Archive for Febrero, 2014

Glamour celtibérico

Lunes, Febrero 10th, 2014

Tendrán sus razones pero ¿por qué no premio Chomón, Berlanga, Buñuel?

¿Goya?

Goya, un pintor cuya obra es radicalmente distinta –no diferente– a la del cine español de los últimos años.

¿Goya?, un artista que reflejó lo peor y lo mejor de España.

Esa misma España que anda hoy ausente dentro de un cine que cuando se muestra como unidad solo sabe vender que está molesto por el impresentable desplante del ministro de Cultura…

Es inevitable pensar en Berlanga, Buñuel… y en combatir las miserias, camufladas de drama o comedia, que me mostraron con sus películas para resistir.

Lo que veo hoy de cine español no tiene nada que ver conmigo.

Vivo en otro planeta, pienso mientras veo desfilar por la alfombra roja actores y actrices con modelazos estraterrestres para que más tarde, y desde la tribuna, protesten porque hay hambre en el mundo.

El glamour de unos profesionales que, con toda la lógica del mundo, se resisten a convertirse en nuevos indigentes.

El presidente de la Academia, Enrique González Macho, anuncia como centauro en el desierto que hacer cine en España es un acto heroico.

El trabajo de un puñado de héroes…

Me gusta escuchar a González Macho porque parece un tipo sensato.

Y sensatez hay en su queja del aumento desproporcionado del IVA al consumo cultural. También en su denuncia a la piratería y la supresión del cánon digital ya que “mientras todos los países de Europa lo mantienen con diferentes formulaciones, aquí desaparece y se sustituye por la ridícula cantidad de 5 millones de euros que vienen de los presupuestos generales del Estado. Así, si antes lo pagaba el supuesto usuario, ahora lo pagamos todos. Curiosa solución ¿no?

Otro momento de su emocionado editorial… O del discurso de González Macho:

estamos resistiendo a todo esto y, en 2012, hemos tenido la mejor temporada de cine español de los últimos 27 años y de ello debemos congratularnos. Aunque, para ser justos, hay que decir que todas las películas estrenadas ese año han sido producidas con anterioridad. Las de la etapa política que vivimos hoy se estrenarán a partir de marzo o abril, y ¡ojalá me equivoque!, pero creo que los resultados no serán tan brillantes como los del año pasado.”

¿Por qué?

¿Por el número de producciones?

¿Por el calado artístico de esas mismas producciones que, finalmente, se estrenarán en algún cine?

Con todo, Enrique González Macho es un tipo sensato.

Envía mensajes a navegantes:

Tras este año de incertidumbres se ha comenzado a trabajar en la elaboración de una nueva Ley de Cine. Y tenemos gran esperanza en ello, por dos razones: primero porque creemos que es un proyecto necesario, y segundo porque cuando se pierde la esperanza uno se vuelve reaccionario.

Reaccionario, González Macho dice reaccionario y no conservador.

Pone fin a su intervención reivindicando que “el cine debe ser una cuestión de Estado” porque añade:

no es de los de la ceja, ni de los del bigote, ni de los de la barba, ni de los de ningún otro apéndice capilar, el cine nos pertenece a todos, es un derecho de los ciudadanos, y como cultura no es un complemento: es parte esencial de la vida.”

González Macho, entre aplausos, recita versos de uno de esos escritores a los que hay que añadir el don antes del nombre.

En este caso, don Miguel de Unamuno.

Lo reproduzco porque el viejo, don Unamuno, es uno de los venerables. Un escritor al que le duele España.

Sólo el que sabe es libre.

Y más libre el que más sabe.

Sólo la cultura da libertad.

No proclaméis la libertad de volar, sino dad alas.

No la de pensar, sino dad pensamiento.

La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura.”

En cuanto a la gala de los Goya…

Lo de siempre…

Glamour celtibérico.

Saludos, fundido a negro, desde este lado del ordenador.

Mueca regresa en mayo al Puerto de la Cruz

Viernes, Febrero 7th, 2014

Ya hay fechas.

El Festival Internacional de Arte en la Calle de Puerto de la Cruz, Mueca, se celebrará del 8 al 11 de mayo, así lo confirma el Ayuntamiento de la ciudad en una nota informativa, en la que se destaca que la Plataforma Cómplices, junto al Área de Cultura municipal, preparan desde hace meses esta nueva edición que se caracterizará “por un alto componente internacional y por nuevos contenidos en su programa”.

La Plataforma Cómplices Mueca, artífice de de la recuperación del festival en 2012 y espacio de unión en el que se encuentran personas, entidades y empresas, ha ido desarrollando trabajos que han cobrado un renovado impulso desde el inicio del año. Este espacio ciudadano se mantiene abierto a la incorporación de quienes estén interesados en aportar su colaboración al nuevo modelo de gestión colectivo y participativo del festival.

Mueca ha logrado convertirse en uno de los principales acontecimientos culturales de cuantos se celebran en las islas, y cuenta con un público fiel que ha ido creciendo con el paso de los años, atraídos como un imán por un encuentro que toma las calles con teatro, música, danza, cine y circo.

El circuito callejero de esta edición contempla el espacio habitual de Mueca, con cuatro escenarios ubicados en el Muelle, la plaza de Europa y frente a la plaza del Charco. Este año, además, se mantienen las nuevas calles que en 2013 ampliaron el perímetro del festival: Esquivel, San Juan, Agustín de Bethencourt, y La Hoya, en las que se programan actividades organizadas de forma temática en torno a la música, la danza, la literatura, la magia y las artes visuales.

Cabe recordar que la agenda de espectáculos de Mueca se traslada a partir de las 12 de la noche a distintos locales de ocio nocturno, que, desde su incorporación al programa del festival en 2012, extienden la propuesta de Mueca a hoteles, restaurantes, bares, cafeterías y discotecas.  Los locales más Mueca programaron en 2013 un total de 37 funciones, que convocaron a unos 4.000 espectadores nada más y nada menos.

Saludos, nos vemos en Mueca, desde este lado del ordenador.

Travestís por obligación (2)

Jueves, Febrero 6th, 2014

INTRODUCCIÓN

Hace unas semanas editamos en este su blog El Escobillón un post que, con el título de Travestís por obligación, repasaba en un puñado de títulos cómo ha abordado el cine la transformación de un actor en actriz por necesidades del guión.

En ese mismo post, anunciamos la pretensión de elaborar una lista semejante cuando se invierten los papeles, es decir, las historias en las que la actriz se transforma en actor.

Como entendemos que lo prometido es deuda, repetimos ahora el mismo esquema aunque con matizaciones y advirtiendo –como siempre que nos atrevemos a estas aventuras– que faltan más títulos. Unos ausentes por despiste y otros por sincero desconocimiento.

Destacamos, en cuanto a la selección de películas, que se ha prescindido de todas aquéllas en las que una mujer hace el papel de hombre (Kate Blanchett como Bob Dylan en I’m Not There; Felicity Hoffman Carmen Maura como travestís en Transamerica y La ley del deseo, respectivamente; Blanca Portillo como el inquisidor fray Emilio Bocanegra en Alatriste y Linda Hunt como fotógrafo que colabora con el periodista sediento de exclusivas que interpreta Mel Gibson en El año que vivimos peligrosamente, entre otras), o comedias tan fantásticas y a las que apenas araña el tiempo como La gran aventura de Silvia porque el objeto de este repaso es solo el de ofrecer películas en las que sus protagonistas asumen una identidad falsa y masculina en la mayor parte de los casos con el fin de hacerse un hueco en un territorio dominado por hombres.

LAS PELÍCULAS

La monja alférez (Emilio Gómez Muriel, 1944).- Se han rodado, que tengamos noticia, dos versiones de la historia de Catalina de Erauso, uno de los personajes más fascinantes de una América en aquel entonces aún hispana. La primera versión, obra del cineasta mejicano Emilio Gómez Muriel, si destaca por algo es por contar como protagonista con María Félix, una de las mujeres más hermosas y carismáticas de la historia del cine. Esta es la historia de una mujer que se hizo soldado escondiendo su sexo mientras demostraba en los campos de batalla un valor que, pensaban sus compañeros de armas, solo podía descansar en el corazón de un hombre.

¿Víctor o Victoria? (Blake Edwards, 1982).- Blake Edwards es, a mi juicio, uno de los grandes directores del cine norteamericano de la segunda mitad del siglo XX aunque tendrá que pasar el tiempo y demolerse muchos prejuicios antes de que esta afirmación –para nada gratuita– sea una realidad. ¿Víctor o Victoria? se trata en todo caso de una nueva versión de un filme producido por la UFA y estrenado en 1933 –el mismo año en el que los nazis llegaron al poder– en el que se plantea la divertida historia de una cantante de ópera que no encuentra trabajo y termina como transformista en un alegre cabaret parisino. El problema surge cuando Julie Andrews, Victoria, tiene que hacerse pasar por Víctor y se enamora de un varonil hombre de negocios norteamericano que interpreta el siempre irónico y convincente James Garner.

Yentl (Barbra Streinsand, 1983).- Nunca me gustó demasiado Streinsand. Ni como actriz ni como cantante ni como directora aunque en Yentl logró y aún logra convencerme de todo lo contrario. Son varias las razones. Por un lado, la ambigua historia de amor que va tejiendo con uno de sus compañeros en la estricta escuela masculina en la que se matricula travistiéndose como hombre; también por los sentimientos que despierta en la novia de, precisamente, el hombre de quien se está enamorando.

La monja alférez (Javier Aguirre, 1987).- Una nueva versión de la vida y hechos de Catalina de Erauso, aunque sin el encanto de la primera y no por su actriz protagonista, Esperanza Roy, compañera sentimental del director, sino por la pobreza de medios con la que se puso en pie. Con todo, es una curiosidad de ese cine español empeñado en que su público lo reconozca y no que el público se reconozca en él.

Shakespeare in Love (John Madden, 1998).- No resulta demasiado creíble observar a Gwyneth Paltrow haciéndose pasar por chico para poder trabajar en una compañía de trabajo que dirige un tal William Shakespeare, pero la película es una bonita manera de acercarnos al extraordinario mundo de su autor, un nombre y un apellido que se confunde en la leyenda y uno de esos escritores a los que todo el mundo cita sin haberlo leído.

Boys Don’t Cry (Kimberly Peirce, 1999).- Es una pena que la carrera de Hilary Swank se haya estancado en los últimos tiempos porque por títulos como Los chicos no lloran merecía una mayor proyección en una industria hoy muy apegada a lo tontamente comercial. Basada en una historia real, el filme se desarrolla en un pueblo perdido de Nebraska, donde la protagonista vive una vida de mentira haciendo de chico al que solo le espera un inevitable y drástico final.

La papisa Juana (Sönke Wortmann, 2009).- La historia original hunde sus dedos en la leyenda: la de una mujer que se hace pasar por hombre hasta lograr presidir la Iglesia católica. En el filme tiene la forma de Liv Ullman, una actriz de referencia en las películas de Ingmar Berman.

Albert Nobbs (Rodrigo García, 2011).- ¿Hubiera resultado la misma película sin Glenn Close interpretando a la mujer que, por necesidad, tiene que hacerse pasar por un hombre para trabajar en un lujoso hotel de Dublín? La respuesta es no porque Albert Nobbs solo podía ser creíble si lo interpretaba una actriz llamada Glenn Close.

BONUS TRACK

El dr. Jekyll y su hermana Hyde (Roy Ward Baker, 1971).- Y finalizamos con una película que no tiene nada que ver con el objeto de este post pero sí que sirve de puente para el planteamiento del primer con el segundo artículo que hemos elaborado sobre este asunto. ¿Por qué? Porque el filme de Baker, producido por la Hammer, reflexiona inspirándose en el inmortal relato de R. L. Stevenson en ¿qué podría pasar si un hombre de pelo en pecho (Ralph Bates), y tras tomarse un extraño bebedizo, se transforma en una seductora y atractiva mujer (Martine Beswick)? ¿Quién vencerá en esta psicotrónica lucha de sexos? El travestismo por obligación vuela en pedazos para reflexionar con morbo en la idea de que en todo hombre late el corazón de una mujer y dentro de toda una mujer, el corazón de un hombre.

Saludos, ¿continuará?, desde este lado del ordenador.

Dando la nota

Martes, Febrero 4th, 2014

* El crítico Joaquín Vallet presenta este jueves, 6 de febrero, en el Espacio Cultural Aguere (La Laguna, Tenerife) y a las 20 horas, el libro Terence Fisher (Cátedra, 2013), coincidiendo con el ciclo que la Filmoteca Canaria dedica al cineasta británico y que abre la proyección de Drácula (1958). Joaquín Vallet (Valencia, 1978) es escritor e historiador cinematográfico, especialista en cine y terror fantástico. Además es miembro de la Asociación Española de Historiadores del Cine (AEHC) y profesor de Historia del Cine en el Centre Octubre de Cultura Contemporània de Valencia. Ha publicado Joseph Losey (Cátedra, 2010), Diccionario de películas. El cine de terror (T&B, 2012), y los libros colectivos John Carpenter. Ultimátum a la Tierra (Macnulti, 2013) y Cine XXI. Directores y direcciones (Cátedra, 2013).

* Attikus Editores publica El Interior del párpado, la primera novela del poeta y escritor Rafael-José Díaz. El libro, cuya portada es un detalle de un cuadro de Augusto Vives, se puede adquirir en formato electrónico a un precio de 3,76 euros a través de la plataforma Amazon.  En El Interior del párpado, Rafael-José Díaz narra la soledad y la caída al vacío de un personaje que se rastrea a sí mismo tratando de encontrar sus propias respuestas para continuar adelante. Con esta novela, y tras El destino de las palabras, de Santiago Gil, Attikus continúa con una apuesta editorial cuya iniciativa se debe a Guadalupe Martín Santana.

* Ediciones Baile del Sol presenta Entre el Ahuehuetl y el Drago. Antología de relatos México Canaria, volumen que reúne a quince escritores canarios y trece mexicanos en una edición que corre al cuidado de Agustín Díaz Pacheco y Dante Medina. Alguno de los relatos que incluye el volumen son obra de los canarios Alexis Ravelo, Víctor Álamo de la Rosa, Juan-José Delgado, Eduardo Delgado Montelongo, Maribel Lacave, Yolanda Delgado Batista e Ignacio Gaspar; y entre los mexicanos José Brú, Carlos Bustos, Martha Cerda, Elsa Levy, Godofredo Olivares, José Ruiz Mercado y Yolanda Zamora.

* El Espacio Cultural Aguere acoge el jueves, 7 de febrero, la presentación del rodaje de Las voces del viento, proyecto sobre la conquista de Canarias –desde el punto de vista de los aborígenes—denominado Bentejuí y que se inició con el mediometraje Ansite. En el acto, que comenzará a las 18.30 horas, se encontrará su director, Armando Ravelo, junto con parte del reparto de la película, Lili Quintana, Lamberto Guerra y Dacio Caballero. Las voces del viento se rodará como su predecesora en lengua amazigh entre Lanzarote y Fuerteventura y narra la historia de la conquista de ambas islas.

Saludos, game over, desde este lado del ordenador.

Buen viaje, Isaac de Vega

Lunes, Febrero 3rd, 2014

Los años fueron tallando en el rostro de Isaac de Vega (Granadilla de Abona, 1920-Santa Cruz de Tenerife, 2014) los rasgos de un anciano venerable. Quiero recordarlo así, cuando me lo tropezaba en la avenida de La Salle, más que como el último de los mosqueteros fetasianos como un hombre al que la vida supo esculpirle las huellas de un carácter austero y muy digno.

Entre todos los retratos y entre todas las voces que alguna vez opinaron sobre su literatura –insólita cuando irrumpió en una España que cultivaba el realismo más duro, y geografía en la que Isaac de Vega se acomodó como una isla en la que volcar sus sueños en una constante búsqueda por la experimentación– tomamos fragmentos de un artículo en el que su hija, la también escritora María Teresa de Vega rindió tributo en vida al padre y al escritor, y del que solo entresacamos una pequeña muestra a modo de despedida.

FETASIANO

“Y aunque mi padre produjo y tuvo un sueldo, fue también “fetasiano”, esto es, lo que creó, lo que produjo en sus escritos fue, rizando el rizo, la alegorización de las fuerzas que oprimen, limitan, aniquilan la capacidad-necesidad del hombre de crear, de hacer, y que sumen en la oscuridad y angustia, en la conciencia amarga de la imposibilidad.

Nos enfrentamos, pues, tanto en Fetasa como en otras obras suyas, con este rasgo fundamental, que está presente –también en su vida– al fondo, como un bajo continuo, y que es, repito con otras palabras, su insatisfacción radical con esta vida. Es algo que va más allá de las ideas políticas, de las circunstancias, podríamos decir que es, desde temprano, la internalización de que lo que espera es la derrota, una derrota, sí, personal, pero también metafísica: Ya no seremos, y nunca seremos más de lo que somos, y lo que somos es esa imposibilidad”.

AUSTERIDAD

“Austeridad de su vivir y de su decir, que resulta, hasta a sus propias hijas, inevitablemente enredadas en el consumir esto y lo otro, chocante. Es una austeridad de hombre primitivo, aquel que, tan lejos de nosotros, vivía con lo preciso. Cuando se iba a Ijuana, un valle casi inaccesible de Anaga donde tenía una cueva, más tarde, además, una habitación con bloque visto, y unas huertitas donde cultivaba papas o cebollas, se sentía feliz, como si fuera un juego de chicos al que se entregan durante un rato.”

AFICIONES

“Bueno, tendría que hablar de su afición a los aparatos y, cuando salía con Rafael Arozarena y otros amigos, o cuando se reunían en casa de este, tertulias que habrían de durar cerca de veinte años largos, todos los jueves, día coincidente con la aparición de la “Gaceta semanal de las artes”, a las sorpresitas gastronómicas. Al vino de su gusto. Repugnancia al derroche, cualquiera que sea, adicción a lo sencillo, véase si no su “galana” estampa, y si no tenía que ir a algún acto, con sus sempiternas sandalias de goma cangrejeras, su vaquero y su polo, que, eso sí, tenía que tener un bolsillo en el lado del corazón para guardar sus cigarrillos mientras fumó, o sus pequeñeces, alguna cosa ínfima pero interesante, que se encontraba en sus paseos “.

DIGNIDAD

Otro rasgo singular que caracteriza a Isaac de Vega es la dignidad con que vistió su ambición. Como todo el que escribe, y después publica, tiene ambiciones literarias, como todos quiere que le lean muchos, llegar lo más lejos posible, quiere el triunfo. Pero esa aspiración legítima es compatible en él con una actitud “inocente” (es decir, no culpable) en un mundo en el que lo que funciona es el amiguismo, el sectarismo, el ostracismo para quien te pueda hacer sombra con sus méritos y competencia”.

NATURALEZA

“Siempre disfrutó en medio de la naturaleza, aunque nunca le dedicó un verso. Y siempre le interesaron las plantas, como a su amigo Rafael, y llegó a tener un herbario. También una colección de piedras, de las que iba recogiendo por los caminos que paseó de las islas. Nunca le dedicó un verso a la naturaleza, digo, y, que yo sepa, nunca escribió un verso. Y entraría dentro de esta austeridad el poco amor que sentía por la poesía. (Queda al margen la poesía de Rafael y otros poetas amigos) Nunca la practicó, y le costaba dedicar tiempo a su lectura”.

AMIGOS

“El más antiguo es Arozarena, mucho más antiguo que mi propia infancia. En esa mi infancia a veces salíamos de excursión las dos familias, por montes y valles, buscando esto y lo otro del mundo natural. Rafael, entonces, era el parlanchín, el ingenioso, el gracioso, en ocasiones destacaba su vena de pintor, que te señalaba: “en esas hojas que lucen verdes hay, sin embargo, una pequeña cantidad de azul”. Para mí ese fue un descubrimiento asombroso. Parte del carácter y la juventud de ambos, está en la magnífica novela Cerveza de grano rojo, en mi opinión, más grande, más hermosa que la celebrada Mararía, que sí, que es una referencia de las letras canarias, pero que, tal vez, dejó en la oscuridad a la anterior. Pasado el tiempo, aunque seguían siendo nominalmente amigos, sus caminos se fueron separando: Rafael, empujado por sus éxitos, ingresó en una órbita mundana, mientras mi padre seguía siendo ese hombre más bien solitario, tímido que siempre fue, cada vez más aislado a causa de su progresiva sordera.

El otro gran amigo fue José Antonio Padrón, más afín a su experiencia en el último tramo de su vida. Pero sobre todo, es el autor de otra estupenda novela también velada por el tiempo, ese tiempo que se tumba mortecino sobre lo que la indolencia y la indiferencia señalan, la titulada Tubalcaín setenta veces siete. Escribe mi padre que se alarga su gestación por el ansia de perfeccionismo de su amigo, novela donde descarga todo lo que lo había oprimido. Imagina a su autor caminando solitario, aislado de lo que lo rodea, hundido en sí mismo y en los recovecos de su cerebro que tantas cosas almacena, pisando senderos peligrosamente inciertos. Sí, lo incierto, eso que rodea literaria y vitalmente a este grupo: y es que Padrón, también, es un fetasiano.

Hubo otros dos amigos que murieron pronto, pero que yo le oía nombrar en casa, y sus nombres eran pronunciados con pena, con lástima por sus vidas truncadas y, en parte, infelices. El poeta Julio Tovar, que muere a los cuarenta y pocos años, de quien son los versos Lo que importa no es la muerte (…) y el narrador Antonio Bermejo, que muere en 1987, con 61 años. A este último lo conoce en 1943, escribe mi padre, cuando comenzaban ambos sus estudios de Químicas en la universidad, carrera que ninguno de los dos terminó. (…)  En cuanto a su literatura, sabemos que Bermejo fue, como lo llama mi padre, un caso anómalo: deja de pronto, y cuando estaba en su más elevada posición después de recibir el premio Benito Pérez Armas, de escribir”.

TASSILI

En Tassili (Tassili, al sur de Argelia, en el desierto del Sahara, es conocida por sus pinturas rupestres, de 10 a 15 mil años de antigüedad y que entonces era una zona fértil) va más allá de lo metaforizado en narraciones anteriores. Su protagonista ya no experimenta como el de Fetasa, “la voluntad de poder” a ratos. Se ha puesto a un lado. Desde el principio ha dejado de querer poder. Las fuerzas opositoras han consumado su labor. Lo han reducido a ese infeliz hombrecillo que está contento de ser, instalado en un morir poco a poco, que alguna vez, no obstante, lamenta. La acción quedó atrás, su profesión, su libro sobre Tassili. Paralización, impotencia absoluta. Y ensoñación. Pero la ensoñación final es desoladora y trágica. En ella, las manos atadas a la espalda, arrodillado, muere de un golpe de espada de las amazonas invasoras. Y de esa ensoñación, que le ha colocado en un tiempo anterior y mítico, no puede despertar. Es la perfecta víctima, inmolada en el altar del Antagonista como culminación de una sacrificial andadura. Otra metáfora de la condición humana, humillada, impotente, y con el asombro en la cara ante el absurdo de la propia muerte”.

EL CAFETÍN

“En su novela El cafetín, con la que se cierra su obra, se sigue con ese mundo alucinatorio subrayado, y digo subrayado porque ¿qué es el mundo sino una alucinación, una creación de cada ser humano a su imagen, de acuerdo con sus necesidades y estado de ánimo? En esta novela, el antihéroe que es al principio el protagonista, se crea un “Purgatorio” con el fin de regenerarse, de que de sí mismo salga un ser más puro o benigno, para que a partir de ese sufrimiento de la larga noche, a partir de la imagen que le devuelve el espejo, tome conciencia de lo que es. Y que, entonces, vaya camino de ser el héroe en que todo el que lucha por descubrirse se convierte. Camino de convertirse en el que quiere ser, al que le empuja una fuerza en estado germinal, confusa, pero con el claro fin de la renovación”.

* Isaac de Vega. Vida y Obra, María Teresa de Vega, artículo publicado en El Perseguidor, Diario de Avisos. 16-XI- 2013

FOTO: Diario de Avisos

Solo para mayores de 18 años

Sábado, Febrero 1st, 2014

Resulta extraño porque sí que recuerdo el primer libro que leí pero no la primera película que vi en un cine. Sin embargo, sí que continúa fresca en la memoria la primera película para mayores de 18 años a la que asistí siendo aún menor de edad, en uno de esos mismos cines que salpicaban por aquel entonces la geografía de la ciudad de provincias en la que vivo.

Por aquellos años era un devoto admirador de Flash Gordon, a cuyas aventuras me aficionó uno de mis tíos cuando me regaló la colección que editó Burulán. Cientos de colorines en los que podías ver la evolución de Gordon. Desde que nació de la mano de Alex Raymond hasta los sesenta, en que recogió el testigo Dan Barry.

Fueron, sin embargo, las historietas de Barry las que me convencieron a pertenecer en la hermandad Flash Gordon y cuyos efectos, nostálgicos y muy retocados, aún perduran en un rincón del disco duro.

Flesh Gordon.

Una película para mayores de 18 años.

Flesh Gordon.

La primera película para mayores de 18 años en la que me dejaron entrar en un cine donde no te dejaban entrar si eras menor de 18 años.

Flesh Gordon (Michael Benvenist y Howard Zeihm, 1974) la fuimos a ver en manada la pibada del barrio. Unos porque se trataba de una película, aunque parodiara, de Flash y otros, los más sensatos, porque se trataba de una versión porno, hoy muy suave, que entonces sí que se vendía como porno salvaje y festivo para adultos.

La he visto dos veces. Aquella inolvidable primera vez y una segunda que no pasará a la historia. Hace unos diez años…

Creo que aún se conserva como una tonta nadería, en la que el planeta Mongo de las historietas originales pasa a convertirse en Porno, un paradisíaco infierno de sexo desatado que gobierna el emperador Wang, por el Ming de los cómics.

La película cuenta además con artesanales efectos especiales a lo Harry Harryhaussen, y escenas de sexo que en aquellos años ponían a mil a toda clase de públicos.

La segunda vez ya no fue lo mismo pero eso constata que como dijo un venerable sabio “la memoria va por un lado y las sensaciones por otro”.

No, no era el mismo Flesh Gordon aunque la película fuera la misma Flesh Gordon.

Las experiencias que cargas en la espalda disuelven la emoción de la primera vez al revelarte que el sueño solo fue un mal truco de magia.

Por eso me resisto, y resisto, y quiero conservar la sensación de gozosa sorpresa que supuso la primera vez.

Lo que significó la primera vez crecido como un gigante por el grado de excitación en el que nos encontrábamos la pibada desparramada entre las butacas de aquel cine –el Cinema Victoria– que hoy es un garaje.

Ya vendría más tarde la temida conclusión de que la vida circula a velocidad de vértigo y que esos recuerdos, inevitablemente, se desvanecerían como lágrimas en la lluvia…

Me encuentro en la presentación de 9 horas para morir, de Ángel Vallecillo. Hay bastantes espectadores y el acto discurre con muy buen rollito.

Pero el deber me llama. Irme debo porque otras labores requieren de mis modestos esfuerzos.

Tropiezo, en un día extrañamente lúcido tras una temporada que ha sido como atravesar un camino del infierno, con dos tipos que alegran el alma y con los que puedes perder el rato charlando de algo tan interesante como el sexo de los ángeles.

Pero solo un momento.

El deber golpea y golpea a mi puerta.

Citamos nombres, hablamos de libros y también sobre nazis y judíos.

Puedo imaginar a un pelotón de murgueros vestidos de nazis borrachos de cerveza en Carnavales, mientras reparten estopa como si fueran agentes de la Unipol.

Ya reflexionó sobre algo parecido Juan José Delgado en La fiesta de los infiernos.

Infierno, me doy cuenta que esta palabra se repite, como otras tantas, demasiadas veces en este su post.

Pero qué más da, que es la frase más sabia que he escuchado en los últimos tiempos, mientras los recuerdos se mezclan con las emociones…

Flesh Gordon, una película para 18 años.

Saludos, he venido a por mi chica, desde este lado del ordenador.