Yo…

Lunes, Junio 4th, 2012

I.- FUMANDO ESPERO…

A la espera de las valoraciones que el Gobierno de Canarias, la Asociación de Libreros y demás entidades implicadas harán públicas un día de estos… El último día de la semana de un caluroso 3 de junio de 2012 se apagó la llama de la XXIV Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife.

Un espacio, quiero pensar, que debería estar diseñado para el encuentro entre lectores, escritores, editores y libreros y que este año, al menos los días en los que me di una vuelta por el parque García Sanabria siempre a una discreta hora –las siete de la tarde– mantuvo una más que regular asistencia de público.

Público mayoritariamente familiar, pero también de despistados transeúntes y gente de buen y mal vivir que no tenía nada mejor que hacer que ver libros. No olvido a los aficionados a esas cosas que se están poniendo últimamente tan raras como son, precisamente, los libros.

Una caseta me llama especialmente la atención: oferta títulos de otros tiempos y de otras tentaciones en ediciones facsímiles.

Mientras tanto, y consultando el calendario, espero con paciencia la valoración. El cómo ha ido oficial aunque mucho me temo que con el desesperado y lírico romanticismo de Matt Scudder.

¿Qué cifra sacarán?

¿Qué valoración nos venderán?

¿Qué perfiles de clientes propondrán?

Son tiempos de crisis.

Vale, lo sé tanto que me desangro con la puta crisis… Pero en mis vistas a la Feria he contado con los dedos de la mano a los representantes de nuestra cosa pública para apoyarla, reivindicarla.

¿Uno, dos, tres…?

Creo que son demasiados…

Pienso, con ingenua objetividad, que estas cucarachas con Chanel no han tenido tiempo de visitar la Feria porque tienen cosas más importantes que hacer…

¿Qué hacer?

Pues trabajar hasta altas horas de la madrugada cómo las instituciones plantan cara a una crisis que está a punto de hacer crack.

Es un domingo caluroso de junio en el que la Feria ha puesto su cartel de cerrado para –espero, pese a todo– colocar el de abierto el próximo año.

II.- GENTUZA

Participo en dos encuentros invitado generosamente por sus autores: Santiago Gil y Carlos Álvarez.

Ambos dos, gentuza con la que mantengo un diálogo abierto en el que participa el público asistente y que suele ser –por norma general– el que plantea las preguntas más interesantes siempre y cuando no termine su intervención en una larga y cansina disertación sobre la reproducción de los cangrejos.

Durante la intervención de Santiago Gil, y mientras le pregunto sobre su última novela, Queridos Reyes Magos, que es un título en el que su autor describe el final de la infancia con brutal y realista sinceridad, el escritor revela como para algunos de nosotros descubrir que los Reyes Magos son los padres contribuyó a triturar la ilusión que hasta ese momento nos hacía niños.

Las palabras de Santiago Gil resuenan, al parecer y con el redoblar de un tambor, por todo el reciento de la feria.

Y contemplo en la entrada de la carpa a un tipo que hace señas enloquecidas.

Lo saludo amablemente con la mano, pero el tipo continúa con sus señas enloquecidas.

Y entonces alguien del público levanta la mano.

Y más que preguntar insiste en eso de que los niños descubran un día que los padres son, efectivamente, los Reyes Magos…

Ya no veo al tipo que hace señales enloquecidas.

III.- ¿UN CHISTE?

Al finalizar el acto con Gil, alguien me comenta que durante unos instantes se cortó el sonido de lo que en la carpa decíamos porque había niños que en ese momento paseaban con sus padres por la Feria.

Niños que al parecer estaban más pendientes de escuchar lo que se estaba hablando en la carpa y que sonaba como ruido ambiente en todo el recinto que en pedir el último manga en cualquiera de las casetas diseminadas por la Feria…

Advierto:

Es probable que quien lo dice me esté gastando una broma.

O un mal chiste.

Mientras tanto, Santiago Gil –que es un hombre de paz quiero entender porque conoce demasiado bien lo que es estar en guerra– continúa explicando las claves de su narrativa. Una narrativa afortunadamente contundente y feroz.

Al menos, a mi juicio, en Las derrotas cotidianas y Queridos Reyes Magos.

Santiago Gil, con flema británica, se pregunta: ¿Por qué no se encuentran sus novelas en la Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife?

IV.- LA CULPA LA TIENE OSCAR PETERSON

Soy testigo momentos antes de entrar en la carpa con Santiago Gil como un lector –pienso ahora de los que come pienso– le pregunta dónde puede comprar algunos de sus libros. Y creo ver que quien acompaña a ese preguntón es la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife…

Pero suena en ese momento en mi cabeza Oscar Peterson y no me atrevo a decir que…

Se queja Santiago Gil de que no estén  sus libros en la Feria.

Se queja, sin decirlo, que nadie de los que asisten al diálogo pueda después adquirir algunas de sus novelas y pedirle al escritor que parece poquita cosa pero que es todo lo contrario que le firme algún ejemplar.

Alguien me susurra que el desaguisado es igual de marciano en la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria.

Incluso peor….- escupe.

- ¿Peor?

-  Peor.- me responde ese mismo alguien.

Eso explica que Carlos Álvarez –cansado de si le dicen lo engaño– haya decidido montarse su propia editorial: Hora antes.

Álvarez es autor de las La pluma del arcángel y de Si le digo lo engaño, novela que presenta ese mismo domingo en la XXIV Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife.

El escritor y guionista, o guionista y escritor que lo mismo da, siendo hombre de letras se ha liado ahora la manta a la cabeza y quiere probar en las ciencias.

De ahí nace Hora antes.

Una editorial digital pero que apuesta también por el papel imagino que para lectores viejunos y reaccionarios como quien firma estas líneas.

Y eso explica que Álvarez, que es autor del libro de relatos Una hora menos y coguionista de Mararía y del documental Ciudadano Negrín, lleve encima varios ejemplares de Si le digo lo engaño y los reparta en algunas de las casetas de la Feria.

Intuye, ese zorro castellano, que más de uno del público lo adquirirá porque querrá leerlo y encima que el autor haga el rito de dedicárselo.

Entre los asistentes a los dos encuentros está el premio Canarias de Literatura, Luis Alemany.

Alemany interviene como interviene Luis Alemany cuando se crece: paternalmente provocador.

Contribuye, y muy mucho a que la sesión no resulte oficialista y estirada, sino más bien a todo lo contrario, a relajada por improvisada.

Acaban las charlas.

Y mientras me despido de Santiago Gil y de Carlos Álvarez pienso en cuantos de los niños que estuvieron paseando con sus padres por el García Sanabria ese domingo que ya es historia regresarán a sus casa sin tener tan claro como encabezar su próxima misiva a los Tres de Oriente…

¿Queridos Reyes Magos?

Saludos, ¿quién sabe donde estaremos el año que viene?, desde este lado del ordenador.

¿Qué dio de sí esto del cine en Canarias en 2011?

Viernes, Diciembre 30th, 2011

INTRO

A punto de comer las inevitables uvas, hago repaso de lo que ha dado el cine en Canarias este año que se nos va, va… Recordando primero al cineasta Richard Leacock y al actor José Conde, fallecidos este año que ya ha iniciado su cuenta atrás.

Leacock, documentalista británico, fue pionero de lo que se conoce como cinéma vérité, y rodó en 1935 siendo apenas un adolescente su primera película en Gran Canaria, Canary Bananas, 8 minutos en blanco y negro de un cineasta que cuenta en su filmografía con trabajos como Nehru y Happy Mother’s Day. José Conde, actor de reparto gallego, fue el protagonista de La isla del infierno, primer largometraje del realizador tinerfeño Javier Fernández Caldas.

A modo de advertencia: no me he preocupado por enumerar las películas que han escogido estas accidentadas geogarfías para sus, generalmente, catastróficos filmes. Entre otros, y cito por obligación, la segunda entrega de Furia de titanes.

LARGOMETRAJES

Si hacemos un balance cinematográfico de este año que termina cabe destacar el estreno de tres largometrajes dirigidos por cineastas nacidos a este lado siempre agitado del Atlántico.

Por orden de estreno, pudimos ver el a mi juicio frustrante eurowestern Blackthorn, del grancanario Mateo Gil; la inquietante aunque irregular Intruders del tinerfeño Juan Carlos Fresnadillo y la bienintencionada Seis puntos sobre Emma, del lanzaroteño Roberto Pérez Toledo.

Se estrenó, pero solo en casa, la extravagante Réquiem por amor y sangre, de David DL Rosa, y La guía del silencio, de Cándido Pérez de Armas. Y Miguel Ángel Toledo dio a conocer el trailer de La senda, película que esperamos se estrene en 2012.

En este año que se nos muere, el Gobierno de Canarias a través de Filmoteca Canaria e Impulso Records editaron un dvd de venta al público que recuperó Tirma, coproducción hispano italiana de 1954 dirigida por Carlos Serrano de Osma y Paolo Moffa y protagonizada, entre otros, por Silvana Pampanini, Marcello Mastroianni y Gustavo Rojo. La copia, versión española, contó con extras (ficha técnica, ficha artística, fotografías y entrevistas con algunos de los actores, técnicos y figurantes de esta producción que en Gran Canaria araña la categoría de mito).

Se estrenaron también de forma oficiosa varios documentales. Entre otros, cabe destacar Ciudadano Negrín (Sigfrid Monleón, Carlos Álvarez e Imanol Uribe); Aldecoa, huida al paraíso (Miguel G. Morales) y el interesante Canarias, naturaleza amenazada (Pedro Felipe Acosta). Ciudadano Negrín fue nominado a los Goya. Premio al que este año concurrieron profesionales canarios en distintas categorías como la tinerfeña Tatiana Hernández, que lo obtuvo por su trabajo a mejor diseño de vestuario por Lope.

2011 fue también fecundo en cortometrajes subvencionados y libertarios. Pero son demasiados los títulos para reproducirlos en su total integridad. Así que me perdonen, pero no hay tiempo y ganas para citarlos a todos.

FESTIVALES

En la nube de festivales que se celebran en el archipiélago continuaron su andadura, entre otros, MiradasDoc, el Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria y Fimucité. Desapareció, sin embargo, el Festival Internacional de Cine Chico de Canarias – isla de La Palma.

En una cáustica nota de prensa la organización anunció que optaba por cancelar su décima edición “al no contar con los apoyos financieros e institucionales suficientes.”

Además de quedarse sin su festivalito, La Palma se quedó este año también sin cines al cerrarse en la capital las multisalas Avenida.

LIBROS

En cuanto a libros editados sobre y de cine canario se publicaron, entre otros, el cuestionado y discutible El cine en Canarias (una revisión crítica), un volumen coordinado por Aurelio Carnero Hernández y José A. Pérez Alcalde Zárate y editado por la Filmoteca Canaria y el Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canarias.

El décimo y último tomo de la colección Historia cultural del arte en Canarias se ocupó de El cine en Canarias (1896-2010) en un volumen que bajo el título de La multiplicidad de la imagen, brindó una síntesis de la multimedia (Cuarenta años de Zaj: el arte vivo y Canarias, 1964-2004) y la fotografía (Isla, viaje, fotografía) que firmaron, respectivamente, Fernando Gabriel Martín, Frank González y Carmelo Vega.

El último número de la revista universitaria Latente dedicó su dossier a El cortometraje en Canaria durante la primera década del siglo XXI, un esforzado trabajo de compilación realizado por Jairo López y Josep Vilageliú.

(*) La imagen que acompaña estas líneas corresponde a Canary Bananas (Richard Leacock, 1935).

Saludos, ¿por quién doblan las campanas?, desde este lado del ordenador.

Denominación de origen: libros canarios 2011

Jueves, Diciembre 29th, 2011

INTRO

Solo faltan tres días para celebrar el ritual de las uvas y recibir un anunciado y catastrófico 2012 con una sonrisa. Aunque la sonrisa resulte torcida y probablemente inducida por las sustancias espirituosas que uno lleve dentro del cuerpo.

Hago un repaso literario a este 2011 que agoniza recordando primero a los escritores ausentes que nos dejaron un poco más huérfanos. Recuerdo emocionado a mi amigo Ezequiel Pérez Plasencia, a Orlando Cova y a los veteranos María Rosa Alonso y Manuel González Sosa. Incluyo entre los que se me fueron a Enrique Cichosz, guionista y dibujante de cómics. Y un creador con mucho talento.

Y decido confeccionar una lista con solo diez títulos que escojo (¿es coja usted, es coja, efectivamente)  de la obra escrita en narrativa que ha sido publicada por canarios o residentes en Canarias por editoriales canarias o de fuera de Canarias este año que vive ahora sus últimos días en la UCI.

Dejo muchas novelas y antologías de lado, algunas de ellas títulos que lograron entusiasmarme como Copi Luwak, de Antonio Cabrera Cruz; El chef ha muerto, de Yanet Acosta; La nación de los olvidados (antología de escritores universalmente desconocidos), del misterioso y sospecho que hermafrodita Omar Salle; El círculo platónico, de Mariano Gambín; Murmullo de hojarasca de José Luis Correa; Construcción, ¿trabajo o esclavitud?, de J. M. Quizembo y de la inclasificable La leyenda de Fukaeri, de Antonio Lorenzo Gómez Charlín.

Y otras tantas que igual necesitan de una relectura para que me entusiasmen.

O no.

Dudé, aunque al final descarté, incluir en esta lista la afortunada recuperación que Ediciones Escalera hizo este año de Él y Ella, novelas de la aguerrida y turbadora Mercedes Pinto. Espero que los dioses me perdonen.

Sí me he dejado llevar, por el contrario, por mis gustos (y disgustos) genéricos aunque no comento la última de Víctor Conde, Hija de lobos, aunque sé que caerá si continuo en este plano existencial porque Conde no decepciona.

Con ello quiero justificar las razones de estas diez recomendaciones, cuatro de las cuales son títulos negro criminales escritos y ambientados en esta rara, rara, rara y cada día más pobre, pobre, pobre Canarias.

Y género, el de lo negro criminal, en el que los canariones siguen ganando por enojosa goleada a los chicharreros.

¿POR QUÉ ESTOS TÍTULOS?

LA CASA DE LAS FLORES ROTAS (Editorial Gato Rojo).-  Porque Juan Andrés Herrera Perdomo consigue con su primera novela inaugurar lo que me gusta denominar como gótico canario. Porque su autor sabe describir muy bien ambientes y dotar a sus personajes de contradicciones tan humanas que hacen creíble un relato que incide una y otra vez con sana y machacona insistencia que todo pueblo chico es, efectivamente, un infierno grande.

 

EL CASO DEL CLIENTE DE NOUAKCHOTT (Oristán y Gociano Editores).- Porque, para quien les escribe, es uno de los títulos mayúsculos de la literatura canaria en los últimos veinte años. Porque fue pionero en explorar en esta tierra los límites del género negro criminal con un sentido del humor que no ha envejecido y legó un personaje, Jeque, que solo podía nacer en una capital de provincias llamada Santa Cruz de Tenerife. Capital, Santa Cruz de Tenerife con un aroma pestífero –aunque esporádico afortunadamente–  que sale de las  inquietantes chimeneas de la refinería. Su autor es Jaime Mir. Nuestro J. D. Salinger a este lado del Atlántico.

 

EL FONDO DE LOS CHARCOS (Editorial Baile del Sol).- Porque pese a la sospechosa tendencia que tiene su autor, Javier Hernández Velázquez, de engordar sus novelas con páginas prescindibles, tuvo el coraje de retratar tres momentos del siglo XX fundamentales para la capital tinerfeña. Lo mejor de esta novela –más de misterio que negro criminal– es su audaz recreación de los años treinta y el retrato –entre emocionado y distante–  que describe de la brillante generación que hizo posible el sueño de Gaceta de arte. También, la reivindicación que el escritor hace de la figura de Domingo López Torres, el único de aquella revista que desapareció por culpa del ignominioso pronunciamiento militar.

 

GENERACIÓN 21: NUEVOS NOVELISTAS CANARIOS (Ediciones Aguere/Ediciones Idea, página web en construcción).- Porque este volumen que cosecha relatos de doce escritores nacidos en la década de los sesenta en Canarias ha sido algo así como un punto y aparte. Un, ojo, estamos aquíííí. Porque Ánghel Morales, el padre de la criatura, logró un imposible: reunir en un mismo libro a narradores de casi todas las islas que cultivaban estilos y en algunos casos géneros radicalmente distintos. Porque Generación 21 es una formidable carta de presentación para decirle al mundo que en las islas de la presunta discordia y el recelo también hay gente que está por encima de esas cosas y que solo piensa en escribir. Incluye relatos de Víctor Álamo de la Rosa, David Galloway, José Luis Correa, Alexis Ravelo, Santiago Gil, Álvaro Marcos Arvelo, Javier Hernández, Cristo Hernández, Anelio Rodríguez Concepción, Nicolás Melini, Pablo Martín Carbajal y Víctor Conde. Imprescindible.

 

EL GUANCHE EN VENECIA (Artemisa Ediciones).- Porque Juan Manuel García Ramos se atreve con una historia que todavía despierta extraños miedos en estas islas que no han aprendido a reconocerse en su pasado. Es una lástima, no obstante, que el escritor no escorara su relato hacia los territorios de la capa y espada, al estilo del maestro Dumas y sí, desafortunadamente, por una historia en la que solo hay un bueno y demasiados malos. Sin grises. Con todo, cuenta con una deliciosa primera parte.

 

HARRAGA (Editorial Zech).- Porque se trata de la feliz reedición de la primera novela de Antonio Lozano, que este mismo año publicó también La sombra del minotauro (Almuzara), libro en el que recupera a su detective privado José García Gago. Porque a Harraga apenas se le nota el arañazo del tiempo y porque se trata de una obra pequeña pero muy ambiciosa y excelentemente alambicada en la que su autor da voz a los que no tienen voz.

 

MAREAS Y MARMULLOS (Tropo Editores).- Porque Víctor Álamo de la Rosa es de los escritores de su generación que cuenta con una obra más que respetable y ejemplar descansando en sus espaldas y porque en estos relatos (algunos publicados y otros inéditos) continúa exprimiendo el jugo de su peculiar universo literario de Isla Menor. El volumen cuenta con relatos excelentes, en los que Álamo sabe moverse como pez en el agua entre un realismo mágico con acento que para nada resulta irritantemente canario.   

 

SI LE DIGO LE ENGAÑO (Hora antes Editorial).- Porque supone el regreso de un escritor, Carlos Álvarez, que se prodiga poco literariamente hablando pero que cuando lo hace tiene la capacidad de hacer increíble lo creíble y creíble lo increíble. Si le digo le engaño es una historia corta que apenas supera el centenar de páginas, pero su lectura resulta hipnótica y absorbente, de esas que demoras en el tiempo porque no quieres llegar a su inevitable punto y final. Se trata también de una novela en la que el lector no termina de saber si lo que lee es una novela negro criminal o una fábula sobre ganadores y perdedores. El final es desarmante. Viene a decir algo así como “a paseo los hipócritas convencionalismos.”

 

LOS TIPOS DUROS NO LEEN POESÍA (Anroart Ediciones).- Porque visto desde la distancia he descubierto que Alexis Ravelo es un extraño cruce entre Jim Thompson y Dashiell Hammett si estos dos grandes escritores hubieran nacido a la orilla de la playa de Las Canteras. También porque la última novela de su detective, Eladio Monroy, con todos su peros, suda soledad y en ocasiones una épica sobre y de perdedores que descoloca y conmueve. Porque Ravelo ha sabido consolidar a su personaje, de darle entidad, de convertirlo en un pájaro urbano sin nido posible. Espero así que algún día el escritor decida pagarle un billete de avión o barco (¡lo mismo da!) a Eladio Monroy para que nos saque las castañas del fuego a los que vivimos en la isla que tiene justo delante de las narices. 

 

LA TRAMA DEL ARQUITECTO (Tropo Editores).- Porque Juan José Delgado es un escritor que se prodiga poco. Y cuando es poco es poco. Se toma demasiado en serio aunque en su obra flota un desconcertante sentido del humor. Porque La trama del arquitecto es una novela aparentemente densa y exquisitamente anudada que escupe mensajes a medida que se pasas las páginas del libro. Porque Juan José Delgado sabe crear un universo propio –Nubada– que también es el nuestro. Por eso violenta y hasta mosquea.

Saludos, el orden de los factores no altera el producto, desde este lado del ordenador.

Si les digo es porque no les engaño…

Lunes, Diciembre 26th, 2011

A juicio de Lucas, el personal se empezaba a dar cuenta de que aquello del trabajo fijo fue cosa del siglo XX. Un puesto fijo es como un cura casto. Una leyenda. Un día toca hacer una cosa y al siguiente otra distinta. Y los que se van haciendo a la idea de que para el mismo curro hay setecientos y tratan de montárselo por su cuenta, enseguida caen en que hace falta bastante pasta. Y la pasta es carísima. Imposible. Pero con un golpe de suerte, todo solucionado. Un día vendes vehículos y al siguiente farlopa. Hay que saber hacer de todo y no hacer ascos a nada. Ese era el futuro a juicio de Lucas.”

(Si le digo le engaño, Carlos Álvarez, Hora antes editorial)

Un plan sencillo, una novela escrita por Scott Smith y llevada al cine por el espídico, aunque en esta cinta exquisitamente contenido, Sam Raimi, narraba la historia de dos hermanos que se encontraban con una maleta repleta de dinero en un avión accidentado.

Mucho tiempo después, y con esa fabulosa idea planeando en mi cabeza, el escritor Carlos Álvarez ha abierto la espita de mi memoria con su excelente novela Si le digo le engaño, solo que para contarme el relato de dos amigos que durante una jornada de pesca en aguas cercanas a la costa grancanaria capturan cincuenta kilos de cocaína pura flotando a la deriva.

Y hasta ahí las siempre odiosas comparaciones.

Porque mientras en la novela y la película planeaba la sombra de la culpa y la codicia, en la historia de Álvarez el discurso resulta demoledoramente cínico y, se me apuran, sugerentemente amoral.

Los dos amigos, más uno que el otro, se aprovechan del ¿afortunado? hallazgo para prosperar en unas carreras que hasta ese día estaban condenadas al paro y a continuar sacando adelante un bareto con apenas encanto.

Éstas y otras reflexiones son las que dan cuerpo a una novela, Si le digo le engaño, que no es negra criminal pero que también lo es.

No, no me explico.

Se trata de un relato que se nota que quiere ir más allá de los límites que impone el género para transformarse en un sorprendente y feroz discurso contra la hipócrita sociedad en la que vivimos sin que apenas te des cuenta.

El verdadero protagonista de esta historia, Yeray, un diseñador de un periódico que tiene los días contados (el periódico), resulta tan cercano y quizá por ello tan atractivo que deja la piel de gallina.

Su estrategia para sacar dinero del oro blanco descubierto y el retrato preciso de los que se convierten en habituales consumidores de su mercancía probablemente se trate de las mejores páginas que he leído este año en torno al dulce veneno de la adicción.

Álvarez emplea para ello un lenguaje llano y salpicado de canarismos que consigue que lea esta historia de perdedor nato harto de su nata condición con una asombrosa sed de saber cómo demonios va a ponerle punto y final.

Y cuando llegas al punto y final, descoloca porque éste carece de falsos moralismos.

Es un final que, como en las mejores fábulas, te obliga a pensar en lo leído y, en este caso, a dibujar una inquietante sonrisa en los labios.

Si le digo le engaño me sabe así a fábula.

Porque más que una novela –que apenas supera el centenar de páginas– es una honda e inteligente reflexión sobre el éxito. El viaje de un tío gris que de la noche a la mañana se transforma en uno de los necios a los que les sobra el dinero.

Sea porque lo han heredado. Sea porque lo han conseguido con maniobras oscuras.

Y entre medio, un lector desarmado que espera que al protagonista no lo pillen los narcos ni la policía. Quieres, o por lo menos esperas, que continúe dando saltos de gigante mientras sube esa escalera que lo separa de ser un necio nato a ser un necio respetado.

Novela sugerente, Si le digo le engaño es un título revulsivo y políticamente incorrecto, que noquea porque continuamente parece que va a ir por ahí para marcharse por allá… Una pequeña y deliciosa bomba de relojería que confirma a ese gran escritor que es Carlos Álvarez. Un tipo, el Álvarez, que en Si le digo le engaño te da dentelladas salvajes. Dentelladas que dejan marcas.

Y todo ello narrado con estilo directo. Usando frases cortas, casi como si quisiera que el lector no se diera cuenta del mensaje que está diseminando en su cabeza.

Un mensaje, entiendo, conmovedoramente realista y por ello tan inteligentemente  descorcentante.

No hay impostura en esta novelita que ha sabido estrujarme lo que me queda de alma, y sí que ha despertado en mi cerebro inquietantes alarmas exigiendo respuestas.

Un título, en definitiva, que pide a gritos su vindicación.

La próxima novela de Carlos Álvarez –que es autor de una pequeña pero extraordinaria novela histórica ambientada en Canarias, La pluma del arcángel (Premio de Novela Benito Pérez Armas) y guionista junto a Antonio J. Betancor de la película Mararía, más que correcta adaptación cinematográfica de la novela de Rafael Arozarena– será Beatriz de Bobadilla, Señora de Gomera y Fierro.

Como lector solo puedo decir que espero expectante su interpretación sobre esta fabulosa mujer que, por celos de una reina, fue, efectivamente, señora de Gomera y Fierro.  

Saludos, aún recuerdo aquellos viejos tiempos…, desde este lado del ordenador.

Lo leyeron en ‘El Escobillón’

Lunes, Diciembre 5th, 2011

¿QUÉ HAY DE NUEVO, VIEJO?

Tras publicar en 2008 un interesante trabajo sobre el cineasta norteamericano Oliver Stone, el especialista tinerfeño Jorge Fonte pareció que dormía como investigador cinematográfico –tras sus recomendables volúmenes sobre Walt Disney y  Speilberg–. Afortunadamente fue eso. Un sueño. Fonte, de palabra, anuncia que romperá en 2012 no con un nuevo libro sino con tres ambiciosos estudios sobre cine. El primero de los títulos que aparecerá analizará la literatura en los filmes del neurótico Woody Allen y lo editará La Página. El segundo se trata de un estudio sobre Robert Zemeckis (Cátedra), el hombre que nos regaló la trilogía de viajes temporales más divertida de los últimos años, Regreso al futuro, así como de la entrañable crónica sentimental de las últimas décadas de Estados Unidos en Forrest Gump. Pero eso no es todo porque aún hay más. Fonte anuncia también para el próximo y apocalíptico año que se nos viene encima un libro sobre la vida y obra del estrafalario y subversivo Russ Meyer (JC). Director que cuenta en castellano con una espléndida monografía firmada por Pedro Calleja (Meyerama: la película y las supermujeres, Midons Editorial, S.L, 1995).

SANGRE NUEVA

La colección G21 Narrativa Canaria Actual que dirige Ánghel Morales, probablemente el más visionario de los editores con que contamos en estas islas desafortunadas, anuncia nuevos títulos tras la publicación de Biografía reciclada de Manolito el Camborio y Murmullo de hojarasca de Cristo Hernández y José Luis Correa, respectivamente. Las nuevas novelas que se suman a este proyecto que ha sido como una especie de maremoto en las habitualmente empantanadas y envidiosas aguas literarias canarias son Cucarachas con Chanel, de Dr. R (JR Ramallo); Malpaís, de Víctor Conde y No es la noche, de Carlos Cruz.

UNO DE LOS NUESTROS

Yo sigo sosteniendo, aunque los idiotas digan lo contrario, que uno de nuestros mejores escritores es Carlos Álvarez, con quien no puedo estar de acuerdo en muchas cosas pero en otras tantas sí. El caso es que  Álvarez acaba de presentar su última novela,  Si le digo le engaño, una historia sobre dos jóvenes que salen a pescar en la costa noroeste de Gran Canaria y se encuentran con cien kilos de cocaína flotando en el mar y no saben que hacer con ella. La historia está narrada en clave de novela negra. Si le digo le engaño es el primer título de Hora Antes, la editorial de la que es socio, y que proyecta especializarse en ediciones digitales en formatos para e-book y tablet. Álvarez es autor de la absorbente La Pluma del Arcángel (Premio Benito Pérez Armas, 1998) y Negra hora menos (Premio Narrativa Santa Cruz de Tenerife, 1991). En la actualidad trabaja en una novela histórica, la biografía de una mujer adelantada a su tiempo como fue Beatriz de Bobadilla. En cine le debemos ser co-guionista de Mararía y la co-dirección y el guión del fallido  documental Ciudadano Negrín. Trabajos ambos que fueron finalistas a los premios Goya. Al parecer, y junto a Sigfrido Monleón, proyecta un documental sobre César Manrique y Lanzarote.
 
DANKE, NICOLÁS

Nicolás Melini me recomienda Chulapos Manbo. Y como de Melini pongo la mano en el fuego en cuanto a recomendaciones literarias se refiere, intento hacerme con ella. La escribe el venezolano Juan Carlos Méndez Guédez y esta es la descripción de uno de sus personajes: “Candelaria apareció junto a él. Hola, mi niño. Alejandro contó hasta quince. Cada vez que le decía “mi niño”, él sentía que las uñas se le llenaban… de patatas, le parecía que en la cabeza le aparecía un sombrero de mago tinerfeño. Tantos años en Madrid y a ella no se le quitaba ese puto acento. ¿Por qué no podía hablar normal, como él había aprendido a hacerlo, como tantos miles, millones de madrileños lo hacían, sin todas esas eses, sin esos cantaditos insulares?”. Y pienso con una inevitable y resignada sonrisa: ¿En quién se habrá inspirado?

Y AQUÍ NADIE SIN ENTERARSE

El pasado miércoles, 30 de noviembre, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) entregó en Casa América los premios nacionales de teatro Tirso de Molina y Margarita Xirgu que convoca cada año.  En la convocatoria de 2010, un autor canario, Antonio Tabares, obtuvo el XXXVIII premio Tirso de Molina por la obra La punta del iceberg ex aequo con Fernando Epelde García por Ud. No está aquí. Manuel Ismael Serrano recibió el galardón de Teatro Radiofónico Margarita Xirgu por El oscuro túnel de la Mirilla.

VALE LA PENA SUBIR LOS 39 ESCALONES

Ediciones Escalera es una pequeña pero inquieta editorial fundada por dos canarios en la capital de España que se ha especializado en la recuperación, entre otros autores, de escritores a los que el sistema no termina por instalar. Tras la presentación reciente de la magnífica novela corta Piercing, de Ryu Murakami, los de Escalera anuncian publican ahora la traducción de un nuevo título de la extensa pero irregular bibliografía de Jack Kerouac como es Tristessa. El Cultural del periódico El Mundo se hizo eco de ella. Pinchen enlace y pónganse al día.

¡VIVAN LOS COLORINES!

Aplaudo la iniciativa de Lagenda, en colaboración con aficionados al tebeo, para celebrar la I Semana del Cómic de La Laguna, aunque no entienda –por mucho que me esfuerce, lo que ya es decir– en que la celebren del 1 al 10 de diciembre por aquello del puentazo que caracteriza estos días de poco vino y menos rosas. Así las cosas, el Café Siete acoge una exposición de originales de Francisco Medina, Pedri Autero, Oliver Berhmann y Luis Suárez, y se presentarán trabajos de la editorial palmera Ediciones Alternativas. El miércoles, además, se darán a conocer a las 20 horas álbumes de Eduardo González y Jorge García, quienes han editado recientemente en Dolmen y Edicions de Ponent los álbumes Dentro de la noche y Los dientes de la eternidad, respectivamente.  El jueves se proyectarán en el Café Siete los dos capítulos de la serie de animación La Herencia Valdemar.

Saludos, va por tí, Enrique Cichosz, el mejor de todos nosotros, desde este lado del ordenador.

Cosas varias… Varias cosas…

Martes, Enero 11th, 2011

CIUDADANO NEGRÍN PODRÍA CONVERTIRSE EN CIUDADANO GOYA

Un personaje extraño el de Juan Negrín porque no se reconcilia con la Historia.

Al margen de su impecable trayectoria como investigador, su paso por la política española continúa repleto de contradicciones, también de varias leyendas negras que alimentaron sus enemigos: los nacionales, al acusarlo de ser el responsable de vaciar las arcas del Estado con el ya legendario oro de Moscú, y sus propios compañeros socialistas que lo tacharon de traidor al partido. En el lado más radikal, y señalándolo con el dedo, se encuentran los trostkistas del POUM y los anarquistas, para quienes Negrín fue el responsable –tras la alianza (unos dicen que necesaria) con los comunistas estalinistas– de las matanzas que salpicaron la ciudad de Barcelona los últimos años de la Guerra Civil española.

Ignoro si son éstas y otras muchas más las claves políticas a través de la cual gira el documental Ciudadano Negrín. Espero descubrirlo, si puedo, el miércoles 26 de enero cuando se estrene el filme en los Multicines Renoir de Santa Cruz de Tenerife.

El caso es que Ciudadano Negrín ha sido hoy designado como candidato a los Premios Goya en la categoría de  Mejor Documental, lo que personalmente considero un triunfo para quien fue el alma máter de este proyecto desde sus inicios, el excelente escritor Carlos Álvarez.

Ciudadano Negrín está dirigida además de por Álvarez, por  Sigfrid Monleón e Imanol Uribe, y contó con apoyo financiero del Gobierno de Canarias. Produce Andrés Santana, que representa también a otro documental candidato a los Goyas, Mr Foster.

En una nota de prensa se recuerda que en esta edición hay dos actrices canarias nominadas: Ana Wagner (Las Palmas de Gran Canaria), en el apartado de Mejor Actriz de Reparto por la película Biutiful, y Carolin Bang, como Mejor Actriz Revelación por la película Balada triste de trompeta.

CORTOS CANARIOS

Al día siguiente, 26 de enero, Tenerife Espacio de las Artes acogerá el estreno de los cortometrajes canarios Reflejo en rojo, de Josep Vilageliú, a quien considero como una especie de capitán Ahab del ballenero del cine independiente rodado en las islas; y Rhythmus, de Jairo López. También se proyectarán dos trabajos del cineasta grancanario Amaury Santana.

Hemos podido saber que Jairo López espera estrenar su cortometraje Ridícula en febrero.

ELLAS (S), EL DOCUMENTAL QUE NO FUE

TEA, en sus ya tradicionales exhibiciones de cine ¿de autor?, proyecta este fin de semana en horario de 19 y 21.30 horas el ¿documental? Ella(s), de David Baute.

La película dice que va sobre la vida y obra de Mercedes Pinto aunque (¿será cosa del cine de autor?) dice que también reflexiona sobre la violencia de género y la relación de pareja. La verdad es que no lo tengo nada claro.

LA REFINERÍA VUELVE A PONERSE GOLFA

El espectáculo multidisciplinar Refinado. La Cruda Historia regresa al Espacio Cultural El Tanque con nuevas funciones, el próximo viernes 14 y el sábado 15, a las 21 horas. Se trata de las dos primeras funciones de 2011.

Dirigido por Caldos Belda, con la producción de la Asociación de Amigos del Espacio Cultural El Tanque y el patrocinio del Gobierno de Canarias, las entradas pueden adquirirse, al precio de cinco euros en El Corte Inglés, Entrada Directa de CajaCanarias, Cajasiete  y en la taquilla de El Tanque los días de función.

UN DATO A TENER EN CUENTA EN TIEMPOS DE CRISIS

El servicio de venta de entradas de CajaCanarias gestionó en 2010 un total de 321.945 localidades, un 47 por ciento más que en el año anterior, y obtuvo una facturación superior a los seis millones de euros, lo que constituye un incremento del 88 por ciento respecto a 2009.

De entre el amplio listado de promotores y recintos adheridos al servicio, la programación del Auditorio de Tenerife, con más de 105.000 butacas vendidas, y los actos de la Bajada de la Virgen de las Nieves, en La Palma, con 84.217 localidades, coparon el 60 por ciento de las ventas.

Por espectáculos, arrasaron los musicales Mamma Mía y Chicago, la puesta en escena del grupo humorístico Tricicle con Garrick, la Temporada de Ópera y la Danza de los Enanos.

Respecto a los distintos canales de venta de entradas de CajaCanarias, internet fue, en el pasado ejercicio, el medio más utilizado para la compra de localidades por parte de los usuarios, con un 54 por ciento. Por su parte, las taquillas sirvieron el 44 por ciento de las entradas, mientras que los terminales multiservicio de la entidad de ahorro gestionaron el 2 por ciento de las ventas.

Saludos, en un mundo cada vez más loco, loco, loco, desde este lado del ordenador.