Archive for Junio, 2022

Pánico, una novela de James Ellroy

Miércoles, Junio 15th, 2022

La irrupcón de James Ellroy en el panorama literario norteamericano como un elefante en una cacharrería. Todo fue ruido. Y destrozo. Tendencia que el escritor continúa explotando cada vez con menor fortuna en sus siguientes novelas. Libros enrevesados, de tramas tortuosas que se estrangulan así mismas. Pobladas también de personajes siniestros, corruptos y corruptibles, sean hombres o mujeres aunque las mujeres resulten a la postre los protagonistas mejor tratados por un autor que continúa exorcizando sus demonios tras la publicación de su primera tetralogía de Los Ángeles, ciudad que está presente en su literatura como antes lo estuvo con otras claves en Raymond Chandler, el creador del detective privado Philip Marlowe.

La última novela de James Ellroy no es la tercera de la que se prevé sea el segundo cuarteto de Los Ángeles durante y después de que su país entrara en la II Guerra Mundial. Visto los resultados, es más que probable que el escritor decidiera dar un golpe de timón y tras dejar descansando la continuación de la tercera entrega de su anunciada tetralogía sobre L.A., apueste por dar un salto en el tiempo y desarrollar la acción de Pánico en la misma ciudad pero durante la década de los años 50. Una década decisiva para la gran ciudad pero también para el mundo entero ya que puso frente a frente en el tablero del ajedrez planetario a dos contricantes que habían sido aliados cuando combatieron juntos contra Hitler: La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y los Estados Unidos de Norteamérica.

La novela está protagonizada por Fred Otash, un personaje real solo que en manos de James Ellroy se transforma en otra cosa. Otash se dedica a la investigación privada, extorsiona si así lo exige el guión y pone sus talentos de sabueso al servicio del director de una revista de chismes, Confidential, que se ha especializado en sacar los trapos sucios de las estrellas de Hollywood. La historia se complica con la aparición de un chantajista, el rodaje de películas pornográficas y una banda de actores jóvenes que encabeza un tal James Dean que, al finalizar el trabajo de Rebelde sin causa, se dedica a una serie de actos delictivos que son fruto de la imaginación del escritor. Escritor que ha manifestado en numerosas entrevistas que odia esa película. En la novela, el desprecio se hace extensivo no solo al actor que fue el protagonista de Rebelde sin causa sino también a su director Nicholas Ray.

La trama se hace más compleja con la exitosa publicación de un libro que ha escrito un condenado a la cámara de gas, Caryl Chessman, acusado de ser el bandido de la luz roja, y libro que Ray piensa llevar a la pantalla grande con James Dean haciendo de Chessman. No tengo noticia de este proyecto lo que me hace pensar que como otras cosas que Ellroy mete en la novela es mentira. Una mentira que escribe para dar algo de sentido a estas memorias ficticias que dicta el mismo Otash desde la cárcel.

Hollywood, la caza de brujas, el mundo del cine que no aparece en los cines, alcohol y drogas, violencia son otros de los elementos de los que se sirve el escritor para narrar esta crónica negra de la ciudad. No obstante, y como pasa con sus dos anteriores títulos (Perfidia y Esta tormenta, títulos que pertenecen al segundo cuarteto de Los Ángeles) el material que manipula resulta para el lector avisado demasiado excesivo. La escritura de James Ellroy se ha vuelto además demasiado esquemática, un estilo en el que no sobran las comas porque prácticamente no las hay, y sí que sobran los puntos y seguidos que monopolizan una escritura que necesita de mucho aire para que pueda respirar. Y en su caso, no respira sino que boquea.

He leído todo lo que ha publicado el escritor norteamericano desde que debutó en el género a principio de los años 80 con Réquiem por Brown. Luego vino su durísima trilogía centrada en el policía Lloyd Hopkins, a quien dio vida en el cine el hoy desaparecido James Woods, y el descubrimiento que supuso con su primera trilogía de Los Ángeles (La dalia negra, El gran desierto, L.A. Confidencial y Jazz blanco) que junto con las novelas dedicadas a Hopkins siguen siendo lo mejor de su literatura. Literatura que comenzó a dar señales de cansancio con las tres novelas que dedicó a radiografiar el otro lado de la Norteamérica de los años 60, involucionando su estilo al telegráfico que lo caracteriza en la actualidad.

Con todo, nadie puede cuestionar que James Ellroy sigue siendo uno de los grandes de la novela negra y criminal de nuestro tiempo aunque muchos de los lectores que lo descubrimos en la noche de los tiempos comencemos a dar señales de agotamiento, a cansarnos de sus delirios con forma de libros.

El escritor norteamericano debería de pensar en ello, y procurar como ha procurado con Pánico aunque le siga traicionando su estilo bebop, contar historias intensas y duras que como las que nos legó en el pasado cambiaron nuestra percepción de un género que está en permanente evolución como la sociedad que radiografía y ocasionalmente denuncia en su literatura.

Saludos, mañana algo de caña, desde este lado del ordenador

Supersaurio, una novela de Meryem El Mehdati

Martes, Junio 14th, 2022

“En Canarias las cosas funcionan de la siguiente manera: si todo falla, si no sirves para nada, si estás confusa y necesitas un tiempo para respirar, reorganizarte, decidir cuál será tu siguiente paso, siempre puedes entrar en el sector servicios y malvivir del turismo. Solo tienes que hablar inglés y alemán. Si además chapurreas noruego las recepciones de los hoteles del sur de la isla se pelearán a navajazo limpio por ti. ¿Por qué iba nadie a estudiar francés en Canarias?

Supersaurio, Meryem El Mehdati, Blackie Books, 2022

La irrupción hace unos años de la tinerfeña Andrea Abreu con Panza de burro obligó a que muchos de los que hacemos un seguimiento de las literaturas que se escriben en Canarias descubriéramos lo que estaban cocinando autores pero sobre todo autoras nacidas en los años 90.

Si la novela de Abreu sorprendió a propios y a extraños por su desparpajo a la hora de escribir sobre Canarias, y en concreto sobre la vida de un barrio de Icod el alto, mezclando ruralismo con tecnología para ilustrar el proceso lento pero progresivo de transformación de una sociedad hasta ese entonces si no cerrada sí que relegada a sus cuarteles de invierno, a estas alturas del partido no creo que haya nadie que cuestione que esta generación de narradora/es que ahora frisa los veintipocos años está sobradamente preparada para escribir cómo se vive, o mejor, como se resiste en este archipiélago abandonado de la mano de los dioses con libros que cuentan historias que se desarrollan en las islas pero que están narrados con vocación universal.

Se tratan de obras que están trufadas de voces canarias que se deslizan por el texto de manera natural, es decir, que no están impostadas, así que estos y otros elementos conforman los ingredientes de un fantástico puchero que amplia el reconocimiento de estos trabajos literarios más allá de las fronteras insulares. Tanto, que parece que en territorio peninsular y más allá se está produciendo un interés por estas narrativas que firman, sobre todo, escritoras más que escritoras.

No tenía noticia de Meryem El Mehdati probablemente porque se trata de una autora grancanaria y, aunque esté mal decirlo, como vivo en una tierra donde antes nos llega lo que nos viene de fuera que de la isla que tenemos enfrente, digamos que este despiste está asumido por mucho que uno y otros nos esforcemos por superarlo. Meryem El Mehdati irrumpe con fuerza en el terreno editorial con su novela Supersaurio (Blackie Books, 2022), en la que cuenta la historia de una jasp (joven aunque sobradamente preparada) en el miserable mercado laboral entrando primero como becaria en una gran cadena de supermercados cien por cien canario. La cadena es Supersaurio y no hace falta imaginarse en cuál está inspirada en el mundo real.

Dividida en tres partes, en cada una de ellas se va mostrando a través de cuentas de correo electrónico cómo sube en el escalafón de esta macroempresa la protagonista, una chica canaria de familia musulmán que, quién lo diría, se parece mucho a quien firma el libro. Al margen de reflexiones sobre Canarias, y en concreto Gran Canaria que es la isla donde vive la escritora y la protagonista de la novela, Supersaurio trata de otros temas además de cómo se las ingenua la heroína en un mundo laboral en el que priman las puñaladas por la espalda y el vacío de algunos compañeros. Se muestra también cómo se va endureciendo la protagonista, y cómo la mayoría de los sueños que una vez tuvo se le escapan por el desagüe de la existencia. La novela resulta conmovedora, aunque no cae en el sentimentalismo fácil. Y no cae, precisamente, por tamizar todas las alegrías y desgracias que nos cuenta con un sentido del humor que desarma.

El lector podrá conocer de primera mano y a través de la primera persona las interioridades de un gigante empresarial, el desprecio que y tiene hacia sus trabajadores y el absurdo corporativismo que se les insufla para que sigan trabajando y produciendo. Todo por un puñado de euros que no da prácticamente para nada. Apenas, nada más iniciada la primera parte, para coger las guaguas que la llevan de casa al trabajo y del trabajo a casa. Quizá le alcance para irse de copas con algunos compañeros de trabajo que la miran de arriba abajo mientras sostiene una guerra de baja intensidad con una de sus jefas, curiosamente con quien se pone a trabajar como becaria resolviéndole prácticamente las tareas más ingratas.

Paralelamente, conoceremos a los padres de la protagonista en una escena muy bien planteada en la que la madre prepara un plato en la cocina; la dificultad de encontrar un piso a buen precio en el centro de la capital grancanaria y una relación amorosa que mantiene con un hombre que le lleva unos diez años de diferencia. Hay más historias y problemas comunes a todos con los que lidia la joven ya que año tras año (de noviembre de 2016 a febrero de 2019) da para contar muchas cosas (incluido un viaje a Marruecos para ver a la abuela) e ir articulando un discurso feminista que, diantres, al final no termina sonando con el poderío que uno le presuponía en páginas anteriores.

Para ser su primera novela, Supersaurio me ha parecido un libro francamente interesante. Y muy divertido en ocasiones como amargo en otras. Apunto en mi agenda el nombre de una escritora con todas sus letras ya que dejó de el estado larvario hace mucho tiempo y la recomiendo con el entusiasmo si se me permite de un descubrimiento. Anoten bien el título, Supersaurio. Y el nombre de su autora Meryem El Mehdati, va dar que hablar.

Saludos, lecciones para jóvenes depredadores, desde este lado del ordenador

Socorro Venegas: “Escribir en México es competir con una realidad que supera a la ficción”

Lunes, Junio 13th, 2022

Socorro Venegas (San Luis Potosí, 21 de agosto de 1972) es una escritora mexicana que ha publicado, entre otros, el libro de cuentos La memoria donde ardía (Páginas de Espuma, 2019), las novelas Vestido de novia (Tusquets, 2014) y La noche será negra y blanca (Era, 2009).
Venegas, junto a una veintena de narradores y poetas, es una de las invitadas del Festival Hispanoamericano de Escritores que, dedicado a las letras mexicanas, se celebrará en Los Llanos de Aridane a finales de septiembre.

Premio Nacional de Cuento «Benemérito de América», el Premio Nacional de Novela Ópera Prima «Carlos Fuentes» y el Premio al Fomento de la Lectura de la Feria del Libro de León y en la actualidad directora general de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, donde creó la colección de novela y memoria Vindictas, que rescata la obra de escritoras del siglo XX, presenta Ceniza roja, un libro de cuentos con ilustraciones de Javier Pacheco, este lunes, 13 de junio, en la librería de Mujeres, en Santa Cruz de Tenerife.

- ¿Hasta que punto cree necesario leer y escribir en tiempos tan oscuros como son los que vivimos?

“Es fundamental porque el campo de la cultura es el de la resistencia. Esto ha sido así en todas las épocas, tal vez tendemos a pensar que nosotros vivimos los peores momentos, pero nunca ha sido fácil encontrarle sentido al mundo”.

- ¿Cuándo y por qué se despertó en usted el entusiasmo por la literatura?, ¿y por escribir?

“En mi caso la lectura ha sido siempre un refugio; descubrí ese mundo alterno que la literatura abre en momentos muy difíciles de mi infancia, y ahí me quedé, en la compañía inmensa de libros y autores que me han mostrado el rostro más generoso de la vida”.

- ¿Recuerda los primeros libros que la convencieron o animaron para escribir?

“En la casa de mi infancia había sobre todo enciclopedias; mis padres valoraban mucho el aspecto utilitario de la lectura. Entre esos libros había uno de mitología griega: me fascinaban esas historias de dioses caprichosos, crueles, impredecibles. También leí muchas veces una biografía de Abraham Lincoln; luego seguí con una novela histórica sobre Napoleón y su primera novia, la hija de un comerciante en sedas de Marsella. Así iba alimentando mi afición por leer, así amueblaba mi refugio”.

- ¿Qué constantes cree que se encuentran en su literatura?, ¿qué temas son en los que insiste a lo largo y ancho de su obra?

“Algunas constantes son la pérdida, las infancias acorraladas, violentadas y la belleza que pese a todo impulsa a los niños. También me ha interesado abordar la maternidad desde perspectivas disidentes”.

- ¿Cómo es escribir hoy en México?, ¿qué tipo de libros son los que piensan que demanda la sociedad mexicana de nuestros días?

“Escribir en México es, como en muchos lugares del mundo, competir con una realidad que supera a la ficción. Es un desafío de largo y hondo aliento”.

- Leo que en sus libros “mezcla lo lírico con lo perturbador”, ¿está de acuerdo con esta descripción?

“Escribo muy influida por mis lecturas de poetas y por otro lado me interesa encontrar los ángulos más irregulares de la realidad”.

- Es usted una escritora que antes de escribir sabe lo que va a pasar en sus cuentos o novelas o se deja llevar por la improvisación.

“He escrito desde ambas perspectivas”.

- ¿Qué libros escrito por usted recomendaría para iniciarse en su literatura?

“Recomendaría mis dos libros más recientes, que se encuentran fácilmente en España: La memoria donde ardía y Ceniza roja, los dos publicados por Páginas de Espuma”.

- ¿Qué tiene México que atrae tanto a los escritores del norte?, pienso en Malcom Lowry, Ambrose Bierce, B. Traven si se me permite, entre otros.

“Pienso en el territorio salvaje, auténtico, brutal y hermoso que esos escritores encontraron en México, pero que también estaba dentro de ellos mismos”.

- ¿Qué espera encontrar en el Festival Hispanoamericano de Escritores que se celebra a finales de septiembre en Los Llanos de Aridane?

“Espero la conversación tan añorada durante los días del confinamiento con amigos y colegas. ¡Ya es hora de volver a abrazarnos!”

- El encuentro está dedicado a las letras mexicanas, ¿las voces que reúne ofrecerán una visión si no completa sí ajustada de la variedad de estilos que forma la literatura que se escribe en su país?

“Por supuesto. Cada escritor aportará una visión única del panorama diverso y rico de la literatura mexicana”.

- Por último, ¿qué autoras y autores destacaría de las nuevas escrituras mexicanas?

“Pienso que hay mucho que aprender de los escritores en lenguas originarias. Entre ellas y ellos mencionaré a Irma Pineda, Nadia Ñuu Savi, Ruperta Bautista, Elvis Guerra”.

Saludos, telegráficos, desde este lado del ordenador

Libros de Carlos Centurión

Viernes, Junio 10th, 2022

* Carlos Centurión presenta este viernes 10 de junio, a las 18 horas, una versión ampliada y mejorada de Soltando lastre y Contradicción, esta última una novela que se desarrolla en el archipiélago de Cabo Verde. El acto contará con la presencia de su autor y del periodista Zenaido Hernández. La organización ruega a los que acudan a la cita que estén un cuarto de hora antes.

Saludos, avisados quedan, desde este lado del ordenador

TEA tiene “sindicato”

Jueves, Junio 9th, 2022

La Confederación General del Trabajo (CGT) cuenta hace ahora exactamente una semana con una sección sindical que reúne a los trabajadores de TEA Tenerife Espacio de las Artes. Quedan excluidos el personal de taquilla y las educadoras del departamento de didáctica. Cabe destacar que muchos de estos trabajadores se encuentran en situación precaria y que prestan sus servicios a través de varias empresas externalizadas.

Hasta donde sabemos, desde que nació esta iniciativa primero como Instituto Óscar Domínguez de Arte y Cultura Contemporánea y más tarde como TEA Tenerife Espacio de las Artes, sus miembros no habían constituido una sección sindical por razones que se nos escapan. Que pase ahora resulta en este sentido llamativo, pero ahondaremos en ello en próximas entregas porque el asunto, créanme, tiene miga y se expande no solo a algunos de los miembros que forman parte de esta plataforma sindical sino también al actual director insular de Cultura y su asesor en la sombra, “o el que mueve los hilos”, según otras fuentes, Alejandro Krawietz Rodríguez y Leopoldo Santos Elorrieta, respectivamente.

Por razones “obvias” han quedado fuera de la sección sindical el gerente de TEA Tenerife Espacio de las Artes, Jerónimo Cabrera Romero, y el actual director artístico, Gilberto González González, quienes ya deben de haber sido informados de la constitución de esta sección sindical. Todo hace suponer que la noticia le haya llegado a Alejandro Krawietz y a su jefe inmediato, Enrique Arriaga Álvarez, que oficia también de vicepresidente primero y como consejero del área de Carreteras, Movilidad, Innovación y Cultura del Cabildo de Tenerife (1).

Por lo que se sabe, esta iniciativa se constituyó el pasado jueves, 2 de junio. La encargada del departamento de Educación y el Conservador de TEA Tenerife Espacio de las Artes, Paloma Tudela Caño e Isidro Hernández Gutiérrez son su presidente y secretario. Otros de los integrantes del “sindicato” serían Ignacio Faura, Emilio Ramal y Francisco Cuadrado.

Se rumorea en los mentideros culturetas que entre los motivos que han dado origen a la creación de esta plataforma sindical estaría la falta de un convenio laboral –en la actualidad a los miembros del reciente “sindicato” se les aplica el del Organismo Autónomo de Museos y Centros– y luchar para convertirse en personal fijo dentro de esa “santa” casa. Se comenta además la “tirante” relación que mantienen con el gerente y el director artístico pero vaya uno a saber en este caprichoso como provinciano jueguito de tronos.

La noticia, que comenzó a circular cuando los miembros del “sindicato” formalizaron la creación de la plataforma hace ya una semana, obedece según algunas fuentes “a intereses que sobrepasan a los miembros de la sección sindical”. Una serie de mayúsculos desaciertos y la aparición de un anónimo que circula por whatssap y que en unos días subiremos a este su blog ha puesto de hecho “nervioso” al director general de Cultura y a quien dicen que es la mano que mece su cuna, Leopoldo Santos.

Ahora toca esperar, estudiar e informar de las actividades que realizará la plataforma sindical en una institución que nació bichada desde sus orígenes, cuando se llamaba IODACC y ahora TEA. Una institución, la llamen como la llamen, que en su todavía corta historia, se inauguró en 1995, ha tenido dos directores artísticos, Javier González de Durana y ahora Gilberto González González, y un interín que bajo una tricefalia formada por Antonia Vela, Yolanda Peralta e Isidro Hernández no se caracterizó, precisamente, por su “deslumbrante trabajo”.

Mientras esperamos que TEA Tenerife Espacio de las Artes se convierta en el espacio de referencia que una vez nos prometieron que sería, los mortales rezamos en silencio a los dioses con el fin de que su gente se pongan a trabajar y dejen aparcadas las riñas familiares. Seguiremos informando sobre una casa que, ahora que lo pienso, nunca fue demasiado “santa”.

(1) Nota al margen: A estas alturas del partido ¿alguien podría explicar que hace Cultura e Innovación en un combo en el que aparecen también Carreteras y Movilidad?

Saludos, si Durruti levantara la cabeza, desde este lado del ordenador

Rubén Gallo: “A mí me duele México y quizá por eso Cuba es mi patria de repuesto”

Miércoles, Junio 8th, 2022

Escritor, ensayista y catedrático en la Universidad de Princeton, Rubén Gallo (Guadalajara, México, 1969) cuenta con una bibliografía en la que destacan, entre otros libros, los que ha dedicado a Cuba, país que considera su segunda patria porque México, como en su día le pasó a Unamuno con España, “le duele”.

Rubén Gallo es uno de los invitados del IV Festival Hispanoamericano de Escritores que se desarrollará en Los Llanos de Aridane a finales de septiembre de este año, una edición que está dedicada a México y que espera reunir en esta bonita y cultivada ciudad de La Palma a una veintena de escritores de ese país.

El escritor admite la influencia de, entre otros, Octavio Paz y Fernando Vallejo. Si no pudo conocer al primero, sí que tuvo la oportunidad “hace poco” de conversar con el segundo. Algunos de los personajes reales que habitan su universo literario son Sigmund Freud y La Habana, la capital cubana, una ciudad que conoce muy bien, tanto el latido de su literatura como el de sus habitantes.

Gallo es autor, entre otros libros, de Conversación en Princeton, que recoge una clase magistral sobre la actualidad y el oficio de novelista con el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa; y sus libros cubanos: Teoría y práctica de La Habana y Muerte en La Habana, en la que se toma el pulso a una ciudad que nunca duerme y que ocupa un gran espacio de recuerdos entre los que viven en ella y los que han tenido la suerte de conocerla.
Otros libros del escritor son Freud en México: historia de un delirio, Las artes de la Ciudad, y la compilación México, D.F., lecturas para paseantes. Es miembro de la junta directiva del Museo Sigmund Freud de Viena y ha sido profesor visitante en las universidades de Viena y Jerusalén. Desde 2008 dirige el Programa de Estudios Latinoamericanos de Princeton.

- ¿Hasta que punto cree necesario leer y escribir en tiempos tan oscuros como los que vivimos en la actualidad?

“Cito una frase de José Lezama Lima recogida por Reinaldo Arenas: “la palabra es lo único que nos salva: ¡escribe!”

- ¿Cuándo y por qué se despertó en usted el entusiasmo por la literatura y por escribir?

“Nací en Guadalajara, una ciudad de provincia, muy cerrada y conservadora. Me asfixiaba y la literatura fue el oxígeno que me permitió respirar”.

- ¿Recuerda alguno de los primeros libros que lo convencieron y le animaron a escribir?

Rayuela, La guerra del fin del mundo, los ensayos de Octavio Paz, los cuentos de Sartre, alguna novelita de Balzac, entre muchos otros”.

- Creo que cultiva sobre todo el ensayo, pero ¿y la ficción?

“Desde 2017 he publicado dos novelas: Teoría y práctica de La Habana (2017) y Muerte en La Habana (2021). Esta última fue toda una aventura: está basada en el homicidio real de un valenciano que se mudó a La Habana en busca del paraíso erótico, que encontró y disfrutó hasta que lo mataron. Para escribir la novela tuve que seguirle la pista a ese personaje, que se llama Manuel, y eso me llevó a entrevistar a mucha gente: chaperos, amigos del personaje, policías, detectives. Uno de ellos — el comisario que llevó la investigación en La Habana — ahora vive en Canarias. Fui a entrevistarlo y así descubrí estas islas maravillosas que tanto me recuerdan a esa otra Isla”.

- Ha dedicado estos dos libros a Cuba y a La Habana. ¿Qué tiene de especial para usted esta ciudad y ese país?

“Cuba es el país de José Lezama Lima, de Reinaldo Arenas, de Severo Sarduy, de Virgilio Piñera, de Guillermo Cabrera Infante: he ahí una genealogía literaria que ha nutrido mi vida y mi obra.”

- En estos dos libros aborda entre otros asuntos el turismo sexual, también la homosexualidad en un país como Cuba que se reconoce fuertemente machista. ¿Piensa que está cambiando la mirada del cubano sobre la mujer?, ¿y en México? ¿Y en Norteamérica?

“El machismo y el homoerotismo van de la mano: sólo hay que leer a Reinaldo Arenas para entender que los momentos más represivos de la historia fueron también aquellos de más libertad sexual. El machismo es una pose, una serie de códigos que vuelve posible el juego y la subversión. Lo más triste que vivimos ahora no es el machismo sino la ausencia total de códigos”.

- Escritores como Pedro Juan Gutiérrez y también Leonardo Padura muestran en sus novelas zonas oscuras que hasta hace relativamente muy poco no eran habituales que se reflejaran en la literatura cubana. ¿Algo está cambiando en Cuba?

“La Habana cambió, cambia y seguirá cambiando. Es una ciudad que sorprende por su capacidad de reinventarse y de reinventarnos. La Habana de Tacón, la de Leonard Wood, la de Estrada Palma, la de Machado, la de Batista, la de Castro y la de ahora son ciudades y realidades distintas. Pedro Juan Gutiérrez, en sus cuentos, nos ha dado la crónica más sincera y más realista de lo que fue La Habana de los años 90”.

- ¿Qué opinión tiene de movimientos como San Isidro?

“Cuando se escriba la historia del siglo XXI, entenderemos cuál habrá sido la importancia de estos movimientos”.

- Después de la muerte de Fidel Castro y con su hermano Raúl retirado a los cuarteles de invierno, ¿cómo observa la situación en Cuba?

“Ahora nos damos cuenta de que los años 2008-2017 fueron una época dorada: nunca, en la historia de Cuba desde 1959, ha existido un periodo con tantas libertades, impulsadas por un auge económico que en muy pocos años transformó a la Isla. Se abrieron espacios culturales, galerías de arte; cada semana llegaban a la Habana decenas de periodistas, curadores, artistas…Surgieron nuevos restaurantes, bares y centros nocturnos. Algunos, como el Bar Roma, fueron retratados por el fotógrafo Leandro Feal. Lamentablemente, por causas muy complejas que incluyeron la llegada de Trump a la Casa Blanca, todo esto duró muy poco: se derrumbó como un castillo de naipes.”

- ¿Y de México?

“Porfirio Díaz dijo una vez: “Me duele Chihuahua”. A mí me duele México. Quizá por eso Cuba se ha convertido en mi patria de repuesto”.

- ¿Cómo valoraría las políticas de Estados Unidos de Norteamérica con estos dos países?, ¿y con el resto del continente americano?

“Hay una frase célebre de Porfirio Díaz: “Pobre México: tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”. Y otra más de Jean-Paul Sartre: “Si los Estados Unidos no existieran, la Revolución cubana hubiera tenido que inventarlos”.

- Es profesor de Literatura en la Universidad de Princeton. La pregunta es ¿cómo creen que observan los norteamericano a los del sur y los del sur a los del norte?

“Me temo que en este mundo globalizado, dominado por las redes sociales, todo se ve igual. Es decir que nadie ve a nadie. Creo que nunca en la historia se ha dado un episodio como el que vivimos ahora: lo que impera a nivel global es un narcisismo malsano que seguramente algún día se estudiará como la gran patología del siglo XXI. Sólo hay que mirar a nuestro alrededor: todos tomándose fotos sin parar para subirlas a las redes”.

- ¿Qué tiene México que atrae tanto a los escritores del norte?, pienso en Malcolm Lowry, Ambrose Bierce, B. Traven si se me permite, entre otros.

“El México de principios del siglo XX es como la Cuba de los años sesenta: cientos de viajeros, entre los que había poetas, novelistas, pintores, directores de cine, filósofos y políticos, llegaron a esos países en busca de algo, que en ambos casos tenía que ver con la Revolución. Nadie encontró lo que buscaba, pero muchos de entre ellos, como Artaud o Sartre, encontraron otras cosas que los sorprendieron y que siguen sorprendiendo a sus lectores”.

- ¿Qué influencias reconoce en su literatura de escritores como Octavio Paz y Fernando Vallejo?

“A Octavio Paz lo vi dos veces pero nunca pude hablar con él. Me hubiera gustado conversar con él sobre la India y sobre Athanasius Kircher. A Fernando Vallejo — el escritor contemporáneo que más admiro — lo conocí hace poco. Mi novela Muerte en La Habana es un homenaje a La virgen de los sicarios y alguno de sus personajes se cuela en mi trama. En abril de 2022 fui a Medellín y pude conocer a Fernando. Pasamos dos días conversado de muchas cosas y me llevó a conocer la ciudad: tomamos el metro, los teleféricos, caminamos por el centro. En un barrio muy pobre pasamos al lado de un grupo de vendedores ambulantes. Uno vendía cortaúñas; otro, vitaminas; otro más, cables para teléfono celular; había uno que pregonaba: “el último libro de Vallejo, el último libro de Vallejo…” Le dije a Fernando: “Qué país tan culto el tuyo. En México los vendedores ambulantes gritan sin parar: “¿hongos en los pies? ¿hongos en las uñas?” pero en Colombia promueven tus libros…”

- ¿Qué autores jóvenes mexicanos destacaría?

“Entre los jóvenes, hay un escritor que admiro mucho: Daniel Saldaña. Sus Aviones sobrevolando el monstruo es uno de los libros más bellos y más desconcertantes que se han escrito sobre la Ciudad de México y sobre otras ciudades del mundo”.

Saludos, ándale, ándale, ándale, desde este lado del ordenador