Archive for the ‘Colorines’ Category

Uno de los nuestros

Jueves, Agosto 18th, 2016

Me mezclo en un grupo de gente con vistosos disfraces. No están alegres, la tristeza se refleja en sus caras.

Observo como las lágrimas resbalan por las mejillas de una atractiva rubia, demasiado nórdica para que la blancura de su piel soporte los rayos solares que caen en estas islas del sur…

Me atrevo a preguntar a un tipo con toga y lira entre las manos ¿por qué lloran? y sin apenas mirarme, rasga el instrumento y canta con voz desafinada que ha muerto Víctor…

¿Qué Víctor?

- El que ahora mora en Thule – responde con los ojos anegados en lágrimas.

Entonces me doy cuenta. 

Se fue Víctor Mora.

Recuerdo más allá de El capitán Trueno y Jabato, su Corsario de Hierro… aquellas historietas de piratas que me acompañaron durante unos años donde todavia el mundo era mundo.

Con Víctor Mora muere uno de los más importantes autores de la cultura popular en España. Un escritor que creó series y entretuvo a generaciones de niños, jóvenes y adultos que hoy han amanecido un poco más huérfanos. 

El responsable de tantas horas felices y perdidas deja detrás a sus personajes, el sheriff King, Roldán sin miedo, Dani Futuro, solos y desamparados y casi parecen que demasiado adultos, sin ganas de pelea y sin amigos con los que enfrentarse a formidable enemigos.

Pero esto solo lo saben los que están enrolados en la tripulación de un barco pirata que navega por el mar de los Sargazos. 

Aquellos que son un corsario más de Hierro.

Se lo debo, se lo debemos, a Víctor Mora.

(*) El corsario de Hierro rodeado de sus amigos en una viñeta del irrepetible Ambrós

Saludos, hasta la próxima, desde este lado del ordenador.

El maestro de claroscuro del cómic español, Keko, visita Tenerife

Viernes, Junio 10th, 2016

El maestro del claroscuro del tebeo español, José Antonio Godoy Keko, visitará los días 16 y 17 de junio de 2016 la comarca vitivinícola Tacoronte-Acentejo con motivo de su participación en el programa Extra de Verano Tacoronte-Acentejo en La Laguna, donde firmará ejemplares de su obra en la lagunera librería Lemus.

Ganador de distintos premios nacionales e internacionales en el mundo del cómic, Keko comenzó su andadura en las míticas revistas Madriz y Metal Hurlant. Entre sus obras con guión y dibujo propio podemos citar: La isla de los perros, La casa del muerto, Perros y Pistolas, Ojos que ven y 4 Botas. Además ha dibujado guiones de Mique BeltránLivingston contra Fumake–, Ramón de España –-Brenda Beckett: el amor duele–, Felipe Hernández CavaBob Deler– y Antonio Altarriba Yo, asesino--.

(*) La ilustración que acompaña estass líneas pertenece al álbum Yo, asesino.

Saludos, como siempre de nada, desde este lado del ordenador.

Se parece a Corto Maltés pero…

Lunes, Noviembre 30th, 2015

Hergé lo tuvo claro, aunque dejó consternado a generaciones de lectores. Tras mi muerte, dijo el escritor e ilustrador belga, se acabaron las aventuras de Tintín. Que el aficionado vuelva a las originales si desea su chute Tintín…  Ese ha sido mi caso, como imagino fue el caso de otros tantos lectores –esos tantos que no necesitan adquirir muñequitos, ni pósters, ni artefactos que conforman la mercadotecnia– para disfrutar una vez más de las historietas del periodista que no escribe y se rodea de extraños –y probablemente poco recomendables– amigos.

Hugo Pratt, que a su manera creó un Tintín para adultos como es Corto Maltés, no pensó sin embargo como Hergé cuando la señora de la guadaña llamó a su puerta. El primer resultado del Maltés post Pratt se encuentra de hecho ya en la calle y encierra lo que se dice una buena noticia para el aficionado que, como ha sido nuestro caso, buscará dinero donde no queda para hacerse con un nuevo álbum de Corto Maltés, solo que no lo escribe ni dibuja Hugo Pratt sino los españoles Juan Díaz Canales (guión) y Rubén Pellejero (dibujo y entintado).

El álbum, que se llama Bajo el sol de medianoche, se vende además en color y en blanco y negro. A color se ahorra el lector unos cuatro o cinco euros, lo que llama la atención porque antes, y cuando digo antes es antes de antes, un colorín en blanco y negro resultaba más barato que otro a todo color… Claro que los tiempos cambian, y lo que antaño iba a misa hoy ha perdido su senda, vaga errante por esos caminos por los que transita el Corto Maltés de Pratt y ahora, pero de otra manera, el de Canales y Pellejero, quienes se enfrentan al reto de recuperar a Corto respetando al maestro italiano, sobre todo en el dibujo, aunque quiebre, o se tambalee, en lo que respecta a lo que cuenta, a su relato…

Un relato que parece que es de Corto pero que no es de Corto. Y no es de Corto porque su ambientación histórica no está tan bien armada como la que caracterizó al genio italiano, quien mezclaba personajes reales con ficticios en las aventuras del Maltés hasta consagrarse definitivamente en la que, a nuestro juicio, es la obra maestra de Hugo con Corto: Siberia.

Bajo el sol de medianoche se desarrolla en 1915, hay ecos de las Célticas (lean el álbum y entenderán la razón) y de la juventud de Corto. Lo de la juventud es porque el marino que no perdió la gracia del mar viaja hasta Alaska respondiendo al llamado de su amigo el escritor Jack London.

En esta tierra inhóspita, fría, Corto Maltés conocerá inuit, los naturales de la zona; y británicos, irlandeses y alemanes que han llevado a este gélido rincón del planeta la guerra que sacude el corazón de Europa.

La novela gráfica se lee, y uno no deja de sacudir la cabeza sorprendido por la capacidad de mimetismo que tiene el trabajo de Pellejero con el de Pratt, pero a la historia le falta sustancia, y esa complejidad con la que Hugo Pratt enriquecía los relatos no solo de Corto sino de otros personajes que salieron de su cabeza.

Cabeza privilegiada para la aventura, una aventura que con Corto Maltés se puso por primera vez en el cómic pantalones largos, se arrogó de cierto progresismo con aroma de izquierda, y pretendió denunciar a través del tebeo las golferías que jalonan la Historia. Una Historia que está muy presente en las aventuras del Maltés aunque los escenarios resulten a veces extraordinariamente exóticos y la época, una época en la que todavía podía creerse en los caballeros. Y Corto Maltés es un caballero, además de un errante.

No, no termina de convencerme esta nueva entrega del Maltés. Más a sabiendas de que detrás no está quien debería de estar, pero con todo –ya ven, contradicción andante somos– sí que espero con interés nuevos álbumes en los que se recupere a un Corto que, sin ser el que conocí, sí que recuerda vagamente al que me acompañó a lo largo de este trecho errático que es la existencia.

Saludos, 1, 2, 3… ¡mambo!, desde este lado del ordenador.

¡Viva el colorín!

Viernes, Agosto 28th, 2015

En la categoría de las bellas artes no sé si el cómic ocupa el puesto noveno pero con historietas así… esas que saben conmover y despertar tu lado más triste y también reflexivo solo podemos decir: ¡vivan los colorines!, ¡vivan los chistes!, ¡vivan los tebeos! 

El arte de volar (Edicions de Ponent, 2009). Obra escrita por Antonio Altarriba e ilustrada por Kim, la historia relata la vida del padre del guionista desde sus años mozos en el campo aragonés, pasando por su juventud durante la Guerra Civil y el exilio en Francia, hasta su otoño en la primero España franquista y más tarde democrática. Novela gráfica que sabe a clásico, por una vez lo de novela como lo de gráfica encaja como un guante para definir la altura de un colorín bien macerado que a mí, personalmente, aún emociona. Y cuesta mucho trabajo, créanme, emocionarme y que me distraigan las lágrimas que comienzan a brotar de los ojos. En este relato se habla, y muy bien, de una existencia cualquiera. Y de la amistad, el amor, el matrimonio y los hijos. Su protagonista, libertario de  los de antes, nos enseña a lo largo de toda su vida lo que hay que tener para volar.

Reyes Disfrazados (Norma Editorial, 2007).- El cómic muestra cómo sobrevive un niño de doce años en los duros años de la Depresión en unos empobrecidos Estados Unidos de Norteamérica. Obra dura e intensa, pero igual de vitalista que El arte de volar, Reyes Disfrazados recoge la tradición que los emperadores de los caminos, los vagabundos, han impreso en la cultura de ese gigantesco, complejo y tan contradictorio país. Escribe esta obra circular James Vance e ilustra Dan Burr, dibujante fogueado en la subcultura de alcantarilla, el underground que le dicen. No me vale con recomendarlo, de hecho su lectura resulta obligatoria para hacerse una idea del profundo drama humano que generó la crisis del 29 y cuya onda expansiva se extendió hasta el inicio de la II Guerra Mundial. Su lectura hace pensar y reflexionar sobre nuestro tiempo presente.

Saludos, ¡viva el colorín!, desde este lado del ordenador.

Toda una vida

Viernes, Mayo 29th, 2015

EL SONIDO DE FRANÇOISE DE ROUBAIX 

La Filmoteca Canaria, en colaboración con Fimucité, el Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife, organiza a finales de junioo e inicios de julio un ciclo homenaje al compositor francés François de Roubaix (Neuilly-sur-Seine, Francia, 1939 -Tenerife, 1975), con motivo del 40 aniversario de su muerte en Los Cristianos.

De Roubaix, que solía visitar las islas con su familia para practicar el submarinismo, murió accidentalmente en las aguas que bañan esta localidad del sur de Tenerife con apenas 36 años de edad. Con él desaparecía uno de los compositores de referencia del cine francés de los años sesenta y setenta, un cine al que puso música en una serie de películas de las que se pondrán ver alguno de sus títulos en el Teatro Guiniguada y el Espacio Cultural Aguere como El silencio de un hombre (Jean-Pierre Melville, 1967); Diabólicamente tuyo (Jules Duvivier, 1967); Adiós amigo (Jean Herman, 1967): Último domicilio conocido (Jose Giovanni, 1970) y Les musiciens de la pellicule (Josée Dayan, 1974), así como los cortometrajes de François de Roubaix Le Gobbo y Comment ça va,  j’m’en fou, y el documental Francois de Roubaix.Fan’s, dirigido por su hija Patricia de Roubaix

Paralelamente al ciclo, está previsto que Los Cristianos acoge un concierto que protagonizará el hijo de François de Roubaix, el compositor y trompetista Benjamin de Roubaix, con músicos de jazz de las islas. Fimucité entregará  a Benjamin de Roubaix y a Patricia de Roubaix un premio honorífico en recuerdo a la carrera musical de su padre.

ALERTA, ¡PIRATAS!

Una hora antes presenta con motivo del Día de Canarias los tres primeros volúmenes de Piraterías y ataques navales contra las islas Canarias (1947), de Antonio Rumeu de Armas, una obra de la que el escritor y profesor Juan Manuel García Ramos ha dicho: “Hay libros de historia válidos por decenios y decenios y otros que expiran a los pocos años. En los casos del Atlántico estudiado por Rumeu de Armas y del Mediterráneo analizado por Braudel, la validez ha durado mucho tiempo y será difícil hablar de esas geografías en adelante ignorando las visiones de conjunto aportadas por uno y otro historiador. Con su obra, Rumeu de Armas metió a Canarias, con todo merecimiento, en la gran historia universal. Eso le debemos.” Si desea descargarse estos volúmenes pinche aquí: http://www.horaantes.com/es/dia-de-canarias-2015.

EL ARTE DE PREGUNTAR

 Juan Cruz publica Toda la vida preguntando, un libro en el que recoge treinta entrevistas con escritores, y en la que se encuentran nueve premios Nobel como Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, José Saramago, Orhan Pamuk, Doris Lessing, Imre Kertész, Le Clézio y Günter Grass.

NOS VISITA UN MAESTRO DE LA HISTORIETA

* El historietista Kim, creador entre otros personajes de Martínez el facha, firmará ejemplares de su último trabajo, El arte de volar, escrito por Antonio Altarriba, entre el 11 y el 12 de junio en la Librería Lemus, en La Laguna, donde Kim participará además en un diálogo con el especialista Manuel Darias. Premio Nacional del Cómic, Kim (Joaquim Aubert Puigarnau) ha colaborado entre otras revistas en El jueves, El Víbora y Mata Ratos.

Saludos, noche y día, desde este lado del ordenador.

La extraña pareja: Malcom McLaren y Alan Moore

Jueves, Marzo 12th, 2015

Malcom McLaren ha pasado a la historia por ser el agente de ese grupo de rabiosos  aficionados al ruido que fueron los Sex Pistols en plena eclosión del fenómeno punk, una tribu urbana que además de romper modas y generar una moda, sacudió a los jóvenes desahuciados de los años setenta y ochenta por su atractivo nihilista y su ánimo provocador mientras se arrogaban en una juventud que se creía eterna.

Algunos escuchan todavía como himno su irreverente y aguardentoso God Save the Queen aunque la vorágine que asaltó a muchos de sus miembros, incluyendo turbias muertas violentas, puso fin a un capítulo que no nació, como muchos sostienen, por generación espontánea.

Tras abrir una tienda en la que vendía fundamentalmente ropa relacionada con el rock and roll porque por aquel entonces “lo más emocionante para un joven inglés era arreglarse, vestirse con sus propias ideas ya que en Inglaterra entendíamos que el arte de “arreglarse” era la mejor manera de escapar de tu entorno familiar”, McLaren se dio cuenta que podía ir un paso más allá si vendía sexo con la ropa y los complementos.

Él mismo explica que el sexo era “algo que sólo se anunciaba en letras muy pequeñas en las últimas páginas de los periódicos. Yo quería mostrarlo en mitad de la calle y venderlo en boutiques modernas de Chelsea. Así que me deshice de todo el material de los cincuenta y empecé a vender faldas de goma y collares de perro de cuero. Puse al descubierto toda esa serie de prendas fetichistas que cierta gente había estado comprando años atrás en pequeñas tiendas. Mi intención era ponerlas de moda para los más jóvenes.”

Y el invento funcionó. Tanto que incluso contó con su propio estilo y banda sonora.

Son otros los que están llamados a reivindicar el caso Malcom McLaren como referente de unos tiempos probablemente igual de confusos que los actuales pero dentro de ese fenómeno contaminado de música ruidosa, ropa escandalosa, actitud gamberra y con ganas de alimentar polémica, drogas y sexo, queda un creador que entendió que ese negocio, porque al fin y al cabo resultó ser eso: un negocio, era una farsa.

Y farsa es uno de los ejes a través de los que se arma la historieta Fashion Beast, cómic que nació primero como guión de una película para la que el avispado McLaren recurrió a los servicios de un tipo que estaba en las antípodas del movimiento punk y sí mucho más cerca a la corriente hippie, Alan Moore. El mismo Moore explica en la edición completa de Fashion Beast el porqué un guión que nació para el cine terminó transformándose en un guión para colorines en el prólogo de su edición en castellano (Panini Comics).

Básicamente, resume Moore, la razón fue la repentina muerte por un derrame cerebral de Malcom McLaren el 8 de abril de 2010, y el hecho de que a partir de entonces aquel relato relacionado con la moda y la farsa hibernara en el baúl de los recuerdos hasta que William Christensen lo descubrió y le propuso al escritor de Watchmen y V de Vendetta que lo adaptara al cómic.

Alan Moore confiesa que la decisión le resultó difícil. Por un lado, McLaren ya estaba muerto y por otro, sentía que traicionaba uno de sus mandamientos creativos: no traducir para imágenes cinematográficas sus historias recreadas en viñetas aunque el caso de Fashion Beast –se justifica– era diferente ya que llegó al proyecto reclamado por el volcánico McLaren a principio de los ochenta.

Leyendo el cómic es difícil hacerse una idea de cómo hubiera quedado esta historia en el cine porque cómic y cine son medios radicalmente diferentes. También si la estética que se conserva en la historieta hubiera sido la misma en la pantalla grande aunque algo me hace sospechar que no. Si por algo destaca Fashion Beast es por la delicada belleza de sus ilustraciones, obra de Facundo Percio (artista) y Hernan Cabrera (color).

¿Cómo relato?

Como relato Fashion Beast no es de lo mejor como guionista de Alan Moore pese a que respira cierto aliento que lo ha hecho famoso y que en la actualidad sea considerado como uno de los mejores y más reputados escritores de y para cómic de los últimos tiempos.

Le falta sin embargo a Fashion Beast su característico sentido crítico pero mantiene una interesante cosmogonía que no alcanza ni mucho menos la altura de otras de sus grandes obras como las ya citadas Watchmen y V de Vendetta aunque respira ligero ocultismo que, lamentablemente y a nuestro juicio, no termina de cuajar en un relato al que le sobrepasa la estética de sus ilustraciones.

La protagonista de Fashion Beast es Muñeca Seguin, encargada del guardarropa de una sala de fiestas y que es un hombre que se hace pasar por mujer aunque sea una mujer que se hace pasar por hombre que acaba por ser la modelo del diseñador Celestine, que oficia de Pigmalion. Celestine es un misterioso personaje que vive recluido en su taller mientras tira las cartas de un preciosista Tarot.

El cómic Fashion Beast entra por los ojos pero no taladra tu mente. Carece de la profundidad de la que quizá sea la mejor obra de Moore como escritor From Hell y las ya mencionadas Watchmen y V de Vendetta, trabajos estos últimos que tuvieron la capacidad de reinventar un género por aquel entonces tan quemado como era el de los héroes de capa y antifaz.

Pero no cuenta Fashion Beast con un discurso coherente ya que a ratos parece que se ahoga cuando pretende contar una historia con cierto fondo –la farsa en que se ha convertido la moda como instrumento al servicio de la domesticación de las masas – que llamea brevemente cuando tantea otros discursos como el de la ambigüedad sexual y la trampa que significa vivir en soledad pese a que seas una estrella.

El mismo Moore se pregunta en la introducción qué le hubiera parecido a Malcom McLaren el resultado final del cómic. Un cómic que cuenta con delicadas y muy preciosistas viñetas, algunas de ellas con cierto aire a Enki Bilal, y que están muy por encima de la historia.

Historia, ya se ha dicho, que se difumina tras la belleza de su dibujo.

Saludos, calor, calima, África, desde este lado del ordenador.