Ha muerto Juan José Falcón Sanabria (Las Palmas de Gran Canaria, 11 de febrero de 1936-Las Palmas de Gran Canaria, 23 de junio de 2015), compositor, entre otras obras de Atlántica, estrenada en el Festival de Música de Canarias de 1992; Kyros, Aleph y Agáldar, que fue presentada en el Teatro Pérez Galdós por la Orquesta Sinfónica de Tenerife bajo la dirección de Víctor Pablo Pérez, y que fue grabada en disco por la London Symphony, así como Itálica, Misa Gloriosa, Sinfonía Urbana, Adagio Sinfónico, Ignotum, Canto a tu Nombre, Helios, Obertura Hespérides y La hija del cielo (2007), la primera ópera canaria de gran formato sinfónico-coral con libreto de Guillermo García-Alcalde y producción escénica de la Fura dels Baus.
Premio Canarias en la modalidad de Bellas Artes (1994) y Medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes (1997), Juan José Falcón Sanabria compuso también las bandas sonoras de La umbría (José Dámaso, 1975) y Guarapo (Teodoro y Santiago Ríos, 1988).
Santiago Ríos recordaba así hoy, martes 23 de junio, cómo conoció al compositor y cómo terminó con el encargo de componer la partitura de un largometraje que fue el principio de un sueño.
La banda sonora de Guarapo estaba prevista que la firmara Taburiente pero tras una reunión a la que también asistieron el por aquel entonces director de la Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST), Víctor Pablo Pérez, y Falcón Sanabria, el trabajo recayó en este último, quien solo puso una condición: conocer La Gomera.
En compañía de Santiago Ríos y su hijo Jacky Ríos recorrieron la isla colombina junto “a ese magnífico cicerone, Virgilio Brito” y sin echarse nada al estómago salvo vasos de parra, algo despertó en el compositor porque en el viaje de vuelta y con el piano chino de diez teclas que había llevado Jacky, “interpretó las primeras notas de lo que más tarde sería el leiv motiv de Guarapo”.
El cineasta, que califica a Falcón Sanabria como “el clásico genio despistado que se deja el paraguas en el taxi” y un hombre extremadamente generoso, destaca que cuando junto a su hermano escucharon por primera vez el tema musical de la película en el antiguo teatro Pérez Minik –que en aquel entonces era donde ensayaba la OST– “nos dimos cuenta que lo que había escrito Falcón se trataba de una obra de mucho peso. Era un portento porque sabía hacer de todo.”
Durante la grabación de la música en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna, que coordinó un productor británico, “Falcón llegaba todos los días con las partituras y cuando iba a entregárselas a Víctor Pablo se le caían al suelo, luego tenía que volver a ordenarlas. Era un genio y también como un niño grande, cariñoso y muy generoso.”
Atrás quedan las conversaciones que mantuvieron en la terraza de la plaza del Colegio de Arquitectos de la capital tinerferña mientras tomaban parra gomera y Mandi Capote no paraba de provocarlo con irreverencias que se cerraban con un fuerte abrazo y carcajadas.
Quedó, eso sí, colgando en el aire editar una canción sobre el tema principal de Guarapo que podría interpretar Chago Melián. “Juan José nos dio el permiso a la letra así como la posibilidad de utilizar su música pero, lamentablemente, no se ha hecho nada hasta ahora.”
A modo de conclusión y en un día en el que también nos han dejado el compositor James Horner, Marujita Díaz y la actriz italiana Magali Nöel, Santiago Ríos añade:
“Quería a Juan José Falcón Sanabria. Un genio y un niño grande.”
Saludos, dicen que los genios son así, desde este lado del ordenador.