Archive for Diciembre, 2019

Atlanticidad, un documental de JuanMa V. Betancort

Jueves, Diciembre 12th, 2019

TEA Tenerife Espacio de las Artes estrena el largometraje documental Atlanticidad (2019), de JuanMa V. Betancort. Este nuevo trabajo, que recibió una de las subvenciones al audiovisual que concede el Cabildo de Tenerife a través de TEA, se podrá ver en este centro de arte desde el viernes [día 13] hasta el domingo [día 15], a las 19:00 y 21:30 horas.

Estas proyecciones, forman parte de la programación del IV Festival Insularia-Islas en Red y cada sesión se completará con el pase de los cortometrajes EU (2015), de Sara Azad; y Adormecido (2012), de Paulo Abreu, que se proyectarán antes del largometraje. Las entradas para poder ver esta película se pueden adquirir tanto en la taquilla de TEA con antelación así como a través de la web, mediante el sistema de venta online. Atlanticidad es una película rodada en los finisterres atlánticos de Canarias (El Hierro) y Azores (Isla de Flores).

Esta cuarta edición del Festival Insularia-Islas en Red cuenta con Azores como archipiélago invitado, mostrando algunas de las piezas más destacadas de su cinematografía más reciente. Se trata de un archipiélago vinculado geográfica y culturalmente con Canarias, aunque desconocido para la mayoría de los canarios.

Saludos, como Tarzán, desde este lado del ordenador

Un puñado de actos

Miércoles, Diciembre 11th, 2019

Mientras diciembre se acerca a su inevitable final para dar paso a un nuevo año parece que las actividades de carácter cultural ya no tienen que esconder la cabeza bajo tierra. Este miércoles, 11 de diciembre, por ejemplo, se celebran dos actos, entre otros muchos, para anotar en la agenda y acudir a ellos si el tiempo y las ganas proceden.

Uno de ellos se celebrará en el Círculo de Bellas Artes de Tenerife, que está ubicado en la calle del Castillo de la capital tinerfeña y que hasta el día de ayer estaba cerrado, o con las puertas trancadas por mandato del Ayuntamiento. Sin tener muy claro la razón, las ouertas de este espacio abren esta tarde a partir de las 17 horas para acoger la sesión Un dìa con Galdós, que contará con un Encuentro en torno al cómic Nela, en la que participará el guionista y dibujante grancanario Rayco Pulido González y sobre las 19 horas y bajo el tìtulo de Mujeres galdosianas, la proyección de un documental basado en la obra Aires del autor de Misericordia por HelenaTurbo Teatro. Tras el visionado, la directora de la cátedra Benito Pérez Galdós de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Yolanda Arencibia; el profesor de Literatura Española de la Universidad de La Laguna, Miguel Martinón y la profesora y directora de teatro Helena Romero intervendrán en una mesa redonda sobre el escritor del que el año próximo se celebrará el centenario de su fallecimiento.

El acento musical y con el que se cerrará el acto lo pondrá David Ballesteros (violín) y Johanna Kegel (violonchelo).

* Por otra parte y en la librería Agapea en la capital tinerfeña el escritor venezolano Antonio López Ortega presenta Kingwood (Pre-Textos, 2019). Junto al autor de la obra intercendrá el escritor y periodista Juan Cruz. El acto comenzará a las 18.30 horas.

Kingwood reúne una serie de relatos en que “los opuestos se tocan sin llegar a diferenciarse” y donde, según glosa la propia editorial, “los paisajes naturales desbordantes, pero también parajes sombríos donde la vida se apaga, conforman un caleidoscopio en el que el lector sabrá reconocer sentimientos contrapuestos: nostalgia, sí, pero también ocasos; reconciliación, sí, pero también fracturas insondables. Referentes claros que se extraen de la tragedia venezolana tallan los destinos, pero también del pasado fluyen imágenes de una concordia que ya no será tal”.

* Al dìa siguiente, jueves 12 de diciembre, el escritor y poeta Rafael-José Díaz presenta en el Instituto de Estudios Canarios, en La laguna, Umbrales donde apenas llega la luz (antología poética, 1991.2018) (El Taller Blanco Ediciones, Bogotá, 2019). El acto comenzará a las 19.30 horas.

Saludos, esto no es todo, desde este lado del ordenador

Josefina de la Torre, protagonista del Día de las Letras Canarias de 2020

Martes, Diciembre 10th, 2019

El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy, martes, la propuesta de la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes de dedicar el Día de las Letras Canarias de 2020 a Josefina de la Torre (Gran Canaria, 1907-Madrid, 2002). La elección se realiza con la finalidad de reconocer y difundir el trabajo de esta autora, a través de varias iniciativas que se desarrollarán a lo largo del próximo año. Como en anteriores ediciones, y dentro del espíritu de esta celebración anual, el programa de actividades previsto para 2020 se iniciará el 21 de febrero con los actos institucionales en los que se recordará la figura de Viera y Clavijo, en cuya conmemoración se instituyó esta celebración.

Con el fin de fomentar la lectura de su obra y el descubrimiento de la trayectoria de Josefina de la Torre, está prevista la celebración de un acto institucional en la isla de nacimiento de la autora (Gran Canaria), una edición o coedición de su obra literaria y la publicación de una revista divulgativa que se distribuirán en todo el Archipiélago, donde expertos en el campo de las letras y las artes analizarán su obra y que incluirá una selección poética.

Saludos, pensando en su hermano Claudio, desde este lado del ordenador

Alfonso García: “No hay espacios sagrados para el arte”

Martes, Diciembre 10th, 2019

Alfonso García (Santa Cruz de Tenerife, 1961) comenzó su carrera en el arte trabajando las dos dimensiones aunque ya desde pequeño sintió la llamada por expresarse en tres..

Las tres dimensiones ocupan el Espacio y Taller de Arte Alfonso García (ESTAAG), una propuesta permanente de la obra de un artista que cree en lo que hace y para conseguirlo trabajo en ello diariamente.

Doctor en Antropología por la Universidad de La Laguna, algunas de las obras en la calle de Alfonso García son la que se expone en los exteriores del Castillo de San Felpe, en el Puerto de la Cruz y en los jardines del Hospital Universitario de Canarias.

Este viernes, 13 de diciembre y a las 19.30 horas, presenta en ESTAAG Memoria del futuro/Mémoire de l’Avenir en la su autor establece una comunicación con un punto de partida que va más allá de lo presente y lo vivido para dar respuesta a una pregunta. La serie está consta de 25 obras que fueron realizadas en 2019 y de las cuales diez son bronces y quince han sido elaboradas en hierro y acero

- ¿Qué fue primero la escultura o la pintura?

“Comencé trabajando con un soporte en dos dimensiones: tinta y lápices de colores sobre papel, aunque recuerdo de muy joven realizar obras en tres dimensiones en piedra lapilli. Es probable que siga alternando escultura y pintura, pero, desde hace 35 años, presento públicamente mi obra escultórica”

- ¿Por qué se produce esa transición?

“Supongo que la cuestión es ¿cómo las tres dimensiones desplazan a las dos? Es probable que tenga que ver con que el mundo en que vivimos tiene más sentido cuando lo vemos en sus tres dimensiones, cuando se despliega en el espacio, máxime si le sumamos la dimensión temporal, con los materiales que conforman las obras, y el tamaño de las mismas. En ocasiones, mis obras monumentales, centran su fuerza en la sencillez, pese a sus enormes volúmenes, como es el caso de mi obra instalada junto al Castillo de San Felipe en el Puerto de la Cruz (2005). Estas obras se comportan acompañadas de una vibración que configura en ellas formas que las proyectan en un espacio que las trasciende y las libera del peso y las hace etéreas, impersonales, efímeras, frágiles, ingrávidas y sólidas a la vez”.

- ¿Qué tiene para usted de atractivo la escultura?

“El mundo en sí mismo es una gran escultura que además está conformado por miles de ellas y que, a lo largo de los siglos, han cautivado el ojo humano y sigue haciéndolo en la actualidad. Ya sea al observar esculturas en materiales naturales, piedra, mármol o madera, sometidos a poca o mucha transformación por parte del artista o al centrar nuestra mirada en esculturas realizadas en bronce o aluminio, mediante procesos de fundición, o también el trabajo con aceros en sus distintas variantes”.

- ¿Y con qué materiales ha trabajado y con cuál de ellos se siente más cómodo? ¿Por qué?

“En los años 80, comencé trabajando con materiales más accesibles en la naturaleza, tales como la piedra o la madera. Desde los noventa hasta hoy, he querido experimentar con hierros y aceros. He realizado esculturas de fundición en bronce y aluminio con más intensidad en la última década. Cada material y cada proceso de elaboración tiene sus procedimientos y requisitos y cada obra pide y llama a unos materiales como soporte. En muchas ocasiones, me comporto como un facilitador que ayuda a la obra a emerger con dicho soporte y en cuanto la escultura cobra vida, se libera de mí. Pienso que una comprensión básica de las esculturas que realizo no puede limitarse al análisis de su organización formal, sino que va íntimamente unida a los materiales y las técnicas empleadas”.

- ¿Qué intenta transmitir con sus obras?

“Los motivos, el proceso, el contexto y los fines de mis obras no son cuestiones que se planteen de modo semejante en el trabajo que conlleva cada obra escultórica. En la escultura hay más conceptos implícitos, aunque el reduccionismo trabaje bajo los supuestos técnico y conceptual, que agrupan, a su vez, otros conceptos no menos importantes, como son la técnica, la creatividad, la sensibilidad y los conocimientos. Al final, el arte conjuga todos esos parámetros al que suma, incluso, en ocasiones, un proceso de reflexión del artista, de carácter intelectual o de otra índole, que plantea una comunicación que proyecta en el espectador”.

- ¿Por qué esa verticalidad de las formas?

“Supongo que hay diversas constantes en algunas de mis obras y es probable que la verticalidad sea una de ellas. Transformar el mundo real en nuestro mundo creativo nos transforma a nosotros y a nuestras esculturas y estas, a su vez, pueden influir en el contexto social en el que se inscriben o en los espectadores que las observan. La verticalidad no es ajena a ello. Ni tampoco la transformación personal y profesional del encuentro entre artistas que comparten un lenguaje y con otros profesionales que usan un lenguaje común como medio de expresión”.

– Háblenos de sus series, peculiaridades, características.

“Todas las obras que he realizado, llevan implícito un aspecto no sólo técnico sino personal en lo que al oficio se refiere e incluyen lenguajes diferentes y diversos, simbólicos en ocasiones: “Eidolón” (1991), “La Nada” (1996), “Óculos” (1999), “Lécitos” (2000), “Iniquidad” (2013), “La danza mágica” (2015), también obras que representan lo natural, como “Condiciones naturales” (1988), obras que se apropian de códigos temporales en contextos sociales y personales, como las “Armas inútiles” (1989), “Gestos y geometría” (2005), “Cayucos” (2006), “Volátiles” (2007), “Viajes” (2008), “Cajas de luz” (2009), “La piel herida” (2014), “Centaurides” (2016), “Les Vents” (2017), “Poemas de fuego” (2018). En una búsqueda incansable cargada de intenciones variadas, proposiciones y propuestas”.

- Su trabajo no sigue una línea definida, es más conceptual…

“La escultura ha ido ampliando no sólo su denominación sino también su campo. Ya no sólo se le suma la representación tridimensional, que, en mi caso particular, se aleja de la visión antigua heredada hasta nuestros días de la copia de la naturaleza o como representación de acciones u objetos. Quizá muchos nos posicionamos en un más allá cercano a otra disposición, de simplicidad e integración de las partes de la obra en un todo, en un proceso que se aproxima a una realidad, a otra realidad de corte más subjetivo, que pasa por filtros conceptuales, perceptivos. Hay una aprehensión de continuidades y discontinuidades de un mundo enigmático, que en ocasiones busca comprender, conocer e incluso modificar el espacio mediante sensaciones y vivencias de un fragmento de apariencias que a través del ojo y la mano del escultor se funden frente a la mirada del espectador”.

- ¿Qué pretende representar en su última colección, Memoria del futuro?

Memoria del Futuro/Mémoire de l’Avenir nos habla de que el futuro es la vida que está siendo vivida… Explora la evidencia de no dudar en el porvenir que salva los temores y afianza la esperanza. Que no se encorseta en la normalidad y en la cronología, sino en el propósito, en la existencia, en la inclusión, pues, aunque depende de los otros, se sustenta en el yo, en quien construye.
El futuro se abre al porvenir, el cual se aleja de subordinar al individuo a una cultura concreta, que busca dar sentido, permite administrar el tiempo e individualizar nuestras vidas con expectativas, esperanzas y utopías. No busca enmendar ninguna injusticia del pasado o del presente, ni el silencio o la invisibilidad a que se ha sometido el arte canario en los últimos 30 años. Como diría el poeta y escritor Domingo Pérez Minik: “alrededor, dentro y fuera”. Busca establecer una comunicación con un punto de partida más allá de lo presente y lo vivido, como respuesta a una pregunta.
Memoria del Futuro/Mémoire de l’Avenir nos habla a través de su obra de un futuro ausente de pasado, con sentido y, a la vez, de libertad en la que el arte da la oportunidad de vivir un comienzo, una aventura… abierto al tiempo y a espacios que transforman la vida en destino”.

- ¿Puede haber una Memoria del futuro o es una contradicción que propone a posta?
“Se trata de una gran paradoja, en la que buscamos orientarnos al futuro mientras miramos lo simbólico, al futuro curso de los acontecimientos, a lo esencial, a lo probable, a un conjunto de obras y acontecimientos extraordinariamente difíciles de manejar e interpretar en el que se vean realizados nuestros ideales. Un proceso hacia lo humano al que Rousseau llamó perfectibilité.
Por un momento la obra renuncia a la mirada al pasado, pero no a lo esencial para el futuro: a la mirada y el encuentro con el otro, de lugares cercanos o distantes, de condiciones socioculturales diversas que posibilita, por lo menos a mi persona, el primer paso para mirarnos y encontrarnos, aunque pueda resultar lacaniano, de modo que nuestro lenguaje se encuentre y la producción artística sea significativa, para realizar ese viaje continuo que es la vida.
Memoria del Futuro/Mémoire de l’Avenir habla de un tiempo que no es un tiempo en el que nos aislamos mirando a lo profundo, hacia adentro, sino hacia afuera…, que no mira hacia atrás, que nos mueve en un mar de cultura y se apropia de los espacios que están por venir. No recordar. Para el tiempo del recuerdo y del olvido, para abrirnos al tiempo de lo posible, de lo deseable, al tiempo universal que nos sobrecoge y nos lanza a universos superiores, que nos permita, tal como decía Borges, admirar al hombre de todas las opiniones”.

- A qué da prioridad ¿a las formas, a la estética o a lo que quiere transmitir con sus obras?

“En la serie Memoria del Futuro/Mémoire de l’Avenir doy un salto hacia adelante al hablar del Art de l’Avenir que nos invita a cambiar la mirada de lo que habitualmente hacemos, que en mi caso es hablar de las historias, la memoria y el olvido, cuestiones sobre las que siempre me he interesado junto a la reconstrucción de significados. Memoria y olvido que nos devuelven al presente, que se conjugan en los mismos tiempos. En el caso que nos trae, conjugamos en futuro para vivir el inicio, dejando a un lado el presente, que nos invita a vivir el instante y el pasado que siempre nos lleva a vivir el retorno. En todos los casos para no repetirlo. De modo que realizamos un recorrido por el mundo de los espacios interiores y exteriores y ahondamos en los nuevos vínculos poéticos, no en los que nos han ayudado a crecer que han creado en nosotros nuestra vida, sino en nuevos espacios habitados, un nuevo subconsciente y un consciente que se construye desde una nueva sensibilidad y que nos arropa en un camino por descubrir plagado de nuevos sueños, protegido de la mirada de los demás, pero bajo la atenta presencia de sus silencios”.

- ¿Está a favor de que el espectador palpe sus esculturas?

“Tal como un Art de l’Avenir que nos habla y que es a quienes lo ven, a quienes corresponde interpretar lo que les dice como si de un eco de la realidad se tratase, se abre la posibilidad del encuentro mediante el tacto de quien la observa con las obras. Sin obligarlos a ello, desde la incomprensión y el secreto que puede impregnar la obra de arte, pues su concepto no es discursivo, sino figurado, irreal. Envuelto en un secreto que comunica lo inapropiable, lo permanente en la obra de arte pese a toda la hermenéutica, un secreto impuesto por la naturaleza no artística de la realidad. Obras de arte que viven en la consciencia de quien las contempla y que están más allá de lo subjetivo, entre lo real y lo subjetivo”.

- ¿Cuál cree que es el espacio natural de una escultura?, ¿la calle, los interiores?

“Como la naturaleza misma, la escultura puede ocupar espacios naturales y creados: la naturaleza, el hogar, museos o salas de exposiciones. Los talleres en que fueron trabajadas y vieron la luz. No hay espacios “sagrados” que acojan el arte, aunque en la actualidad los museos cumplen implícitamente dicha función al posibilitar destacar y potenciar las obras que presentan, facilitando la comunicación de la obra con el espectador. El espacio urbano no es ajeno a la escultura: plazas, parques o jardines acogen esculturas en las que es más frecuente el anonimato. El urbanismo de la modernidad ha ayudado a ello al crear escenarios propicios, habitables, que invitan a la vida social incluyendo obras o monumentos afines a los intereses de las personas”.

- Hablemos de su galería, el “Espacio y Taller de Arte Alfonso García (ESTAAG)”, ¿cómo nace?, ¿qué necesidades le llevaron a organizar esta propuesta?

“Inaugurado en 2014, el “Espacio y Taller de Arte Alfonso García (ESTAAG)” es mi propuesta expositiva permanente en la que creo y trabajo diariamente. ESTAAG cuenta con un espacio expositivo diáfano y también con un taller. Se trata de mi proyecto artístico donde, además, se encuentran aquellas de mis obras que conservo”.

FIRMA FOTO 1: Carlos Schwartz

Saludos, la oared blanca, desde este lado del ordenador

Crimen, una novela escrita por Agustín Espinosa, “el hijastro de la isla. El aislado”

Lunes, Diciembre 9th, 2019

Al escritor Alexis Ravelo se le metió en la cabeza hace unos años reeditar Crimen, de Agustín Espinosa (Puerto de la Cruz, 1897 – Los Realejos, 1939), en una editorial de alcance nacional. Mientras, no dejaba de recopilar información sobre el autor y de releer un título, Crimen, que no se cansaba y no se cansa de recomendar a los demás.

Tres o cuatro años después aquel sueño que tuvo Ravelo se ha hecho realidad. Siruela publica con mimo y buen gusto una nueva edición de Crimen, novela o lo que sea -ni el mismo Alexis Ravelo tiene muy claro qué es salvo que es un gran libro- que Espinosa publicó en 1934 provocando una pequeña conmoción en la pacata sociedad de aquellos años y cierta polémica en la península, cuando algunos ejemplares –muy pocos la verdad– llegaron a manos de otros escritores que no dudaron en elogiarlo como Ramón Gómez de la Serna.

La nueva edición de Crimen que presenta Siruela al cuidado de Alexis Ravelo, un escritor que estaría en las antípodas de Agustín Espinosa aunque están más próximos uno del otro de lo que pudiera pensarse, consta de un prólogo en el que el autor de La estrategia del pequinés además de explicar quién fue Espinosa revela algunas de las claves de un libro que, desde que lo descubrió siendo muy joven, no ha dejado de acompañarlo en su devenir como escritor.

No lo explica en el prólogo pero Alexis Ravelo inició hace unos años su peculiar cruzada para recuperar esta obra. Al principio, se barajó que fuera la editorial Alrevés la encargada de rescatar del olvido el libro aunque el reto lo asume finalmente Siruela. Sea una editorial u otra, el caso es que el tesón de Ravelo ha logrado que esta obra de culto entre una pequeña comunidad de iniciados no necesariamente canarios, esté ahora a disposición de otros públicos además de los insulares, lectores que podrán acercarse a un trabajo literario que para Alexis Ravelo “rechaza cualquier clasificación”. Defiende, además, que Crimen es “la primera novela surrealista publicada en España”.

El prólogo resuelve otras cuestiones sobre Agustín Espinosa, un personaje complejo, con muchos enigmas que funcionan como capas de cebolla que Alexis Ravelo despliega con cuidadoso entusiasmo a medida que perfila el retrato de un escritor insólito, extraño, poeta y prosista destacado de aquel milagroso grupo de intelectuales y artistas canarios que se aglutinó en torno a la revista Gaceta de arte.

En el estudio que plantea Ravelo se indaga más en la vida del escritor tinerfeño que en su obra, así como se repasa con agradecida capacidad de síntesis unos años que fueron tan cruciales para la vida artística como cultural de Tenerife y por extensión en el resto del archipiélago.

El estudio que propone el escritor especializado en literatura negra y criminal es informar a lectores no necesariamente canarios de la importancia que adquirió el movimiento surrealista en las islas y como éste, por razones todavía de dudosa comprensión, apenas se conoce en el resto de España.

Este año se celebra el 80 aniversario del fallecimiento de Agustín Espinosa y en torno a su vida y a su obra se han celebrado algunos homenajes que no han tenido, sin embargo, eco ni repercusión en la sociedad española y canaria, particularmente. Ya se sabe que esta tierra no suele mostrar rasgos de generosidad con algunos de sus mejores hijos lo que agrava la desazón de que aún sea un perfecto desconocido entre los suyos.

Crimen, la obra capital de Espinosa, fue un libro que estuvo a la vanguardia de su tiempo y del nuestro. Se trata de una¿novela? atemporal, que no está sujeta a ninguna regla salvo la de la imaginación. Continúa resultando salvaje e igual de políticamente incorrecta que cuando vio la luz en 1934 con la idea de escandalizar a la sociedad de su tiempo.

Alexis Ravelo sostiene en el prólogo que esa misma provocación apenas ha envejecido con el paso de los años, lo que convierte a Crimen en una ¿novela? sin edad, en uno de esos raros libros que nunca envejecerán porque son eternos.

Detrás se encuentra el sello de un autor contradictorio, que vistió la camisa azul para alimentar a los suyos tras el fracasado golpe militar de julio de 1936 pero que antes se había cultivado viajando por Europa y conociendo en Madrid a algunos de los escritores e intelectuales más reconocidos y señeros de aquel entonces.

Un libro, Crimen, que rompió y que volverá a romperá moldes. Inclasificable, extraño, con viñetas de una turbadora sexualidad y una violencia satánica, el protagonista de esta ¿novela? continúa cargando con la maldición. ¿Qué maldición?, la de ser “el hijastro de la isla. El aislado”.

Saludos, a leer que son dos días, desde este lado del ordenador

Cuatro ausencias en el cine español

Jueves, Diciembre 5th, 2019

La noticia la recibo el mismo día, la muerte del cineasta Javier Aguirre, el actor Manuel Tejada, la actriz Azucena Hernández y el actor de doblaje Claudio Rodríguez, la voz en español de Charlton Heston. Abro y cierro los ojos, una buena parte del cine español desaparece con ellos pero no su legado, que ahí está para descubrirlo si se da el caso.

Javier Aguirre cuenta con tres películas que, personalmente, ocupan un espacio privilegiado en la videoteca de mi memoria. La primera la quise ver desde que era un infante pero que no me dejaban ver precisamente porque era un infante. El largometraje que protagoniza Paul Naschy en el que probablemente sea su mejor trabajo es El jorobado de la morgue, una historia en la que se mezcla de todo, comenzando por un siniestro laboratorio y terminando con un foso repleto de ratas hambrientas. De fondo, el eco de ancestrales dioses lovecraftianos y un jorobado solo ante el peligro… Recuerdo que una escena tras otra era puro y descacharrante entretenimiento, solo que muy bizarro.

No he vuelto a ver la película y ya va siendo hora porque a veces merece la pena liquidar cosas de tu pasado aunque algo me dice que eso no va a ocurrir con Javier Aguirre que también es director de otra de esas películas que iluminaron mi adolescencia y continúa haciéndolo hasta ahora: El astronauta (1970), una españolísima comedia españolísima en la que Tony Leblanc está como siempre, sembrado.

La historia es rocambolesca y roja y gualda, todo contado con humor cañí, de ese Madrid que fue alegre y juvenil. En el filme Tony Leblanc dirige un grupo de simpáticos tarados para que un español sea el primero en llegar y pisar la Luna. No les revelo el final pero podría estar a la misma altura que el de El planeta de los simios solo que en clave cómica y 100 por 100 de una “España que era y es así”.

La tercera es La monja alférez (1987) que protagonizó su mujer, Esperanza Roy, y en la que cuenta la historia de Catalina de Erauso quien se fue a probar fortuna como soldado en las Américas.

Resiente al largometraje sin embargo su raquitismo presupuestario pero resulta tan interesante lo que cuenta que hace que recuerde con afecto la película. Como el caso de El jorobado de la morgue, no he vuelto a ver esta película aunque es probable que algún día loo haga cuando las negraas tormentas que nos impiden ver se desvanezcan en el aire como por arte de magia. Y magia era mucha la que tenía un cinesta que se formó en la escuela y que aprendió a dirigir a giolpe de trabajo y más trabajo sin que le diera demasiada importancia a lo que hacía. Con todo, lo que hacía estaba realizado con mimo y oficio, el sello de un profesional de eso que llamamos cine español y que cuiajó en una época porque reunía artesanos de todo tipo y no a tanta estrella estrellada como sucede, lamento decir, en la actualidad.

Saludos, hermanos y hermanas, desde este lado del ordenador