectos de la crisis de la Covid-19.

391 son propuestas creativas de todas las disciplinas que resultaron presentadas por empresas, autónomos y asociaciones mientras que 151 correspondieron a particulares y las 231 restantes entran dentro de la convocatoria específica aproyectos de investigación y creación artística.

Las iniciativas se presentaron en tres convocatorias diferentes y se referían a propuestas relacionadas con teatro, danza, música, patrimonio cultural, artes visuales, libro y audiovisual. En las dos primeras, las que resulten seleccionadas recibirán un importe entre 1.500 y 5.000 euros, e integrarán una Bolsa de Proyectos de uso compartido y comunitario. En cuanto a las artes visuales, se seleccionarán un centenar, y cada una recibirál 3.000 euros. El proceso de selección lo asumirán comisiones nombradas al efecto lo que, aquí entre nosotros, comienza a producirme escalofríos. Se dice por las lumbreras que se designen para valorar a quién y a quién no se le reparte el dinerito.

El viceconsejero de Cultura, Juan Márquez Fandiño, ha anunciado por otra parte que “ya estamos también preparando una nueva línea de financiación para el desarrollo de proyectos, es decir, para ejecutar actividades adaptadas a las restricciones que dictará la nueva normalidad”.

Y sí, lamento decir que Márquez Fandiño abraza la neo lengua como quien sale a la calle con mascarillas y las manos debidamente limpias, tras lavarse con mucha agua y jabón.

Una nota de prensa señala que tras cerrar el plazo de presentación, la empresa pública Canarias Cultura en Red abre un periodo para subsanación o presentación de documentación o datos incompletos, al final del cual se procederá a publicar el listado de admitidos y excluidos. El proceso continuará con el estudio del contenido de cada proyecto y, posteriormente, con la publicación de la selección definitiva de propuestas.

Por último, la viceconsejería de Cultura anuncia que dispondrá también de una línea de ayudas dirigidas al desarrollo y ejecución de proyectos que pueden estar relacionadas o no con los presentados en los procesos anteriormente mencionados y se estudia su puesta en marcha, siempre y cuando se vayan cumpliendo los plazos de las distintas fases de la desescalada, en junio.

Se calcula además poner en marcha la
convocatoria de subvenciones para apoyar los gastos derivados de la suspensión de actividades culturales de empresas y entidades sin ánimo de lucro del sector cultural como consecuencia de la crisis. Esta iniciativa cuenta con un millón de euros y se prevé la publicación de las bases en breve.

Nicolás Dorta: “Toda escritura es autobiográfica”

Miércoles, Mayo 13th, 2020

Periodista, escritor, hombre de jazz. La verdad es que resulta muy difícil de clasificar a Nicolás Dorta (Tenerife, 1978), un tipo que está lleno de virtudes en unos tiempos donde las virtudes, precisamente, escasean. Como redactor, trabajó en Diario de Avisos y la agencia Efe, entre otros medios y es además de un excelente batería de jazz, un escritor con un notable pulso narrativo. Esto último lo descubrimos hace apenas unas semanas tras leer Las zonas comunes (Franz Ediciones, 2020), libro que se puede adquirir a través de la página web de la editorial (www.franzediciones.es) o en librerías como Lemus y Masilva (Tenerife); Arrebato (Madrid), librería GIL (Santander) y Bartleby&Co (Berlín).

- En estos tiempos de crisis sanitaria y próximamente económica, ¿cuáles cree que serán nuestras zonas comunes?

“Pues serán las que tanto estamos deseando que sean, las de siempre, los bares, las playas, también las bibliotecas, todas las que nos permiten vivir con los demás. Para una persona que escribe, además, esto es fundamental. Y cómo serán esos escenarios con las nuevas normas de precaución es lo que no sabemos y nos crea, o al menos a mí me crea, algo de ansiedad. Si hablamos de zonas comunes no físicas, desafortunadamente, todo apunta a que será la precariedad, más de la que ya teníamos, la preocupación y toda la incertidumbre que siempre nos provoca lo desconocido”.

– El libro consta de cinco relatos. ¿Hubo más?

“Los cinco relatos cierran una especie de ciclo que tiene que ver con ideas comunes, el tono, la manera de contarlos. Son fruto de los últimos cinco o seis años. En general, me cuesta decidir cuándo un relato está listo, porque corrijo mucho. Ahora, al leerlos de nuevo, pienso que podía haber cambiado ésta u otra cosa. Es un poco obsesivo. En cuanto si hubo más, se ha quedado uno fuera porque consideramos que no iba con el conjunto. Ahora estoy trabajando en otros”.

- Aprecio en algunos de los cuentos rasgos biográficos. ¿Hasta que punto se imponen estos rasgos en el contenido de estos relatos?

“Para mí es difícil crear algo que esté lejos de lo que me rodea y de mi memoria. En el fondo creo que toda escritura es autobiográfica. Me refiero a que toda historia es la historia de uno mismo, o hay elementos de uno mismo, aunque hable de otros en otras circunstancias o realidades. Lo que importa es la historia, no tanto si en estos relatos hay personajes reales o si lo que que viviste fue realmente lo que pasó. Además, ¿quién puede decir que los recuerdos reflejan los hechos tal como ocurrieron?”.

- ¿Qué influencias reconoce en su escritura?

“No sabría concretar exactamente. En la contraportada del libro han visto algunos ecos de Alice Munro y James Salter, y aunque lo agradezco y me encantan, creo que eso me queda bastante grande. Lo que sí considero es que para escribir hay que leer. No sé, me gusta mucho Richard Ford, los cuentos de Dino Buzzati, Chejov, Raymond Carver, tuve una época “murakamiana”; me gusta Manuel Vicent, Siri Hudsvedt; la poesía de Ángel González, también Kafka o Camus. Ahora releo los diario de Emilio Renzi (Ricardo Piglia) y he empezado con Joseph Roth. Normalmente tomo nota en un cuaderno de párrafos o frases que me ayudan a arrancar algo o sirven como material para el blog (www.nicolasdorta.com)”.

- ¿Y pesa el hecho de que sea periodista en la redacción de los mismos?

“En el periódico me encontraba cómodo haciendo reportajes. Partía de un detalle concreto del personaje o de la situación y comenzaba a escribir. Puede ser que haya algo de eso en el punto de partida de estos relatos. Me interesa lo que hace gente como Leila Guerriero o Caparrós, que cuentan, por ejemplo, qué come o cómo mira un taxista para hablar del sector del taxi. Esa idea de hacer de la vida, de los hechos, una experiencia literaria”.

- ¿Cuándo escribía seguía un patrón, un hilo conductor o se dejaba llevar por la improvisación?

“Generalmente parto de una idea o situación concreta y muchas veces no sé dónde me va a llevar. Eso me gusta. Averiguar qué posibilidades tiene la historia, sus personajes. Casi todos los finales de este libro esconden un símbolo que se precipita para acabar el cuento: una grieta que siempre ha estado ahí, en una casa donde hay un hombre solo, a la espera de que su mujer regrese. Ella se ha intentado suicidar, su casa, su vida, le asfixia, pero en medio de esa oscuridad surge la posibilidad: un nido de pájaros que formarán una familia, ajenos a los problemas humanos pero entre ellos. Incluso de lo más terrible se puede sacar belleza, supongo”.

- Emplea indistintamente la primera persona como la tercera. ¿Con qué voz se siente más cómodo?

“Al final todo es primera persona, aunque hables desde una tercera. Me siento normalmente más cómodo con la primera persona”.

- ¿Y qué le lleva a usar una voz en vez de otra para contar la historia?

“Supongo que suelo usar la primera porque me hace sentir más cerca del personaje. Y otras veces, por alguna razón, esta conexión se forja mejor con la tercera”.

- ¿A qué elementos da prioridad en las historias?, ¿a la historia en sí?, ¿a los personajes?

“Creo que en general doy prioridad a los personajes. Me gusta que sean ellos los que sostienen la trama. Me interesa la manifestación de la condición humana como la verdadera creadora de cualquier historia”.

- ¿Por qué zonas comunes?

“Te puede sonar a una parada de guaguas, a baños públicos, una piscina municipal, la sala de espera de un consultorio médico, un aeropuerto, una autopista, un paseo marítimo. En esas zonas, ahora casi vacías, ocurre la vida. Pero también la vida azota zonas comunes de nuestro cuerpo: cabeza, pecho, corazón, manos, espalda, estómago. Allí se instala la soledad, el sentimiento de culpa, el amor, el fracaso, la alegría, la memoria, las expectativas frustradas. Allí se instala lo imprevisto o el peso del pasado”.

- ¿Qué lecturas recomienda para quedarse en casa?

“Pues la semana pasada acabé el cómic de Paco Roca, Memorias de un hombre en pijama, que es muy divertido. Recomiendo alguna novela gráfica, Nela, por ejemplo, la adaptación de Marianela de Galdós, de Rayco Pulido. También recomiendo El infinito en un junco, de Irene Vallejo, una estupenda historia de los libros en Grecia y Roma. No sé, acabo de terminar El don de Vorace, de Félix Francisco Casanova, en una cuidada edición dentro de las Obras Completas, con prólogo de Fernando Aramburu. Contiene fotos, el diario íntimo, sus poemas, y, entre otros documentos, una corta entrevista que le hicieron al joven escritor palmero dos días antes de su extraña muerte. Bueno, toda muerte es extraña. «Mi vida es rápida, triste y alegre como un larguísimo rock”, dijo.

Saludos, esto va por fases, desde este lado del ordenador

Un lunes bastante raro

Martes, Mayo 12th, 2020

La capital de provincias en la que vivio se despertó el lunes pasado lo suficientemente animada para que uno olvidara la soledad de sus calles durante estos meses de obligado confinamiento. Por fin, podía recorrer las calles sin el acoso policial. Que te pararan en medio de la vía y un agente de la local te preguntaran que a dónde ibas. Y si les decías la verdad, que te anduviaras con cuidado porque estabas lejos de tu lugar de residencia y podía cascarte una multa así de gorda… Y la verdad, más que la multa lo que molestaba es que te llamara la atención, sobre todo porque tu único delito era el de estar un poquito lejor de su casa. No valía que fueras con mascarilla y guantes mientras paseaba a Kala.

Recuerdo también que en otra ocasión, y fueron una pareja de la policía nacional, nos ordenaron disolver una animada tertulia que manteníamos tres individuos que respetaban el metro y medio de separación porque a la mujer –o quizá fuera el hombre– policía se les metió en la cabeza que estábamos conspirando contra el poder establecido. Que como que no, pero en fin…

Esa sensación sentirme terrorista desapareció ayer mismo mientras dirigía mi pasos a Solican que es la ONG que lleva esa librería de ocasión que se encuentra en la calle del padre Anchieta de mi Santa Cruz de Tenerife de los dolores. Librería que me recibió con los brazos abierto y el obligatorio lavado de manos con alcohol en gel.

Oler a libro viejo o usado, recorrer esas atestadas estanterías que casi parecen que de un momento a otro se caerán al suelo, echar un vistazo a un volumen del año 40 o encontrate con un ejemplar que ni pensabas que se hubiera editado de Noel Clarasó, fue como una experiencia religiosa si uno se mete en la piel de quien disfruta con estas cosas. La librería que fue, y que espero que sea, un refugio en medio de la nada santacrucera, abría sus puertas y yo me sentía más feliz que Kala, que movía el rabo igual de alegre que su mascota.

Al final me traje a casa una biografía de José Luis Sáez de Heredia, cineasta español, director de comedias tan deliciosas como Historias de la radio y de una película bélica con profunda carga ideológica llamada Raza, con guión de un tal Jaime de Andrade. Y La batalla del Ebro, de Jorge M. Reverte, retrato de uno de los encuentros más feroces de la guerra civil española que me niego a considerar nuestra porque donde se mataron con espíruitu salvaje unos y otros no le pertenece a nadie salvo a los asesinos de un lado como del otro, y poco más porque tenía algo de prisa y tampoco era cuestión de estar más tiempo allí dentro porque el bicho, la Covid-19, debe de estar flotando por las islas precisamente porque la gente piensa todo lo contrario.

En fin, que ayer lunes fue un día bastanet raro. Raro porque pareció, a modo de destello, que estos meses de encierro no pasaron jamás, y que la normalidad dejaba de ser nueva para ser la de antes. Las mesas de algunas terrazas estaban ocupadas por despreocupados ciudadanos, y muchas de las tiendas que permanecían cerradas, de pronto abrían. Vi al menos gente que hacía cola, que esperaba con paciencia de cartujo que le tocara turno para comprar unos alicates en la ferretería o un ovillo de lana en la mercería. No aprecié demasiado entusiasmo ni en los clientes que hacían cola ni en los responsables de los establecimientos abiertos y sí una resignación bastante triste ante el futuro que les, nos, aguarda.

En fin, un lunes cualquiera.

Saludos, llueve, desde este lado del ordenador