Archive for Julio, 2010

Una afortunada corriente de aire fresco: nuevo libro de Nicolás Melini

Viernes, Julio 23rd, 2010

No sé si es el mejor halago que le puedo brindar a las novelas y relatos del escritor Nicolás Melini (Santa Cruz de La Palma, 1969) pero a mi juicio lo que más me gusta cuando leo sus historias es que no me parecen canarias. Ni siquiera españolas.

Será, pienso, que cuando me adentro en algunos de sus libros siento que estoy leyendo a un escritor que no necesita de patrias para su ubicación. En sus novelas, cuentos y poemas, Melini trasciende fronteras y se convierte en escritor sin banderas.

Me sumergí por primera vez en su mundo (bastante próximo al mío pese a sus notables diferencias) a través de su potentísima novela El futbolista asesino, un relato que sigo considerando afortunadamente inclasificable y que despertó en mí esa llama espontánea que como lector me exige, al terminar una obra que me gusta, aquello de “quiero más”.

Pasado el tiempo, porque esta es prácticamente la palabra que mejor se ajusta al seguimiento que hago con la literatura de Melini, leí La sangre, la luz, el violoncelo, y más tarde su impresionista e impresionante Cuadros de Hopper, que considero, a mi modesto entender, el mejor de sus títulos publicados hasta la fecha y que me supo –aún tengo ese sabor en la boca mientras escribo estas líneas apresuradas– a texto con ecos no ya del genial pintor norteamericano Edward Hopper sino del mismísimo Raymond Carver. Sólo que de un Carver con señas de identidad propias, como si su autor, Melini, hubiera cogido de ese gran narrador de las soledades humanas el marco para describir sus particulares historias de desarraigo y pequeñas traiciones cotidianas en forma de poemas.

Otros de sus títulos son Historias sin cariño de Remedios quiero besarte y Adonde marchaba. También Cuadernos de mis mayores, textos que espero encontrar un día de estos si los dioses que viven dentro de los libros me conceden esa oportunidad.

Viene a cuento esta extensa introducción para anunciar que el escritor acaba de publicar un nuevo libros de cuentos, y que bajo el título de Pulsión de amigos ha sido editado por KRK Ediciones en su colección Tras 3 letras.

El escritor venezolano Juan Carlos Méndez-Guédez ha escrito sobre Pulsión de amigos: “Sólo los grandes escritores son capaces de crear el vacío: un vacío seductor, terrible y hondo que antecede y se expande a partir de cada uno de sus textos. Nicolás Melini excava alrededor de estos doce relatos verdaderos abismos en los que la mirada se extravía la obra de Nicolás Melini: para encontrar en sí misma desconocidos vértices del goce y del dolor.

Los cuentos de Melini extraen de lo real pequeños trozos, segmentos de subterránea intensidad, y los colocan en medio de la blancura de la página como irritantes manchas, como intrigantes imágenes que el lector condensa y completa.

Literatura de primera línea, Nicolás Melini confirma en este libro que es uno de los mejores cuentistas de lengua española de este siglo que comienza. Porque sólo los grandes autores como él son capaces de armar un libro como este: fuego líquido, chispazos, quemantes resplandores, epifanías terrenales conectadas a un paisaje insular ajeno a la mitificación o a la visión adántica, pero próximo a la lucidez vital, al desgaste, al horror y al placer devorador que significa la existencia.”

Así que ya lo saben, y no olviden supermineralizarse.

Saludos, esperando a que caiga en mis manos Pulsión de amigos, desde este lado del ordenador.

Yo también reivindico a los guanches de a pie

Jueves, Julio 22nd, 2010

UNA REFLEXIÓN, DEBE SER COSA DEL CALOR

El fenómeno no es nuevo. Y supongo que le pasa a la mayoría de los habitantes de estas ínsulas. Y de otras. El hecho es que alejarte de Canarias durante unos días (casi dos semanas en mi caso) hace que el regreso sin ser traumático te deje algo tarumba y también marcado.

Cuando estás fuera, en otro sitio y en otro lugar, notas como te vas quitando la armadura con la que afrontas la realidad insular para descubrir a un personaje que eres tú. Sólo que libre de ataduras, presiones, cuchicheos y otros hartazgos que te rodean diariamente. Vuelves a descubrir también con cierta congoja que tu región es un pequeño ombligo situado en el mundo, y agradeces las nuevas perspectivas que van sacudiendo tu cabeza mientras el proceso de metamorfosis sigue avanzando irremediablemente. Puede que hasta te parezca que eres más fuerte. Una ilusión.

Cuando regresas a Canarias y han pasado unos días sabes que todo sigue igual. Que las miserias diarias continúan siendo las mismas. Y aprecias, falsamente sorprendido, que te encierras de nuevo en esa especie de torre de marfil para evitar los ninguneos y desprecios (probablemente involuntarios) de los que te rodean. Notas que vuelves a ser ese otro yo, y que la experiencia vivida en el exterior sólo forma parte ahora de tu leyenda, de tu pequeña historia, de un plácido sueño del que te has despertado.

ABRE LOS OJOS

Los medios de comunicación se han volcado sobre el anunciado regreso al cine de Javier Fernández Caldas. Leo a través de la Internet los numerosos artículos que se han escrito sobre el cineasta tinerfeño y sacudo la cabeza. Caldas sabe venderse lo que se dice muy bien.

Espero con impaciencia el estreno de este nuevo cortometraje de título tan poco sutil, La criada. Veo algunas imágenes y aprecio un buen trabajo de fotografía. Esto me hace recordar que cuando veía una película con mi santo padre, siempre exclamaba (sobre todo si se trataba de un western, género por el que ambos dos sentíamos devoción) algo así como ¡qué foto!. Y yo pienso, con esto del regreso de Caldas –Diario de Avisos publica hoy mismo un reportaje sobre esta La criada–, qué foto la de este director que hace un puñado de años rompió en estos siete peñascos y también allende sus fronteras con los cortometrajes El último latido y Frágil. Después con el inclasificable largometraje La isla del infierno y su radical reivindicación del guanche de a pie y ese extraño experimento que responde al nombre de El aroma del café, para quien les escribe su mejor obra hasta la fecha. Quizá por rara e insospechadamente intelectual.

UN RESISTENTE

El incombustible y afortunadamente casi siempre inclasificable Josep Vilageliú presenta hoy, jueves, en el Ateneo de La Laguna un documental en forma de diario llamado DC ADA. La entrevista, que pueden leer sí pinchan este enlace, me ha resultado francamente interesante. Interesante porque Josep Vilageliú habla de sus constantes, de cómo ideó este nuevo experimento audiovisual y del retrato que se hace como cineasta de frontera: “El cine de ficción que yo he hecho son artefactos muy barrocos, donde mezclo códigos del teatro o de la música, cine de investigación. En cuanto a documentales, siempre he intentado que sean las imágenes las que lo digan todo, con apenas una voz en off para situar”.

JUGANDO A SOLDADITOS

Uno de mis mejores amigos forma parte del batallón de falsos soldados que cada 25 de julio se disfrazan de infantes para recrear el asalto a Santa Cruz de Tenerife del por aquel entonces contraalmirante Horacio Nelson. El cineasta Teodoro Ríos es quien dirige a esta tropa, formada por aficionados a la Historia, y no deja de hacerme gracia.

Ese amigo al que le encanta llevar mosquetón está empeñado en que forme parte de este universo de adultos que quieren hacer una guerra de mentirijillas. Y quizá, si me hubiera cogido más joven, quién sabe. Ahora disfruto verlos desfilar por las calles de la capital tinerfeña quizá porque como dijo Scott Fitzgerald “soy una persona que me emociono al escuchar a las trompetas tocando a plata”, y de esas que todavía saca de sus cajas de Airfix los soldados que participaron en la célebre batalla de Waterloo. 

Saludos, cantando aquello de que calor, que calor, desde este lado del ordenador.

¡Qué vienen los bárbaros!

Miércoles, Julio 21st, 2010

El título de este post no es exacto porque los bárbaros siempre han encontrado guarida en las Canarias. De hecho, la mayoría de ellos ocupan puestos de alta responsabilidad en los que, una vez instalados, se creen con absoluto derecho de pernada para metérsela sin sonrojo alguno a la tontaina y felizmente aplatanada ciudadanía archipielágica.

Después de pasarme casi dos semanas en plena efervescencia de géneros estoy a punto de invitar a los organizadores de la Semana Negra gijonesa a las islas para que observen cómo funciona una sociedad –la nuestra– bajo las opacidades que denuncia el policíaco de verdad. El problema es que aquí este material no sirve para ficciones porque mucho me temo que ya se ha convertido en tradicional cruda y sórdida realidad.

La última imbecilidad en torno al Espacio Cultural El Tanque la vomita (porque esa es la palabra) Ignacio González, presidente de CCN y concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, quien califica como “disparate” que este recinto pueda ser declarado como Bien de Interés Cultural. Pero aún hay más, este primo hermano de los neardentales anuncia sin que se le caigan los anillos medidas para promover su demolición con el fin de que el espacio que hoy ocupa se transforme “en un parque u otro tipo de lugar de esparcimiento que tanto necesita la zona de Cabo Llanos”.

Lo de zona verde viniendo de quien viene no me lo creo. Ya ven mi sospechas. Más bien creo que González con lo que sueña es con ver ese magnífico suelo convertido en otra cosa. ¿Viviendas?

Otra perla del muchacho: “Este bidón no tiene ninguna importancia arquitectónica ni histórica; su importancia es cero. Sería un doble error: por un lado, la declaración de BIC haría que tuviéramos que mantener este bidón para siempre en la capital y, por otro, impediría el desarrollo urbano de esta zona nueva de Santa Cruz que necesita precisamente espacios abiertos para los vecinos”.

Jjjjjjj.

Ignacio González, espada en mano y vistiendo cota de malla mientras espera arrasar con El Tanque, recurre también al para nada sutil arte de la demagogia para gritar a los cuatro vientos: “¡¡¡Lo exige una mayoría de vecinos. No sólo lo pido yo!!!”

Y dirige sus pullas, tras enroquecer, contra Dulce Xerach Pérez, a quien acusa de “esnobista” (cosa, la verdad sea dicha, en la que no está equivocado) para meter la pata a fondo al focalizar en esta criatura la permanencia del Tanque.

Con humildad ciudadana, le recuerdo al personaje que sin pertencer al batallón de “esnobistas” sino de los “cursilistas” (puestos a inventar palabrejas…) me considero también de los que defiende el dichoso bidón.

Por último aprovecho, como bien me recuerda el artículo que sirve de inspiración a estas líneas, que el Espacio Cultural El Tanque acoge hasta agosto el proyecto artístico ideado por Roc Laseca bajo el titulo La isla emocional.

Qué título: La isla emocional.

Saludos, y gracias mil Mario, desde este lado del ordenador.

Un puñado de polvo…

Miércoles, Julio 21st, 2010

EN FAVOR DE ISAAC DE VEGA

Me llega a mi correo este escrito, del que entresaco el fragmento que me parece más sustancioso y que pongo en conocimiento de todos ustedes por lo que podría significar para el escritor nominado. La idea es “movilizar” la candidatura a través de la red de redes.

“Desde El Sauzal, Tenerife (Canarias), a 17 de Julio de 2010.

Estimados miembros de la Academia Canaria de La Lengua:

creemos firmemente que hay categoría suficiente en el escritor canario Isaac de Vega para que se le conceda el próximo Premio Cervantes. Aunque murió nuestro queridísimo amigo, el genial escritor Rafael Arozarena, sin que ninguna institución isleña lo propusiera en su momento, no es tarde para intentar enmendar nuestra silenciosa humildad, tomando conciencia, sin complejo alguno, de la magnífica valía que ostentan algunos de nuestros autores vivos. Está justificado que luchemos para que la literatura escrita por nuestro Isaac de Vega sea reconocida como un hermoso referente, de altísima calidad, en el panorama general de la escritura en español.”

¡SOS, SOS, SOS!

Mi ya larga historia de amor con el cine Víctor de Santa Cruz de Tenerife va camino de convertirse en un culebrón con final infeliz. Los nuevos responsables de la sala han enviado un correo donde reclaman “socios benefactores”. Independiente del juicio que tengo sobre la programación que han puesto en marcha estos sin embargo valientes aventureros, va siendo hora de plantearnos seriamente si queremos que exista este cine que más que cine fue palacio de sueños para el cursi que les escribe.

Entre otras cosas, en su SOS, la ADIM destaca que “precisa de una inyección económica de socios benefactores para llevar a cabo el proyecto de convertir este enclave en un espacio multicultural” y según palabras del presidente de esta asociación, Francisco Javier Capote Pérez, alcanzar sus objetivos, que el cine Victor se convierta en “un lugar de encuentro multicultural destinado a todas las asociaciones y organizaciones, para el uso de los centros docentes y para la realización de cualquier actividad cultural”.

Pese a que el Víctor haya abierto sus puertas recientemente, la puesta de largo del nuevo proyecto está prevista para el 24 de septiembre “siempre y cuando podamos lograr algo más de capital” porque, asegura Capote Pérez, “nos hemos encontrado con unos problemas de infraestructura y de acondicionamiento mucho mayores de lo esperado y por ello sacamos un ocho por ciento de las acciones para nuevos socios, que se traduce en 18.000 euros”.

La sociedad que se ha formado, bajo el paraguas de ADIM, está compuesta además de por Javier Capote, por Adrián Remigio García Dávila; Fernando Gabriel Martínez Dubra y Alexander Enrique Salom, y en estos momentos cuentan con la colaboración de los empresarios de Zona Rambla.

LA ESCUELA DE CREACIÓN LITERARIA SE MUDA

La Escuela Canaria de Creación Literaria cambia de dirección. Será a partir del 1 de septiembre cuando los alumnos de su ¡séptima promoción!, es decir los correspondientes al curso 2010-2011, se inicien en las alambicadas técnicas literarias en la calle La Carreta, 6, de La Laguna, y a un minuto de la Iglesia de La Concepción. Más información pinchando estos enlaces: coordinadora@escuelaliteraria.com ó información@escuelaliteraria.com.

LA SEMANA NEGRA EN DATOS

Lean, lean…

Durante los diez días del festival, la organización del mismo puso en marcha directamente un total de 217 actos entre charlas, encuentros literarios, debates, conferencias, presentaciones y firmas de libros, velada poética, actuaciones musicales o proyecciones de cine, entre otros. Se calcula que, además, se organizaron en diferentes locales del recinto otros 137 actos, entre los que destacaron actuaciones musicales y otro tipo de conferencias o debates, algunos de ellos transmitidos o grabados para emisoras de radio o TV.

En cuanto al número de visitantes se estima que más de 865.000 personas pasaron por el recinto de la SN entre el 9 y el 18 de julio, días de celebración del encuentro. La jornada de mayor afluencia fue el  sábado, día 17, cuando más de de 167.000 personas visitaron las instalaciones del festival junto a la playa del Arbeyal.

En las 27 librerías que instalaron sus puestos de venta en el recinto, se vendieron un total de 33.985 libros. Respecto a las publicaciones de la SN, se repartieron gratuitamente un total de 2.000 ejemplares: 1.000 de 100 Balas. Guía de lectura, de Norman Fernández y Pepe Gálvez, dedicado a la obra de Brian Azarello y Eduardo Risso; y otros tantos de la obra colectiva Los olvidados, el libro Pepsi – Semana Negra de este año.

La oficina de comunicación de la SN acreditó a 202 periodistas y 84 medios en todos los soportes (papel, radio, TV y digitales), tanto de España como de otros once países. Se realizaron 278 entrevistas con autores gestionadas a través de dicha oficina, además de las muchas concertadas y celebradas por cuenta de los propios profesionales de la información durante los diez días del festival literario.

Ahí es nada.

Saludos, ¡otra vez en casa y con mis queridas cucarachas dándome la bienvenida!, desde este lado del ordenador.

Tarumba equinoccial

Lunes, Julio 19th, 2010

Lo bueno, está escrito, se acaba. Regreso a la isla. Regreso a la rutina y al tradicional y surrealista paisaje tinerfeño. Será mañana, martes, 20 de julio. Hago repaso de mi experiencia gijonesa y regreso a casa con la agenda repleta de direcciones y contactos. Agradecido también por haber descubierto a un escritor colombiano de mi quinta, Mario Mendoza, un tipo cuya literatura se te atraganta, te sacude, te golpea a base de bien… es decir, necesaria para estos tiempos de imbéciles que vivimos.

En Gijón leo en tiempo record su Buda Blues y Scorpio City y consigo en Madrid, Satanás y Los hombres invisibles. Ya les contaré. Por lo pronto, me confieso enganchado a su realismo desgarrado que no mágico. Será la tarumba equinoccial.

Callejeando por este Madrid de calor agobiante y seco, que me quiebra los labios, descubro un cartel anunciando para ese mismo martes en el que regreso a la isla infernal un concierto en el que, entre otros, toca Hugo Westerdhal. Inserto el cartel para que lo vean. Y lo comenten. Y sean felices o un poco más tristes, que ya no lo sé.

Aprovecho mi estadia en la capital del reino para ver a amigos a los que hace tiempo perdí el rastro. Y observo que todo sigue igual aunque los protagonistas de la película estemos más gordos y calvos. También más desesperados. Debe ser eso del fin de la infancia, de la adolescencia, de la juventud divino tesoro.  

Entre la tonga de libros que me llevo a casa como si de botellas de agua se tratara para soportar el desierto, se encuentran tres libros ya descatalogados de un escritor francés que responde al nombre de Jean François Vilar. Me comentan que ya no escribe, que vive encerrado en su chabola, lo que a mi juicio lo engrandece en mi peculiar santuario de autores raros a los que tanta afición tengo.

Dicen sus seguidores, y Paco Ignacio Taibo II es uno de ellos, que Vilar era una especie de Julio Cortázar dedicado al polar, o a la novela policiaca gala. Esa misma escuela de la que salió mi admiradísimo Jean Patrick Manchette, un escritor que no deja de ser reeditado en este país de imposibles que es España.

En fin, eso era todo. Más o menos.

Saludos, derrochando tiempo del que no dispongo, desde este lado del ordenador.

A modo de epílogo

Sábado, Julio 17th, 2010

El escritor madrileño Juan Madrid puso hoy el dedo en la llaga al preguntarle a Paco Ignacio Taibo II qué pasará con la Semana Negra de Gijón si el PP gana las elecciones del próximo año. Taibo II contestó que no le gusta oficiar de adivino pero que si la derecha –pongamos por caso– instalada en el poder decidiese borrar del mapa este Festival de referencia (con mis disculpas al señor Calandraca), sí que estaba seguro de una cosa: masas de gijoneses saldrían a la calle en señal de protesta. A lo que añado, y también de canarios. O al menos de este canario que ya sufre de síndrome de abstinencia mientras el reloj de la Historia absorbe en el recuerdo la XXIII edición de este encentro único con las literaturas de género. De esta especie de oasis donde se habla y se debate con criterio de casi todo alejado de las perniciosa corriente del pensamiento único, ese que tanto gusta en Canarias.

No sé si volveré el año próximo a las XXIV Semana Negra de Gijón pero sí que puedo escribir y por lo tanto afirmar que para mi ha sido un privilegio asistir a esta maravillosa realidad en calidad de aficionado más que de informador. De aficionado, que conste en acta, al género negro, a la ciencia ficción, a la fantasía y a la novela histórica.

O a esa literatura que tanto nos gusta a los idiotas que vamos de criaturas del señor Dostoyevski por la vida (¿Qué es Crimen y castigo?, ¿qué es El jugador?, ¿que son Los hermanos Karamazov?).

La XXIII Semana Negra se funde a negro este domingo, 18 de julio,  en lo que ha sido, a mi modesto entender, una edición mastodóntica, salpicada de pálidas pólémicas pero intensa y durísima para un lector que por fin se siente que ha cruzado el grado de aprendiz para iniciarse en el de compañero rodeado de tantos maestros.

Redacto el borrador de este post en el mítico Café Gijón mientras ahogo la tristeza con una caña de cerveza con la sensación de que algo muy grande muere, pero también con la esperanza de que la Semana Negra regrese el próximo año. Y de que si aún estoy vivo entre los muertos, asistir a una fiesta donde la palabra Cultura (así, con C mayúscula) no produce molestos sarpullidos.

En definitiva, que quien les escribe está con Los Negros.

Saludos, no tan amargos como pensaba, desde este lado del ordenador.