Archive for Julio, 2018

Luis García Montero: “Andalucía es tierra de poetas por una razón: la pobreza”

Viernes, Julio 20th, 2018

INTRO
Reproducimos la entrevista que en septiembre de 2016 nos concedió el poeta granadino Luis García Montero ante su reciente nombramiento como nuevo director del Instituto Cervantes

LA ENTREVISTA

El pasado 30 de septiembre el poeta Luis García Montero (Granada, 1958) impartió una charla y presentó el documental Aunque tú no lo sepas en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna junto a uno de los directores del filme, Charlie Arnaiz.

Entre otros premios, Luis García Montero cuenta con el Adonais, el Loewe y el Nacional de Poesía y, caso histórico en las letras españolas recientes, es uno de los poetas españoles más leídos y celebrados por lectores que han quedado fascinados con libros como Vista cansada y Un invierno propio.

- Cuenta que llegó a la poesía gracias a la lectura que su padre hacía en voz alta de sus poetas preferidos…

- Mi padre solía leer en voz alta algunos de sus poemas preferidos de un libro que había en casa, una antología entonces muy famosa, Las cien mejores poesías de la lengua castellana, y nos interpretaba La canción del pirata de Espronceda, algún romance del duque de Rivas, una leyenda de Zorrilla, El tren expreso de Campoamor y lo primero que recuerdo es a mi padre recitándonos con tono muy teatral poemas a sus hijos y pienso que esas lecturas cumplieron el papel que ocupaban entonces las novelas infantiles y las de aventuras porque se trataban de poemas tradicionales, con su planteamiento, nudo y desenlace. En casa había además una buena biblioteca y ya de adolescente descubrí en ella el tomo de las Poesías completas de Federico García Lorca que me deslumbró. Somos una familia de seis hermanos, muy traviesos todos, y teníamos la casa destruida y como familia provinciana que éramos, mis padres habían reservado un salón –prohibido a los niños– para recibir a las visitas y que llamábamos la habitación de las visitas, y ahí estaba la biblioteca, por lo que entrar en aquel cuarto era un poco como un acto sagrado ya que se estaba en el sitio donde los niños no teníamos que estar. Ya como un adolescente me refugiaba allí y recuerdo la emoción con la que descubrí la poesía de Lorca, un poeta que encima era de mi ciudad y que identificaba con la historia y los recuerdos de Granada. Yo he formado mi experiencia poética en su origen a través del gusto por la lectura que tenían mis padres.

- Bécquer, Lorca, Cernuda, Alberti, usted mismo… Parece que Andalucía es tierra de poetas.

- Lo que hace que Andalucía sea una tierra de poetas tiene una razón poco feliz: la pobreza. En el siglo XIX se desarrolló la sociedad industrial y la mentalidad utilitaria, que dominó buena parte del norte mientras que en Andalucía no se vivió la industrialización, lo que permitió que se conservara una ética que no era la de la prisa del mercantilismo. Y si bien eso tuvo una mala consecuencia, tuvo también la consecuencia de una experiencia de vivir que tiene que ver con la lentitud, la sensibilidad, con el diálogo, con la naturaleza que no está dominada por una mentalidad utilitaria. El poeta Luis Cernuda contaba que cuando llegó a Méjico redescubrió la pobreza porque antes había vivido el exilio en sociedades anglosajonas e industrializadas y en Méjico se sorprendió felizmente de volver a escuchar su idioma, que lo oye por las calles, y de observar la pobreza porque le recuerda la que vivió de niño en Sevilla y formula así un deseo: ‘ver si es posible progresar económicamente sin caer en la prepotencia del lujo de las sociedades anglosajonas’. Y creo que es un pensamiento bastante razonable y sentido tal y como anda el mundo.

- ¿Y cuáles son los referentes poéticos de Luis García Montero?

- A la sombra de Lorca yo entré en diálogo con Rafael Alberti, e hice mi tesis doctoral sobre él. Alberti ha sido un poeta fundamental en mi formación no ya por ser un mito de la generación del 27 y ser el amigo de Lorca y el poeta republicano sino porque mantuve con él una amistad que marcó una época de mi vida. No obstante, y si mis padres poéticos son andaluces, mis hermanos mayores no lo son porque los tres poetas que más han contribuido a formar mi mundo uno es catalán, Jaime Gil de Biedma; otro asturiano, Ángel González y el tercero valenciano, Francisco Brines. Son poetas que han formado parte de mi educación estética y ante los que siento gran admiración y el respeto suficiente como para aprender de ellos a la hora de buscar mi propio mundo.

- Aprovechando su condición de poeta, ¿cómo describiría la situación actual que vive España?

- Lo primero que me sale es la palabra esperpento pero estoy convencido de la importancia de la política, que es fundamental para que convivamos en paz, dignidad y seamos capaces de organizar la sociedad. Por eso me asusta bastante el descrédito tan grande que en la actualidad tiene la política y que sin duda se merecen los políticos pero no me gustaría desembocar en una política del esperpento porque la política es algo muy serio y necesario. Me gusta repetir lo que escribió Antonio Machado en su libro sobre Juan de Mairena en el que dice a sus alumnos: ‘cuidado de quien os diga que no os metáis en política porque eso significa que quiere hacer política sin vosotros’. Creo que se va a llegar a una situación en que la gente se va a cansar de la política y los poderes van a tener las manos libres para hacer lo que les dé la gana.

- Y volviendo a aprovechar su condición de poeta ¿cómo combate contra esta situación?

- A mi me gusta involucrarme en la tradición del poeta que tiene un conocimiento civil y se preocupa de su país. Cuando me dicen que la política resta calidad a mi literatura pienso que uno de mis maestros es Antonio Machado, que murió en el exilio por meterse en política y otro es Federico García Lorca que murió ejecutado por meterse en política y otro Rafael Alberti que murió en su país tras pasar muchos años en el exilio por meterse en política. Y Unamuno, que fue condenado al exilio en la isla de Fuerteventura por meterse en política, y Jovellanos, que estuvo encerrado en el castillo de Bellver en Mallorca y sigo subiendo y recuerdo a Garcilaso, a San Juan de la Cruz. Está en la condición del poeta sentirse interpelado y vinculado por su sociedad y desde luego si no hago gran poesía no será por meterme en política sino porque no estoy a la altura de otros muchos poetas que se han metido en política como los que acabo de recordar.

- Hablemos de Aunque tú no lo sepas…

- Estoy muy agradecido porque he tenido la suerte de encontrarme con Alberto Ortega y Charlie Arnaiz que han hecho un documental en el que me siento muy cómodo primero porque es una reivindicación de la poesía y de cómo los poetas deben de pertenecer a la educación sentimental de la gente y segundo porque me ha permitido hablar de personas a las que admiro, algunos cantores como Serrat y Sabina, que han sido tan importantes en mi educación sentimental y cotidiana. O la importancia que han tenido para mí poetas como Biedma, Ángel González y Alberti, entre otros.

- ¿Y no ha sentido pudor al protagonizar un documental?

- No he sentido el pudor que creí que iba a sentir porque soy el protagonista de un documental dedicado a mi poesía y el trabajo está muy apoyado en mis admiraciones lo que me permite hablar de otros y de contar con la amistad de personas a las que admiro como Miguel Ríos y Quique González, cuya canción da título a la película y es la que vertebra un poco la historia. La verdad es que Charlie Arnaiz es un lector apasionado de poesía y consiguió inyectar un poco del veneno de la poesía en el otro director, Alberto Ortega, así que sí, a los dos les estoy muy agradecido.

- ¿Por qué se aleja el público de la poesía?

- Creo que los poetas tenemos responsabilidades y durante mucho tiempo la poesía por reacción ante una sociedad muy mercantilista, cayó en la tentación de convertirse en un género minoritario y hay mucha gente que ha creído que la calidad se confundía con la oscuridad y eso ha separado a los lectores de la poesía porque es difícil que le guste al público si no habla de la vida de la gente y si no pretende formar parte de la educación sentimental y las meditaciones de la gente. Dicho esto, pienso que si el poema no se justifica a si mismo no hay porqué obligar a nadie a leer poesía. He buscado poemas que me han ayudado en mi diálogo conmigo mismo cuando ha habido una muerte que me ha afectado o un sentimiento amoroso que me ha conmovido o cuando estoy en un momento de incertidumbre. Hay poemas que me han servido para entenderme a mi mismo y eso son los poemas que me convencen de la utilidad de la poesía ya que son obras que no confunden la intensidad con la oscuridad.

- Confieso que no soy buen lector de poesía, así que aprovecho al poeta pero también al profesor de Literatura que lleva dentro para que me recomiende libros y poetas para iniciarme en este género literario.

- Yo te aconsejaría que leyeras Las personas y el verbo, de Jaime Gil de Biedma o Palabra sobre palabra, de Ángel González, que son maestros que a mi me ayudaron a comprender en el lenguaje de hoy una experiencia íntima y muy individual.

Saludos, celebración, desde este lado del ordenador

Aquellos españoles que se fueron a Hollywood

Jueves, Julio 19th, 2018

La vida de la actriz Conchita Montenegro es resumida en la novela Mi pecado del escritor Javier Moro, quien dedica la mayor parte de sus páginas y en un ingenioso flash back narrativo, a la experiencia de la actriz en Holywood durante los años 30 del pasado siglo XX. El relato de sus andanzas y también de sus amores en la Meca del Cine resulta de lo más atractivo en un libro escrito con estilo neutro, en el que apenas hay descripciones y mucho menos indagación psicológica de los personajes, ya que tiene como fin el de contar a modo de biografía novelada la vida de una mujer española que estuvo adelantada a su tiempo.

La fauna de españoles que se reunió en Hollywood en los años treinta no da para una sola historia sino para muchas. Javier Moro intenta recrear cómo fue aquel universo con acento castizo (reuniones en las playas californianas para comer la tradicional tortilla española) y la amistad que algunos de ellos mantuvieron con actores que representaban la aristocracia del cine norteamericano como Charles Chaplin, íntimo amigo del cineasta y escritor Edgar Neville y Ramón Novarro y Greta Garbo de la misma Conchita Montenegro que tuvo tiempo, además, de enamorarse del actor británico Leslie Howard.

Mi pecado se lee con velocidad aunque no se encuentre literatura en sus páginas. Es un producto literario diseñado para vender en el que además de narrar las peripecias de la estrella española en la capital del cine se detiene para ilustrar al lector sobre su relación con Howard y otros actores y ejecutivos de aquellos años así como su regreso a España finalizada la Guerra Civil, país destrozado anímica como físicamente y en el que además de rodar un puñado de películas terminó finalmente retirándose de la interpretación tras casarse con el diplomático franquista Ricardo Jiménez Arnau, aliadófilo y responsable en parte –lo resalta la novela– de que Francisco Franco se entrevistara con Leslie Howard en Madrid, a quien admiraba después de verlo actuar en Lo que el viento se llevó, película curiosamente prohibida en la España de aquellos años por presión de la Alemania nazi.

Deja un regusto amargo Mi pecado en la memoria lectora. Se aprenden cosas, la mayoría de ellas anécdotas, muchas de ellas teñidas de color rosa, pero no se aprecia interés en profundizar en la psicología de una mujer que tuvo que ser alguien realmente especial no solo en Hollywood, donde apareció como un torbellino cien por cien español, sino tras su vuelta a España, país que en plena postguerra no estaba dispuesto a lidiar con una señora que además de conducir y pilotar avionetas, defendió con uñas y dientes a lo largo de su vida su independencia.

El libro de Javier Moro se permite un tímido acercamiento psicológico cuando retrata la relación de la actriz con sus dos hermanas, pero no va más allá de la envidia que suscita en una el triunfo arrollador de la primera o la indiferencia que le provoca su éxito a una tercera que se queda en España al cuidado de su madre cuando Conchita Montenegro decide marcharse a Hollywood.

Con todo y pese al regusto amargo que produce su lectura por liviana y floja, Mi pecado abre una veta que, espero, insistan otros escritores más preparados para explorar la presencia que toda aquella tropa de españoles y mayoritariamente gente de derechas, practicó en Hollywood. Ciudad que se abrió al talento extranjero en aquellos años hasta que volvió a ser el pueblo de provincias de sus orígenes con el estalló la II Guerra Mundial y el Gobierno federal ordenó la repatriación de muchos de aquellos artistas extranjeros que, como Enrique Jardiel Poncela o el ya mencionado Edgar Neville, probaron con un arte que estaba alcanzando aquellos años todo su esplendor.

Jardiel Poncela resumiría su etapa en Hollywood escribiendo que en aquel lugar: “me he pasado la mitad del tiempo tumbado sobre la arena y mirando las estrellas, y la otro mitad tumbado sobre las estrellas y mirando la arena”.

La vida de Conchita Montenegro según Javier Moro fue algo así, aunque carece de la chispa y el sentido del humor del celebrado inventor del cine en verso y de los celuloides rancios.

Saludos, entonces el cine era otra cosa, desde este lado del odenador.

Víctor Ramírez, candidato al Premio Internacional de Literatura Carlos Fuentes 2018

Miércoles, Julio 18th, 2018

El escritor Víctor Ramírez ha sido postulado oficialmente al Premio Internacional Carlos Fuentes 2018, galardónque convoca cada dos años la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y la Universidad nacional mexicana. En ediciones anteriores resultaron ganadores Mario Vargas Llosa, Sergio Ramírez de Nicaragua o el mexicano Eduardo Lizalde. El premio consiste en doscientos cincuenta mil dólares y una escultura del artista Vicente Rojo.

Por primera vez un autor canario es considerado como candidato por una universidad mexicana, la postulación del autor de libros como Nos dejaron el muerto ha sido formulada desde el Instituto de Bellas Artes de la Universidad Juárez del Estado de Durango en el norte de México, por representar la obra literaria de Víctor Ramírez” un exponente singular de la narrativa en español desde la condición de la insularidad bajo un anclaje tricontinental entre África, Europa y América!.

La obra literaria de Víctor Ramírez se encuentra reconocida como una de las voces de la Generación del 70, siendo destacable la aparición de varias tesis en Italia y Senegal sobre su novela Nos dejaron el muerto, de la cual se realizó la película La caja en 2007, dirigida por Juan Carlos Falcón.

Víctor Ramírez, nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1944 y es miembro de la Academia Canaria de la Lengua.

Saludos, ya sabe, desde este lado del ordenador

Retratos ‘algo’ macabros sobre la condición humana

Martes, Julio 17th, 2018

Juan R. Tramunt es un escritor que se preocupa por dar carácter a sus personajes y crear atmósferas aunque no cuida tanto el sentido de la historia, lo que a larga puede descompensar las expectativas que como lector despierta la colección de relatos que reúne en Nunca más la noche (Baile del sol, 2018) seis narraciones (Betsabé, La habitación abuhardillada, La fiesta, Zapador, Aurora y Relato inconcluso) en las que indaga en las fuerzas de la naturaleza humana con resultados regulares.

En casi todas las historias cobra vida cierto vampirismo existencial. Las relaciones entre sus protagonistas son resultado de inquietantes aunque familiares juegos de poder y la acción se desarrolle en escenarios cotidianos pero diferentes donde los personajes que intervienen apenas tienen que ver unos con otros en los seis relatos que contiene un libro que incluye más que un cuento una novela corta, Betsabé, que no termina por definir demasiado bien sus intenciones y que deja en el aire mucho de los planteamientos que propone.

No sucede así con La habitación abuhardillada que, en nuestra modesta opinión, es uno de los mejores cuentos del libro no solo por sus intenciones metaliterarias ni su inquietante homenaje más que a Poe, al universo lovecraftiano por el escenario en el que se desarrolla, sino por los personajes que en él intervienen, una pareja y un extraño dibujante de historietas que además de escribir y dibujar sus tebeos, colorines, chistes, cómics, cuenta con una prodigiosa biblioteca en la que se encuentran clásicos y modernos del noveno arte.

Este relato describe muy bien la atmósfera opresiva que se respira en esa vivienda en la que recala la joven pareja en un viaje relámpago a Madrid y logra que lo imposible se haga posible a medida que se avanza en su lectura.

El tercer relato que contiene el libro se titula La fiesta y en él se mantiene ese pulso entre lo real e irreal que caracteriza a todos estos cuentos y la novela corta que incluye el libro aunque no termina de convencer, quizá sea porque pese a sugerir más que decir no se aprecia que detrás de la sugestión, de ese velo que camufla todo con forma de palabras, se transmita algo que demandaba más sustancia. Está bien escrito, como todos los relatos de esta compilación, pero le falta carne para dar solidez al conjunto final.

El vampirismo, un vampirismo metafórico que aparece y se extiende en un ambiente cotidiano y familiar, vuelve a ser protagonista en Zapador, en el que se narra una historia de dominio con aires inquietantes. Un piso de estudiantes y sus moradores son los protagonistas de un relato que sin embargo no termina de encontrar su lugar aunque está escrito con notable pulso narrativo. Por desgracia, las posibilidades que prometía terminan por disolverse probablemente por el equilibrio, no siempre conseguido, que Juan R. Tramunt intenta mantener entre lo real e irreal.

No se trata así de visiones sórdidas sobre el ser humano pero sí de explotar muchas de las contradicciones que arrastra en sus relaciones con los demás. Otros de los grandes temas del libro son, en este sentido, las obsesiones que desencadenan estropicios sentimentales y la confianza y desconfianza no ya en el otro sino en sí mismo.

El quinto cuento de Nunca más la noche, Aurora, es la descripción de un amor con tintes vampíricos que termina en tragedia. O no, eso depende de la manera en cómo se interprete una historia cuya protagonista es una magrebí que trabaja en una casa de europeos que está perdidamente enamorada de su marido, el jardinero de la casa, y hombre de respeto en su comunidad porque conoce la palabra y cuenta historias.

Lo interesante de este relato son dos mundos que conviven pero están alejados porque ninguno, magrebíes y europeos, tiene demasiado interés en conocerse. Se dan por satisfechos mientras cada uno de ellos respete los límites que marcan el territorio en el que viven en común.

Relato inconcluso es el último cuento, el que cierra un libro que no termina de ser redondo. Se trata así de un juego literario que tiene cierto interés pero que carece de hondura. La sensación que deja en el ánimo lector es que podría haberse prescindido perfectamente de este cuento que finaliza un volumen que no deja de tener el interés que caracteriza la producción literaria de uno de los escritores más interesantes que actualmente escriben y publican en las islas.

Un autor, Juan R. Tramunt que si por algo se define es por ser, precisamente, un autor que imprime de constantes su obra. Una obra que se apropia de géneros que adapta a su manera de entender la literatura. Lo hizo con el thriller en La piel de la lefaa y con la ciencia ficción en la notable Anturios en el salón.

Lo intenta, aunque con resultados irregulares con la de corte psicológico en estos seis relatos que reúne en Nunca más la noche, un título que a su manera anticipa al lector el material que se va a encontrar una vez abra las páginas del libro.

Saludos, abre los ojos, desde este lado del ordenador

Eugenio Carmona: “Picasso fue un intelectual que se disfrazó de salvaje”

Lunes, Julio 16th, 2018

El catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Málaga Eugenio Carmona Mato impartió hace unas semanas la conferencia La invención de la realidad en el arte en TEA Tenerife Espacio de las Artes, charla que formó parte de las actividades paralelas a la exposición Enigmas exactos: Carlos Chevilly y la naturaleza muerta moderna, una muestra comisariada por Isidro Hernández que es la mayor dedicada hasta la fecha a Carlos Chevilly de los Ríos (Santa Cruz de Tenerife 1918-1978).

- ¿Conocía la obra de Carlos Chevilly?

“No la conocía aunque gracias a esta exposición tengo ahora una idea de que se trató de un artista con intenciones muy concretas y elaboradas. Es probable que alguna obra aislada lleve a conclusiones erróneas sobre su pintura pero en conjunto su obra se caracteriza, a mi juicio, por contar con la herencia de determinadas tradiciones del arte moderno español que pese a que perdió algunas de sus referencias por la Guerra Civil, continuó explotando otras. En este sentido, Carlos Chevilly es algo así como el punto y final del realismo mágico y la nueva objetividad que configuró la modernidad española”.

- ¿Qué destacaría de su trabajo?

“Lo que me atrae es que para Carlos Chevilly más allá de la técnica, la pintura es un medio y no un fin. Para Chevilly como para Salvador Dalí y René Magritte la técnica es técnica de corrección figurativa al servicio de un mundo que tiene claro la pintura metafísica, el realismo mágico y la nueva objetividad lo que implica el desbordamiento del individuo como sujeto y su comprensión metafísica hasta las cualidades de los objetos en su proceso de personificación; como si los objetos pudieran alcanzar la subjetividad ya que en estas obras nos relacionamos con ellos como si fueran sujetos y no objetos y es este proceso de desplazamiento, de descontextualización, lo que hace fascinante la obra de Carlos Chevilly”.

- Usted es especialistas en vanguardias artísticas, ¿cómo valora el trabajo de los surrealistas tinerfeños y el escaso eco que todavía tienen a nivel nacional?

“Pues que su papel fue decisivo. La existencia de Óscar Domínguez como referente es notable porque se trata de un artista con capacidad magnética que en los años 40 nos hace ver que la vanguardia española estaba viva y que su ciclo histórico no desapareció con la Guerra Civil. Domínguez, además, es un pintor que cuenta con valores estéticos y plásticos con los que representa su propio mundo. Un mundo aparentemente racional”.

- Sin embargo el artista tinerfeño no está suficientemente reconocido, pasa lo mismo con los demás miembros que se aglutinaron en Gaceta de Arte…

“Se trata de un problema educacional pero no soy quien para solucionarlo. La generación del 27, por ejemplo, aparece en los libros de textos y en los planes de estudio como si se hubiera desarrollado en toda España sin caer en la cuenta que los poetas que la configuran viven en un universo castellano andaluz y no catalán, vasco o canario, aunque se cruzaran correspondencia. En las regiones de España se viven situaciones diversas por lo que hay escritores y poetas que deberían ser estudiados a la par de la Generación del 27. En cuanto al arte, Óscar Domínguez es un caso porque hace Santa Cruz de Tenerife-París sin pasar por Madrid, por eso digo que hay que saber enfocar con la idea de configurar una narrativa más acorde con la realidad del momento y del lugar y relacionarlos unos con otros para formar una red”.

- Usted es especialista en la vida y obra de Pablo Picasso, ¿cómo llegó a él?

“Nací en la misma plaza donde vino al mundo, la de la Mercé en Málaga pero no fue hasta los años setenta, cuando la cultura pop ya había dado un giro y aparecía la postmodernidad cuando encontré a Picasso, un artista que estaba poco considerado entonces en el sur de España aunque ahora es todo lo contrario gracias al esfuerzo de Cultura y al cambio de estructuras que se promovieron en diversos lugares de todo el Estado cuyo esfuerzo fue enorme y no debemos olvidar aunque ahora se esté perdiendo la perspectiva de lo que se hizo. Yo llegué a Picasso por mi afición a la poesía. Un día, siendo muy joven, encontré en uno de los facsímiles de la revista Litoral dibujos de Juan Gris y de Pablo Picasso en el número especial dedicado a Góngora que fue tan importante y gracias a esas páginas reflexioné sobre los pintores que colaboraban en la revista y el arte español de los años veinte”.

- ¿Quién es Picasso?

“Picasso es un artista demoledor, saturniano y profundamente difícil. Él mismo provocó una narrativa sobre su obra basada en las relaciones con sus amantes que no se corresponde con la realidad de su trabajo aunque sí que forma otra parte de su obra. Al desmontar al personaje, descubrí quién era Picasso”.

- ¿Y qué descubre?

“Pues que es un tipo que en 1936 se implica con la II República aunque en 1917 deja de seguir la Revolución rusa al vivir en París con una exiliada zarista. La fascinación que ejerce el personaje es que tuvo una continua capacidad de rehacerse y de contradecirse por lo que te encuentras a cada paso con un artista que renace y que es distinto aunque mantiene su carácter de intelectual porque Picasso fue un intelectual que se disfrazó de salvaje. Era hijo de un catedrático y su madre pertenecía a una de las familias de la burguesía dominante de Málaga. No procede del mundo artesanal y conoce a los pintores malagueños del XIX, que le regalan cosas y se hospeda en la casa de Santiago Rusiñol al llegar a Barcelona y en París se relaciona con artistas y escritores. Picasso es un gran intelectual que odia serlo, quiere oponer el vitalismo absoluto a la vida intelectual y esa lucha de valores es la que lleva a que se plantee qué es el deseo y la muerte, un deseo que siempre está en relación con lo que es ético o no, y ahí está Picasso, en esa lucha entre abolir o no las normas sociales”.

- Durante un tiempo se dijo que Picasso más que pintor español fue un pintor francés.

“No tiene razón de ser porque Picasso a lo largo de su obra se rodea de los mitos culturales españoles. Además, detestaba el buen gusto, el spleen y el culto intelectual galo. Su origen es andaluz, un andaluz profundo aunque como tantos malagueños no se plantea de donde es porque es muchas cosas. Durante un tiempo se identifica plenamente con la cultura catalana y con ese bagaje catalán y andaluz llega a París donde vive en un ambiente artístico internacional en el que proyecta la imagen de una persona primitiva cuando en realidad no lo es. Coge de la cultura francesa lo que le interesa y modela una personalidad que se aprecia muy bien en sus escritos, ya que en la escritura automática aflora lo que el individuo tiene en su acervo personal, en el caso de Picasso una suma de culturas que él elabora. Es importante reseñar cómo descontextualiza la pintura occidental a través del arte primitivo y que se trata de un artista que nace con el museo en la cabeza”.

- ¿El museo en la cabeza?

“Los artistas hasta Picasso no trabajaban con el museo en la cabeza pero él sí. El museo como estructura mental y como institución en la que exponer su trabajo. Eso explica que haya tantos Picasso en los museos”.

PICASSO NO NOS NECESITA

El catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Málaga, Eugenio Carmona, recomienda enfrentarse a la obra de Pablo Ruiz Picasso sin prejuicios y una mirada inocente que le permita la sorpresa ante ante el pálpito vital que se respira en muchos de sus cuadros. No se muestra partidario así de intentar convencer al público, sino que sea el espectador quien descubra la belleza de la obra del pintor malagueño.

“Picasso no nos necesita”, dice Carmona. Cada día aparece una noticia publicada en cualquier periódico del mundo relacionada con él. Y al mes, aparece un artículo científico en revistas especializadas que ilustra la actualidad de un artista que no dejó de producir a lo largo de su vida. Su producción es ingente, tanto, que Jorge Luis Borges llegó a decir que era imposible que su biblioteca contara con más libros sobre Picasso porque se editaban demasiados. “La obra de Pablo Picasso permanece y permanecerá siempre. porque continúa siendo el artista más cotizado y del que más se escribe, también es el que genera más noticias. Su última gran obra fue hacer de sí mismo y su vejez una obra de arte, la de un hombre que pese a su edad baila, ríe y ama. Su obra conmueve porque representa la vida y el deseo”.

Saludos, picassianos, desde este lado del ordenador.

¡¡¡Expulsad a los mercaderes de la Biblioteca Municipal Central de Santa Cruz de Tenerife!!!

Viernes, Julio 13th, 2018

Nos encontramos a la salida de TEA Tenerife Espacio de las Artes con una amiga que suele visitar dos o tres veces a la semana la Biblioteca Municipal Central de Santa Cruz de Tenerife para sacar algún libro o película. La Biblioteca Municipal Central de Santa Cruz de Tenerife está integrada en TEA, un espacio que es la joya de la corona, con permiso del Auditorio, de esta entrañable y pequeñita capital de provincias.

Le preguntamos a nuestra amiga la razón de su enfado y explica que le prohiben entrar en la Biblioteca porque “solo admite a los que están acreditados en el mercado curtural Mapas”, así que las mesas que ocupan habitualmente los estudiantes se utilizan ahora para hacer negocios, contrataciones que de eso va la historia, en unas instalaciones que deben de estar dedicadas al préstamo de libros y dedicadas al estudio y la lectura.

Bajamos para comprobar si es cierto lo que nos dice la amiga porque no terminamos de creernos (y si nos lees, discúlpanos) que la Biblioteca se emplee para estos menesteres aunque, sorpresa, dos chicas que actúan de cancerberos nos preguntan si estamos acreditados.

¿Acreditados, mi niña, para entrar en una Biblioteca pública?

Nos responden que eso no importa, que tal día como hoy, cautiva y desarmada la Cultura, la Biblioteca permanecerá cerrada para el público. Lo que resulta paradójico porque, hasta que alguien nos demuestre lo contrario, la Biblioteca Municipal Central es, precisamente, pública.

La situaciòn es patética pero resulta tan TEA Tenerife Espacio de las Artes que la prohibición se asume como otra más (y van) equivocada política curtural más que cultural del espacio. Nos preguntamos, es inevitable, si el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de la capital tinerfeña no contaban con otras áeras para acoger lo que no es otra cosa que un mercado.

Sugerimos para evitar este tipo de cacicadas el Recinto Ferial o el Auditorio, entre otros espacios de dimensiones considerables para acoger las sesiones de negocios de Mapa. La idea es que dejen de joder a los usuarios de la Biblioteca.

No obstante y pese a este canto a lo ¡viva el mal!, ¡viva el capital! de la dirigencia curtural de la isla y de la capitá tinerfeña, en la entrada de TEA nos informan que la Biblioteca permanecerá cerrada al público hasta las cuatro de la tarde y no todo el día como nos transmitieron los ángeles custodios. A partir de esa hora, se supone que la Biblioteca recuperará su actividad original.

Hasta entonces, la Biblioteca Municipal Central continuará siendo una casa de comercio…

Saludos, Tenerife tiene seguro de sol, desde este lado del ordenador.