Archive for Febrero, 2022

Tenerife Noir celebra su VII edición del 28 de marzo al 10 de abril recordando a Pepe Carvalho y el legendario mediometraje La Cabina

Viernes, Febrero 18th, 2022

El Festival Atlántico de Género Negro Tenerife Noir celebra su séptima edición del 28 de marzo al 10 de abril próximos con actividades culturales que se desarrollan en Santa Cruz de Tenerife y académicas, en La Laguna, con la sexta edición del Seminario Internacional Tenerife Noir de Investigación en el Género Negro de la Universidad de La Laguna (ULL), que tendrá lugar del 28 al 30 de marzo.

La de este año es una edición muy rica y diversa, en la que dos de sus platos fuertes tienen carácter conmemorativo. Tenerife Noir celebra los 50 años de la creación de Pepe Carvalho, al coincidir este año con el aniversario de la publicación de la primera novela protagonizada por el singular detective creado por el escritor catalán Manuel Vázquez Montalbán, Yo maté a Kennedy (1972). Asimismo, el festival celebra también el 50 aniversario del mediometraje La cabina, de Antonio Mercero, y la brillante y angustiosa actuación de su actor protagonista, José Luis López Vázquez.

El foco que pone Tenerife Noir en estos dos hitos culturales de la España del tardofranquismo son elementos clave en la imagen del festival en 2022, elaborada por la Agencia Moio, y constituida por una serie de carteles diversos –uno para cada una de las múltiples secciones de este encuentro anual en torno al género negro–. Los carteles están creados con viñetas a modo de cómic en el que lo que se lee no es una historia continua, sino los eslabones que definen parte destacada del contenido del festival.

La imagen de este año utiliza colores planos –negro, rojo y una tonalidad muy suave del amarillo– en el que, en un juego de viñetas, se introducen imágenes representativas de Pepe Carvalho, que, por no contar con una figura icónica reconocible va también acompañado de un plato de sardinas, representativo de la inclinación gastronómica del personaje, al que se le ofrece una receta que podría haber degustado en cualquier guachinche o tasca chicharrera y que sería también del gusto del gato que ya es un acompañante fiel de la iconografía de Tenerife Noir y del imaginario del género negrocriminal.

Junto a estos símbolos, la torre de la plaza de España remite a la capital tinerfeña, sede del encuentro cultural, y a la época franquista en la que surgieron los dos fenómenos culturales celebrados, un periodo de tiempo tan amplio que aparece acotado con el modelo de coche que atraviesa la ciudad en la noche, donde, bajo una farola, reluce vacía y amenazante una cabina telefónica solo inocente en apariencia.

Tenerife Noir afronta su séptima edición con la alegría de la vuelta paulatina a la normalidad tras los dos años de excepcionalidad provocada por la pandemia. Estos cambios se manifiestan en el retorno al mes de marzo para su celebración y en el esperado reencuentro presencial sin grandes limitaciones con el público.

El programa vuelve a ofrecer una agenda estructurada en tres ejes: social, académico y cultural. El festival está dirigido y coordinado a través de su Sindicato, que reúne a las cabezas directoras que hacen posible Tenerife Noir, una gran familia de especialistas y apasionados por el género negrocriminal, que cada mes de marzo se dan cita para tramar y destramar un programa completo de actividades del noir más intenso.

Saludos, bravo, desde este lado del ordenador

El guión de Millstoine. La Fundación de San Antonio de Texas, en libro

Viernes, Febrero 18th, 2022

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha patrocinado la edición de 350 ejemplares del guion de Millstone, la fundación de San Antonio de Texas. El libro narra la epopeya de los canarios que fundaron la ciudad americana, un proyecto desarrollado con intención de convertirse en película hace más de treinta años, impulsado por Teodoro y Santiago Ríos, pero que nunca se llevó a cabo debido a los altos costes de producción que supone la narración fiel e histórica en ambas orillas.

En la presentación estuvo presente el concejal de Presidencia, Alfonso Cabello, quien puso en valor el trabajo realizado a lo largo de estos años “ya que aquí hay una gran historia, con un proyecto potente. Y lo impulsamos justo en el momento en que Santa Cruz vive un momento dulce en el sector audiovisual, en la que somos una empresa de servicios, y vamos camino de ser más protagonistas”.

Por su parte, el cineasta Teodoro Ríos quiso agradecer la implicación del ayuntamiento “y el iniciar una acción decidida para retomar el contacto con el ayuntamiento hermano de San Antonio de Texas y de esta manera abrir un camino para la colaboración en distinto aspectos, principalmente en la cultura, que se justifica con este guión”.

Ahora, ese texto, que firman los dos hermanos junto a José Miguel Hernán y que ha sufrido numerosas revisiones, se edita en forma de libro, que se entregará de forma gratuita por parte del Ayuntamiento a colegios y asociaciones interesadas en la historia de la ciudad, junto a un acceso a las películas Guarapo (remasterizada); Mambí y El vuelo del guirre de los mismos autores.

El interés del Ayuntamiento en realizar esta edición ha sido meramente divulgativo, porque permite retomar la vinculación que tiene Santa Cruz de Tenerife con San Antonio de Texas, ciudades hermanadas, reavivar los recuerdos sobre la historia común, y relanzar actividades de interés económico, turístico y cultural, que aporten beneficio a la ciudad. El guion también está disponible en inglés.

La portada del libro se ilustra con las fachadas de los dos consistorios, uniendo visualmente ambos ayuntamientos. La edición cuenta con el prólogo de Manuel de Paz, catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna quien señala que “Hacen bien los hermanos Ríos en creer, como sin duda creyó Juan Leal Goraz, que lo que caracteriza y ha caracterizado a los isleños e isleñas de Canarias no es ni ha sido nunca la resignación, la indolencia o la falta de ánimo para emprender las más arduas empresas, sino todo lo contrario, una confianza ciega en el porvenir, aunque a veces se nos oculte en las neblinas azulosas del horizonte. Pero sabemos e intuimos que está ahí, y ahí seguirá siempre, envuelto entre las evidencias del pasado y las certezas, a veces nostálgicas, del porvenir”.

Teodoro Ríos no abandona la idea de convertir esta historia en un producto audiovisual. De la mano de su hijo, el también reputado director y productor de cine Guillermo Ríos, no renuncia a contar la historia de los canarios que fundaron administrativamente la ciudad de San Antonio de Texas, y poner en pie un proyecto que también fue el sueño del doctor Alfonso Chiscano: una película o una miniserie que permita de forma amena y didáctica revitalizar una historia de héroes locales que consiguieron cambiar las vidas de muchas personas muy lejos de sus islas natales.

Saludos, hoy mismamente, desde este lado del ordenador

En pie, famélica legión

Jueves, Febrero 17th, 2022

Tengo la sensación que para ver el catálogo de Canarias en corto 2021 y 2022 uno debe poseer el carnet de familiar o de amigo de alguien que pertenezca a esa extraña secta en la que se ha convertido “el cine canario” y que alimenta pantagruélicamente con subvenciones la Viceconsejería de Cultura y el Instituto Canario del (Sub)Desarrollo Cultural.

Al paso que va, encerrado en su casita terrera y con los ojos, los oídos y la boca tapados a cal y canto, el actual viceconsejero, Juan Márquez Fandiño, ha dejado de ser el que una vez soñamos podría ser la gran esperanza de la Cultura en Canarias. Tras tantos y tantos años lidiando con viceconsejeros “nacionalistas” (entrecomillado obligado, por favor) creí que con Márquez Fandiño vendría una gestión pensada para todos, hondamente progresista, con miras al presente y al futuro pero me equivoqué. Juan Márquez salió rana al preferir escuchar las adulaciones de la gente que le rodea (prácticamente los mismos que trabajaron con el anterior viceconsejero, el ¿nacionalista? Aurelio González, cuya labor inexistente no hay que olvidar) antes que los consejos y sobre todo las críticas que algunos independientes osan plantearle a un personaje que se ha acostumbrado a lanzar balones fuera, entender que cualquier cuestionamiento a su labor es un ataque y movilizar a su comisariado político para callar a los que tienen boca y por eso mismo deben gritar.

Entiendo que Márquez Fandiño no puede estar en todo, que su área es grande, pero lo que no me entra en la cabeza es que además de generar reinos de taifas, mire hacia otro lado ante situaciones que, como las que se produjo esta semana, reclaman además de una explicación a la ciudadanía (que es para la que trabaja) una acción contundente que demuestre no solo al político sino también al artista que, me consta, lleva dentro.

El lunes y el miércoles pasado no se avisó a los que no son familiares ni amigos para ver los trabajos del catálogo Canarias en corto 2022. Pasó lo mismo el año pasado cuando se estrenó de tapadillo los filmes seleccionados en el catálogo 2021. Entonces, unos cuantos levantaron la voz pero hubo la callada por respuesta.

Esta semana sucedió lo mismo, es decir, que se exhibió solo para familiares y amigos los cortometrajes seleccionados de este año sin apenas promoción y, lo más grave, evitando que un espectador independiente pudiese ver el resultado que, a juicio del jurado que escoge el Gobierno canario, representa lo mejor del cine que se hace a este lado del Atlántico.

El último catálogo que me dejaron ver fue el de 2020 y ya escribí entonces la desagradable sensación que me atravesó cuando examiné aquellas propuestas, todas muy profesionales pero muy alejadas de la tierra que las promociona ya que cinco estaban rodados fuera de estas islas abandonadas de la mano de los dioses y solo dos sí que podían considerarse made in Canary Islands.

Denunciar el desprecio que se hizo a los cineastas que se parten el pecho por rodar y estrenar sus películas sin contar con el apoyo de la Viceconsejería y de los lobbys que amamanta desencadenó una campañita de reproches oficiales que me harían reír si no es por la gravedad que entrañan.

El caso es que no se valieron de argumentos para rebatir nuestras consideraciones, recurrieron, como ya es norma, a echar balones fuera y llamar a los díscolos “provincianos”, lo que pone de manifiesto el nivel intelectual de muchos de los que trabajan en la Viceconsejería (no se extrañen si algún día la ven escrita con B de Burro) y que hasta les resulte “normal” que solo se invite a los familiares y amigos a ver el catálogo Canarias en corto ‘21 y ‘22.

Lo que no es de recibo, almas de cántaro, es que la plebe, los Sans-culottes, los parias de la tierra, la ciudadanía que no forma parte de tan elitista club no pueda ver las películas de una iniciativa que existe gracias, precisamente, a los desheredados de la tierra que somos todos esos a los que no nos han invitado no al paraíso sino a ver las películas que se incluyen en los catálogos del 2021 y del 2022.

La cuestión no es baladí ya que sienta un precedente que, tal y como se las viene gastando los responsables de la cultural oficial, podría repetirse otra vez. La pregunta es ¿hasta cuándo vamos a seguir aguantando los de abajo, los parias de la tierra, los que no somos socios del club?

Otra sospecha que me asoma, pero intento pensar “no es esto, no es esto”, es que solo se invite a la familia y los amigos (utilizando por cierto espacio públicos que sostenemos todos con los impuestos, como el Guiniguada y La Granja) por miedo a la reacción de unos espectadores con instinto crítico, gente que se preocupa por ver con mirada independiente lo que va a representar cinematográficamente a Canarias este año que recién empieza.

Pero tienen que cambiar muchos las cosas ahí dentro, en la Viceconsejería que hoy ocupa un hombre, creo que de izquierdas, que delega acciones en personas a las que le importa muy poco la ciudadanía.

De momento, esperamos el éxito de un catálogo que no hemos visto por esos festivales de Dios. Y esperamos, sinceramente, a su éxito aunque visto los resultados del catálogo del 2021, serán pocos. Es lo que tiene apostar por cintas que consisten en un plano fijo de la terminal de un aeropuerto o un rebaño de cabras atravesando un carretera comarcal.

Cine experimental, no narrativo, afirman sus defensores.

Un truño, algo que no se parece a cine, piensa la mayoría. Incluso los familiares y amigos de los miembros de tan selecto como impresentable club.

Saludos, basta ya, desde este lado del ordenador

Peter Sloterdijk inaugura en TEA el programa No-Todo: crítica y negatividad

Miércoles, Febrero 16th, 2022

TEA Tenerife Espacio de las Artes inaugura el sábado [día 19], a las 12:00 horas, el programa No-Todo: crítica y negatividad con una conferencia de Peter Sloterdijk (Karlsruhe, 1947), filósofo. Este nuevo ciclo de pensamiento crítico -coordinado por el profesor del Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de La Laguna, Roberto Gil Hernández- se constituye como un lugar de reflexión sobre los límites del conocimiento. En este primer acto, el pensador alemán dictará la conferencia Sistemas inmunológicos y crítica sobre la negatividad entre naturaleza y cultura, en la que dará algunas claves sobre su concepción de la sociedad como sistema inmunitario abocado al fracaso.

Para asistir a esta ponencia, que es gratuita pero de aforo limitado, se requiere de inscripción previa enviando un correo a actividades@teatenerife.es en el que se indiquen nombre, DNI y un número de teléfono de contacto.

Lejos del reinado histórico de la técnica y el conocimiento científico del siglo pasado, la era actual, caracterizada por la inminencia del desastre climático, el desabastecimiento y la llegada de nuevas pandemias, ha dejado obsoletas nuestras concepciones clásicas de naturaleza y cultura. Como un viaje al mundo interior de la idea misma de civilización, Sloterdijk reflexionará sobre los puntos ciegos del progreso capitalista en un escenario que desde hace décadas asiste a su propio crepúsculo.

Saludos, ¿existimos?, desde este lado del ordenador

Miguel Munárriz: “El verdadero viaje está en la literatura”

Martes, Febrero 15th, 2022

El año pasado circuló en librerías La escritura contra el tiempo. Ayer fue miércoles toda la mañana (Luna de abajo, 2021), de Miguel Munárriz (Oviedo, 1951),un libro que reúne algunos de los artículos en donde el escritor, poeta y articulista escribía sobre libros y que se publicaron en la revista Zenda. La edición, que cuenta también con un prólogo, está al cuidado de Ricardo Labra e ilustrado con fotografías de Daniel Mordzinski, y es un delicioso repaso por las obras y los escritores que marcaron la vida lectora de Munárriz.

Miguel Munárriz fue director de La Esfera, el suplemento cultural de el periódico El Mundo y es autor como antólogo de Toda la poesía, de Luis Eduardo Aute y de Los últimos del XX. Antología de poesía (1980-1997), entre otras obras.

- Publica La escritura contra el tiempo. ¿por qué contra el tiempo?

La escritura contra el tiempo fue un título que se me vino a la cabeza y creo que fue oportuno porque lo que hago es escribir contra el tiempo, contra la oxidación. Y leo también contra la oxidación del alma y para seguir escribiendo. Leer me pone en forma para luchar contra ese tiempo que nos abate a todos al final. El subtítulo del libro: Ayer fue miércoles toda la mañana es el título de mi blog en la revista literaria Zenda que fundó Arturo Pérez Reverte, quien me ofreció un espacio y la coordinación de parte de los contenidos de la publicación. El blog se llama así por un verso de Ángel González, el primer verso del poema Ayer de Ángel González que dice Ayer fue miércoles toda la mañana / por la tarde cambió / se puso casi lunes… Mi intención fue la de remarcar la ironía asturiana que definió la vida y obra del poeta”.

- ¿Conoció a Ángel González?

“Cuando formamos en los 80 el grupo Luna de abajo unos amigos que éramos letraheridos, cuatro que andábamos por la poesía y un quinto que es el editor de La escritura contra el tiempo, publicábamos los poemas de amigos de poetas amigos y el poeta que más nos interesaba de los vivos eran Jaime Gil de Biedma pero sobre todo Ángel González que impartía entonces clase en la universidad de Alburquerque, Nuevo México, por lo que el grupo decidió como poeta al que seguíamos entregarle unos cuantos libros que habíamos publicado y proponerle un libro homenaje en vida, idea que aceptó y le preguntamos nombres de poetas importantes que pudieran colaborar en la obra y nos recomendó a José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma y de ahí nació Guía para un encuentro con Ángel González, que se ha convertido en un libro canónico que, además de las colaboraciones que firman sus amigos contemporáneos, se trata de una auto antología comentada y temática de su trabajo como poeta. No creo que queden muchos ejemplares de la obra salvo en las librerías de viejo”.

- La escritura contra el tiempo puede leerse como un libro de viajes sobre los libros que ha leído.

“Al final el verdadero viaje está en la literatura. Los viajes físicos son importantes y se suelen contar pero yo leo para viajar. Los viajes son iniciáticos y la literatura es iniciática, te hace soñar, trasladarte. No recuerdo si fue Jean Paul Sartre quien dijo que lo mejor del viaje es la preparación. Esa víspera del goce que diría Pedro Salinas, algo que va a pasar y que intuyes que va ser muy importante en la vida. Todos somos literatura porque estamos hechos de cuentos y de historias. El gran viaje es siempre el viaje al interior de uno mismo”.

- En el libro dice que lee para disfrutar pero también para escribir.

“Javier Reverte, escritor y periodista, cuando viajaba seleccionaba los libros que iba a llevar en el equipaje porque si no lees, no escribes. Aprendes mucho leyendo. Aprendes gramática, a viajar y a conocer a otros. Maneras de vivir a través de los personajes de grandes novelas que ahora están dentro de mi y todavía siguen siendo verdaderos amigos, muchas veces más deseables que algunos vecinos y gente que conoces. La protagonista de Madame Bovary, de La Regenta, aportan muchísimo, como el Holden Caulfield de El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger. Todos estos personajes forman parte del imaginario y te dan siempre lo que son porque aparte de ser lo que comemos también somos lo que leemos. Por eso reivindico tanto el hecho de la literatura no solo como entretenimiento. La literatura es inagotable, siempre crece”.

- ¿Se fía de los críticos?

“Dirigí entre 1996 a 1999 el suplemento literario La Esfera en el periódico El Mundo donde tuve que tratar con todos los críticos literarios que colaboraban y todos tenían la capacidad de escribir para que te fiaras de ellos. Y creo que así lo hacían porque las editoriales no pagan para que escribas bien o mal de una obra. Es verdad que a veces no confías en un determinado crítico cuando escribe mal de un escritor porque, sencillamente, lo odia pero eso hizo que invitara a los colaboradores de La Esfera a que escribieran críticas de obras de escritores muertos. Ahora no sigo demasiado los suplementos culturales pero suelo leer firmas de las que sí me fío. No hay más remedio. Está también el seguimiento que hace el lector de los suplementos pero confío sobre todo de las recomendaciones que me hacen los amigos y algunos críticos literarios que me han ido convenciendo a medidas que los iba leyendo cada sábado, que es lo que me ocurre con José María Guelbenzu, que ha leído mucho y es sincero y tiene una vida muy larga y rica en literatura y Rafael Conte, con el que me pasa exactamente lo mismo”.

- En la introducción de La escritura contra el tiempo Ricardo Labra escribe en el prólogo que de Luna de abajo usted fue “el más cortaziano de todos nosotros”. ¿Sigue siendo cortaziano?

“Sí, totalmente. Adoro a Julio Cortázar y lamento no haberlo conocido. Sé que si lo hubiera conocido no me hubiera decepcionado. Seguí a Cortázar con verdadero denuedo, en cuanto había un libro de él que sabía que era nuevo lo adquiría y leía. Descubrirlo fue toda una revelación. Cuando leí La autopista del sur me quedé pasmado, fue un flash. Me ocurrió en una época en la que todavía leía a los españoles del momento, escritores que practicaban una literatura realista. Y entonces llegó el boom latinoamericano con escritores como Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y el realismo mágico, la magia de la realidad, que hace que te des cuenta que la literatura es un campo inabarcable y exploras y encuentras nuevos horizontes. Reivindico a Cortázar porque fue uno de mis escritores de formación. Los latinoamericano del boom, en general, me formaron en el arte de la escritura y la literatura. Y Cortázar, del que he leído todo. Rayuela, por ejemplo, es una novela generacional, experimental y en cierta medida una antinovela o la novela de un latinoamericano, argentino para más señas, que vive en París. El exilio, la nostalgia, la poesía, la búsqueda del amor. Pero recomiendo sobre todo leer al Cortázar autor de cuentos, de cuentos como Los venenos porque ahí se aprecia que fue un escritor que manejaba muy bien a los personajes adolescentes. Cortázar como cuentista no decepciona nunca”.

- Pero tengo la percepción que mientras Borges sigue, Cortázar se olvida.

“No tanto porque creo que hay cortazianos en el mundo que intentamos ponerlo en su sitio. Hay que leer a Cortázar es una frase de Juan Cruz cuando volvió a editar sus libros. En cuanto a Borges, sí, hay un mundo borgiano interesante y otro muy intelectual que resulta, a mi modo de ver, menos frívolo. Si me preguntaran qué cuento de Borges recomendaría, respondería Emma Zunz porque se trata de uno de sus relatos más tradicional y realista. A Borges lo apoya un universo intelectual que no lo abandona y a Cortázar los que defendemos que no podemos olvidar nos de su literatura”.

- ¿Qué libros suele recomendar?

“Cuando recomiendo, recomiendo cosas buenas y fáciles de leer. Si alguien no ha leído a Faulkner no le digo que se lea Absalón, Absalón, que es una novela muy dura pero sí Santuario, que además es una buena novela”.

- ¿Qué hace con los libros que no le gustan?

“No los leo”.

- ¿Pero qué hace con ellos?

“Los acumulo. En casa nos van a comer los libros. Tengo estanterías hasta en la cocina y eso que soy de los lectores que selecciono porque queda mucho por leer y releer. Si no me gusta un libro no lo termino y no me da pena decirle a quien termina un libro pese a que no le haya gustado que no hay que sufrir con la literatura. Eso sí, hay libros muy herméticos, como La muerte de Virgilio, de Hermann Broch, que leí con veinte años, lo que explica que no dejara de preguntarme mientras lo leía ¿qué es esto?, pero sabía que había algo, que había algo ahí. El Ulises, de James Joyce, no pude terminarlo pero estoy seguro que algún día volveré a él porque sé que me voy a enfrentar ante una obra de gran calidad y un autor que puso toda su vida en ello, pero hablo de las grandes obras de la literatura que son difíciles pero no de las infumables, que son esas que no hay que leerlas ni perder el tiempo con ellas”.

- ¿Se fía de los premios literarios?

“Soy muy inocente y me fío de todo el mundo. Intuyo que los premios provinciales, los que son públicos, tienen que serlo. Luego están los premios que pagan las editoriales, que son comerciales, se apuesta por un escritor importante para vender libros, no estamos en los años 40, cuando estos mismos premios de editoriales descubrían escritores como Carmen Laforet o Miguel Delibes pero en principio no tengo por qué no fiarme de los premios literarios”.

– Ha escrito poesía, artículos pero ¿y novela?

“Escribí algunos cuentos pero los publiqué hace ya muchos años y la novela, la novela la tengo ahí porque es algo que me puede devorar. Le tengo mucho respeto a la novela. Creo que no es difícil hacerla, lo difícil es escribir una buena novela pero no voy a negar que tengo la necesidad de contar cosas que me han pasado pero no como una novela”.

- ¿Y cuál es su relación con el libro electrónico?

“Cuando me voy de vacaciones llevo una maleta llena de libros. Los manejo mucho por lo que el electrónico no es santo de mi devoción aunque me parece estupendo que exista y que haya gente que los utilice pero yo soy de los que se sienta en el sillón con uno de los cuatro o cinco libros que leo a la vez. No hay un invento tecnológico con la fortaleza del libro. Me gusta leerlos, tocarlos. Ver la foto del autor. Me gustan los libros”.

UN BIBLIÓMANO

Miguel Munárriz es un enamorado de los libros y de la lectura pero no se considera un bibliófilo a pesar que en su biblioteca cuente con varias ediciones de autores inmortales como Julio Cortázar y Miguel de Cervantes.

“La relación que mantengo con los libros no es la de un biblíófilo pero sí la de un bibliómano”, de manera que los libros que le gustan ocupan un lugar privilegiado en su hogar. “Se trata de una relación especial”, dice el poeta, también de una relación “sana y cercana” con los libros. “Es casi una vibración”, destaca.

Varias habitaciones de su casa la habitan los libros, incluso la cocina, y muchos de ellos “no los voy a leer pero eso me ayuda a que siga leyendo muchísimos más”. Y concluye: “mi relación con los libros es cariñosa y de agradecimiento a lo que me han dado”.

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¿Es La escritura contra el tiempo un libro de críticas literarias? Miguel Munárriz responde con un contundente no. Él no propone críticas sino recomendaciones de algunas de sus lecturas favoritas. También un puñado de opiniones sobre leer y los libros. La cuestión, insiste, es que “hay que leer”. Y sobre leer, y mucho, van los contenidos de La escritura contra el tiempo- En la imagen, Miguel Munárriz junto al tristemente desaparecido cantautor, cineasta, poeta, escritor y escultor Luis Eduardo Aute.

Saludos, leyendo espero al…, desde este lado del ordenador

Los nombres prestados, una novela de Alexis Ravelo

Lunes, Febrero 14th, 2022

“Puede que sea la forma que tiene Dios de castigarnos por quitar tanta vida. Digamos que uno piensa que tiene las manos limpias, que después de lavarse bien no ha quedado ni rastro. Pero no: la sangre derramada siempre se le queda a uno bajo la piel. No hay manera de limpiarla. –Laguna hizo una pausa y cambió de tono–: No me hagas caso, hijo. A veces me pongo muy pesado”.

(Los nombres prestados, Alexis Ravelo. Nuevos Tiempos Policíaca, Siruela, 2022)

Alexis Ravelo, que sigue la estrategia del pequinés, va poco a poco desembarazándose de la etiqueta de escritor negro y criminal para ser conocido como un escritor a secas, al margen de géneros, aunque conozca y muy bien las claves de la novela policíaca.

Este compromiso creador le ha llevado incluso a ensayar atractivos experimentos literarios como el que nos reveló hace dos años con la novela Una bolsa en la cabeza, un tour de force que trasciende las fronteras del género y un título en el que venía a confirmar una vez más las dimensiones que como narrador alcanza Ravelo a medida que desarrolla su carrera como escritor. Un escritor al que le gusta sorprender al lector y que no suele perder su curioso baile de cintura con cada nueva obra, cada nuevo libro que presenta.

Noto ese baile de cintura, más controlado que nunca, en Los nombres prestados (Siruela, 2022), obra por la que obtuvo el Premio de Novela Café Gijón 2021, y título que a pesar de su aparente sencillez (tanto en la forma como en el fondo) propone una diversa y compleja variedad de cuestiones que, en manos de otro autor, no se habrían resuelto con la aplastante sencillez de cómo lo hace Ravelo, que tiene la capacidad de sorprender con cada novela que publica y, lo que es mejor, que el lector se involucre en sus andanzas literarias.

Los nombres prestados es una novela que maneja, entre otros temas, política, terrorismo, arrepentidos, traición y redención. Un paquete de deberes –como se ve– complejo pero que resuelve con una simplicidad que desarma –no desconcierta– a quien se meta en las páginas de un libro que da lo que promete: entretenimiento pero también muchas preguntas. Preguntas que suscita un relato que protagoniza una mujer y su hijo, Marta Ferrer y Abel; un perro, Roco, y un corredor de seguros jubilado que no es lo que parece, Tomás Laguna.

La historia se desarrolla a mediados de los años 80 del pasado siglo XX, unos años en los que el terrorismo seguía golpeando con brutalidad la democracia española. En la novela los miembros de uno de estos grupúsculos, denominado Federación Revolucionaria Antifascista Diez de Agosto (FRADA), está inspirado en otra banda terrorista que sí actuó en aquellos años del plomo: los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO)y adquiere un indiscutible protagonismo. Esta hipotética formación de extrema izquierda juega un papel esencial en el desarrollo de la novela que no vamos a revelar por razones obvias, no estropear uno de los meollos de un libro en el que también se habla sobre volver a empezar.

Me pasa con Alexis Ravelo un fenómeno curioso cuando leo algunas de sus novelas. Si en La estrategia del pequinés detectaba destellos que bebían directamente de las fuentes de la edad dorada del género policíaco norteamericano, finales de los 30 e inicios de los 40, con una novela referente como fue La jungla de asfalto, de William H. Burnett; en Los nombres prestados el autor que se me viene a la cabeza no es anglosajón sino francés, Jean Patrick Manchette, que también cuenta con una novela con (no de) terroristas, NADA.

Argumentalmente NADA no tiene nada (nunca mejor dicho) que ver con Los nombres prestados pero la sintonía que escucho mientras leo la novela de Ravelo es, y con mucha insistencia, la de Manchette en cuanto a estilo. Un estilo poblado de frases cortas, diálogos contundentes y capítulos de apenas dos y tres páginas.

Como Manchette, Alexis Ravelo además de emocionar y que nos pongamos en la piel de sus personajes, logra con un estilo telegráfico que no abusa de descripciones pero que está tocado por un sentimentalismo que no moja ni empapa, que el lector se sumerja en la historia que nos cuenta, que nos narra.

No es fácil hacerlo aunque con el paso de los años Alexis Ravelo ha ido desarrollando una literatura personal e intransferible. Sus novelas, por mucho que cambien de escenarios y de técnicas narrativas, son suyas. Es su mirada, es su forma de contar historias, ahora más depurada que nunca.

La novela tiene lugar en algún remoto lugar de España. Se trata de una localización ficticia que revela lo que son por los nombres con los que el escritor las ha bautizado: Nidocuervo y San Expósito pero no es la primera vez, tampoco, que el escritor recurre a un territorio creado para contar una historia. Lo hizo en el primer volumen de La iniquidad, La noche de piedra, que transcurre en… San Expósito, la misma localidad que aparece aunque en plano secundario en Los nombres prestados. La iniquidad dio lugar a un segundo volumen: Los días de Mercurio que, pese a su ubicación geográfica, no tiene nada que ver con la última novela del escritor, títulos estos muy crudos, páginas que mostraban su vena más rabiosa. Los nombre prestados, por el contrario, es una novela que está escrita en otra clave. Es crepuscular y redentora. La contraportada del libro la califica de western incluso pero no es eso, aunque algunas de sus páginas parezcan haberse escrito en clave de indios y vaqueros.

Estructurada en siete partes (Un chico, una mujer, un hombre, un perro; La sangre derramada, Los monstruos, El último almuerzo, La voz y el bosque; Versión oficial y Vida de Roco) Los nombres prestados nos devuelve a un escritor que no renuncia a su pasado negro y criminal pero también, a un autor que se ha forjado a sí mismo.

Saludos, hoy es el día…., desde este lado del ordenador