Archive for Julio, 2014

Nadine Gordimer coge el tren

Martes, Julio 15th, 2014

¿Qué ocurre cuando nuestros sueños se hacen realidad?

¿Cuándo se ha conseguido aquello por lo que se luchaba?

¿Cómo se vive cuando el enemigo ha desaparecido y ahora lo que tenemos ante nosotros somos nosotros mismos?

Saludos, Nadine coge el tren, desde este lado del ordenador.

Paul Williams: “Dios es mi amigo”

Lunes, Julio 14th, 2014

Paul Williams es un tipo canijo, no debe de medir más de un metro y medio, quizá eso explique que el público quiera darle más que un abrazo, un achuchón.

El sábado pasado Williams se cansó de dar achuchones, abrazos y de firmar autógrafos en portadas de vinilo de sus viejos discos y de compactos, e incluso de fotografías que reproducían el cartel de El fantasma del paraíso en TEA Tenerife Espacio de las Artes.

El último acto, antes del concierto, de Fimucité que cuenta en su seno con Fimucinemá porque en este festival su clave no está en el Fa sino en el Fi y no en el Mi sino en el Má con el que comienza y termina el nombre de sus dos propuestas relacionadas con la música en el cine y, si quieren, con la música y el cine.

El acto del sábado con Paul Williams en TEA fue un acto especial.

La exhibición de El fantasma del paraíso –exhibición frustrada en su primera hora por una luz del techo que alguien se olvidó de apagar– y la presentación del señor Williams que es uno de los protagonistas del largometraje y el compositor y letrista de su banda sonora, reunió a un puñado de aficionados como a despistados en el salón de actos de TEA, quienes lo recibieron con la salva de aplausos que se merecía.

La realidad, sin embargo, es incapaz de vencer a los recuerdos.

Lo escribo porque en vivo y en directo ese Paul Williams no es el Paul William que recuerdo: el malvado Swan de El fantasma del paraíso.

El real parece demasiado encantador y canijo, por eso las ganas de darle un achuchón, y por eso que se meta al público en el bolsillo. No solo a los nostálgicos seguidores del artista sino también a los que el sábado lo descubrieron más tarde, y durante la proyección de la película, comoel diabólico productor musical que interpreta en ese clásico del cine chiflado que es El fantasma del paraíso.

La proyección coincidía con el 40 aniversario de la película, así que la primera sesión, prevista en un principio a las seis aunque se cambió a las cinco, permitió a iniciados y profanos recuperar un título que aún mantiene su aroma de culto, de título que quizá hoy no genera la misma siniestra tristeza que en verdad esconde, pero en el que todavía late una ácida y festiva mirada sobre el mundo del espectáculo.

En la intervención, Paul Williams habló de El fantasma del paraíso e incluso de su pequeño papel  como orangután en la quinta entrega de la serie El planeta de los simios. Después anunció que publica un libro de autoayuda porque “Dios es mi amigo.”

Y explicó como gracias a ese amigo venció su peculiar guerra con el alcohol y las drogas.

Paul Williams dijo que lleva más de veinte años sin meterse esta clase de venenos en el cuerpo y no se cansó de repetir que era feliz por haber vencido, gracias a Dios, a su peor enemigo.

Ya digo, daban ganas de levantarse y darle un achuchón.

Cuando terminó el encuentro con el público, el señor Williams firmó autógrafos y se fotografió con quien se lo pidiera. Y fueron bastantes los que le pedían una o las dos cosas a la vez. Eso retrasó la proyección de El fantasma del paraíso pero, qué diablos, Paul Williams contagia un cariñoso optimismo creyente que entendí necesario en un sábado que iba a pasar a la historia por espeso y terriblemente caluroso.

No había vuelto a ver El fantasma del paraíso desde aquella vez…

Aquella vez en casa, con la familia, quizá un sábado, sí, pero de otra estación. O quizá fue en verano. La verdad es que no me acuerdo y no me importa acordarme porque la película continúa funcionando. Es verdad que me hace sonreír, no ladrar las carcajadas de entonces, pero volví a identificarme con la tragedia de su protagonista, un genio al que le roban la obra de su vida y que se llama Winslow Leach.

Las emociones, no obstante, son distintas a la primera vez, aunque éstas  intentaron levantarse dentro de mi corazón.

Y solo por ese esfuerzo, creo que mereció la pena escuchar al señor Williams y volver a ver la película…

Debe ser que Dios también es mi amigo.

(*) La imagen es de Matt Furman, Billboard Magazine

Saludos, regresamos cual ave Fénix, desde este lado del ordenador.

La estrategia del pequinés, de Alexis Ravelo, premio Hammett a la mejor novela negra 2013

Viernes, Julio 11th, 2014

En este mundo solo hay dos tipos de personas: los ganadores y los perdedores. Y tú y yo no somos ganadores. La gente como tú y como yo pierde siempre.”

(La estrategia del pequinés, Alexis Ravelo, Alrevés)

La estrategia del pequinés (Alrevés) continúa siendo hasta la fecha la mejor novela de Alexis Ravelo. Ya comentamos en su momento las impresiones que nos provocó este título, un punto y aparte en la carrera de un escritor que hasta ese momento buscaba un lugar en el mundo con su peculiar investigador Eladio Monroy, un personaje interesante y honesto, sí, pero que se movía y gastaba entre los límites demasiado estrechos de las cuatro historias que, hasta el momento, le ha dedicado Ravelo.

La publicación de La estrategia del pequinés significó, en este sentido, un revulsivo. Un revulsivo no solo para el escritor grancanario sino para los lectores iniciados en novela negra y criminal que esperábamos que su autor se soltara por fin el pelo –esto del pelo es metáfora cuando se habla de Alexis Ravelo– y volcara todos sus conocimientos como lector del género en un relato, La estrategia del pequinés, que tiene tan grato sabor a los grandes clásicos. Los grandes clásicos de la línea cruda y dura de la literatura criminal.

Antes de que recibiera el premio Hammett, galardón que otorga la Asociación Internacional de Escritores Policíacos en la Semana Negra de Gijón a la mejor novela negra, en este caso publicada en 2013, Alexis Ravelo nos comentaba en las Jornadas de de Novela Negra de Arona que ya estaba satisfecho con estar en la lista de los cinco finalistas. Pero no sé, no sé… porque a mi eso de que lo mejor es participar me suena más a frase hecha por quien cree ser un perdedor que esconde sus ansias de ganar. Y fuera así o no en el caso de Ravelo, estaba claro que éramos muchos los que confiábamos en que obtuviera el Hammett porque La estrategia del pequinés es, sin duda alguna, la mejor novela negra escrita en español en 2013.

Con esta historia de y sobre perdedores, Ravelo se adelantaba a muchos escritores del género presentando personajes del otro lado. Hombres y mujeres del arroyo para lo que lo importante no es participar sino ganar.

En la novela no gana sin embargo casi nadie, pero sí un lector que, como fue mi caso, quiso encontrar en esta historia notablemente crepuscular influencias muy bien digeridas de William R. Burnett, James M. Cain y Jim Thompson, entre otros gigantes del género. Género que, como todo el mundo sabe, es tan norteamericano como el western.

Explica Alexis Ravelo a El País que con esta novela lo que quiso hacer fue contar una historia de “perdedores, que son las que escribo yo. Una historia sencilla sobre gente sencilla que tiene que hacer golferío para salir adelante”. Y no le falta razón a nuestro primer escritor canario de literatura negra y criminal con permiso de los demás; ya que tanto en La estrategia del pequinés como La última tumba (Edaf). por la que obtuvo el XVII Premio de Novela Negra Ciudad de Getafe, son historias protagonizadas por parias de la tierra que se atreven a ponerse en pie en tan famélica legión.

Es una gratísima noticia que Alexis Ravelo haya conseguido el premio Hammett y es una gratísima noticia, entiendo, no ya solo para los que cultivan en la actualidad el género en este archipiélago –tres de cuyos narradores, incluido Ravelo, estuvieron este año en la Semana Negra de Gijón reivindicando el espacio que se merece esta literatura que se escribe en Canarias– sino también para los otros escritores que, nacidos o residentes en las islas, tienen sus expectativas puestas más allá de las fronteras que impone este mar que nos rodea.

A partir de este año, Alexis Ravelo forma parte de ese camino tachonado de grandes nombres de la literatura negra y criminal que se escribe en español. Cito solo a unos pocos: Francisco González Ledesma, Paco Taibo II y Leonardo Padura.

E intento imaginarme como debe de sentirse Alexis Ravelo.

Y escucho su peculiar carcajada. La generosa carcajada de un tipo que, vaya como son las cosas, hoy será cualquier cosa menos un perdedor.

Saludos, levanto mi copa de ron Aldea, desde este lado del ordenador.

Gritos y susurros…

Jueves, Julio 10th, 2014

* El compositor Antón García Abril y la actriz Lone Fleming asistirán este, jueves 10 de julio, a la proyección de La noche del terror ciego (Amando de Ossorio, 1974) a las 20.30 horas, en el Aguere Espacio Cultural de La Laguna. El ciclo dedicado al compositor español, Antón García Abril, organizado por la Filmoteca Canaria y el Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife continúa la semana próxima –jueves 17 de julio– con La noche de Walpurgis (León Klimovsky, 1971). Antón García Abril es el autor de la música de series de televisión como El hombre y la tierra, Fortunata y Jacinta, Ramón y Cajal o Anillos de oro, mientras que la actriz Lone Fleming se convirtió en una musa del cine de terror y fantástico con acento español en los años setenta tras su aparición en películas como Endemoniada, La ciudad maldita o Viaje al centro de la tierra.

* El hombre bala acoge este viernes, 11 de julio, una actuación de Edui Bercedo & Antonio Koppel. El acto comenzará a las 22 horas y es probable que haga historia como suele hacer historia los conciertos de Eduardo Bercedo.

* El Equipo Para asoma la cabeza con un acto que se celebrará este sábado, 12 de julio, en el Espacio Guimerá Música (EGM) con un concierto que se organiza gracias “a las  facilidades que nos ofrece el Organismo Autónomo de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz.”  La historia, cuenta el Equipo Para, es rendir homenaje a los músicos que “durante el tiempo que estuvimos en El Generador apostaron por sonidos experimentales y nuevas formas de expresión sonora.” Está previsto que actúen el dúo CoZta-RodrígueS y el trío owin´ek.

* Y para los que no tuvieron la oportunidad de verla en su momento y ni siquiera se han molestado de descubrirla en dvd/blueray o bajándosela del ordenador porque lo suyo es la infame piratería, TEA Tenerife Espacio de las Artes acoge el sábado la proyección del largometraje El fantasma del paraíso (Brian de Palma, 1974), acto que contará con la presencia de uno de sus protagonistas –el malvado Swan– y autor de las canciones de este musical chiflado y de terror, Paul Williams. La sesión forma parte del Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife, que incluye además su peculiar festival de cine, Fimucinemá.

Saludos, funde a negro, funde a negro, desde este lado del ordenador.

El secreto de Taganana, una novela de Pilar Escalona

Miércoles, Julio 9th, 2014

“- Ahora es el momento de podar. ¿Se ha fijado usted? Todo esto está así gracias a mí, porque ante estaba todo abandonado. ¿No tendrá por casualidad un cigarrito, don?

- No, no fumo.

- ¿Me da un cigarrito?

- ¡Le estoy diciendo que no fumo! ¡Qué no fumo!- chilló Manolo, al tiempo que sentía unos deseos incontrolados de fumarse un cigarro y quitarse de en medio al tipo ese.

- A mi me dan pronto el tercer grado e iré a Tenerife I. A ver si me buscan un trabajito y puedo salir. ¿Tiene tabaco, don?

(El secreto de Taganana, Pilar Escalona. Colección G21 Narrativa Canaria Actual, Ediciones Aguere/Idea)

La irrupción de la que ya se conoce como trilogía lagunera de Mariano Gambín despertó entre algunos escritores de las islas el interés por contar historias que se movieran más o menos por sus mismos territorios y espacios. Territorios y espacios que son claves en la producción del autor, un escritor preocupado más por entretener a los lectores que por fascinarlos con su literatura.

En todo caso, las novelas de Mariano Gambín son traducciones de novelas comerciales que aún no disfrutan del beneficio de la duda por parte de públicos digamos cultivados y exigentes. O aficionado a una literatura que puede dar origen a debates varios, siempre y cuando se defiendan ideas y biblias particulares. Es decir, los títulos que, por una u otra razón, marcaron su devenir como ciudadano que consume lo que emana de la cada día más molesta y sobria república de las letras.

El caso es que la producción literaria de Mariano Gambín ha generado en Canarias otras novelas en las que se aprecia su involuntaria influencia. Entre otras, las de ambientar relatos en los que se mezcla misterio y acción en las islas. Y la idea, que ya contó con  antecedentes como, entre otros, Jorge Rojas y José Manuel de Pablos, ha vuelto a recuperarse hoy con un insólito y fascinante entusiasmo.

Ahí está Benjamín Barret y su La Laguna de los olvidados (Neys Books), un relato más escorado hacia la novela histórica de misterio y acción, y Pilar Escalona.

El secreto de Taganana es la segunda novela de la escritora, quien se presentó hace dos años con El envío turco, primera entrega de una serie en la que aún trabaja, aunque uno de sus protagonistas, el capitán Perdoma de la Guardia Civil, aparece como personaje en su historia sobre Taganana.

El libro forma parte de la colección G21 Narrativa Canaria Actual, una de las apuestas editoriales más constantes de cuantas han aparecido en los últimos años en el mercado regional, y guía –por su heterodoxia temática y generacional– de por donde se mueve parte de la literatura que hoy se escribe en el archipiélago.

El secreto de Taganana es una novela de misterio y aventuras que solo tiene un fin en sus más de trescientas páginas, la de entretener al lector, sobre todo al lector de unas islas que hoy parecen tan necesitadas de encontrarse en su literatura.

Adiós, pues, a Macondo o Comala con otro nombre.

Esos territorios míticos que no dejan de ser una retorcida representación de éste. Aunque éste ya no necesite disfrazarse entre los nuevos narradores nacidos o residentes en Canarias. Todos ellos, o la mayoría de ellos, autores que prefieren ahora citar con su nombre los lugares, los pueblos y ciudades de un archipiélago que recobra un merecido reconocimiento como espacio de ficción.

Espacio de ficción que Pilar Escalona emplea con profundo amor hacia esta tierra y sus tradiciones. Eso, y no otra cosa, es El secreto de Taganana.

Un título en el que se mueve un conocido de la escritora y de sus lectores, el capitán Perdoma. Un personaje que, como sucede con los personajes que quieren convertirse en serie, vale más por sus ratos de esparcimiento que cuando se mueve como sagaz guardia civil.

En este sentido, donde cobra mayor naturaleza su primera y segunda novela es cuando Pilar Escalona describe tenderetes y fiestas como reivindicación de la amistad. Esa complicidad que germina al lado de un plato de garbanzas y un litro de vino tinto, y no tanto cuando describe las gélidas relaciones que impone cualquier actividad laboral.

Coincide además en las dos novelas de su autora otro tema, el viaje. Aunque en El secreto de Taganana se quede solo en Tenerife. Isla que recorren sus personajes a medida que se va desenredando el nudo de la trama.

En esta ocasión, y como si de una novela negra se tratara, la acción se dispara con el atraco a una entidad bancaria en la ciudad de La Laguna. Y tras una serie de vicisitudes, que los ladrones pierdan el botín, lo que genera que tanto los que trabajan al servicio de la ley como quienes se la han saltado, hagan todo lo posible por encontrarlo primero.

A mi juicio, sin embargo, la novela comienza a dar bandazos precisamente por contar todo esto en demasiadas páginas, muchas de las cuales resultan prescindibles porque no aportan información al relato. Tampoco funcionan como capítulos para relajar la tensión.

Una de las virtudes de esta novela es, sin embargo, su intención por entretener.

Un entretenimiento que no quiere molestar al lector con cuestiones morales sino engancharlo para que continúe pasando las páginas, esas mismas donde se desarrolla una acción cada vez más frenética hasta la solución del caso.

Saludos, decíamos ayer…, desde este lado del ordenador.

Primeras imágenes de ‘Honor et Fidelitas’, un docudrama canario sobre la guerra que enfrentó a británicos y estadounidenses entre 1812-1815

Martes, Julio 8th, 2014

Tras el excelente documental Cubillo: historia de un crimen de Estado, el guionista y realizador Eduardo Cubillo prepara un nuevo trabajo que espera estrenar el próximo año, y del que ya circula un atractivo anticipo en Internet.

Esta iniciativa lleva el título –no sabemos si provisional– de Honor et Fidelitas, película en la que se pretende narrar la experiencia de un descendiente de canario como un soldado norteamericano en la conocida como Guerra de 1812-1815. En frente, y como enemigo, el ejército británico.

Los primeros colonos canarios que se establecieron en Luisiana lo hicieron en las tierras húmedas e indómitas de las marismas del Mississippi, a unos 25 kilómetros de Nuevas Orleáns, cuando la ciudad era aún capital de esta provincia española de ultramar.

Entre los hitos más significativos de la Guerra de 1812-1815 está la toma de Washington por parte del ejército británico, que hizo arder hasta sus cenizas La Casa Blanca y el Tesoro, entre otros edificios públicos; que aumentase la popularidad del por aquel entonces general Andrew Jackson, quien se convertiría en el séptimo presidente de los Estados Unidos de Norteamérica con el recién fundado Partido Demócrata, y que durante el bombardeo del fuerte McHenry, en Baltimore (Maryland), el abogado Francis Scott Key escribiera la letra del que más tarde se convertiría en himno de su país: The Star-Spangled Banner (La bandera tachonada de estrellas).

El documental que dirige Eduardo Cubillo está producido por Jonathan C. Asensio para La Gaveta Producciones, y cuenta con la colaboración de miembros de asociaciones de recreción histórica. Es probable que el docudrama se estrene en 2015, coincidiendo con el bicentenario de la batalla de Nueva Orleáns.

Saludos, ¡a las armas!, desde este lado del ordenador.