Archive for Junio, 2010

Todo cambia para que no cambie nada

Viernes, Junio 25th, 2010

Asisto al acto de la presentación de la última novela del escritor tinerfeño Víctor Álamo de la Rosa, que tiene lugar el viernes 24 de junio en el Espacio Cultural CajaCanarias. Mucha gente, muchas caras conocidas… El título, La cueva de los leprosos, uno de cuyos ejemplares tengo ahora justo al lado del ordenador, esperando a que lo lea. Hasta el momento sólo he podido echarle un vistazo, mirarlo por encima. El volumen ha sido editado en la colección La Caja Literaria.

A Víctor Álamo lo conozco desde hace ya varios años. Fue por mediación de un colega común, un poeta.

Confieso que no soy un lector enganchado a su literatura pese a que tuve la suerte de conocerlo cuando comenzaba su carrera como escritor a raíz de la publicación de su libro de relatos Las mareas brujas y el frustrado intento de que algunos de sus cuentos se tradujeran en forma de tebeo. Sin embargo, y de aquel primer intento hasta hoy, Víctor ha ido macerando una bibliografía en la que se mezclan novelas, cuentos, poesía, libro de entrevistas (para quien le escribe su encomiable Escritores en su tinta), historias  infantiles y también poesía.

Con esto quiero decir que nuestro escritor más traducido (me imagino que tras Alberto Vázquez Figueroa) según  el también escritor Juan Manuel García Ramos, si se caracteriza por algo es por su desarmante empeño y capacidad de trabajo que en la mayor parte de los casos se inspira en Isla Menor (trasunto literario de El Hierro), una especie de territorio mítico al modo de Macondo o Comala.

Ahora que tengo su última novela ante mis ojos no sé si agradecerle o más bien reprocharle a García Ramos que en la presentación del pasado viernes reventara el hilo argumental de la misma. No obstante, me preocupé de tomar algunas notas de los que dijeron los intervinientes con el objeto desinteresado de que a algunos de los que puedan recalar en este post se animen a hacerse con la última obra de su autor.

Para el ya citado García Ramos, lo que ya podemos considerar como ciclo  Isla Menor revela “una obsesión geográfica” por definir el mapa de este espacio inexistente pero que sin embargo existe (El Hierro), así como por su indagación en lo que el profesor denominó como “las cinco plagas bíblicas” que plantean estas cinco novelas: la represión franquista, descrita en El Humilladero; la sequía, que aparece en El año de la seca; la II Guerra Mundial, telón de fondo de Campiro que; la inmigración, uno de los argumentos a partir del cual gira Terramores y ahora la enfermedad con La cueva de los leprosos.

Según García Ramos “la historia la condiciona la geografía y los personajes”, y en el último trabajo de Álamo de la Rosa –a su juicio– lo primero se convierte en metáfora del infierno en la tierra a través de sus protagonistas.

El único problema que le encuentra Juan Manuel García Ramos a ese mundo fabulado que no lo es y que Víctor Álamo conoce como Isla Menor es que se agote en la imaginación de su autor. Pese a todo, destacó que el escritor con estos cinco libros ha sido capaz de “inventar su El Hierro particular”, lo que lo sitúa junto a Juan Pedro Castañeda, como uno de los dos grandes novelistas de la Isla del Meridiano.

Para el también profesor Juan José Delgado –de alguna manera el mentor literario del escritor Víctor Álamo– el universo novelístico del autor de La cueva de los leprosos es “recurrente” por lo que sus anacronismos sirven para adentrarse en los fundamentos del mito que siempre es atemporal.

Juan José Delgado resaltó también el tema de la insularidad en la obra de Álamo de la Rosa, y que en La cueva de los leprosos pone de manifiesto al modo de cronotopos de la insularidad que definió como “espacios que tienen dimensión y que se manifiestan en la conciencia del narrador”.

“La isla como conflicto, como una prisión. También como un reducto donde se generan pasiones salvajes que se atenúan en otro cronotopo: el poético, al representar la isla como una mujer”.

Víctor Álamo fue el encargado de cerrar el acto con un sencillo y emotivo homenaje a quienes han contribuido a que esta novela (gestada en 2007) haya salido a la luz, y leyó un fragmento de la misma.

No me quedé al copeteo final habitual en estas presentaciones, pero sí tuve la sensación de que este tipo de actos continúan caracterizándose por una rigidez que no hay prueba del tiempo que lo someta. Llevo muchos años asistiendo a presentaciones de novelas, ensayos, poemarios, y todas ellas son iguales aunque sus protagonistas sean diferentes.

Me pregunté mientras llegaba a mi casa si eso puede ser o no, uno de sus encantos. En su favor está que parece que los años no han pasado, y que de alguna manera continúo siendo el mismo cretino de ayer. En su contra, que me inquieta ese inmovilismo y ver casi siempre a los mismos cretinos como yo mucho más viejos. Los ausentes, los que no estuvieron, probablemente ya estén bajo tierra.

Esa sensación extraña me sabe como a otra dosis diaria del cianuro que consume nuestra existencia por aquello –ya tan manido– de que hay que cambiar algo para que nada cambie.

Y este viernes tuve la desagradable sensación de que, efectivamente, todos hemos cambiado para que no cambie nada.

Saludos, intentando mirar al Sol para comprender lo que nos pasa, desde este lado del ordenador.

¿A qué juegas?

Jueves, Junio 24th, 2010

Esta pregunta, mitad inquieta, mitad provocadora, da título a la exposición que la artista canaria Lola del Castillo (La Laguna, 1952) presentará el próximo domingo en la recién nacida sala El Castillo. En el espacio cultural del Camino Largo de la ciudad de Aguere, Lola del Castillo ofrece al público un recorrido por su obra más reciente.

Y así lo explica: “La ilusión del juego, de utilizar una máscara para ser otro, de exponer alternativamente los diferentes yo que me habitan, le dan un sentido juguetón a la vida. Quiero decir, que esa niña que habita dentro de mí nunca crece, no quiere ser adulta en el sentido peor del término. Todo lo contrario, esa pequeña quiere seguir jugando sin objetivos. Sólo desea jugar por jugar y lo último que necesita es que alguien le tome en serio, porque “tomarse en serio” significa tomar distancia de los demás. Utilizar a los otros como espectadores y colocar el ego propio en un pedestal”.

Lola del Castillo, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de San Fernando (Madrid) y titular en la actualidad en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna, mantiene una actividad paralela como artista en activo desde que, tras una incursión en el grabado hace veinte años, presentara en 1993 la colección Entre dos luces. A esta muestra siguieron La geometría que nos rodea, Miniaturas, En medio de la luz…, Son de arquitectura, Tierra de nadie, El viaje de la semilla y Nouakchott.

De vueltas a su nueva obra, la artista tinerfeña ahonda en su planteamiento al defender que “desde el principio todo debe ser lúdico y divertido. Estas pequeñas piezas que habitan en la mente están desmenuzadas. Poco a poco van encajando como en un rompecabezas. Luego quieres compartirlo con los demás sin importar qué puede suceder después. El proceso creativo… jugar sin pretender nada más. Bueno, sí, también provocar porque el juego  es provocación. Ofrecer los diferentes yo que me habitan sin establecer jerarquías ni clasificaciones. Y nada más, y tú… ¿a qué juegas?”

Si es que todavía dudas en unirte al juego, que se inaugura a las siete de la tarde del próximo domingo en la sala El Castillo, aquí puedes ver su colección: www.loladelcastillo.es.

(La imagen que acompaña estas líneas corresponde a la serie Nouakchott).

Saludos, con los pinceles en la mano, desde este lado del ordenador.

Las cosas de ‘Juancho’ Armas Marcelo

Miércoles, Junio 23rd, 2010

En contra de otros escritores canarios de su generación (la que denomino cariñosamente como el petardito de los 70) a mi nunca me ha interesado la literatura de Juancho Armas Marcelo. Recuerdo que hace años intenté leer Los dioses de sí mismos y que apenas pasé de sus primeras páginas. Y mira que fue publicitada. Obtuvo un premio y todo.

A Juancho lo he ido siguiendo a través de los artículos que todavía publica en el suplemento cultural de ABC, aunque debo de admitir que últimamente me cansa bastante cuando pone a parir desde su atalaya a otros compañeros de oficio con muy mala fe y escasos argumentos.

Hoy Juancho irrumpe en el templo de mis ideas a raíz de unas declaraciones leídas en la edición digital del periódico El Día que me han hecho preguntarme si este hombre anda bien de la cabeza. Les invito a que le echen un vistazo, si bien me he molestado en extraer algunas de sus paridas con el único fin de que se hagan una idea de las chuminadas que suelta.

En fin, allá él y sus revoltosas neuronas, que deben de viajar felices de un lado al otro en su cerebro. Imagino yo que exultantes por el especial que le ha dedicado La Página, probablemente la revista más espectral a este lado del Atlántico… ¿Quién la lee? ¿A quién le llega? ¿Dónde se vende? ¿Cómo se financia? ¿Existe La Página o es un producto más de mi imaginación? 

En la entrevista que una vez más les invito a que repasen Juancho (o el hombre que fuma puros) sienta cátedra sobre el fantasma de Mercedes Pinto –personaje de moda en estos convulsos tiempos no, afortunadamente, por el documental del bueno sí, está inspirado en su vida pero tampoco…– al mentir sin que se le caiga la ceniza del cigarro cuando afirma que ese mismo documental se lo sugirió a David Baute que hasta que no llegó su guionista y se lo propuso, sabía de la historia de esta formidable mujer lo mismo que quien les escribe de física cuántica.

Lo mejor de la entrevista, sin embargo, viene a continuación del prólogo Pinto. Lean estas declaraciones dignas de figurar en mi peculiar museo de los horrores canarios: “Me gusta la lucha. Levantarme de la cama y enfrentarme a los fantasmas que a otros les pervierten la vida, y no soy partidario de la cultura de la queja ni admito el victimismo, que me provoca verdaderos vómitos y me parece una inmoralidad que no se puede permitir en estos tiempos”.

O “reinvindico el derecho al fracaso como una de las asignaturas a estudiar desde pequeños en el colegio, y otra la lealtad”.

O “la lealtad está perdida y sólo la mantenemos algunos antiguos”.

ACLARACIÓN: Para quienes no lo sepan, los Antiguos son criaturas que creíamos muertas y enterradas pero que reaparecen cada cierto tiempo para darnos la lata.

Pero no se vayan, que aún hay más:

Soy bonapartista, federalista y jacobino porque a mí esto de las autonomías me parece un error histórico garrafal que vamos a pagar durante mucho tiempo”.

INCISO: O este señor no sabe de historia o quiere ir todavía de enfant terrible por la vida. No sé, además, que tiene que ver Bonaparte, que defendió una Francia imperial a base de machacar con sus ejércitos a media Europa, con el estado de las autonomías. Pero en fin, alguien le debió de dar alpiste a Juancho cuando se entrevistó con el desdichado periodista de la agencia Efe.

Y otra pieza a modo de postre que me ha hecho reír: “la democracia tiene algunos inconvenientes: vulgariza y permite el triunfo del mediocre”.

UNA INQUIETUD: Sospecho, Juancho, que debes pensar que bajo los regímenes de Hitler, Mussolini, Stalin, Franco, Fidel Castro, Pinochet no hubo ni hay mediocres porque o bien están o estaban muertos, en el exilio o encerrados en la cárcel.

¡No le des ideas al Gobierno de Canarias, chacho

Y por último, la perla –a mi juicio– que revela el potaje mental del dícese escritor: “La cultura está en el furgón de cola porque no hay jerarquía, sino la alabanza de la mediocridad y los mediocres que son legión escribiendo en los periódicos vetando la excelencia para que no haya debates”.

Me encojo de hombros, tardo en digerir esta empanada mental y concluyo que, definitivamente, Juancho, jamás leeré un libro tuyo.

Es más, ¿hay alguien que haya leído un libro tuyo?

Probablemente Alberto Delgado.

Viva Canarias libre.

Saludos, gritando Achamán por la cordillera de Anaga, desde este lado del ordenador.

Si lo leen, ya lo saben…

Miércoles, Junio 23rd, 2010

* El Espacio Cultural CajaCanarias de Santa Cruz de Tenerife acoge este jueves, 24 de junio, la presentación de la última novela del escritor tinerfeño Víctor Álamo de la Rosa, La cueva de los leprosos, que ha sido editada dentro de la colección La Caja Literaria, de la Obra Social y Cultural de la entidad de ahorro y que obtuvo en 2007 el premio de Creación Literaria Alfonso García Ramos del Cabildo de Tenerife.

El acto comenzará a las 20:30 horas y estará a cargo de los profesores y escritores Juan Manuel García Ramos y Juan José Delgado. Esta novela, la quinta en la trayectoria del escritor nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1969, retrata una envolvente historia de amor entre Marina, una leprosa de gran belleza, y Anselmo Viveiros, el marinero portugués que el Cabildo de la Isla Menor, trasunto literario de El Hierro, contrata para llevar agua y comida a la cueva donde sobrevive una variopinta comunidad de personas con esta enfermedad.

Otras novelas de Víctor Álamo son El humilladero (1994), El año de la seca (1997), Campiro que (2001) y Terramores (2005).

* La sexta edición del Festival Santa Blues de Tenerife –¿para cuándo una página web, muchachada?– repite el formato ofrecido el pasado año, al concentrar su actividad en tres noches consecutivas, a partir de las 21 horas, que se desarrollarán entre los días 24 y 26 de junio en el escenario instalado junto a la torre de La Concepción de la capital tinerfeña.

La edición de este año estará centrada en las voces femeninas y a la guitarra eléctrica. La primera audición, este jueves, 24, estará protagonizada por los canarios Esther Ovejero e Iván Rojas y el norteamericanoLarry McCray

 Saludos, ¡ay como toso y toso!, desde este lado del ordenador.

Septenio o al arte de marear la perdiz

Martes, Junio 22nd, 2010

Sigo con bastante interés la guerra de tartas que se ha organizado en torno al programa cultural Septenio. En rueda de prensa, el viceconsejero de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias (no moja pero empapa) Alberto Delgado, anunció hoy en la capital tinerfeña que esta iniciativa ha respaldado 75 proyectos de diversas disciplinas, con más de 300 convocatorias culturales tanto en las islas como en el exterior, con la contratación directa e indirecta de 1.560 personas y la participación de 455 empresas desde su inicio.

No aclaró no moja pero empapa, o al menos no he leído que lo aclarase en las crónicas que se hacen eco del relumbrante acto informativo, del impacto que han tenido estos actos por esos mundos de Dios ni de las supuestas opacidades denunciadas por algunos artistas canarios cuyos nombres no se encuentran escritos en el paseo de la fama septenional.

Reiterando que, pese a mis críticas, todavía entiendo este programa como una plataforma eficaz para articular y dar a conocer lo que se hace aquí en tierras de allá, lamento una vez más la actitud inmovilista y fuera de todo sentido de un Viceconsejero al que le entra el mal de San Vito cuando desde fuera (¡y desde dentro!) se le reclama que cambie aspectos de un modelo que hoy continúa sin convencer a una amplía mayoría.

Imagino –y es un suponer– que la pretensión de la más conferencia que rueda de prensa organizada hoy por la Viceconsejería de la cosa cultural era la de emitir una cortina de humo en torno a un programa que despierta sospechas porque su máximo responsable no contribuye a despejarlas. ¡Y qué mejor filtro para despistar a la opinión pública que recitar una retahíla de cifras donde se barajan cantidades millonarias como si se aspirase con ello, con los números, a ahuyentar la sombra de la duda que se cierne sobre este programa!

No se ha dado cuenta no moja pero empapa que, precisamente por eso, alimenta más preguntas y dudas al ser incapaz de rebatir con argumentos las denuncias que le han llovido por Septenio desde que éste comenzó a dar sus primeros e inestables pasos. No me vale así que reduzca esta cuestión al comodín: “los artistas que protestan son todos aquellos cuyos proyectos fueron rechazados”. 

Detecto por ello que el espectáculo montado hoy por el Viceconsejero suena más a marear la perdiz que a otra cosa. Y en esa línea –como la de repartir presuntas regalías y amenazar veladamente a quien se manifieste en contra, como parece que esta pasando en las áreas de tan sacrificado departamento del Gobierno autónomo (muy castigado en sus presupuestos por la dichosa crisis)– no se deben hacer las cosas.

No señor, no se debe.

Concluyo: señor Delgado: el que respeta, aprecia y el que tolera, desprecia.

Y usted, me parece a mí, poco de lo uno y mucho de lo otro.

MIENTRAS TANTO, EN EL PARLAMENTO DE CANARIAS…

Coincidiendo “casualmente” con la conferencia de prensa del programa Septenio, en esa casa de vagos en la que ha terminado por convertirse el Parlamento de Canarias el diputado socialista Domingo Fuentes Curbelo exigió que se destinen los 20 millones de euros previstos para los próximos cinco años en el programa Septenio a la cultura en el archipiélago.

La consejera de Educación, Milagros Luis Brito (conocida en su círculo como la requeté), le respondió que el programa nació, precisamente, para impulsar la actividad creativa cultural y trasladarla fuera de las islas. Añadió, además, y como si tuviera a su lado el fantasma de no moja pero empapa, que Septenio está superando sus objetivos con la financiación de más de 80 proyectos entre 2008 y 2009.

Nada nuevo bajo el sol.

El socialista contestó (metáfora de la tarta) que el programa “es un fracaso, un derroche, un despilfarro y un descontrol”. Y la requeté –a lo suyo– que “el objetivo estratégico –cómo le gusta a esta gente esta palabra, estrategia, estratégico, estratergoris y todas aquellas declinaciones que ustedes quieran– es dedicar recursos a la cultura de aquí, es impulsar actividad creativa cultural y trasladarla fuera del archipiélago”.

En esta batallita de tartazos también flotó en el aire el Espacio Canarias. Creación y Cultura instalado en pleno centro de Madrid, una iniciativa estimable pero que mucho me temo ha terminado por convertirse en una especie de club social canario en la capital de España; y otras historietas de ayer y hoy bien aderezadas de números, cifras, estadísticas, matemática pura y dura con el fin, obvio, de no coger al toro por los cuernos: Septenio, como todas las áreas del departamento de esta actual Viceconsejería de Cultura del Gobierno canario, necesita de una urgente y radical ITV si no quiere entrar en la UVI.

En cuanto al área que dirige no moja pero empapa se espera que se atreva a despejar de una vez el autista dirigismo que está caracterizando su manera de administrar la cultura, y que asuma de una vez por todas que aún se está a tiempo de corregir el camino y no de meter más la pata.

Con desprecio marrullero no se va a ningún sitio y sí a destruir lo poco bueno que aún nos queda.

Pero esto, tal y como se están llevando las cosas, no lo va a arreglar ni Achamán por tanto guayota metido ahí dentro. Y mucho menos esa especie de talismán al que recurre nuestra Viceconsejería de Cultura como as en la manga cuando se queda sin números, sin cifras que publicitar porque carece de argumentos convincentes, y que denomina como Plan Estratégico de la Cultura en Canarias.

Según la requeté se presentará antes de fin de año.

¿Otra incógnita?

Saludos, a lo apaga y vámonos, desde este lado del ordenador.

En memoria de Harry Beuster (por Patricio Ducha)

Lunes, Junio 21st, 2010

NOTA: El pasado domingo falleció a la edad de 78 años en la ciudad de La Laguna el caricaturista Harry Beuster. Muchos los recordarán por la página que el periódico El Día publicaba todos los domingos con sus personalisísmas recreaciones de personajes populares de las islas y también fuera de ellas. A continuación reproduzco un emocionado artículo que el especialista en historieta Patricia Ducha –probablemente una de las personas que más sabe de cómics a este lado del Atlántico– le ha dedicado para rendir homenaje a su memoria.

“Nos ha dejado Harry Beuster. El gran Harry Beuster. Caricaturista, dibujante, humorista gráfico, pintor, artista. Un grande de Canarias, de España, del Mundo. Con su estilo geométrico, abstracto, cubista, se empeñó en cambiar las concepciones que sobre la caricatura figurativa se tenían en un país en el cual cualquier atisbo de innovación era mal recibido y cualquier rebeldía estética era automáticamente condenado por las normas decimonónicas oficialmente establecidas.

Eso no le importó, perseveró y con su estilo consiguió un gran reconocimiento, además de muchos galardones en certámenes nacionales e internacionales. Espero que sean otros los que glosen sus muchos trabajos, sus muchos méritos, sus muchos galardones, porque a mi me gustaría recordarle emocionado, muy emocionado, cuando recibió el homenaje, junto a Juan Galarza, que le dedicó el primer ciclo de humor gráfico que organizó el Club La Opinión en Santa Cruz de Tenerife. Los dos integrantes de la Agrupación Vanguardista Canaria de Caricaturistas Personales recibieron el aplauso, el cariño y muchas palabras de reconocimiento del público y de sus compañeros de profesión.

En esas fechas, en julio se hubieran cumplido dos años, Harry Beuster se encontraba ya delicado de salud y tuvo que realizar grandes esfuerzos para acudir al acto. Quizás por eso se encontraba especialmente sensible al afecto que recibió de muchas personas y de los humoristas gráficos allí presentes que se declaraban discípulos y seguidores de su obra. Espero que ese día, por una horas, Harry Beuster sintiera la mucha admiración que sentíamos por su trabajo, por ser capaz de conseguir unos parecidos extraordinarios entre sus caricaturas y sus caricaturizados mezclando apenas unos círculos y unos cuadrados. Puede sonarles sencillo, pero créanme que no lo es.

Cuando volvía a casa, después de enterarme del fallecimiento de Harry Beuster, intenté ver la realidad como la veía él. Convirtiendo los rostros en figuras geométricas, las esquinas en ángulos, viendo curvas donde hay círculos. Harry Beuster lo conseguía porque era un maestro. Y espero que sea verdad que Dios es un triangulo equilátero. Seguro que a Harry le gustará.”

Saludos, libando en honor del maestro, desde este lado del ordenador.