Archive for Julio, 2020

Abierto el plazo de inscripción del programa ‘Envite de cine’ para proyectos de productores canarios

Jueves, Julio 9th, 2020

El Clúster Audiovisual de Canarias (CLAC), en colaboración con Canary Islands Film y Potenza producciones, organiza un programa de perfeccionamiento para ayudar a las empresas productoras canarias a mejorar sus proyectos en la inminente convocatoria nacional de ayudas selectivas de largometrajes del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA).

El programa se realizará de manera online en dos fases: el 21 de julio un seminario de carácter general para cualquier productor de las Islas interesado, donde el consultor internacional Carlo D’Ursi realizará una introducción a las bases de la ayuda y comentará las novedades de la convocatoria de 2020. Además, se establece una ronda de preguntas sobre asuntos específicos de cada proyecto. Posteriormente, la segunda fase, tendrá lugar el 28 de julio y consistirá en tutorías personalizadas sobre los proyectos que tengan, de entrada, más puntos automáticos (según el baremo que establece el propio ICAA).

La matrícula para el seminario online se ha abierto hoy en la página web del Clúster Audiovisual de Canarias www.webclac.org/envite por el precio especial y reducido de 10€. Las plazas son limitadas.

Las ayudas estatales del ICAA constituyen la partida de subvenciones más importante del año para el sector audiovisual, ya que suponen la mayor inversión directa de una administración pública española para el apoyo a proyectos cinematográficos (hasta 800.000€ por largometraje en la modalidad de selectivas). El escenario post-coronavirus plantea a las productoras una enorme incertidumbre en el proceso de financiación y distribución de las obras cinematográficas, por lo que, en un primer momento, las fuentes públicas son más determinantes que nunca. Y, para optar a ellas, hay que conocer con detalle todas las novedades legislativas de los nuevos procedimientos, ser más rigurosos que nunca en los aspectos formales de los proyectos y saber jugar bien las cartas de cada proyecto.

La publicación de la convocatoria de estas subvenciones es inminente, prevista para mediados de este mes de julio, una vez que el pasado 30 de junio se publica la nueva Orden CUD/582/2020 por la que se establecen las bases reguladoras de las ayudas estatales para la producción de largometrajes. Se da la circunstancia de que las productoras con domicilio en Canarias cuentan, además, con dos puntos adicionales sobre cien respecto a las de cualquier otra productora del territorio nacional, lo que supone una importante ventaja competitiva de salida. Por ello, y para dar el impulso necesario a los proyectos regionales, el CLAC pone en marcha el programa ‘Envite de cine’, en colaboración con Canary Islands Film y Potenza producciones, para tratar de ampliar el número de proyectos canarios presentados a las ayudas del ICAA 2020, así como de aumentar la cifra de los que logran subvención y, en definitiva, contribuir a mejorar las fuentes de financiación de los proyectos con participación autonómica.

Saludos, fundimos a negros, desde este lado del ordenador

Y perdona nuestras deudas

Miércoles, Julio 8th, 2020

“Me pregunté si realmente había descubierto mi vocación. ¿Me había despertado un día y la había experimentado, o en realidad me había sido impuesta por mi madre? Por Cristo, lo cierto era que aquella mujer había sufrido un golpe terrible la semana en la que murieron mi padre y mi hermano, y Dios en su sabiduría había mandado una vocación a la costa sudeste de Irlanda; no a mi, un niño de nueve años que no entendía nada de nada, sino a ella, una mujer de mediana edad que sufría y que buscó un salvavidas cuando dos de sus seres queridos se hundieron bajo el mar. Cuando ella me pasó el testigo de esa vocación y me dijo “Ten, hijo, esto es para ti, un regalo de Dios”, yo la acepté sin pensar y dije: “Pues genial”.

(Las huellas del silencio, John Boyne. Traducción: Eduardo Hojman, Narrativa, Salamandra, 2020)

Tras la publicación de El niño con el pijama de rayas John Boyne comenzó a sonar en el mundillo literario con aquella novela en la que proponía otra mirada, si se quiere intimista y por eso mismo más cercana, a la realidad siniestra de los campos de exterminios nazis. No resultaba por lo tanto fácil que el escritor repitiera éxito con sus siguientes libros, obras que si bien no han alcanzado el reconocimiento de público que obtuvo con El niño con el pijama de rayas, sí que lo han mantenido como un escritor al que seguir la pista pese a estar inscrito en la categoría de éxito de ventas, un sello del que huyen unos y que a otros enganchan porque solo buscan buenas historias.

John Boyne cuenta ya con una nutrida producción literaria que ha dejado manifiestas muestras en todas ellas de que se trata de un escritor capaz, que maneja constantes en las que insiste una y otra vez en sus libros y al que le gusta estudiar de cerca problemas difíciles con distante y difícil neutralidad.

Los protagonistas de las novelas de Boyne suelen ser jóvenes al que el peso de las experiencias que viven le afectarán lo que le resta de vida. Le gusta explorar, y lo consigue en la mayoría de las ocasiones, esos dos planetas tan lejanos pero que tanto se atraen cómo es el que representa la juventud y el mundo de los adultos. Se preocupa además por conocer el mal. Un mal que se instala en la comunidad y que condiciona tanto a verdugos como a víctimas. John Boye se ha permitido también el lujo de narrar desde otra perspectiva títulos que forman parte de la literatura universal. Lo hace en Motín en la Bounty, donde el villano de la función, el célebre capitán Bligh, se convierte en héroe a ojos de un muchacho que asiste desde dentro y como marinero a la rebelión de sus compañeros contra un hombre dominado por un estricto sentido del deber.

John Boyne cuenta ya con una interesante bibliografía que va más allá del género en el que está circunscrita y se preocupa por dotar de consistencia psicológica a los personajes que se desenvuelven en sus relatos que, por norma general, se desarrollan en otras épocas.

Las huellas del silencio (Salamandra, 2020) es de momento su última novela traducida en España y libro en el que aborda con notable gusto un asunto tan árido y penoso como es el de la pedofilia, la pedofilia en el seno de la Iglesia católica, en concreto la de Irlanda, donde los representantes de esta fe, los sacerdotes, disfrutan de sobresaliente influencia en la sociedad.

Para contar esta historia, Boyne propone un relato cronológico fragmentado, lo que sirve para situar al lector en el por qué de los acontecimientos que se desarrollan y la respuesta que dio sobre todos ellos la Iglesia de Roma.

No era una tarea fácil, sobre todo porque el escritor podía haber caído en la tentación de lo morboso, tentación en la que afortunadamente no cae. El relato transcurre así en 2001, 2006, 1964, 1980, 1972 y 2010, entre otros años, años que dibujan un más que impecable fresco donde pesa la Historia, y cómo ese peso carga las espaldas de sus protagonistas.
Las huellas del silencio, título que no tiene mucho que ver con el original, A History of Loneliness, está narrada en primera persona por el padre Odran Yates, y será él quien en ese rompecabezas temporal nos dé claves de su historia familiar y también profesional cuando ejerce de sacerdote.

Veremos así cómo pasa su niñez, interrumpida por un suceso terrible; su ingreso en el seminario y su trabajo como sacerdote en una parroquia donde comparte tareas evangelizadoras con su compañero de cuarto, Tom Cardle, su único amigo. Yates tiene dos sobrinos, uno de ellos, que parece estar inspirado en el mismo John Boyne, es un escritor de éxito que ha terminado por asumir su homosexualidad.

En 2002, tras revelarse que una trama de sacerdotes pedófilos actuó con impunidad abrirá la caja de los truenos y sus efectos serán devastadores para la Iglesia, para el padre Cardle y para el protagonista de la novela, un ser confuso, incapaz de revelarse ante una Iglesia que sigue anclada en su oscuro pasado y que oculta pero no castiga sus vergüenzas.
Para narrar todos estos hechos, y otros muchos que se despliegan en la novela, John Boyne observa como hombres a los monstruos pero los retrata con todas sus grandezas, que las tienen, y todas sus miserables bajezas.

Su mirada a la Iglesia no hace sin embargo sangre pero deja una pregunta en el aire: ¿Por qué la Iglesia católica se encerró en sí misma y decidió silenciar toda aquella corrupción?, ¿protegió a los monstruos porque eran hombres?, ¿o a los hombres por qué eran monstruos?

¿Por qué prefirió mirar a otro lado?

Las preguntas que plantea la novela de Boyne van dirigidas a todos aquellos sacerdotes que abusaron de su autoridad e intenta buscar explicaciones por muy ambiguas que sean. Entre otras, ¿cómo se pudo llegar a esta situación en un país con tan honda tradición católica como es Irlanda?

Para contarlo, el escritor apuesta por una narración aparentemente desordenada que no respeta la cronología clásica lo que dota de fuerza la historia de un hombre infinitamente solo que se aferra a su fe mientras el mundo y él mismo se desmoronan.

Historia de una redención, Las huellas del silencio insiste en el perdón pero también en castigar al hombre y al monstruo. Ese mismo hombre y monstruo que todos llevamos dentro.

La novela hace repaso también al voto de castidad de los sacerdotes y las represiones que genera porque son, precisamente, hombres. En la novela, el protagonista se libera de esta tentación construyéndose un amor platónico que termina mal mientras otros, los otros no entenderán jamás el daño que le hicieron a sus jóvenes víctimas.

Las huellas del silencio es una obra mayor en la producción literaria de John Boyne, un escritor de éxito que sabe contar historias. Y la de esta novela es una muy buena historia.

Saludos, basta ya, desde este lado del ordenador

El Puerto de la Cruz pone en marcha la primera convocatoria de apoyo a proyectos culturales

Martes, Julio 7th, 2020

El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz ha puesto en marcha una convocatoria pública de apoyo a proyectos culturales por primera vez en su historia, iniciativa que garantiza la transparencia y la participación de todos los colectivos y particulares interesados en desarrollar sus proyectos desde esta ciudad. Esta convocatoria se suma a los proyectos que viene desarrollando el área de Cultura, además de las subvenciones que se prestan a entidades que vienen realizando en el municipio una labor de difusión que completa la oferta que ofrece Puerto de la Cruz a residentes y visitantes.

Dentro de la estrategia que desarrolla el área de Cultura que dirige el alcalde Marco González es fundamental la labor del Ayuntamiento para impulsar a un sector que en este período de Estado de Alarma se ha mostrado como fundamental para paliar los efectos de la emergencia sanitaria. “A la vez es uno de los sectores más perjudicados por esta crisis por lo que está de sobra argumentada que esta apuesta se desarrolle ahora cuando empezamos a recuperar esta nueva normalidad”, explicó el alcalde.

Estas ayudas que ascienden a 90 mil euros están abiertas a todas las actividades relacionadas con el mundo de la cultura más allá de la propia exhibición. Podrán participar en la presente convocatoria aquellos proyectos que puedan ser realizados en el plazo de un año o bien establezcan acciones o eventos puntuales de una única celebración y que en todo caso complementen la oferta cultural ya existente en nuestra ciudad y contribuyan a alcanzar los objetivos previstos por el área de Cultura en sus diferentes ámbitos de actuación, definidos en la Estrategia Cultural de Puerto de la Cruz, generando beneficios para la ciudad y que se puedan encuadrar dentro de los siguientes ámbitos:

- Proyectos de promoción y difusión artística, científica, cultural y humanística

- Proyectos de innovación cultural en relación a la ciudadanía y que genere participación en los procesos de desarrollo del mismo.

- Proyectos que exploren e investiguen nuevas vías de participación de la población en el ámbito cultural

- Proyectos culturales que ahonden en el desarrollo de la Agenda 2030

- Proyectos culturales que fomenten la relación entre el visitante y la ciudad de Puerto de la Cruz

- Proyectos que desarrollen acciones vinculadas al diálogo intercultural

- Proyectos de desarrollo cultural que se vinculen con los festivales (MUECA, PERIPLO, PUERTO STREET ART, PHE…)

- Conmemoraciones de aniversarios de personalidades, hechos o entidades dirigidas a la conservación y la difusión de la memoria cultural colectiva.

Los proyectos presentados deberán justificar debidamente el coste y valoración de los mismos. En cualquier caso, los proyectos a valorar no podrán tener un importe justificado inferior a 3.000 €, ni superior a 15.000 €. Desde este jueves se pueden descargar las bases y presentar las solicitudes en www.puertodelacruz.es.

Saludos, enhorabuena, desde este lado del ordenador

Llámala Janet, Janet Leigh

Lunes, Julio 6th, 2020

Un día extraño y triste para la comunidad cinéfila que se ha despertado con el anuncio de la muerte del compositor italiano Ennio Morricone, ese artista que tuvo la particularidad de que casi todo el mundo se quedara con lo que estaba sonando por extravagante que resultara la sintonía. Dicho esto, y recordando a la afición que no nos gusta lamentar a nuestros muertos porque son ya demasiados los que cargamos en la mochila y con la esperanza de que, probablemente, todos se hayan ido a un lugar mejor, celebremos hoy que tal día como hoy (y van) abrió los ojos al mundo Janet Leigh (Merced, California; 6 de julio de 1927 – Beverly Hills; 3 de octubre de 2004), una discreta actriz de arrolladora presencia que protagonizó un puñado de títulos de gran importancia dentro del cine norteamericano. La filmografía llegó a su colofón con su actuación como protagonista en la primera parte, la mejor sin duda, de Psicosis (Alfred Hitchcock, 1960) y la recordada por terrorífica escena de la ducha. Asesinato, el agua que se mezcla con sangre y se cuela por el sumidero…

La carrera cinematográfica de Janet Leigh cuenta también con otras películas. La pueden ver en Colorado Jim, que es uno de los más grandes western de la Historia del cine; en Sed de mal, donde acompaña a un Charlton Heston disfrazado de mexicano entrando y saliendo de la frontera; Scaramouche, que es una deliciosa película de aventuras que no deberían dejar de ver y Los vikingos, ¿Quién era esa chica? y El gran Houdini, que son filmes en los que compartió protagonismo con quien fue su marido, Tony Curtis. Resultado de esa unión, otro milagro: Jamie Lee Curtis.

El papel de su vida fue, sin embargo, el que protagoniza en Psicosis donde interpreta a una atractiva mujer que llega al siniestro motel Bates para descansar de un largo viaje que no es otra cosa que una huida, una escapada porque ha robado no sé cuántos dólares a su jefe… Imagino que a estas alturas no habrá nadie por aquí que no haya visto Psicosis que es de lo mejor que firmó el maestro del suspense. Si no es así, corran y vean la que, probablemente, sea la cinta madre de un subgénero (psicokillers) cuyas películas ni de lejos llegan a la altura de esta obra maestra.

Muchas felicidades, Janet. Felicidades que hacemos extensivas a Sylvester Stallone y Geoffrey Rush, dos maneras de actuar y entender el cine que, ya ven, nacieron también tal día como hoy. Un hoy triste, lastimoso y en el que suena desde primeras horas de la mañana la chirriante banda sonora de La muerte tenía un precio.

Saludos, wacha wacha wacha wauuuu, desde este lado del ordenador

George Sanders: “Os dejo con vuestras preocupaciones en esta dulce cloaca”

Viernes, Julio 3rd, 2020

Lo conocerán por las películas que protagonizó, interpretando casi siempre papeles de villano que le hacía imposible la vida al héroe de turno, y trabajos en los que solía sobresalir no solo por elegancia y estilo, sino también porque pese a todo ese cinismo que destilaba en las películas terminaba por seducir como un felino tanto a hombres como a mujeres. Este semi dios de la interpretación se llamó George Henry Sanders (San Petersburgo, Imperio ruso; 3 de julio de 1906 – Castelldefels, España; 25 de abril de 1972), actor y escritor (cuenta con varias novelas de detectives muy estimables, alguna de ellas publicas en España en la legendaria colección Austral de Espasa Calpe) que se caracterizó siempre por una cultura gigantesca y un afilado sentido de la ironía que hubiera hecho reír a carcajadas al mismísimo Oscar Wilde.

Son muchas las películas donde lo pueden ver como secundario de lujo. Ahí está, y ahí roba planos como quien no quiere la cosa, en Los contrabandistas de Monnfleet (Fritz Lang, 1955); Ambiciosa (Otto Preminger, John M. Sthal, 1947) e Ivanhoe (Richard Thorpe, 1952) pero también de bueno en obras redondas del cine fantástico y de ciencia ficción como El pueblo de los malditos (Wolf Rilla, 1960) y en Soberbia (Albert Lewin, 1942), en la que se pone en la piel del vitalista pintor Paul Gauguin). Por último y si ven la versión original de El libro de la selva (Wolfgang Reitherman, 1967) ese clasicazo inolvidable de la Disney, la aterciopelada voz de Sanders es la que hace hablar a Shere Khan, el astuto tigre de Bengala que va tras los huesos de Mowgli.

Autor de una autobiografía que, si nadie me corrige, pide a gritos que se publique en español, escribe el actor en estas irreverentes memorias perlas tan cultivadas como:

“En pantalla soy usualmente un cínico de modales exquisitos, cruel con las mujeres e inmune a sus insinuaciones y caprichos. Esa es mi máscara, y me ha servido bien durante 25 años. Pero en realidad soy un sentimental, sobre todo en lo que respecta a mí mismo; siempre al borde de las lágrimas por las emociones más ridículas e invariablemente víctima de la inhumanidad que despliegan a veces las mujeres con los hombres. Es comprensible que haya adoptado esta máscara para proteger mi naturaleza ultrasensible. Y por fortuna no solo me ha protegido sino que me ha dado de comer. Si te cuento todo esto es para que entiendas que aunque en el cine soy invariablemente un hijo de perra, en la vida real soy un chico encantador”.

O la hoy más que políticamente incorrecta:

“Las mujeres son como las enfermedades infecciosas. Una recaída es siempre de enorme gravedad. Mi boda con la enloquecida bruja de Zsa Zsa fue un craso error. Me avergüenza decirlo, porque no se debe golpear a las mujeres, pero yo sí lo hice. En defensa propia, claro está…”.

Lo curioso del caso es que la misma Zsa Zsa Gabor recordaría a su ex con estas palabras:

“George fue para mí un hermano, un hijo, un amante, incluso un abuelo. Era irritante y encantador. Inteligente y educado. Un canalla y un caballero. Un hombre que sabía cómo tratar a las mujeres, y cómo torturarlas. Un príncipe desdeñoso, indiferente, remoto y elegantemente despectivo”.

Y esto es solo un aperitivo de lo que escribe y de cómo lo escribe en Memorias de un farsante profesional.

Harto de todo y de todos, lo que incluye también harto de sí mismo, George Sanders acabó con su vida en un hotel de Castelldefels el 25 de abril de 1972. Dejó una nota que refleja muy bien cómo se la gastaba. Yo la interpreto como una broma, la última ironía de uno, si no el mejor, villano de la Historia del Cine:

“Querido mundo: me marcho. He vivido demasiado tiempo, prolongarlo sería un aburrimiento. Os dejo con vuestras preocupaciones en esta dulce cloaca. Buena suerte”.

En las imagen que acompañan este comentario se puede ver a George Sanders en una de sus películas que, pienso, representa muy bien su impresionante trabajo en el cine:

Eva al desnudo (Joseph L. Mankiewicz, 1950), donde encarna al ya legendario y probablemente modelo de crítico afilado Addsison DeWitt, quien pasea por toda la películas soltando pullas que descongelan a cualquiera mientras coge del brazo a una por entonces desconocida rubia peligrosa, Marilyn Monroe

Saludos, damas y caballeros, desde este lado del ordenador.

El último arquero se estrena en Canarias el 17 de julio y en el resto de España el 24 del mismo mes

Jueves, Julio 2nd, 2020

El último arquero, un largometraje de Dácil Manrique de Lara, se estrena en Canarias el 17 de julio y el 24 en toda España. El filme está distribuido por Súper 8 Distribución.

El último arquero es una producción de Ana Sánchez-Gijón para La Mirada, y por la propia directora, y narra la relación entre el pintor canario Alberto Manrique y su esposa, la también canaria y violinista, Yeya Millares.

Se trata de “un conmovedor e intimista retrato del pintor”. Una película en la que la cineasta invita al espectador “a realizar un viaje de exploración al pasado”, se indica en una nota.

El filme reúne conversaciones, cintas de Súper 8 mm y los diarios de Yeya Millares, materiales con los que Dácil Manrique de Lara se reencuentra “con recuerdos tan bellos como dolorosos y descubrirá una realidad llena de magia: que el arte de su abuelo tiene un poder el poder de sanar”.

El rodaje de El último arquero se desarrolló entre 2011 y 2018 en Gran Canaria, Tenerife, Madrid y Fuerteventura y cuenta con la ayuda del Gobierno de Canarias, el Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), el Cabildo de Gran Canaria, Tenerife Espacio de las Artes TEA y con la participación de Televisión Canaria.
 
El último arquero participó en la 27.ª edición de Hot Docs Canadian International Documentary Festival,
certamen que por motivos de la crisis sanitaria, se celebró online.

Saludos, spasiva, desde este lado del ordenador