A propósito del puchero narrativo canario

Sábado, Septiembre 10th, 2011

La colección G21 Narrativa Canaria Actual ha iniciado su andadura con la publicación de dos novelas: Murmullo de hojarasca, de José Luis Correa, y Biografía reciclada de Manolito el Camborio, de Cristo Hernández.

Ofrece la pequeña novela de Hernández –apenas un centenar de páginas–  un retrato que sabe a muy poco del protagonista que da título a su obra. Probablemente porque su autor fue consciente que el material que tenía a mano no daba para más.

Una pena.

Esto me hace pensar si será verdad que, pese a los tiempos de crisis que vivimos, estemos asistiendo a una profunda renovación de la narrativa canaria.

Actual.

Es cierto que hay variedad de títulos y que autores no faltan –algunos  dignos a destacar– pero aprecio en la mayoría una aterradora falta de complejidad que podría dar al traste con lo que temerariamente unos llaman fenómeno y yo como un ingrediente más del puchero literario canario.

Ya se ha comentado hasta la saciedad que casi todos estos escritores actuales cuentan con suficiente obra publicada, también que cultivan una variedad de géneros que hasta el día de ayer era como territorio ignoto para los escritores nacidos o educados en las islas.

Pero detecto en la mayoría de los actuales una misma desidia, un dejar o llenar páginas sin itinerario que tritura lo que podría ser un coherente discurso literario.

Estoy en mi derecho como lector de demandar historias que además de estar bien escritas, entretengan.

Que disfrute abriendo las páginas del libro para sumergirme en la profundidad del relato.

Pero algo extraño ha pasado con la Biografía reciclada de Manolito el Camborio.

Siendo una novela corta me ha parecido larga.

Larga pese a su ironía.

Pero lamento escribir que no he encontrado gracia a la ironía ni hacia donde pretendía conducirme con ella.

Esto me hace reflexionar que no encuentro entre los miembros que forman parte de la narrativa canaria actual escritores que ofrezcan una visión de la Canarias actual que me haga pensar.

La mayoría suele perderse en personajes que por norma general protagonizan historias que no van hacia ningún lado, y no porque escriban bajo la tapadera cómoda del experimentalismo sino porque –me da la inquietante sensación– no son capaces de dar el acabado que merecían sus, aparentemente, coherentes y genéricas apuestas literarias.

La Biografía reciclada de Manolito el Camborio parece, en este sentido, un borrador. O lo que comenzó siendo un cuento un ahora aforado ejercicio reciclado de novela corta que se hace larguísima.

Pero lo mismo me pasa con José Luis Correa, quien tampoco apura ni da la consistencia exigible a su Murmullo de hojarasca.

O Javier Hernández Velásquez, que engorda sin propósito alguno su El fondo de los charcos casi como si pretendiera encontrar la clave con la que poder cerrar su ambiciosa novela sobre la capital tinerfeña.

En Los tipos duros no leen poesía, Alexis Ravelo propone una curiosa pero rutinaria novela del personaje Eladio Monroy. 

¿Y?  

Y algo parecido me pasa al digerir el último negro policial de Antonio Lozano, que no es un escritor de la narrativa canaria actual pero sí un narrador canario del que esperaba algo más de su, a mi juicio, decepcionante La sombra del minotauro.

La escritora tinerfeña Yanet Acosta propone una divertida pero primeriza y endeble aventura en su El chef ha muerto.

Y si bien no he comenzado aún a leer la novela Kopi Luwak de Antonio Cabrera Cruz, admito que estoy depositando en ella mis esperanzas tras los apasionados elogios de Nicolás Melini. Un tipo, Melini, con el que comparto algunas complicidades que espero no se frustren.

Deseo que Víctor Conde no me defraude con su última novela, Hija de lobos –título que presenta el próximo 6 de octubre en el Espacio Cultural de El Corte Inglés de Santa Cruz de Tenerife– porque Conde al menos conoce y maneja muy bien las claves del género en el que se mueve…

En cuanto a El guanche en Venecia y Erich el zurdo, de Juan Manuel García Ramos y Domingo-Luis Hernández, respectivamente, encuentro en su lectura exactamente el mismo interrogante que me aqueja con el grupo de narradores canarios actuales: ¿saben de lo que están escribiendo?

Partiendo del principio solidario que está muy bien que, pese a la crisis, estemos asistiendo a un interesante momento literario de la novela escrita en Canarias ¿por qué no dudar si todo lo que se está publicando se trata de verdad de novela?

Es decir, de algo tan simple y complejo como ¿me estás contando de verdad una historia?

Solo puedo decir que, en estos últimos meses en los que he leído mucho de los de antes y actuales narradores canarios. tengo mucha hambre.

Y cuando tengo hambre es porque lo que he digerido no me ha saciado.

Luego concluyo que algo falla y le falta a al puchero literario canario.

Claro que como tituló un amigo que ya es hermano:

“¡Salvemos el puchero!”

Saludos, mis tripas protestan, desde este lado del ordenador.

Cosas que pasan

Lunes, Agosto 29th, 2011

NUEVO DISCO DE ALMARGEN

El grupo de fusión Almargen prepara nuevo trabajo discográfico. La grabación se pondrá a la venta a finales de septiembre o primeros de octubre. El disco, que hace el séptimo de su carrera, se denomina Topofilias y en él participan además de los integrantes de Almargen (Juan Pedro Ojeda, Marisa Gordo, Alberto Hernández, Manuel Chinea, Javier Marrero y Fran López) músicos invitados como José Pedro Pérez (percusión); Alberto Mendez (bajo solista, producción y mezclas); Miguel Jaubert (chelo, cuerdas y guitarras); Pier Luigi Bernard (clarinete) y José Trujillo (flautas). El diseño de carpeta e ilustraciones son de Gonzalo González González y Jaime Vera.

Topofilias recoge trece temas, entre otros, Luz Mondrian, Atardecer en el Golfo, Cielo de marmolina, Noche y Jardín y Montaña Roja.

Almargen, una de las formaciones más veteranas y profesionales del espectro musical canario, nació en 1988 tras la disolución de Euterpe y Expresión a finales de los setenta.

Uno de los grandes músicos integrantes del conjunto sigue siendo el recordado músico y compositor Enrique Guimerá, fallecido en 2000, y cuyo recuerdo continúa estando muy presente en Almargen.

MELINI, EN DOS LIBROS FRANCESES SOBRE LITERATURA ESPAÑOLA

El hispanista Jacques Soubeyroux ha realizado un nuevo trabajo sobre la literatura de Nicolás Melini (Sata Cruz de La Palma, 1969), para el volumen La narrativa española de hoy (2000-2010), La imagen en el texto (I), una publicación coordinada por la también hispanista Natalie Noyaret, catedrática de la Universidad de Caen.

El libro recoge trabajos que versan sobre la imagen en la obra de los principales autores españoles de la década del 2000, como Francisco Umbral (Jean-Pierre Castellani); Juan Marsé (Claire Vialet Martínez); Álvaro Pombo (Anne Lenquette); Julián Ríos (Stéphane Pagès); Soledad Puértolas (Christine Di Benedetto); Enrique Vila-Matas (Amélie Florenchie); Rosa Montero (Nadia Mekouar-Hertzberg); Javier Marías (Murielle Borel-Codaccioni) y Arturo Pérez-Reverte (Marie-Thérèse Garcia), entre otros.

La hispanista Christine Pérès, catedrática de Literatura Española Contemporánea de la Universidad de Toulouse, participa por otro lado en un libro sobre el cuento español contemporáneo con un trabajo que se titula Temps et espace dans deux nouvelles espagnoles contemporaines: Las otras vidas (Antonio Muñoz Molina, 1988) et Hijo (Nicolas Melini, 2005).

Melini publicará próximamente en Vitruvio el libro de poemas Los chinos.

KIKO VENENO, CABEZA DE CARTEL DEL FESTIVAL BOREAL

Kiko Veneno, La Troba Kung-Fú y el grancanario Arístides Moreno son los protagonistas el 16 de septiembre del gran concierto de la nueva edición del Festival Boreal, que tendrá lugar en costa de Los Silos. Este encuentro incluye también talleres infantiles, actividades de aventuras, danzas del mundo, terapias naturales y un mercadillo, entre otras actividades que se iniciará el 11 del próximo mes con un taller de fotografía de la naturaleza en la costa de Los Silos impartido por el fotógrafo Óliver Yanes, quien expondrá también su obra Volcanes desde el día 13 en la calle Félix Benítez de Lugo del mismo municipio.

El Festival Boreal, que funde culturas y naturaleza, reunió en su anterior edición a más de tres mil personas.

LOS ROCKEROS NUNCA MUEREN

El Hotel Panorámica Gardel, en la zona Toscal-Longueras de Los Realejos, acogerá el viernes 16 y el sábado 17 de septiembre una nueva edición del Festival Tenerife 50 Rock and Roll. Las entradas, a 10 euros por día, permitirá disfrutar a partir de las 21.30 horas de los sonidos de Little Boy Arnold, una banda de rockabilly clásico de Alicante; los Atomic Leopards, formación que integran, entre otros, dos miembros de Los Rebeldes, y música enlatada hasta altas horas de la madrugada el viernes.

El cartel del sábado, que incluye fiesta una fiesta hawaiina desde la una de la tarde con música en directo de Los Contratiempos y Parking Boards, lo protagonizarán por la noche los coruñeses Hound Dogs, Little Big Rebel, a quien ya se conoce en los ambientes rockeros como el Elvis de Tenerife, y los madrileños Charlie Hightone and The Rock-It´s.

Más información en la web Vulcan Rockers

Saludos, a lo eso es to-to-todo amigos, desde este lado del ordenador.

Los últimos 21 años de historia literaria en la isla de La Palma

Lunes, Mayo 9th, 2011

Reproduzco por su interés la nota de prensa enviada a nuestro blog de la exposición El grupo de La Palma (1990-2011), que se celebra con motivo de la Feria Insular del Libro desde el lunes 9 de mayo hasta el sábado 14 del mismo mes.

“En 1990 confluyeron en la isla una serie de hechos extraordinarios que configuraron los siguientes años de la historia literaria de la isla. A finales de 1989 comenzaba su andadura ediciones La Palma, un proyecto editorial de la poeta Elsa López. La editorial publicó un libro de su editora, la reedición de Del amor imperfecto, con el que había obtenido el Premio Internacional Ciudad de Melilla, y El camino dorado, de un joven de 19 años, Nicolás Melini, toda una declaración de intenciones, ya que la editorial continuaría atendiendo tanto a autores de prestigio y experiencia como a jóvenes de las islas, entre ellos un buen grupo de escritores en ciernes de la isla de La Palma.

Anelio Rodríguez Concepción publicó su primer libro de cuentos, La Habana y otros cuentos, lo mismo que Leocadio Ortega y su Prehistórica y otras banderas, en 1990, y así continuó siendo con otros tantos autores: Antonio Jiménez Paz, Inmaculada Hernández Ortega, Ricardo Hernández Bravo.

Los más jóvenes, Nicolás Melini e Inmaculada Hernández, junto con Carlos Hernández (el único que no escribía, pero mantenía contacto con todos los que escribían), decidieron fundar una revista literaria, primero Jóvenes Escritores, en 1990 (1 único número), y luego Azul, Cuadernos literarios, en 1991. También en 1990, Elsa López y Ediciones La Palma impulsaron la creación del Premio Internacional de Poesía Ciudad de Santa Cruz de La Palma, que convoca el Exmo. Ayuntamiento, desde entonces, cada cinco años.

Esta exposición, cuyo comisario es Nicolás Melini, recoge la obra literaria de los autores que estuvieron implicados en todo ello, desde sus comienzos hasta nuestros días. Antonio Abdo, Elsa López, Leocadio Ortega, Antonio Arroyo Silva, Antonio Jiménez Paz, Inmaculada Hernández, Anelio Rodríguez Concepción, Ricardo Hernández Bravo, Nicolás Melini y Maiki Martín Francisco.”

Saludos, agitados por la Comuna, desde este lado del ordenador.

La unión hace la fuerza

Viernes, Abril 29th, 2011

Acabo de venir del acto de presentación de Generación 21: Nuevos novelistas canarios, un encuentro que acogió el salón de actos de la MAC en la capital tinerfeña y que contó con la presencia de once de los doce escritores seleccionados en este volumen que desde hoy comienza a labrar su propia historia.

El ausente fue Nicolás Melini, a quien tenía ganas de darle un fuerte abrazo. Desgraciadamente, motivos personales hicieron imposible que estuviera con el resto de los compañeros en un acto que si por algo se caracterizó fue por su desenfado. Hubo risas, muchas risas, y una atmósfera de buen rollo que los once –de los doce– participantes de esta iniciativa supieron transmitir al público.

En un momento dado llegué a pensar incluso que Ánghel Morales, el responsable de este volumen, se iba a desmayar de la risa. Cuando Morales logró tranquilizarse insistió que este libro se trata de una carta de presentación de una serie de autores que, entre todos ellos, ya reúne medio centenar de obra publicada. Mucha de ella traducida a otros idiomas y con varios premios respaldándola para los que confían en la honestidad de los premios.

Siguiendo el orden de los autores publicados, el primero que intervino fue Víctor Álamo de la Rosa quien comenzó bien y terminó mejor celebrando esta reunión de narradores que hasta el día de ayer solo se conocían a través de la lectura de sus libros.

Recogió el testigo Víctor Conde.

Víctor Conde es sencillamente buena gente. Y también sencillamente un gigantesco escritor de género. Para alguien que como quien les escribe siente predilección por la fantasía, el terror, la novela negro criminal, la ciencia ficción ha sido un acierto notable que esta antología haya logrado contar con uno de sus relatos.

El tercero en participar fue el escritor grancanario José Luis Correa quien destacó la importancia de otras generaciones precedentes en la literatura canaria. Su intervención fue divertida y me atrevería a decir que lúdica. Me preguntaba al escucharlo lo que pensarían los que siguen alimentando la ridícula hoguera de las vanidades del pleito insular. Lo escribo porque en el acto de presentación de Generación 21: Nuevos novelistas canarios no se habló en ningún momento de isla. O islas. Sino de archipiélago. De Canarias en definitiva. Y así sí que da gusto imaginar que vivo en una isla donde no solo se toca el tambor.

David Galloway coincidió casi punto por punto con las palabras de sus tres compañeros anteriores. Y si bien ya lo escribí en el post dedicado a comentar lo que me parecieron los cuentos compilados en esta antología, el suyo destaca por su excelente atmósfera.

Entre las intervenciones más emotivas, me gustó la de Santiago Gil. El escritor recordó a Ezequiel Pérez Plasencia y por unos momentos (sensible que es uno a veces, solo a veces) quise pensar que estaba ahí, acompañándonos otra vez. Gil también puso el dedo en la llaga al lamentar que viviendo en islas nos enteremos antes de lo que pasa en Madrid que de lo que se cuece justo en el territorio que tenemos delante de nuestras narices.

Cristo Hernández Morales contribuyó bastante a desacralizar este acto no sé si histórico, quiero pensar que sí, con una intervención salpicada de humor donde soltó verdades como puños. Espero, esperamos casi todos, a que el escritor busque tiempo y continúe con su labor creadora por el bien de las letras que se escriben a este lado del Atlántico.

El escritor Javier Hernández Velásquez fue otro de los autores que explotó la vena del humor para desacralizar una presentación literaria diferente.

G21 ha sabido venir al mundo con una sonrisa. Con esto quiero decir que la criatura  viene al mundo sin lágrimas. Casi como si quisiera decir que el llanto solo existe para los diletantes.

La mejor intervención de la tarde fue, a mi juicio, la de Álvaro Marcos Arvelo. No tuvo pelos en la lengua. Atacó “los denostados Premios Canarias” y reivindicó el espacio que ahora ocupan esos otros que son los autores de Generación 21: Nuevos narradores canarios.

En la rica y también compleja variedad que ofrece esta antología, la voz (y la serenidad intelectual) de un escritor como Álvaro Marcos Arvelo es lo que se dice necesaria. Un acierto, además, su recuerdo a Domingo Pérez Minik.

Autor de las novelas Azul cobalto y La ciudad de las miradas, Pablo Martín Carbajal abogó por una literatura potente que debe trascender fronteras insulares. Me gustó su discurso, que navegó muy bien entre la crítica y la autocrítica.

Alexis Ravelo no es Eladio Monroy –su personaje de ficción que como sir Arthur Conan Doyle con Sherlock Holmes quiere enviar definitivamente al otro barrio–  pero sí creo que tiene algo de él. Igual es el extraordinario vitalismo que emana con sus gestos,  la manera en como dice las cosas.

Por último, intervino Anelio Rodríguez Concepción. El escritor estaba afónico, así que fue breve y coincidió con Correa en recordar a las otras generaciones literarias canarias a la que se incorpora ahora G21.

Los once coincidieron en dedicarle esta presentación a Rafael José Díaz.

CONCLUSIÓN

La clave la dio Ánghel Morales.

G21 además de ser un grupo de buenos contadores de historias, de gente que no le hace asco a los géneros y que mira a los ojos y a la misma altura a otros compañeros de fatigas generacional de la península, son tipos que en donde vivo los llamamos simple y llanamente buena gente. Y quizá sea por eso, porque son buena gente, por lo que son también tan buenos escritores.

Saludos, bienvenidos como nación a este mundo cruel, desde este lado del ordenador.

Noticias sobre ese cine que tanto nos (dis)gusta

Lunes, Abril 25th, 2011

FUNDIDO A NEGRO: UN TURISTA SIN EQUIPAJE

El escritor, guionista y cineasta Nicolás Melini renuncia a la posibilidad de rodar su primer largometraje, Un turista sin equipaje, en su isla natal, La Palma. A continuación reproduzco una nota de prensa donde se explican las razones que le han llevado a tomar esta decisión.

Un turista sin equipaje, proyecto de largometraje de ficción con el que Nicolás Melini esperaba poder debutar en la dirección de largometrajes, contaba con el apoyo de tres productoras, Luna Llena Producciones, Aisatu Producciones y Angular producciones, además de Canarias Cultura en Red y de la Televisión Autonómica de Canarias, que había firmado un acuerdo de precompra de los derechos de emisión de la película resultante. También el Patronato de Turismo Insular había emitido una carta mostrando su interés en que el proyecto se realizara y manifestando su apoyo en la medida de lo posible.

Un turista sin equipaje es un proyecto de largometraje a realizar íntegramente en la isla de La Palma, se trata de un policíaco con humor, tal y como se podría producir una historia policíaca en un lugar tan singular como La Palma; se trata de una película coral y que sucede en lugares muy especiales que en conjunto convierten a la isla en un personaje más de la historia. En la línea de algunas películas de cine independiente norteamericano, contaba con la aprobación del Federico Luppi para protagonizarla, entre otros autores habituales del cine español.

Tras dos años de búsqueda de financiación, las productoras implicadas habían conseguido en torno a unos 500.000 euros. Aunque Nicolás Melini y las tres productoras estaban dispuestas a realizar la película con un presupuesto mucho más corto del previsto, una cláusula en las bases de la convocatoria de ayudas a la producción cinematográfica de Canarias Cultura en Red lo ha impedido, al ser necesario que la película se realizara con el presupuesto que el proyecto fue presentado en 2008: 1.695.165 euros. Dicha cláusula no existía antes de esta convocatoria, permitiéndose la realización de películas con una mayor flexibilidad y, al parecer, será suprimida en convocatorias futuras.

En la actualidad, Nicolás Melini se encuentra concluyendo un documental para el Instituto Cervantes, y proyecta realizar un nuevo corto.”

CANARIAS EN CORTO 2001

El martes 26 de abril, a las 20.30, se presenta en la Filmoteca de Fuerteventura (biblioteca Municipal), y el 28 de abril (jueves) a la misma hora los Multicines Renoir-Price de Santa Cruz de Tenerife, el catálogo Canarias en corto 2011, que como en anteriores ediciones contará con la asistencia de sus realizadores.

Los trabajos que forman parte de la edición de este programa promocional del cortometraje canario son: Dirty Friday, de Tenesor Cruz y Adrián M Delgado (La Casa Animada), La bombilla, de Aarón J. Melián (Boodoo) ; Things in common, de Nayra Sanz (Rinoceronte Films); Hibernando, de David Pantaleón (Los de Lito Films | Muak Canarias | Zentropa Spain); Paseando por un cielo sin estrella, de Emilio Alonso (Skyline Films),  Cama Blanca, de Diego Betancor (Gofiator producciones, Dunes Films) y El chola, de Guillermo Ríos (Ríos TV).

ESTRENO DEL TEASER DE GUÍA DE SUPERVIVENCIA ZOMBIE

La página web La mirada Gorostiza acogerá también este jueves, a las 18 horas el teaser de Guía de supervivencia zombie, un interesante y también arriesgado trabajo sobre muertos vivientes inspirado en el libro del mismo título de Max Brooks. Están avisados.

Saludos, a un lado y al otro, desde este lado del ordenador.

Soy yo sin ser yo… Destripando ‘Generación 21: nuevos novelistas canarios’

Sábado, Abril 23rd, 2011

Aunque a algunos les cueste reconocerlo la aparición de la antología Generación 21: nuevos novelistas canarios es un libro muy oportuno para aproximarnos a las distintas realidades narrativas que proponen sus doce autores seleccionados.

Con independencia de la calidad de algunos de sus textos, puedo asegurar que se trata de un volumen que lleva camino de convertirse en referencia no solo en la literatura costalera que se escribe a este lado del Atlántico sino también fuera de sus fronteras.

Como toda antología que se precie, Generación 21 no termina por llegar a ser redonda pero espero que funcione como tarjeta de presentación de una serie de autores que cuentan ya con un currículum más que suficiente en los territorios de la novela.

Que el título de este curioso muestrario de relatos sea el más idóneo o no es un asunto que los propios participantes en este volumen deberían de debatir si tienen tiempo y ganas –y sospecho que no tendrán ni tiempo ni ganas– pero reitero que me parece un libro oportuno a través del cual pulsar el estilo y algunas de las obsesiones de los escritores invitados.

En la mayoría de estos cuentos planea casi como una obsesión lo erótico. Lo erótico desde una perspectiva irónica y digamos que desastrosa. Poco madura podrán decir unos. También la sombra de la traición y la muerte. La muerte como liberación. En este conjunto de relatos hay muertos por casi todos los lados. La madre, la novia, el ermitaño que parece que lo cura todo…

En general, los doce relatos escogidos son piezas que se leen con agrado y en algunos casos con insólita sorpresa. Y cuando escribo lo de sorpresa quiero decir que desconocía el trabajo de varios de ellos, y que leerlos me anima a buscar otros de sus textos porque en algunos casos he encontrado la simiente de lo que, a mi juicio, debe ser un buen escritor.

Y he encontrado esta simiente, digo, en cuentos escritos con humildad que han sabido entretenerme y en algunos casos emocionarme.

Generación 21: nuevos novelistas canarios, una iniciativa de Ánghel Morales, se inicia con el relato Vino con el azúcar, de Víctor Álamo de la Rosa, y trabajo por el que su autor obtuvo el premio Taramela 2008.

Álamo de la Rosa ambienta su historia en Isla Menor, geografía en la que se desarrolla casi toda su producción narrativa, y si bien captura por su descripción de ambientes debo decir que no termina de convencerme por la rusticidad de su final.

Creo que Víctor Álamo de la Rosa no sabe explotar la inquietante fascinación que en un momento parecía prometer su personaje protagonista, acelerando un the end de manera gratuita.

Isabel y los visionautas es el segundo cuento de esta antología y lo firma Víctor Conde (pseudónimo de Alfredo Moreno Santana).

Conde se ha especializado en fantasía y ciencia ficción y se nota que se mueve muy bien en estas lagunas. Isabel y los visionautas es un relato de aventuras disfrazado de fantasía donde su autor crea –como creó Antonhy Burgess en La naranja mecánica– una especie de dialecto que deja buen sabor de boca porque está descrito con ironía.

Es un cuento desenfadado y por lo tanto divertido no solo para especialistas en el género de la ciencia ficción y la fantasía.

El humor es también la herramienta que emplea José Luis Correa para su Vida, pasión y muerte de Felipe Marqués, una historia que suscita lecturas varias aunque el relato no termina por estar lo bien construido que, como lector, desearía.

Aún así, no deja de leerse con cierto asombro ya que a su manera se trata también de una aventura. La aventura de un tipo que parece que no supo superar su adolescencia.

Tiene momentos hermosos, en especial cuando el escritor recrea la infancia del protagonista describiendo una excursión del colegio a ver la nieve que manchan las cumbres de Gran Canaria y aprovechar para contarnos su primer amor.

El cuarto cuento está firmado por David Galloway y es una adaptación del relato Sin  cara ni cruz publicado en el libro El perfil de las esquinas.

Galloway más que un narrador es un creador de atmósferas y en este sentido pienso que las primeras y últimas páginas de su relato son las mejores de esta historia de traiciones en nombre del amor.

Se aprecia, de todas formas y en su fondo, a un autor que si cuidara más el esqueleto de lo que quiere contar, daría más carne y grasa a sus propuestas literarias.

Entre otras frases de este sin embargo fatalista relato me quedo con: “No se deben pedir peras a un alma herida. Por los siglos de los siglos afortunados son los agraviados de este mundo porque las sombras siempre dependerán del movimiento de la luz.”

El escritor Santiago Gil participa en Generación 21 con El encargo, para quien les escribe uno de los mejores cuentos de esta antología.

Y digo que se trata de uno de los mejores porque es el que más me ha sabido a auténtico. A sincero. También a canalla.

Se trata, como muchos otros cuentos de este libro, de un largo monólogo donde un personaje a la contra toma la decisión de su vida.

El mismo Gil se confunde con quien narra este cuento que concluye con un inevitable ajuste de cuentas de lo que se conoce como complejo de Edipo.

Las seis caras del azar, de Cristo Hernández, es un relato loco. Y cuando digo loco me refiero a loco divertido. Se desarrolla en la ciudad de Nueva York y mientras lo lees no se te va la cabeza de que algo, o argo, va a pasar.

Con o sin dados. Lo de los dados lo escribo porque son claves para entender esta curiosa fantasía animada de ayer y hoy.

Más cerca del espíritu de Mike Spillane está Los ojos de Henry Fonda, que firma Javier Hernández Velázquez.

Hernández Velázquez rinde en su relato homenaje a Fonda mientras nos cuenta una historia más que policíaca negra donde lo que más le importa es la atmósfera y menos la historia.

Huellas en el barro, de Álvaro Marcos Arvelo, es un curioso relato fantástico, sí, fantástico, que comienza muy bien pero que no termina por cerrar muy bien. Da la sensación, mientras lo lees, que si su autor lo hubiera limado más –prescindiendo de momentos prescindibles– hubiera resultado otra cosa.

La edad de Cristo, de Pablo Martín Carbajal es más que un cuento un divertimento que no termina de cuajar como relato.

Está escrito con ironía, lo que se agradece, pero carece de brújula para orientar al lector en la propuesta que quiere narrar.

Nicolás Melini es el décimo escritor de esta antología, que incluye Una superviviente, tal vez eso lo explica todo publicado en su libro Pulsión del amigo.

Ya escribí en su momento que Melini es, a mi modesto entender, uno de los mejores cuentistas del panorama literario nacional y el relato que incluye en Generación 21: nuevos novelistas canarios pone de manifiesto que sigo pensando lo mismo ya que una nueva relectura da intensidad a esta pieza de apariencia inocente que esconde algo, o argo, que emociona y no deja indiferente.

Con el título de Otra vida (que ya fue publicado en Ceremonias de interior), Alexis Ravelo juega con uno de los temas para mi más atractivos de la literatura.

Y no se trata del doble, precisamente.

El cuento empieza muy bien –a mi me supo a un agradable episodio de Los límites de la realidad– cuando su protagonista se percata que gente a la que conoce no existe… O sí.

Desgraciadamente, el escritor desaprovecha las posibilidades de la historia con un final que si bien quiere dar una vuelta de tuerca a lo anteriormente narrado no termina de cuajar porque resulta forzado.

Cierra esta antología El perro, de Anelio Rodríguez Concepción, cuento que junto a El encargo de Gil, me parece uno de los mejores  de esta antología.

No merece la pena deshuesarlo sino invitar a que lo lean. Solo apuntaré que su autor maneja con sabiduría literaria un aparente costumbrismo que se hace añicos y deja tarumba al lector.

Conclusiones.

Insisto, Generación 21: nuevos narradores canarios es una antología necesaria. Es verdad que faltan otras tantas voces pero como adelanto de lo que hay sí que merece la pena como libro.

Libro que se tiene que leer como lo que es, ventanas que dan voz a un grupo de escritores que sin renunciar a su pasado ya ocupan nuestro presente.

Saludos, ¡resurrección!, desde este lado del ordenador.