Entre indígenas y conquistadores

Viernes, Septiembre 28th, 2012

La publicación este mes de la última novela del escritor y guionista Carlos Álvarez, La señora: Beatriz de Bobadilla, señora de Gomera y Fierro, inspirada en la vida de una mujer que ha pasado a la historia de este archipiélago como “rara, que teniendo todas las gracias y flaquezas de su sexo, tuvo la crueldad y constancia de un hombre sañudo” (Viera y Clavijo) y la presentación el 21 de noviembre de El corsario de Lanzarote, de Francisco Estupiñán, por la que obtuvo el XXVII Premio Benito Pérez Armas, anima la redacción de este artículo que solo pretende dar cuenta de algunos títulos recientes cuya acción se desarrolla en aquellos tiempos en los que tardó en asentarse la colonización europea en el archipiélago canario. Este marco histórico reúne suficientes atractivos para ser un territorio abonado de relatos y novelas aunque, desgraciadamente, aún son escasos los títulos que han intentado recrear literariamente cómo fue aquel momento tan trascendental para la Historia de Canarias.

Ignoro las razones que ha generado este desinterés, aunque sospecho que probablemente una de ellas sea el trabajo de investigación que implica una novela de estas características y el miedo, contagioso, de intentar recrear literariamente el nacimiento de un territorio en el que aún corría la sangre indígena mezclada ahora con la de una cultura exterior que, en el caso de la castellana, se había forjado reconquistando a golpe de espada y fuego lo que hoy conforma la península Ibérica.

Ese momento, que ha llegado hasta nosotros confundido por la leyenda, está plagado de personajes fascinantes. Hombres de su tiempo que, como Alonso Fernández de Lugo, son encarnaciones “del villano perfecto” en palabras del escritor y también historiador Mariano Gambín; o la mismísima Beatriz de Bobadilla, una mujer que muchísimo tiempo antes de que inspirara a Carlos Álvarez ya había sido objeto de carne literaria en Doña Beatriz de Bobadilla: drama histórico en cuatro actos (1840) de Manuel de Ossuna y Saviñón, y objeto de una biografía de Alejandro Cioranescu en Doña Beatriz de Bobadilla. Una amiga de Cristóbal Colón.

Con estos antecedentes y con estos protagonistas, continuo pensando que trabajada con perspectiva histórica y huyendo del maniqueísmo en el que, desgraciadamente, aún se caracterizan muchas de las ficciones que han intentado novelizar aquel capítulo que unió a Canarias con una España que en aquel entonces aprendía a dar sus primeros pasos como unidad, es un rico filón narrativo a través del cual poder entender la realidad de las islas y un momento trascendental para comprender el sentido de frontera que anida entre los que residen en estos territorios desvertebrados.

Al margen de la literatura que se escribió sobre la conquista de Canarias en el siglo XIX, y que contribuyó en gran parte a alimentar el sentimiento de buen salvaje por los primeros pobladores del archipiélago y entre cuyos títulos cabría destacar Los guanches o la destrucción de las monarquía de Tenerife (1834), del ya citado Manuel de Ossuna y Saviñón; El último de los canarios (1858), de Agustín Millares Torres y La baja del secreto (1900), de Benito Pérez Armas basada en la rebelión de Los Gomeros de 1488, resulta curioso como en las novelas recientes que hemos recopilado sobre aquellos hechos planee todavía en la mayoría de ellas una visión idealizada del indígena. Es decir, que caen en una visión del buen salvaje encarnado en el guanche –por generalizar aunque no sea correcto a los primeros pobladores de las islas Canarias– que debilita sensiblemente sus ficciones por resultar más que literarias, panfletos en los que se describe el desmoronamiento de una cultura que, presuntamente, habría logrado una perfecta comunión con la naturaleza.

Se tratan pues de títulos, en estos casos, que resultan más una reinterpretación propagandística y en algunos casos incluso folletinesca. Historias que pretenden explotar el mito del buen salvaje que a aproximaciones objetivas, lo que hace, es mi parecer, que resulten a la postre productos literarios fallidos porque no quisieron, o no supieron sus autores, aprovechar la riqueza de aquel período.

Los guanches.- Títulos como El guanche en Venecia (Artemisa Ediciones) de Juan Manuel García Ramos y en mucha mayor medida Taucho, la memoria de los antiguos (colección Atenai, CSB Ediciones) de Fernando Hernández González, son así relatos demasiado ingenuos sobre los guanches, aunque García Ramos sabe imprimir a su novela de cierto carácter aventurero, lo que se agradece  aunque no termine por convencer por su idealizada reivindicación de lo guanche.

Por el contrario, sí que carece de ese sentido de la aventura Taucho, la memoria de los antiguos, obra en la que su autor está más preocupado por reflejar con cierto realismo –sobre todo recurriendo a discutidas fuentes orales–  la cultura guanche que al propio relato en sí .

Escrita como una novela de aventuras en su sentido más festivo se encuentra Canaria, de Jesús Piñeiro (De Librum Tremens), relato que narra la historia de dos gaditanos que a mediados del siglo XV recalan en la isla de Gran Canaria donde las circunstancias hacen que militen en bandos contrarios. Es decir, que uno terminará combatiendo al lado de los canarios y el otro de los castellanos.

Novelizar la Historia es lo que se propuso el historiador Agustín Guimerá Ravina en su Tenerife, la nueva frontera (colección Tid, Idea), donde da voz, entre otros protagonistas al mencey Bencomo y Alonso Fernández de Lugo, aunque no es un título a recomendar para quienes busquen un retrato psicológico de personajes.

Lo guanche sirve también a Jesús Caudevilla para componer Las Cañadas de Achinet (Equipo Sirius), donde dos parejas de turistas peninsulares de visita en Tenerife viajan al pasado… Esta excusa, permite al escritor describir cómo vivían los primeros pobladores del archipiélago, moradores que aparecen también en Guanche, de Enrique Nacher, título por el que obtuvo el premio Benito Pérez Galdós de Novela y que con un poco de suerte puede encontrarse en la reedición que el Centro de la Cultura Popular Canaria (CCPC) hizo en 1999 de este título.

En esta incursión literaria nos encontramos también con las tres novelas juveniles que el escritor grancanario Carlos Guillermo Domínguez publicó con los títulos de Bencomo, Atacayte: corazón valiente y Sosala. El hijo del volcán, y ya en otros territorios no estrictamente a los que quiere circunscribirse este artículo, La sima del diablo (Alfaguara juvenil) de Heinz Delan, y La cueva de las mil momias (Herques editorial), de David Galloway. La primera porque su autor propone una curiosa aventura fantástica que entronca con la leyenda de los tibicenas y la segunda porque, también en clave de fantasía aventurera, se cuentan las andanzas de un descendiente de guanches en pleno siglo XVIII.

Destacamos, igualmente, el relato que el escritor vasco José Luis Urrutia ambienta en Tenerife a finales de mayo de 1494 en La amistad de los vencidos, cuento que se incluye en la antología  2.050 kilómetros. Antología de relatos vasco-canaria (editorial Baile del sol), coordinada por Agustín Díaz Pacheco; y en los territorios de la novela de evasión y aunque no tenga nada que ver con la conquista de Canarias pero sí con la de América, los siete volúmenes (1) que Alberto Vázquez Figueroa dedicó a su Cienfuegos, o las andanzas bélicas, amorosas y un poco golfas que emprende un gomero por el Nuevo Mundo y que siempre he querido ver como la respuesta del escritor tinerfeño al canario que dibuja en la fascinante La aventura equinoccial de Lope de Aguirre, Ramón J. Sender. Un tipo, ese canario, que el autor de Imán describe como taimado y cizañero.

Cosas de la tarumba equinoccial, supongo.

Alberto Vázquez Figueroa es también Garoé (Ediciones Martínez Roca), ambientada en la isla de El Hierro y obra en la que el autor combina ingredientes de la novela de aventuras con la de romance para componer un atractivo fresco sobre las relaciones entre castellanos y bimbaches en la más occidental de las islas Canarias y título por el que obtuvo en 2010 el Premio de Novela Histórica Alfonso X El Sabio, patrocinado por la Obra Social de Caja Castilla La Mancha.

Con un espíritu más próximo a Zane Grey, dos escritores alemanes explotaron el mito del buen salvaje en sendas novelas que deben ser leídas como relatos de aventuras meridianamente atractivas como son Tanausú, rey de los guanches y El rey de Taoro de Harald Braem y Horst Uden, respectivamente, y que pueden encontrarse en la editorial Zech.

Otras incursiones literarias son Achineche (ediciones Aguere/Idea) en la que su autor, Andrés Martín Peinado, narra las aventuras de Alejandro, un joven capitán español que tras caer herido en la batalla de Acentejo es trasladado como prisionero por los guanches a Taoro y salvado por una indígena llamada Cataysa; Bentorán (colección Tid, ediciones Idea) de Félix Díaz, en la que un guanche tiene que adaptarse a su nueva vida tras la derrota de la batalla de La Laguna, mientras intenta no renunciar a sus creencias religiosas para emprender, finalmente, viaje a las Indias Occidentales; Iballa (Globo editorial), de Manuel Mora Morales, en la que se recrea la revuelta de los gomeros a finales del siglo XV en contra de Fernán Peraza el joven por su presunta relación con la joven que da título a la novela, y que obligó a Beatriz de Bobadilla a refugiarse en la Torre del Conde, y material histórico que también se desarrolla en Iballa (Edirca, 1992) de Juan del Río Ayala, autor también del romance Tirma, material que sirvió para la película del mismo título.

Destaca también El Garoé. La leyenda del árbol el agua (Centro de la Cultura Popular Canaria), de Emilio González Déniz, y cuya acción se desarrolla en la isla de Pluvalia donde vive pacíficamente el pueblo bimbache, y del mismo González Déniz, Ico, la princesa blanca (Centro de la Cultura Popular Canaria) que está inspirada en una leyenda de los aborígenes de Lanzarote).

Por su valor histórico y literario reseñamos por último Ritos y leyendas guanches (Miraguano Ediciones), de Sabas Martín, un título que ha terminado por convertirse de culto.

Los conquistadores.- Carlos Álvarez cuenta además de La señora con una novela que, a mi juicio, es de las más sobresalientes de cuantas se hayan escrito sobre aquel período. Período, insisto, que entiendo como una especie de amanecer de lo que sería Canarias.

La pluma del arcángel se desarrolla en la isla de Gran Canaria durante el siglo XVI, territorio en el que desembarca el inquisidor Fermín Ximénez con la idea de poner orden y reinstaurar la fe verdadera que es la que le ha dado sus poderes.

La pluma del arcángel, por la que su Álvarez obtuvo el premio Benito Pérez Armas, es un relato que quiere ser picaresco y que aún se deja leer porque está poblado de personajes a cada cual más extravagante.

Es además la única novela de todas las citadas con anterioridad que se centra en esos nuevos canarios que, como los marcianos de Ray Bradbury, son los que, viniendo de otro lugar, decidieron establecerse en una geografía que, cosas de la vida, aún continúa sin querer reconocerlos como sus antepasados.

Para cerrar este recorrido, destacamos la última novela ganadora del premio Benito Pérez Armas, El corsario de Lanzarote, cuya acción se desarrolla en el siglo XVI. Escrita por Francisco Estupiñán, en la novela los personajes reales y ficticios se cruzan. Así, en su relato desfilan, entre otros, el primer marqués de Lanzarote, Agustín de Herrera y Rojas, o el pirata Morato Arráez.

El corsario de Lanzarote se presenta el 21 de noviembre en el salón de actos de CajaCanarias.

(1)  Las cinco novelas de la serie Cienfuegos son Cienfuegos; Caribes; Azabache; Montenegro; Brazo fuerte; Xaraguá y Tierra de bisontes.

(Artículo publicado en el número 116 de El Perseguidor, Diario de Avisos).

Saludos, ya llegan las primeras nubes, desde este lado del ordenador.

Cuatro finalistas aspiran al Premio de Novela Benito Pérez Armas

Viernes, Octubre 21st, 2011

Las novelas El corsario de Lanzarote, presentado bajo el seudónimo de Arriete Perdomo; El hombre que ama a Gene Tierney, que concurre con el nombre de Heliodoro Rodríguez; La zafra del gran tarajal, que corresponde al autor identificado como Samarín, y Pleamar, cuyo escritor se esconde tras el seudónimo Brandán Lafontaine son los cuatro títulos finalistas que aspiran a alzarse con el Premio Benito Pérez Armas que convoca CajaCanarias y cuya última edición, la vigésimo séptima, se falla este lunes, 24 de octubre, a las 13 horas.

Los textos han sido escogidos entre un total de 42 presentados a concurso y el jurado deberá elegir uno de ellos para otorgarle este prestigioso galardón, dotado con 12.000 euros y la edición de la obra ganadora.

El jurado de la vigésimo edición estuvo formado por Álvaro Arvelo Hernández, presidente de dicha entidad, economista y profesor mercantil; Cecilia Domínguez Luis, escritora; Juan Cruz Ruiz, periodista y escritor; Juan Manuel García Ramos, catedrático de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de La Laguna, escritor y crítico literario; y Ramón Trujillo Carreño, catedrático de Lingüística de la Universidad de La Laguna, presidente de la Academia Canaria de la Lengua, director del Instituto de Lingüística Andrés Bello y escritor.

El último ganador del certamen fue Juan José Mendoza Torres, por Isla feliz, autor nacido en Las Palmas de Gran Canaria, licenciado en Geografía e Historia y profesor de Lengua Castellana y Literatura de Enseñanza Secundaria.

El Premio de Novela Benito Pérez Armas fue creado en 1970 por CajaCanarias para dar a conocer a nuevas voces dentro del panorama cultural canario. En un principio, la convocatoria tenía carácter bienal, pero desde mediados de los 90 se estableció que fuera anual.

Las cuatro primeras ediciones de este concurso fueron ganadas por Alfonso García Ramos, con Guad; Juan Cruz, con Crónica de la nada hecha pedazos; Luis Ortega Abraham, con Migajas, y Fernando G. Delgado, con Tachero.

Con posterioridad, fueron distinguidos autores como Félix Francisco Casanova, por El don de vorace; Esperanza Cifuentes, por Esperando a B. y Perverso ríe el ángel; Juan Manuel García Ramos, por Malaquita; Juan Pedro Castañeda, por En el reducto, y Alberto Omar Walls, por El unicornio dorado.

Otros premiados fueron Fernando Cómez, por La navaja zurda; Rosa Lima, por La soledad es azul; Carlos Álvarez, por La pluma del Arcángel; Cristo Hernández, que escribió El jardín de las especies; José Luis Correa, autor de Me mataron tan mal, y Carlos Santamaría, con Marina Miranda.

En las últimas ediciones del certamen han sido galardonados Alejandro Vera, por Acuo, crónica de un autorretrato; Emilio Sánchez-Ortíz con Diario de la peste; Julio Fajardo, gracias a El polvo debajo de la alfombra; Francisco Juan Quevedo García, autor de El dulzor de la tierra; Antonio Lozano González, por Las cenizas de Bagdad; Gregorio Javier González, creador de Tacande, y el citado Juan José Mendoza, último ganador con Isla feliz.

Saludos, el lunes revelaremos el nombre del ganador, desde este lado del ordenador.

Volando voy, volando vengo… (notas)

Lunes, Octubre 17th, 2011

XXVII PREMIO DE NOVELA BENITO PÉREZ ARMAS

El lunes 24 de octubre se conocerá el nombre del ganador/a del XXVII Premio de Novela Benito Pérez Armas, dotado con 12.000 euros y hoy por hoy el galardón literario con más prestigio de cuantos se conceden en el archipiélago canario. Si la memoria no nos traiciona, solo en una edición –concretamente la XXV– el jurado del certamen decidió por unanimidad declararlo desierto “al no reunir las obras presentadas el nivel literario de los trabajos ganadores en ediciones anteriores.” El ganador del 2010 fue el escritor grancanario Juan José Mendoza por la novela Isla feliz y formaron parte del comité deliberador la escritora Cecilia Domínguez Luis, el catedrático de Literatura Hispánica de la Universidad de La Laguna, escritor y crítico literario, Juan Manuel García-Ramos y el periodista y escritor Juan Cruz Ruiz.  

 JOSÉ ABAD. LAS ESCULTURAS REGRESAN A LA CALLE

 Un total de 400 piezas conforma la exposición Eros, forma y azar del escultor José Abad que desde este lunes, 17 de octubre y hasta el 28 de enero, se podrá ver en las salas de exposiciones de CajaCanarias. Banca Cívica en Santa Cruz de Tenerife y La Laguna, así como en calles y plazas de estas dos ciudades. En la presentación estuvieron Álvaro Arvelo, presidente de CajaCanarias; José Manuel Bermúdez, alcalde de la ciudad, y Julio Pérez, consejero delegado de la Sociedad de Desarrollo de Santa Cruz de Tenerife.

VÍCTOR CONDE INAUGURA EL CURSO 2011-2012 DE LA ECCL

La Escuela Canaria de Creación Literaria inaugura el próximo lunes, 24 de octubre, el curso correspondiente a 2011-2012 con la participación del escritor tinerfeño Víctor Conde, quien hablará de su obra y del arte de escribir a partir de las 20 horas. Por otro lado, la novela de Conde Oniromante, inicia en noviembre scyla e-books, una nueva colección de libros digitales de fantasía. El autor del prólogo es Juanma Santiago.

ANTOLOGÍA DE POETAS CANARIOS EN MÉJICO

Juan Carlos de Sancho se encuentra en Méjico, donde presentará el 23 de octubre en la Feria Internacional del Libro en el Zócalo, ciudad de Méjico, la antología 20 del XX Poetas de Islas Canarias. La obra ha sido editada por la editorial La Otra en colaboración con la Universidad de Durango y la Embajada de España en Méjico y recoge poemas de Domingo Rivero, Tomás Morales, Alonso Quesada, Domingo López Torres, Pedro García Cabrera, Agustín Espinosa, Josefina de la Torre, Agustín Millares, José María Millares, Félix Casanova de Ayala, Rafael Arozarena, Manuel Padorno, Luis Feria, Juan Jiménez, Eugenio Padorno, Lázaro Santana, Ángel Sánchez, Félix Francisco Casanova, Cecilia Domínguez y Federico J. Silva. El libro también se dará a conocer en  la Universidad de Sonora y en el Encuentro Internacional de Escritores de Literatura de Ciudad Obregón, además de en la Universidad de Sinaloa, donde De Sancho estará acompañado por el escritor Elmer Mendoza.

 ENTREVISTA CON JUAN CARLOS FRESNADILLO

 Muy interesante la entrevista que publica en su edición del lunes Diario de Avisos con el cineasta Juan Carlos Fresnadillo. El director de Intrudres anuncia, por otro lado, que abandona el remake de El cuervo para dirigir –probablemente– una nueva versión de Los inmortales. En su primera semana en cartel, Intruders encabezó el primer puesto de las diez películas más vista en España con una recaudación de 1.100.000 euros.

Saludos, sed, mucha sed, desde este lado del ordenador.

Elegidos y ausentes. Ausentes y elegidos…

Miércoles, Octubre 12th, 2011

CANARIAS LEE

Ya se saben los nombres de los veinte escritores de las islas que durante el curso escolar 2011-2012 protagonizarán el programa Canarias lee.

Los elegidos son diecisiente hombres y tres mujeres.

Canarias lee asignará con 800 euros la compra de veinte ejemplares de la obra del escritor escogido por cada uno de los centros educativos participantes en el programa.

RECELO DE LOS AUSENTES

La decisión de los elegidos ha levantado recelos entre algunos poetas y narradores canarios. 

Lamentan, por un lado, que no se explique en qué consisten los criterios de valoración para ser seleccionados.

Sugieren, por otro, que sean los propios centros educativos los que confeccionen las listas de autores elegidos.

LA ESTRUCTURA

La estructura de Canarias lee permite la posibilidad de celebrar dos encuentros –en cada centro educativo que participe– entre el alumnado  y dos escritores o escritoras del listado tras la “previa lectura de su obra.”

Para ello, los centros educativos adquirirían aproximadamente veinte ejemplares del libro que ha sido escogido por cada uno de ellos.

La Dirección General de Cooperación y Patrimonio Cultural asume además  la compensación económica de los autores y autoras participantes en el programa.

LOS ELEGIDOS

Los poetas y escritores seleccionados son Quintín Alonso Méndez; Nisa Arce González; Óscar Bacallado de la Cruz; Ángel Rayco Cruz Fernández; David Galloway Rodríguez; Juan Manuel García Ramos; Santiago Gil García; Coriolano González Montañez; Pedro Javier Hernández Velásquez; Antonio Lozano González; Arturo Maccanti; Álvaro Marcos Arvelo; José Manuel Marrero Henríquez; Paula Nogales Romero; Eugenio Padorno Navarro; Luis Pérez Aguado;  Francisco Juan  Quevedo García; Elica Ramos Hernández; José Rivero Vivas  y Rafael Yanes Mesa.

Saludos, ¡Tierra!, ¡Tierra!, desde este lado del ordenador.

A propósito del puchero narrativo canario

Sábado, Septiembre 10th, 2011

La colección G21 Narrativa Canaria Actual ha iniciado su andadura con la publicación de dos novelas: Murmullo de hojarasca, de José Luis Correa, y Biografía reciclada de Manolito el Camborio, de Cristo Hernández.

Ofrece la pequeña novela de Hernández –apenas un centenar de páginas–  un retrato que sabe a muy poco del protagonista que da título a su obra. Probablemente porque su autor fue consciente que el material que tenía a mano no daba para más.

Una pena.

Esto me hace pensar si será verdad que, pese a los tiempos de crisis que vivimos, estemos asistiendo a una profunda renovación de la narrativa canaria.

Actual.

Es cierto que hay variedad de títulos y que autores no faltan –algunos  dignos a destacar– pero aprecio en la mayoría una aterradora falta de complejidad que podría dar al traste con lo que temerariamente unos llaman fenómeno y yo como un ingrediente más del puchero literario canario.

Ya se ha comentado hasta la saciedad que casi todos estos escritores actuales cuentan con suficiente obra publicada, también que cultivan una variedad de géneros que hasta el día de ayer era como territorio ignoto para los escritores nacidos o educados en las islas.

Pero detecto en la mayoría de los actuales una misma desidia, un dejar o llenar páginas sin itinerario que tritura lo que podría ser un coherente discurso literario.

Estoy en mi derecho como lector de demandar historias que además de estar bien escritas, entretengan.

Que disfrute abriendo las páginas del libro para sumergirme en la profundidad del relato.

Pero algo extraño ha pasado con la Biografía reciclada de Manolito el Camborio.

Siendo una novela corta me ha parecido larga.

Larga pese a su ironía.

Pero lamento escribir que no he encontrado gracia a la ironía ni hacia donde pretendía conducirme con ella.

Esto me hace reflexionar que no encuentro entre los miembros que forman parte de la narrativa canaria actual escritores que ofrezcan una visión de la Canarias actual que me haga pensar.

La mayoría suele perderse en personajes que por norma general protagonizan historias que no van hacia ningún lado, y no porque escriban bajo la tapadera cómoda del experimentalismo sino porque –me da la inquietante sensación– no son capaces de dar el acabado que merecían sus, aparentemente, coherentes y genéricas apuestas literarias.

La Biografía reciclada de Manolito el Camborio parece, en este sentido, un borrador. O lo que comenzó siendo un cuento un ahora aforado ejercicio reciclado de novela corta que se hace larguísima.

Pero lo mismo me pasa con José Luis Correa, quien tampoco apura ni da la consistencia exigible a su Murmullo de hojarasca.

O Javier Hernández Velásquez, que engorda sin propósito alguno su El fondo de los charcos casi como si pretendiera encontrar la clave con la que poder cerrar su ambiciosa novela sobre la capital tinerfeña.

En Los tipos duros no leen poesía, Alexis Ravelo propone una curiosa pero rutinaria novela del personaje Eladio Monroy. 

¿Y?  

Y algo parecido me pasa al digerir el último negro policial de Antonio Lozano, que no es un escritor de la narrativa canaria actual pero sí un narrador canario del que esperaba algo más de su, a mi juicio, decepcionante La sombra del minotauro.

La escritora tinerfeña Yanet Acosta propone una divertida pero primeriza y endeble aventura en su El chef ha muerto.

Y si bien no he comenzado aún a leer la novela Kopi Luwak de Antonio Cabrera Cruz, admito que estoy depositando en ella mis esperanzas tras los apasionados elogios de Nicolás Melini. Un tipo, Melini, con el que comparto algunas complicidades que espero no se frustren.

Deseo que Víctor Conde no me defraude con su última novela, Hija de lobos –título que presenta el próximo 6 de octubre en el Espacio Cultural de El Corte Inglés de Santa Cruz de Tenerife– porque Conde al menos conoce y maneja muy bien las claves del género en el que se mueve…

En cuanto a El guanche en Venecia y Erich el zurdo, de Juan Manuel García Ramos y Domingo-Luis Hernández, respectivamente, encuentro en su lectura exactamente el mismo interrogante que me aqueja con el grupo de narradores canarios actuales: ¿saben de lo que están escribiendo?

Partiendo del principio solidario que está muy bien que, pese a la crisis, estemos asistiendo a un interesante momento literario de la novela escrita en Canarias ¿por qué no dudar si todo lo que se está publicando se trata de verdad de novela?

Es decir, de algo tan simple y complejo como ¿me estás contando de verdad una historia?

Solo puedo decir que, en estos últimos meses en los que he leído mucho de los de antes y actuales narradores canarios. tengo mucha hambre.

Y cuando tengo hambre es porque lo que he digerido no me ha saciado.

Luego concluyo que algo falla y le falta a al puchero literario canario.

Claro que como tituló un amigo que ya es hermano:

“¡Salvemos el puchero!”

Saludos, mis tripas protestan, desde este lado del ordenador.

Mientras pasan las horas

Lunes, Agosto 8th, 2011

* Las Memorias de Alec Guiness se trata, probablemente, de una de las autobiografías más curiosas que he leído en mucho tiempo. Y escribo lo de curiosa porque más que hablar de su excelente carrera como actor, Guiness dedica el grueso de las páginas de este libro impagable y si quieren extraño a explicar su conversión a la fe católica en unos días como son los actuales donde hablar de religión parece cosa de chiste. El catolicismo también es una constante en la producción literaria de uno de los más grandes escritores del siglo XX. Me refiero a Graham Greene, quien reflexionó sobre la pérdida de la fe en algunas de sus mejores novelas. Se me viene a la cabeza El poder y la gloria entre otras. John Ford firmó la adaptación cinematográfica y contó con Henry Fonda en el papel protagonista, un sacerdote en plena guerra cristera en México.
Escribo estas líneas porque Cátedra acaba de publicar el tercer volumen de la trilogía Hombres en armas del excelente escritor británico Evelyn Waugh, y que conforman Hombres en armas, Oficiales y caballeros y Rendición incondicional. Waugh, católico, es autor de un puñado de novelas excepcionales aunque debido al éxito de la serie quizá su obra más conocida continúe siendo Retorno a Brideshead. Yo, que soy un poco raro, le tengo más cariño a Noticia bomba, libro en el que relata en clave de humor muy cafre sus experiencias como periodista. Noticia bomba la publicó en su día Anagrama y con suerte aún se puede pescar. Otras obras del escritor son sus más que recomendables Los seres queridos y Un puñado de polvo.

* Una buena noticia para los bunkermaníacosSajalín anuncia en su página web la publicación en septiembre de La fábrica de animales, de Edward Bunker. La fábrica de animales fue llevada al cine por Steve Buscemi, y relata sus primeras experiencias carcelarias. Sajalín ha publicado de Bunker: No hay bestia tan feroz, Perro come perro y Stark.

* Encuentro en el Rastro de la capital tinerfeña Memorias de un pornógrafo tímido, de Kenneth Patchen, poeta y escritor que está considerado como uno de los padres de la más tarde elogiada generación beat. Memorias de un pornógrafo tímido es una novela surreal y muy divertida, aunque para meterse en ella hay que dejar fuera prejuicios. La edición de la novela corresponde a la mítica colección Star Books, que como muchos saben fue la línea editorial de la ya mítica que puso en marcha Star, la legendaria revista contracultural española.

* Interesante artículo el que firma Javier Goñi el sábado pasado en El País sobre la novela El guanche en Venecia, del escritor canario Juan-Manuel García Ramos.

Saludos, mientras pasan las horas, desde este lado del ordenador.