Archive for Septiembre, 2010

Merci beaucoup, Claude Chabrol

Domingo, Septiembre 12th, 2010

Miembro activo de lo que se conoce como Nouvelle Vague, Claude Chabrol forma parte de mi imaginario cinéfilo por el puñado de películas negras que rodó a lo largo de su carrera. Películas todas ellas donde se detecta la sombra casi siempre alargada de Alfred Hichcock, pero con distinguible sello Chabrol.

En unos días donde el cine mira hacia todos los frentes buscando referentes, la desaparición de Chabrol a los 80 años deja sin cabe aún más huérfanos a los que siente algo más que atracción por el cine francés y a la obra de un cineasta que se caracterizó por sus en ocasiones feroces pero también sentimentales retratos de la burguesía gala.

Chabrol, como la mayoría de los jóvenes de su generación, se forjó en la redacción de una revista de cine, Cahiers du cinéma, de la que su bastarda edición española pide a gritos que se mire de una vez. Más tarde, como otros compañeros críticos, se lanzó al cine rodando, entre otras cintas, títulos como El bello Sergio, Violette Nozière, La Ceremonia o Gracias por el chocolate. Otras obras son Ophelia (1962); y Landru (1962), esta última película un aparente frío retrato del célebre barba azul del crimen francés.

Una de sus últimas películas fue Una chica cortada en dos, cinta de obligado visionado y que pide a gritos su recuperación.

A Chabrol le debemos también los cinéfilos y cinéfagos del mundo entero el redescubrimiento de dos grandes actrices francesas: Stéphane Audran e Isabelle Huppert.

Así son las cosas.

Saludos, me temo que otra vez fúnebres, desde este lado del ordenador.

Eso.. eso… eso es todo por hoy ¡amigos!

Sábado, Septiembre 11th, 2010

INTRO

Esta mañana, al salir a la calle, me encontré con uno de mis vecinos. Fue en el rellano de la escalera donde me preguntó con una ancha mueca de payaso si me gustaba la carne. Le dije que sí, aunque confesé sentir más predilección por el pescado.

- ¿Es pecado?.- le pregunté con una sonrisa.

El vecino, dándose la vuelta, no me contestó.

* UN ESCRITOR CANARIO OBJETO DE UNA TESIS EN ITALIANO

Con el título El tamaño del daño en la obra de Víctor Álamo de la Rosa (análisis y traducción) acaba de presentarse en la Universidad de Génova una tesis de Martin Beux en la que analiza la obra literaria del escritor canario Víctor Álamo de la Rosa y sus vinculaciones con el paisaje de Canarias.

Esta tesis, que actualmente está siendo traducida al español por el propio Martin Beux para publicar una versión reducida en España, estudia tanto la obra poética como narrativa de Álamo de la Rosa, autor de una saga novelesca ambientada en la isla de El Hierro que ha sido publicada en Brasil, Francia, Venezuela, Croacia, Portugal y Alemania, y que ahora está siendo traducida al italiano.

¿SU NOMBRE?, EDUARDO

Eduardo. A secas, es un extraordinario guionista y dibujante de historietas canario del que ya nos hemos hecho eco en este mismo blog. Eduardo vuelve a aparecer porque por fin se ha decidido a dar el salto al agitado océano de la red con un blog, Tirón de orejas, en los que vuelca sus viñetas y todas aquellas neuras que, calma, seguro que un día de estos traduce a sus impecables e implacables tebeos. Un genio. Ya lo dije en su momento.

PURO TEATRO, LA VIDA DEBE SER ESO, PUÑETERO TEATRO

Canarias escribe teatro (nuevas voces) es un proyecto coordinado por 2Rc Teatro, Compañía de Repertorio y la Escuela de Actores de Canarias (EAC). Este año, con el nuevo curso también comenzará el Taller Permanente Canarias Escribe Teatro en Tenerife, bajo la coordinación de la investigadora de artes escénicas, directora, dramaturga y profesora de la EAC, Isabel Delgado.

Los Talleres Nuevas dramaturgias, nuevas formas, 2010 se impartirán en los meses de septiembre, octubre y diciembre. Con una duración mínima de 16 horas y máxima de 20, según el invitado.

Cada año participarán tres creadores. Los talleres son prácticos y su principal objetivo es que los participantes entiendan y experimenten distintos procesos creativos que los ayude a encontrar estrategias personales a la hora de plantearse diseñar un texto o un espectáculo escénico.

El programa incluye del 21 al 25 de septiembre clases de Práctica escénica que impartirá Roger Bernat ,autor, entre otras piezas, de 10.000 kgs. (1998), Flors (2000), Bona gent (2003), Amnèsia de fuga (2004), LA LA LA LA (2004), Rimuski (2006), Dominio Público (2008) o La consagración de la primavera (2010).

NUEVO LIBRO SOBRE CINE CANARIO

El cada año más descafeinado Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria prepara un nuevo libro sobre el cine Canario. Dejando de lado la eterna cuestión de ¿hay cine canario? ¿hay un ser o no ser que se pueda llamar cine canario?, sabemos que el volumen lo coordina Aurelio Carnero, un tipo con inquietante parecido al comandante en jefe, ¿ordene? aunque afortunadamente — que sepamos– sin la demencia senil que acompaña últimamente al apolillado líder de la revolución cubana…

AND THE WINNERS IS…

Live Wire, así se llama la novela con la que Harlan Coben, ha ganado la IV edición del Premio Internacional de Novela Negra RBA. Por unanimidad de un jurado compuesto por Anik Lapointe, editora, Antonio Lozano, periodista, Soledad Puértolas, novelista, Lorenzo Silva, novelista y Paco Camarasa, librero.

Harlan Coben, se presentó con el pseudónimo de Doug Christie. Y la novela estará en las librerías, a finales de Octubre. Live Wire está protagonizadas por Myron Bolitar, el representante de deportistas que siempre termina convertido en trepidante detective.

Saludos, a eso… eso… eso es todo por hoy ¡amigos!, desde este lado del ordenador.

La soportable levedad del cine canario

Jueves, Septiembre 9th, 2010

El cine leve no es nuevo. Es tan viejo como la historia del cine. El propio Josep Vilageliu, su reconocido y bien reivindicado padre fundador, lo admitió en la presentación hoy de La noche del cine leve, sesión que acogió Tenerife Espacio de las Artes (TEA) con la esperanza –quiero entenderlo así– de puesta de largo de una forma de entender el cine que, a juicio de quien les escribe, ha desarmado por completo.

Confieso que salgo apresurado de la sesión hondamente conmovido, porque en estos cuatro trabajos siento que se respira un amor a esto que llaman séptimo arte del que deberían de aprender muchos de los que dicen hacen cine a este lado y al otro del Atlántico. Descubro, además, a un extraordinario director de fotografía, David Delgado San Ginés, que es capaz de dejarme mesmerizado en la butaca. Uno solo de sus encuadres me cuenta una historia sin necesidad del puñetero inicio-nudo-descenlace (¡mea culpa!, ¡mea culpa!). Su esteticismo con sabor a clásico hipnotiza y aporta de una arrolladora solidez a los tres trabajos –uno de ellos dirigidos por él– en los que puso a su servicio su implacable e impecable límpida mirada.

Esto no es cine leve. Esto es cine hecho con pasión, por la cara, sin concesiones al puñetero público y sin estrindencias trascendentales. Todo ello rodado sin apoyos oficiales –tampoco creo que las famosas y despistadísimas (des)comisiones del Gobierno canario dieran luz verde a estas pequeña bombas de relojería de poética arrolladora– que siento, mientro escribo, como una reflexiva y sosegada sesión de free jazz.

Son cortos intimistas, casi rodados en verso libre, pero que he digerido sin que mi instinto cinéfago protestara. A mi juicio, estos cuatro trabajos respiran una autenticidad no ya estética sino de fondo que obliga a que los veas con todos los sentidos despiertos. No se me antojan pretenciosos porque saben a verdad, y representan (reitero que sin levedad) una más que interesante manera de entender esto que llamamos cine.

Además, su economía de medios, su potente minimalismo, viste a estas cuatro producciones de un aroma personal que inaugura lo que podríamos llamar una poética del cine rodado en las islas que entronca con la poesía hecha en Canarias. El cine leve (sí existe tal cine leve) no es cine leve sino cine inquietantemente poético.

Inicia la sesión Naturaleza muerta (2009), de Josep Vilageliu, el padre fundador de este ¿fenómeno?

Josep Vilageliu, un francotirador que rueda cine al margen de modas y tendencias, presenta un cortometraje de una sexualidad desbordante, de un erotismo que esquiva la pornografía para mostrarnos aparentemente la desnudez de unos labios femeninos devorando frutas. No hay diálogo, sólo miradas de voyeur y de paso una inteligente reflexión sobre los deseos en la pareja. Atención al sonido, en este cortometraje a mí me parecieron seductores, como el de la cafetera escupiendo café.

El viaje del árbol de Pedro García es un interesante relato sobre la pérdida que dibuja con extraordinaria maestría una fotografía a blanco y negro y color de David Delgado San Ginés, para mi el gran descubrimiento de esta noche donde no caben levedades.

Cerca del mar, de Daniel Léon Lacave, quizá el corto más compresible del cuarteto, es un inquietante poema de fantasmas que son uno mismo. Es una inteligente reflexión, además, sobre el irremediable futuro que nos espera. No sé sí el cineasta se planteó con esta experiencia analizar la condición insular, ser islas en islas, pero entresaco de su cortometraje esta reflexión mientras camino rumbo a mi mansión escuchando como banda sonora el rumor babilónico de las olas del Atlántico.

Cierra la muestra El aire de un día, de David Delgado San Ginés, una historia que tiene bastantes puntos de contacto con El viaje del árbol y Cerca del mar por explorar el sentimiento de pérdida, de los fantasmas de nuestra existencia. Detecto, una vez más, en estas tres últimas piezas esa constante de que la vida se desparrama de entre nuestros dedos como si fuera polvo sin que apenas nos demos cuenta.

No hay diálogo, sólo poderosas imágenes que pasan del blanco y negro al color que te sacuden y te golpean… Que te cuentan una historia me atrevo a decir que casi con ecos fordianos. Carambolas, que hacía tiempo que no veía en un puto corto canario como se aprovecha los espacios abiertos para vomitarte a la cara lo de “chaval, vas solo por el mundo. Tú y tus islas. Tú y tus recuerdos”.

Estimados, esto no es cine leve. Esto cine contado con el corazón. Y cien por cien de aquí y encima sin apoyos oficiales.

¡Viva el cine leve que no es leve!

Saludos, asombrado, mesmerizado, sorprendido, desde este lado del ordenador.

De todo un poco…

Miércoles, Septiembre 8th, 2010

LLEGA LA NOCHE

Tenerife Espacio de las Artes (TEA) acoge este jueves, 9 de septiembre, a las 20.30 horas una exhibición de cortometrajes canarios bajo el título de La noche del cine leve. El cine leve se trata de una “forma de crear libre de ataduras y sin jerarquías que se deja llevar por la inspiración del momento de rodar”-

Los filmes que se proyectarán son Naturaleza muerta, de Josep Vilageliu; Cerca del mar, de Daniel León Lacave; El viaje del árbol, de Pedro García; y El aire de un día, de David Delgado San Ginés. La entrada a esta actividad, a la que asistirán los directores de los filmes programados, es gratuita hasta completar el aforo del Salón de Actos.

La sesión de cortos será presentada por el coordinador general de Cultura, Cristóbal de la Rosa, el responsable de actividades de TEA, Emilio Ramal, y el actor y filólogo Miguel Ángel Rábade.

OJO, QUE VIENE EL MAESTRO

El cineasta sueco Ingmar Berman ocupa la programación de cine de la Fundación Cristino de Vera y la Obra Social y Cultural de CajaCanarias durante septiembre, con una selección de cuatro de sus mejores películas que se proyectarán en el citado espacio cultural de La Laguna a partir de las 19 de cada jueves de este mes.

Las sesiones se inician este jueves, día 9, con el pase de Música en la Oscuridad, a la que le seguirán Sonrisas de una noche de verano, el día 16; El séptimo sello, el día 23, y, finalmente, Fresas salvajes, el día 30. Todas las proyecciones serán en versión original con subtítulos en español, con entrada libre para el público hasta completar aforo.

RELAJAR EL ALMA CON UNAS RISAS

La Gramola, ofrece este jueves, 9 de Septiembre, a las 22.30 horas, una nueva entrega de su ciclo cultural Pequeño Formato con la actuación de Iris Alemán, quien presenta su pieza de café-teatro La Lagarta Bereber.

Y POR FIN EL VIERNES

El Cine Victor en Santa Cruz de Tenerife ofrece este viernes 10 de septiembre la obra Sancho Panza del grupo Zálatta Teatro, quienes ya presentaron la semana pasada el espectáculo infantil El concierto de BTT y que ahora repiten con una comedia con la que empezarán su gira por la Península en octubre.

Zálatta Teatro ofrece para el público tinefeño esta curiosa y atípica visión de la obra de Cervantes realizada por el dramaturgo murciano Fulgencio M Lax, autor de obras como La Gasolinera; Paso a nivel con barrera o No matarás.  La obra está interpretada por Manolo Rodríguez en el papel de Sancho, Alejandra Rodríguez como Sanchica y dirigida por Telesforo Rodríguez.

La función para ver esta comedia será a las 21 horas al precio de 10 euros con venta anticipada en la cafetería Cine Victor.

Saludos, informativos que se dice, desde este lado del ordenador.

Soñadores

Martes, Septiembre 7th, 2010

Me entero gracias al cada vez más imprescindible blog Versión muy original alojado en la edición digital de El País que Terry Gilliam vuelve a anunciar que tira la toalla con The man who killed Don Quixote, por lo que entiendo detiene la que debería ser su personalísima reinterpretación del mito cervantino. Parece que con este proyecto le sucediera lo mismo que a Orson Welles cuando pretendió llevar su Don Quijote a pantalla grande: quedarse a medio camino para los que, como quien les escribe, seamos más huérfanos si cabe cuando les late el cuerpo y el espíritu al anunciarse un nuevo trabajo de todas esas personas a las que toma en serio.

Supongo que esta sensación nos pasa a casi todos los aficionados a cualquier cosa. Y si bien uno no sabe muy los por qué, la verdad es que en ocasiones empatas con la obra de un determinado autor (sea músico, escritor, pintor o cineasta) sencillamente porque te gusta. Hueles que ahí no hay engaños ni dobleces pretenciosas. Te gusta porque te sorprende. Debe ser también porque activa esos mecanismos oxidados que tienes en la cabeza para que pienses.

Uno de los momentos más emocionantes como espectador cinematográfico (ya lo he contado en este mismo blog) fue cuando vi Brazil en una sala de Madrid. Narré entonces los aplausos que un grupo de entusiastas por la película le rendimos al finalizar su proyección y cómo esa cinta extraña y extravagante, ese peculiar canto a la libertad, pareció que iluminaba el estómago de un cinéfago hasta ese momento atiborrado de naderías comerciales y de autor.

Al margen de las películas que rodó con los Monty Python, entre ellos ese pequeño clásico del cine descacharrante que continúa siendo Los caballeros de la mesa cuadrada, Gilliam es un director por el que siento especial aprecio pese a que muchos de sus filmes no sean obras redondas, de perfecto acabado.

No me entusiasmé así por su Las aventuras del  barón de Munchausen, quizá porque tenía demasiado presente en mi memoria los buenos ratos que me hizo pasar la versión alemana de los años cuarenta. Sí que me emocioné con El rey pescador y Doce monos pero no con su Miedo y asco en Las Vegas, título que si no me equivoco no llegó a estrenarse en estas islas infernales y en la que adaptó el también irregular reportaje lisérgico del padre del periodismo gonzo, Hunter S. Thompson.

De hecho, ya lo daba prácticamente por perdido con su frustrante Los hermanos Grimm aunque volvió a robarme ese pedazo de corazón que todavía reservo a la sorpresas con su tenebroso cuento infantil Tideland pero mucho menos con El imaginario del doctor Parnassus. Una cinta, sin embargo, que sospecho que algún día será desempolvada de las estanterías del fracaso.

Con esto quiero decir que he seguido con meridiana lealtad y en las medidas de mis posibilidades su trayectoria como cineasta. Quizá porque hace un cine que hace necesario masticarlo para digerirlo con moderación.

Leer ahora que su anunciando proyecto sobre Don Quijote queda una vez más en el aire y prácticamente a punto de arder en las llamas del olvido me preocupa como espectador agradecido con su cine. Con su extraña manera de ver el mundo, de reinterpretar nuestros sueños y pesadillas infantiles. Me pregunto –con la vaga esperanza que todo se trate de un parón momentáneo– ¿qué Don Quijote nos podría haber mostrado en pantalla?

El otro día, curiosamente, le aseguraba a un amigo en una de esas tontas conversaciones donde se intenta arreglar nuestro universo que este personaje –el caballero de la triste figura– sólo podía haber nacido en España. Soñadores así son imposibles en otros territorios. Claro que, concluí, Sancho Panza también es muy español.

Y estos son más.

Quizá por eso así nos va.

 Saludos, declarando a Gilliam caballero Don Quijote de allende la mar, desde este lado del ordenador.

A toda esa gente con muy poco yo

Lunes, Septiembre 6th, 2010

En aquellos tiempos donde sólo existía una cadena en televisión uno de los momentos más felices de mi infancia era cuando se emitían los dibujos animados de la Warner Bros. Ya saben, los protagonizados por Bugs Bunny, el pato Lucas, Sivestre, Elmer, Speedy González, el viejo Sam y el megavitaminado Demonio de Tasmania, entre otros.

No sé si contemplar aquellos deliciosos dibujos animados alteró la conciencia enfermiza de una generación de espectadores que tuvo también la oportunidad de asistir en riguroso directo a la muerte del dictador siendo aún niños, pero sí que estoy seguro que parte de su construcción del mundo se la deben a estas criaturas. Y  en especial a que se pusieran del lado –más que del malo– del perdedor en todas estas historietas animadas de ayer y hoy.

Continuo viendo los episodios clásicos de la Warner Brothers y como excelentes clásicos que son, me sorprendo por los actuales que todavía resultan en estos tiempos de siniestros dirigismos. Tanto, que últimamente reviso antiguos capítulos y les pongo cara de personajes de nuestra política nacional y autonómica para reírme un poco de lo desgraciada que está resultando su gestión. Será por aquello de que por muy mal que lo hagan siempre caen de pie. Aunque habrá, afortunadamente, un Silvestre, un pato Lucas, un Coyote de la vida detrás de todos ellos para recordarles que son mortales…

No era, sin embargo, de las ya míticas criaturas de la Warner de quien quería hablarles sino de la evolución de los dibujos animados y el alto grado de estupidez que ha alcanzado este formato antaño para toda clase de públicos. Así que viene a colación esta humilde reflexión por el premio que Pocoyó ha recibido en la Mostra de Venecia, donde ha recibido el galardón Kineo Diamanti al Cinema Italiano.

Admitiendo los valores desarmantes de Pocoyó (qué título: poco-yo) y su minimalismo robotizante, me pregunto todavía cómo esta serie extraterrestre ha logrado calar en los niños, aunque algo me hace sospechar que son precisamente los padres los que han obligado a sus hijos a caer mesmerizados por este producto que desde sus inicios despertó todas mis alertas.

No sé si será por el presunto carácter educativo que sus creadores dicen que tiene la serie o por el tono chachipiruli que afirman posee el  Pocoyó, pero me inquieta (como inquieta una cosa a la que llaman Hello Kitty) cuando casualmente me la meten en la vida. Debe ser, pienso ahora, porque cuando las veo quedo abducido por tan extravagantes tonterías. Pero esas cosas me pasan también con el anime y la mayoría de los dibujos animados que monopolizan esos canales especializados en los más jóvenes.

Probablemente es signo de que me hago viejo. Pero entre la violencia desatada de los dibujos animados de la Warner y su estrafalario canto a la desesperación del perdedor, Pocoyó y familia se me antojan como productos perfectamente diseñados para sosegar y uniformar a nuestras futuras masas.

A que sean eso precisamente: gente de muy poco yo.

Saludos, imaginando al Coyote devorando por fin las entrañas del Correcaminos, desde este lado del ordenador.